5
Ryuzaki.
“Dolor parte 1”
Hace casi un mes que tuve ese encuentro con Rem y el otro sujeto de negro, estuve llegando temprano al instituto con la intención de encontrarlo nuevamente ahí pero fue en vano, él no volvió a mostrarse de nuevo. Desde la muerte de Yamato he estado revisando la Death Note diariamente pero solo aparecen los nombres de personas que ya han matado; Yamato fue el último en tener una muerte anunciada al menos por ahora.
Aun y con toda la preparación que me pudiese haber dado Watari no puedo evitar perturbarme, incluso él me ha dicho que no debo de precipitarme aun no está confirmado que ellos sean los asesinos pero lo cierto es que esta ahora son los únicos sospechosos potenciales, bueno, al menos para mí, la policía tienen a tres sospechosos entre ellos a Rem, al otro ni siquiera lo vieron a pesar de que declaré haber visto a un tipo de negro en la piscina pero no hay otro testigo que pueda confirmarlo, por lo que hasta ahora solo son dos socios que se verían beneficiados con su muerte y la misteriosa Rem; muchos la vieron ese día y nadie la conocía además de que llamaba la atención sus gafas oscuras, eso para mí ya es demasiada evidencia, es bien sabido que los Shinigamis cuando asesinan a sus víctimas dejan ver sus peculiares ojos, así que probablemente esa sea la razón por la cual ella cubría los suyos.
Le platiqué a Watari mis inquietudes y enseguida me consiguió la relación de invitados, obviamente ninguna Rem aparecía, además de que nos dimos a la tarea de identificar a todos y cada uno de los asistentes, incluyendo familiares y amigos cercanos, ningún rostro que revisamos coincidía con el de Rem ni con el del sujeto de la piscina.
Por todo eso para mí está claro: ellos fueron los que mataron a Yamato y probablemente sean Shinigamis, ¡es tan obvio!, su nombre apareció en la Death Note y poco después lo asesinan en su fiesta a la cual asisten dos personas sospechosas donde una cubre recelosamente sus ojos. Pero bueno, la realidad ahora es que no hay pista del paradero de Rem, a los otros dos sospechosos ya los están investigando pero dudo que puedan demostrar que fueron ellos, así que por ahora su muerte esta impune.
-Hoy tampoco apareció ¿verdad?- la voz de Watari me hace caer en cuenta que hemos llegado al instituto.
-Correcto.
-¿Paso por ti?
-Te llamo al móvil si te necesito.
-Suerte- me despide sin mayor preámbulo, bajo despreocupadamente del auto mientras los pocos estudiantes que ya han llegado me observan con interés, últimamente eso es normal ahora, de alguna manera parezco ser del tipo de persona que llama la atención aunque desconozco él por que, bueno, tengo mis sospechas pero no es que me interese mucho en realidad.
Tengo tanta pereza, en serio debo decirle a Watari que ponga a alguien más, hasta ahora creo que es innecesaria mi presencia aquí además de que esta no es la forma en que trabajo, aun no comprendo que es lo que trama, generalmente me deja decidir pero ahora se está volviendo un poco privativo e incluso mostró oídos sordos cuando le presenté las desventajas de hacer esto, a veces pienso que solo lo hace con el fin de molestarme y en verdad que lo está logrando, hasta ahora el instituto es demasiado insubstancial para mi, las clases las puedo pasar con los ojos cerrados e igual las pruebas físicas que de hecho las odio, nunca me ha gustado mucho esforzarme físicamente pero tampoco me gusta perder y al menos trato de no dejarme vencer en ningún aspecto en el que alguien me presente un reto. Hasta ahora académicamente me ha ido medianamente bien, en donde tengo mayor problemas es en deportes; Light Yagami es demasiado bueno ahí, es cierto, también es un buen estudiante pero ahí la cosa esta igualada, ambos sacamos notas perfectas y no es que hagamos necesariamente un gran esfuerzo, pero es en la clase de deportes donde me las veo duras, debo estar agradecido de tener una buena condición física ya que gracias a eso apenas puedo seguirle el ritmo, temo que él tenga una ligera ventaja y eso me hace esforzarme aun mas, en si no me interesa sobresalir o sacar buenas notas en deportes pero si me interesa ser el mejor, sonara un poco extraño y contradictorio pero lo cierto es que no me gusta perder y que alguien pase sobre mí.
