Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Matrimonio de conveniencia por Mirelle

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les guste. Contiene lemon. ^^

Capitulo 2: Desenlace.

 

 

 

 

 

Habían pasado cinco días, y a pesar de que le había buscado por la ciudad, no le había vuelto a ver. Quedaba un día para mí boda, y ni loco permitiría que me casasen con el duque sin escaparme antes con Itachi.

 

 

 

Lo busqué por toda la ciudad, pero nadie conocía a un chico con esa descripción y ese nombre.

 

 

 

 

 

Habían pasado tres horas, cuando me acerqué a un hombre que parecía ser labrador, como él. Le pregunté acerca de Itachi, y me señaló con una sonrisa uno de los barrios más pobres de la ciudad. Primeramente sentí miedo de entrar, pero me tranquilizó pensar en Itachi.

 

 

 

Narra Itachi.

 

 

 

La verdad es que no había planeado nada de esto.

 

 

 

 

 

Nunca habría podido ni imaginar que a Sasuke lo comprometerían con alguien tan horroroso. Ni en mis peores pesadillas. O por lo menos, pensé que su padre tardaría más en sacarle esa hermosa libertad que le caracterizaba. Me apenaba también la idea de que fuese, precisamente, con el duque Orochimaru, la peor persona que existía sobre la faz de la tierra. Él era el responsable de que en muchos pueblos la gente estuviera muriendo, o que hubiese tantas mafias para tan poco mundo. De verdad, era un ser ruin.

 

 

 

No obstante, faltaba un día para la unión. Y yo lo sabía. Mas no pensaba mover ni un solo dedo.

 

 

 

Había comprendido que si me acercaba demasiado al objeto de mí deseo, podría acabar obligándolo y haciéndole mío, y eso no quería que ocurriese, nunca. También había pensado que si se encaprichaba demasiado de mí, hecho que no me costó reconocer la última vez que nos vimos, seguramente no querría casarse con su prometido. Y eso le traería tantos problemas a él como me os traería a mí.

 

 

 

Decididamente, no quería volver a verle.

 

 

 

Aunque me doliese cada vez que pasara con su marido.

 

 

 

Aunque me doliese cada vez que le sonriera a alguien que no soy yo.

 

 

 

Aunque me doliese que él no soñase tanto conmigo como yo lo hago con él.

 

 

 

Sé que tenemos una conexión que es imposible de romper, y por eso, aunque me duela en el alma, voy a dejarle marchar. Por qué somos de mundos diferentes, pero interiormente siempre estaremos juntos. Sé que existe la misma conexión entre uno y entre el otro. Y eso no va a cambiar. Ni ahora, que se casa, ni nunca.

 

 

 

Así que, estaba saliendo del bar donde como normalmente. Iba vestido con la ropa de siempre, una ropa hecha jirones de colores claros, pero es todo lo que me puedo permitir. Sasuke dona todo lo que puede al pueblo, pero el dinero prefiero ahorrarlo para comer, ya que de la tierra no se gana tanto como se cree.

 

 

 

Al cruzar la esquina, veo a alguien que nunca habría imaginado ver en tales condiciones. Veo a Sasuke. Parece que está buscando a alguien. ¿Será a mí? Bueno, eso ahora no me importa. Lo que importa es que debo sacarlo de aquí inmediatamente antes de que alguien lo reconozca y se lo lleve. ¿¡Cómo se le ocurre entrar en los barrios más bajos, pobres y miserables de la ciudad?!

 

 

 

Llego hasta su posición sin que se de cuenta. ¿No buscaba peligros viniendo aquí? ¡Pues le voy a dar peligros! A ver si aprende…

 

 

 

Me acerco sigilosamente por detrás y cuando ha bajado más la guardia, le tapo la boca con una mano y con la otra le empujo por la cintura hacia un callejón oscuro. Empieza a intentar gritar y a dar patadas, pero el pobre no acierta. Al final, se me escapa la risa, y logra reconocerme.

 

 

 

-¿Itachi? – pregunta incrédulo.