Hasta ahora Light Yagami ha sido un buen rival, incluso ya he comenzado a tomarle gusto al hecho de competir con él, de alguna forma me parece satisfactorio ver la cara de derrota que pone cada vez que lo sobrepaso, quien sabe, al menos puedo decir que saldré del instituto fortalecido físicamente…
-¡¡GOOOOOOOOOL!!- inesperadamente el instructor de gimnasia decidió que era buena idea practicar un deporte de equipo: soccer, un poco resignado me moví hacia la cancha del lado de mi equipo, el sol está en lo alto y alumbrando a todo lo que da, eso me hace sentir un poco enfermo, odio asolearme pero afortunadamente para nuestro equipo en el último minuto pude lograr un gol.
-¡RYUZAKIIIIII!- definitivamente esto ha ido mal, posiblemente no fue buena idea estrellar el balón en el rostro de Light, afortunadamente mis compañeros de equipo me arrastraron lejos de él mientras festejaban y vitoreaban mi nombre, parece que nadie notó que ganamos gracias a Light y su autogol accidental aunque no creo que para él sea fácil de pasar eso, no es que sea mi forma de ser tan rencorosa pero en parte dirigí ese balón hacia él con el fin de vengarme de las múltiples barridas que me propinó, afortunadamente no fueron gravosas y muchas logre saltarlas pero no quería quedarme con las ganas de presionarle de alguna forma y la verdad no se me hacía para nada atractivo barrerme también, así que preferí darle ese pelotazo, aunque bueno, no tiene que saber que no fue accidental, para mi beneficio él estaba en la trayectoria correcta de un tiro hacia la portería, un tiro bueno habría pasado muy por arriba de él, pero bueno, el gol era mi segunda prioridad, la primera era pegarle y lo logré jejeje.
De haber sabido que se desataría semejante alboroto me lo hubiera pensado dos veces y en vez de golpear a Light hubiera metido el gol como debía ser, sus fans no han dejado de insultarme y darme empujones, que me insulten no me molesta, me importa muy poco lo que tengan que decirme, pero la cuestión de los empujones y golpes es otra cosa, no quiero verme forzado a patearle el trasero a alguien aunque estoy tentado, hasta ahora solo he recibido empujones “accidentales” y uno que otro que finge chocarse contra mi hombro pero veo como poco a poco entre muchos han comenzado a rodearme señal de malas noticias para mi, dudo que entre todos se decidan a golpearme pero seguro que muchos se avalentaran viéndome en desventaja además de que la mayoría pretenden ser mujeres furibundas.
Como me lo temía el primer valentón se animó, solo vi su puño dirigiéndose a mi rostro ante la sorpresa de los demás curiosos pero fue detenido por Kazuo, curiosamente el grandulón pudo detener su violento y certero golpe, no estoy muy seguro de que yo en su lugar lo hubiese hecho.
-¡Pero él empezó!
-No es cierto, los que empezaron fueron ustedes- que sorpresa, Light ha aparecido también para convertirse en mi salvador… –No entiendo porque se toman tan apecho lo que sucedió en el juego, esos accidentes suelen suceder- debo aceptar que es buen actor y sabe echarse al bolsillo a la multitud. –Además son unos abusivos al rodear a Ryuzaki entre todos.
De alguna forma me molesta que haya intervenido, no quisiera deberla nada aunque en teoría quien me salvó de una tunda seria Kazuo quien por alguna razón es la única persona en todo el instituto que me cae medianamente bien, tal vez debería tratarlo más quién sabe, incluso podría ser mi amigo… bueno soy optimista.
Descubro mi barra de chocolate que anteriormente en la trifulca se me calló, me pareció lo más lógico levantarla ya que tampoco era conveniente dejarla ahí, cualquiera podría pisarla y resbalarse o ensuciar el piso solo que al parecer a Kazuo no le gustó mi gesto y apenas la recogí me la arrebató de las manos, lo miré un poco indignado y de ahí mi vista se posó sobre Light quien me miraba con su cotidiano aire de suficiencia.
-Gracias- quise agradecer a Kazuo por su intervención pero por alguna razón no separé mi vista de Light, supongo que en su elevado egocentrismo pensará que le dije a él.
-Descuida Ryuzaki, supongo que han de pensar que somos enemigos o algo así y pensaran que por eso me golpeaste pero entiendo perfectamente que fue un accidente.- lo sabía, pero bueno también yo fui quien habló mirándole a los ojos, no quiero que se quede con la idea de que me ha ayudado o algo.
-Estas en lo correcto, no creí que fueras tan tonto como para cruzarte en la trayectoria de mi disparo.- su cara es de desconcierto total, habrá pensado que con tal de salir de la apretada situación con los demás aceptaría gustoso el rumbo que él le estaba dando a los acontecimientos, así que en realidad, no se equivocó, haremos las cosas como quiere.
-Es broma, lamento haberte golpeado con el balón Light-kun, fue un completo error mío, la verdad no estoy familiarizado con el soccer e intenté meter un tiro en la esquina del lado izquierdo pero de alguna forma terminó en tu rostro, bueno aunque al final si entró el balón a la red, debo practicar mas ya que aun no se darle dirección a la pelota.