 

 

 

-¿Y quién te pensabas? ¿Un violador? Bueno, razón no te quito. Por aquí hay mucha mala gente, y podrías haber acabado mal… - sonrió, con un poco de vergüenza. Verdaderamente mi broma ahora me resulta un poco infantil. - ¿Qué haces por aquí?

 

 

 

-Había venido a verte… - responde un poco apenado. Me reí de mí propia estupidez. Se estaba jugando la vida al venir a verme, y yo lo despreciaba de esa forma… le abracé apenado.

 

 

 

-Perdóname, pero no podíamos volvernos a ver. Nuestra atracción es demasiado fuerte…

 

 

 

-No me importa.

 

 

 

-Te importará cuando tengas que pasar la noche con el duque y descubra que ya no eres virgen para él, créeme. Aunque ése es capaz de olvidar eso para hacerte prometer que cada día te entregarás a él.

 

 

 

-¿¡Pero qué dices!? – exclamó, cortando el abrazo.

 

 

 

-Sasuke, te he seguido los pasos desde que naciste, y sé perfectamente que él espera que te le entregues desde que te vio por primera vez en palacio. Él siente la misma atracción irrefrenable que siento yo por ti. Pero con la única diferencia de que él te quiere como posesión, y yo como adoración. No te dejaría libre así como así.

 

 

 

-Itachi… No me importa lo que quiera ese duque… Me he decidido. Renunciaré a todo por ti, Itachi. Viviremos juntos en una casita a las afueras de la ciudad. Te ayudaré con la cosecha, si me enseñas, claro, y nos olvidaremos de todos estos problemas… Itachi… ¿Quieres vivir conmigo así?

 

 

 

¿Pueden culparme de que un “sí” luche por salir de mí boca?

 

 

 

-No.

 

 

 

Me pareció oír como su corazón se partía en dos, y el mío, al instante, se paró y casi me muero. Bajó la mirada, sin brillo y a punto de llorar, pero antes de que pudiese explicarle mis motivos, echó a correr.

 

 

 

-¡¡¡Sasuke!!!

 

 

 

 

 

 

 

Al día siguiente, todavía no había podido hablar con él, pero así era mejor. Se casaría con Orochimaru, y se olvidaría de mí. No soporté causarle tanto daño con mí respuesta negativa.

 

 

 

Me acerqué a la iglesia, igual que muchas otras personas. Había muchos famosos sentados, y la gente del pueblo lo observaba todo desde fuera. Los jardines estaban decorados con hermosas flores de diferentes colores, por todas partes, que me causaron unas extrañas ganas de ser yo el novio.

 

 

 

Y un rato más tarde, por fin le vi. Se había puesto un hermoso vestido de color blanco, que, al no ser una chica sino un doncel, le habían arreglado para que no tuviese cola y en su lugar hubiese una especie de pantalones. Dejaba al descubierto un hombro y el pelo lo tenía un poco recogido, en una hermosa cinta de color rojo.

 

 

 

Hubiese estado perfecto si hubiese tenido una espectacular sonrisa en su rostro, pero no era así. Tenía una cara sombría y los ojos con maquillaje, que disimulaban muy mal la rojez de haber estado toda la noche llorando.

 

 

 

Se me partió el corazón, si es que aún había algún trozo de ese órgano dentro de mí.

 

 

 

A su lado, se encontraba Orochimaru, todo vestido de negro y con una asquerosa sonrisa de triunfo en la cara. Me entraron ganas de secuestrar a Sasuke y romperle la cara a ese desgraciado, pero mí madre me enseñó a  no tener celos de la gente, así que simplemente mi sentimiento iba dirigido a Sasuke.

 

 

 

Que, como ya he dicho, estaba realmente hermoso.

 

 

 

Me acerqué un poco más, siendo detenido por los “amables” guardias, que me pidieron “amablemente” que me alejara. Gruñí descontento, pero no obstante decidí apartarme para no llamar la atención de Sasuke.

 

 

 

Se me ocurrió de pronto que estando allí sólo nos haría daño a los dos, así que me lo planteé de otra manera y me decidí a marcharme. Cuando estaba a punto de irme, oí la voz del cura. La ceremonia acababa de comenzar.

 

 

 

Con un inmenso dolor en el pecho crucé por delante de todos. Salté a los guardias, esquivé a sus familiares, cogí a Sasuke del brazo, y, simplemente, le besé delante de todos aquellos envidiosos.

 

 

 

-Itachi… - susurró, asombrado. Luego, perdiendo toda la vergüenza hacia su familia, me agarró del cuello y me volvió a besar con pasión.

 

 

 

-Realmente, me es imposible estar sin ti… - susurré cerca de su oído.

 

 

 

-Itachi… hagámoslo juntos. Escapémonos. ¡Ahora!

 

 

 

Al instante, los dos saltamos, esquivando las manos de los guardias, mientras que el público se mantenía en estado de shock. Orochimaru, sacó su espada y la apuntó hacia nosotros, mirándome con odio.

 

 

 

-¡A por él! ¡Es un demonio que ha hechizado a mí prometido! – gritó, en una mezcla de silbido y gruñido. Escapamos rápidamente. Me supo muy mal dejar vivo a la serpiente, pero ahora la seguridad de mi pareja era más importante.

 

 

 

Llegamos al lago donde él me vio por primera vez y nos escondimos entre los matorrales, en una vieja cabaña. No sé cuánto tiempo estuvimos ocultos así, pero nada me importaba. Estaba al lado de la persona a la que más quería en el mundo, eso me bastaba.

 

 

 

Narra Mire-chan. ^^

 

 

 

Habían pasado cinco días en esa cabaña, alimentándose de las pocas reservas que había, pero muy alegres y contentos. Una noche, mientras dormían juntos en la misma cama de matrimonio, Sasuke se atrevió a preguntar…

 

 

 

-Oye, Itachi… Ahora nada me ata a Orochimaru, ¿verdad?

 

 

 

-Claro que no, Sasu-koi. Ahora eres libre como el viento, como siempre debió ser.

 

 

 

-Entonces… Si ahora soy libre… - repitió, mientras se abrazaba más al torso desnudo de Itachi. – Quiero ser tuyo.

 

 

 

A Itachi casi se atraganta con su propia saliva y se muere. Una cosa es que alguien te pidiese eso. Otra muy diferente, que te lo pidiese Sasuke, sonrojado y con una tierna carita infantil. Después de evitar con éxito su hemorragia nasal, Itachi agarró al menor por la camisa.

 

 

 

-De acuerdo… Pero quiero que lo hagamos bien. No quiero que tengamos sexo, quiero que hagamos el amor. No quiero que sea doloroso, sino placentero. Y no quiero que te duela, quiero que disfrutes. ¿Estás de acuerdo?

 

 

 

-Completamente. – aceptó con amor, empezando a besarle por el cuello, mientras sus traviesas manos se dirigían al pantalón del mayor. Itachi se sintió repentinamente demasiado feliz como para pararle, así que simplemente le siguió el juego y dirigió sus manos hacia su camiseta, quitándosela.

 

 

 

Empezaron a besarse acaloradamente, hasta que los dos acabaron desnudos, Sasuke encima de Itachi. El menor, paró repentinamente sus movimientos, observándole con un sonrojo en sus mejillas.

 

 

 

-Soy virgen y… esto… yo no sé como continuar…

 

 

 

-Sasuke… - le llamó el mayor. – Yo tampoco hice nada que no fuese contigo, así que tenemos la misma experiencia… Déjate llevar. – le apoyó con una sonrisa. Sasuke se la devolvió y empezó a jugar con el miembro del mayor.

 

 

 

No estaba demasiado seguro, pero al sentir los suspiros embriagados de placer de Itachi, supo que estaba haciendo bien su tarea. Empezó a subir y a bajar esa extensión por su boca, hasta que sintió un extraño líquido ahogarle, acompañado de un gran grito de placer.

 

 

 

Intentó tragárselo todo, pero no pudo evitar que algunos restos se deslizaran desde sus labios hasta su cuello, siendo allí lamidos por Itachi, que ahora se dedicaba al cuello del menor.

 

 

 

Acercó dos de sus dedos a los labios de Sasuke, y el pequeño, por instinto, empezó a chuparlos de una forma tan atrayente, que Itachi se volvió a poner duro. Finalmente, le metió los dedos en su pequeña entradita, sacándole un pequeño gemido de dolor, pero al moverlos de forma circular, parecía que se le pasó.