-No hay problema Ryuzaki.- o mejor no…
-De todas formas, gracias por poner tu enorme cara que nos ayudó a ganar.
Jamás creí que un rostro tan perfecto pudiera distorsionarse tanto en un arranque de furia, su puño impacto en mi rostro lanzándome contra la pared más cercana, para su propia fortuna los curiosos eran hábiles y pudieron evitar ser llevados conmigo al piso. Debo aceptar que ese golpe en realidad no lo vi venir, no esperé jamás que Light fuera a reaccionar de esa forma tan violenta, no me pareció que encajara en su personalidad, pero ya qué más da, el ha dado el primer golpe y en agradecimiento se lo devolveré.
-¡¿Qué demonios te he hecho?, solo te la pasas jodiendome!- me gritaba mientras intentaba golpearme y si no hubiera sido por la lluvia de golpes que trataba de esquivar le hubiese contestado que no sabía de qué demonios está hablando, está bien, posiblemente la pelea de ahora sea causa de que lo provoqué pero nunca he tenido la intención de molestarlo tal como él lo asegura, solo me he concentrado en hacer todo lo mejor que puedo o bueno, intento dar lo mejor, no sabía que eso molestara a ese chico, cielos en verdad que no soporta un poco de competencia.
Me asegure de que todas las patadas fueran con la dosis máxima de fuerza, casi imploré por que se le haya roto algo dentro y le impidiese continuar ya que parecía que no se detendría hasta que me destrozara algo, de cuando en cuando le lanzaba unos golpes con mi puño pero era más probable que resultara herido en su contraataque.
-¡CHICOS!- debo reconocer la valentía de Kazuo, por accidente ya le había dado anteriormente un golpe cuando tomé impulso para hacer una ginga y Light también ya le había dado un par de golpes, todo eso por tratar de detenernos, al ver como seria hecho papilla si continuábamos con esto dejé de pelar, increíblemente Light hizo lo mismo aunque estuvo a un pelo de impactar con su puño a nuestro compañero.
-¡Estúpidos!, Nunca pensé que de verdad fueras un imbécil Light, ¡le saltaste encima!- en serio yo tampoco lo pensé y estoy 100% seguro que incluso Light está sorprendido de su propia reacción.
No sé de donde aparecieron unos brazos que me rodearon y comenzaron a jalarme, una conocida fragancia fue lo que evitó que pusiera resistencia y solo me limité a ver como Light por su parte también era arrastrado me imagino hacia la enfermería.
-No puedo creer que te este sacando de una pelea, ¿Qué dirá Watari cuando se entere?- por primera vez le pongo atención a mi acompañante, es rubia, alta y delgada, no cabe duda que el uniforme le acentúa cada una de las formas de su cuerpo.
-¿Wedy?- interrogó a pesar de saber que es ella, en realidad mi impresión es por verla en el instituto, ella al escuchar su nombre voltea por primera vez regalándome una vista azulina y divertida.
-Hola Ryuga Hideki- canturrea el nombre y me mira con una ceja alzada como esperando que le de novedades.
-Llámame Ryuzaki, pero antes ¿se puede saber que haces aquí?- me mira un poco confundida y luego vuelve su atención en el camino.
-Acá estudio.
-Watari me dio una relación de alumnos y no aparecía tu nombre.
-si aparece pero no el que tú conoces…
-¿Por qué no te había visto hasta ahora?
-Tenía permiso para ausentarme por un mes, tuve que acompañar a mi padre a América ya que no quiso dejarme sola.- eso suena más convincente, por el momento dejare eso de lado.
-Ya veo, pero se me hace más que una coincidencia que los dos estudiemos en el mismo instituto.
-Pienso lo mismo- se voltea y me sonríe de forma genuina, esa sonrisa me hace recordar viejos tiempos cuando la conocí en una reunión que celebraron su padre y Watari, desde entonces ha sido una de las pocas personas con las que he podido conversar abiertamente de mis obligaciones.
-Wedy, será mejor que vayamos a la enfermería, siento que mi rostro cada vez se hace más grande.- no exagero, además de que estoy demasiado adolorido, se me hace extraño que no me haya roto la nariz o desviado la quijada, Light no se midió al golpearme y temo que el dolor me acompañe más de un día.
-¿Y a donde piensas que te llevo?, obvio que a la enfermería- puede que aun no conozca bien la escuela pero si se donde queda la enfermería y no es por donde Wedy me lleva. –Y antes de que digas nada te informo que en el gimnasio del ala oeste acondicionaron una bodega como consultorio ya que los del equipo de beisbol tienen su cancha a un lado y al parecer son frecuentes los lesionados.