 

 

 

Al introducir su miembro, se mezclaron dos tipos de sonidos. Un gritito de dolor de Sasuke, y uno de enorme placer de Itachi. ¿Por qué se había negado en su primer encuentro? Estar dentro de Sasuke era tocar el cielo en todos sus sentidos, pero lo más importante, era el menor.

 

 

 

-¿Du…Duele much…o? – preguntó Itachi, mientras intentaba contener sus ganas de lanzarle contra la pared y violarle hasta desgastarlo.

 

 

 

-Un… poco… - gimió, mientras se intentaba mover. Itachi se lo impidió con una mirada de advertencia. Cuando por fin se acostumbró, empezaron la ronda más increíble de sus vidas, pero no obstante, podrían hacerlo siempre que quisiesen.

 

 

 

Itachi dio unas últimas estocadas y se corrió dentro del menor, igual que Sasuke lo hizo sobre él. Se dejaron caer los dos sobre la cama, uno sobre del otro. Itachi sacó delicadamente su miembro del interior de Sasuke, pero no pudo evitar que la sustancia que salía de dentro de Sasuke, se tiñera de rojo a causa de la sangre.

 

 

 

-Lo... siento… - se disculpó triste mientras observaba los restos del líquido rojo.

 

 

 

-No lo sientas. Nunca lo hubiese podido pasar mejor, Itachi. Te amor ahora y te amaré siempre…

 

 

 

-Nunca más que yo…

 

 

 

Parece que al final, Sasuke sí pudo encontrar a su alma gemela…

 

 

 

 

 

 

 

Ha pasado un año (qué rápido, ¿no?). Veamos qué tal les han ido las cosas a nuestros protagonistas…

 

 

 

Pudieron fugarse a otro país, juntos. Siempre juntos. Itachi ahora está enseñando a Sasuke a vivir de la tierra. La verdad es que las cosas les van bien y son muy, muy felices.

 

 

 

Sasuke intentaba sacar leche a la maldita vaca que había intentado pegarle por sexta vez.

 

 

 

-¡Que te estés quieta, carajo!

 

 

 

-¡¡Muuuu!!

 

 

 

-¡¡Uah!!

 

 

 

La escena que se encontró Itachi al llegar fue de lo más graciosa. La vaca le había dado una coz a Sasuke, que había terminado con la cabeza enterrada en la paja, mientras otras vacas intentaban morderle el trasero.

 

 

 

-¡¡Itachi!! ¡Sácame de aquí y deja de reírte! – exigió, mientras seguía moviendo sus piernas para defenderse.

 

 

 

-Claro, Sasuke. – bufó con una sonrisa. – Apartó a los animales y le cogió por la cintura.

 

 

 

-Margarita (como se llamaba la vaca agresora) me tiene mucha manía. ¿¡Por qué tengo que ordeñarla yo, precisamente?! – se quejó el menor mientras miraba al animal con mucho rencor.

 

 

 

-Por qué si no lo tendría que hacer yo, y tengo que reservar energías para las noches locas. – respondió simplemente, sacándole un buen sonrojo al menor.

 

 

 

-Eres un pervertido… - susurró por lo bajo mientras se apartaba de él y cruzaba los brazos.

 

 

 

-Y eso es precisamente lo que más te gusta de mí, lo sé. – rió el mayor con una sonrisa, mientras besaba con mucho amor a su pareja. – Podemos adelantar lo de esta noche, si quieres…

 

 

 

-¿¡Por qué no me casé con Orochimaru?! – gritó en tono de broma mirando al cielo.

 

 

 

-Por qué era un matrimonio de conveniencia, y esos nunca salen bien. ¿No te gustan más las parejas prohibidas? Como un rico y un labrador… ¡Ah, ya sé! ¡En la próxima vida me pido ser tú hermano mayor! ¡Eso sí sería divertido!

 

 

 

The end. ^^

Notas finales:

Por fin lo terminé!!! ^^

Creo que me ha quedado muy bien.... ¡Y he puesto lemon! >< Algo imposible para mí.... ¿Les ha gustado?

¿Que tal un review?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).