-Algo se de eso, pero ahí no hay nadie que atienda además de que solo permanece abierto cuando hay juegos, ni siquiera en los entrenamientos hay algún encargado.
-Sí, solo es funcional cuando hay algún juego programado.
- . . . ¿entonces a que vamos?
-Tú solo camina.- después de cruzar medio instituto y el campo entero de beisbol por fin llegamos a la enfermería que para nuestra desventura estaba cerrada tal y como lo sospeché.
-Te dije que no habría nadie.
-Silencio- intenté abrir la puerta pero estaba cerrada con llave, mire con cierto desdén a mi amiga pero esta solo se la pasaba acomodándose el cabello hasta que caí en cuenta de lo que planeaba.
-¿No me digas que vas a…?-
-¡AJAM!- emocionada separó una pequeña ganzúa y la introdujo en la cerradura.
-Abrir…- no le tomo más de diez segundos lograr su cometido, abrió la puerta y me hizo una reverencia invitándome a pasar.
-Adelante caballero.- solo me encogí los hombros y pasé, a veces me aterra la facilidad con la que esta niña abre las puertas, solo por eso siempre me ha puesto nervioso invitarla a casa.
Prácticamente me arrastre hacia la pequeña cama y me dejé caer quedando completamente extendido boca arriba, Wedy por su parte comenzó a revisar los anaqueles y en poco tiempo estuvo a mi lado colocándome antiséptico en unos pequeños cortes que se me hicieron en el rostro y me puso unas banditas, me puse de pie y me dirigí hacia la pequeña nevera en busca de hielo.
-Tu parpado está ligeramente caído.
-Lo sé, espero que no se me ponga morado el ojo.
-No, por lo que veo no creo que sea posible si no ya estuviera verde.- permanecimos un poco más en lo que trataba de descansar, seguramente no tardarían en dar con nosotros y después de ese escándalo una visita a la oficina del director definitivamente seria obligatoria. Por el momento trate de olvidarme de todo y cerré mis ojos en un esfuerzo por relajarme, la verdad es que por alguna razón mientras Wedy me atendía me había puesto inquieto y lo hice mas al ver que el dolor simplemente parecía aumentar.
-Tomate este par de pastillas, son para desinflamar y para el dolor.- abrí los ojos y me encontré con la mano de mi compañera cerca de mi rostro, un poco dudoso tomé las dos capsulas y me las eche a la boca, ella me alcanzó un vaso con agua que la bebí de un solo trago.
-Ahora me vas a decir por que estabas peleando con Light Yagami.- de alguna forma lo único que logró al decirme eso fue ponerme de pésimo humor, así que un poco renuente le conté rápidamente como se habían dado las cosas aunque su cara de incredulidad me dejaba más que claro que no me creía del todo.
Cuando estuvo convencida de que ya no podría sacarme nada más de información comenzamos a poner las cosas que movimos en su lugar y salimos de ahí, en poco tiempo un profesor se nos acerco y me dijo que el director me estaba esperando, sin más le agradecí a Wedy por su ayuda y me dirigí a la oficina.
Todo lo que nos dijo a Light y a mí me tenía sin cuidado, me disculpé de él como un autómata y pronto nos despachó con un par de advertencias que en realidad me entraron por un oído y me salieron por el otro, hasta ahora no había pensado seriamente en el significado esta pelea, es decir, para mí no pudo haber pasado a mayores, incluso el dolor que me martilla no es más que un pequeño precio que pagar por mi travesura porque a pesar de que fue Light el que empezó con los golpes puede haber dejado las cosas hasta ahí y haber aceptado sus disculpas cuando intentó ayudarme a levantarme, solo que mi carácter se impuso y quise desquitarme de la misma forma, fue solo una pelea circunstancial hasta cierto punto pero no sé como lo haya tomado Light, no creo que vuelva a tener ese comportamiento violento pero posiblemente se vuelva más hostil conmigo.
-Lo siento Light-kun-
-Discúlpame tú a mi Ryuzaki, fue mi culpa, no debí perder la cordura.
Nuevamente tengo esa molestia, es algo que me impide dejar las cosas como están, es la necesidad de demostrar algo lo que es curioso porque ni yo mismo sé que es lo que supuestamente tengo que demostrar. Un impulso repentino se apodera de mi puño y lo estrello en el rostro de Light, le di la oportunidad de evitarlo o de contraatacar, si hubiese querido golpearlo a la mala lo habría hecho con mi pierna. Si lo esquivaba le dejaría hasta ahí, no volvería a intentar golpearlo y si él quisiera devolverme el golpe no haría nada más que tratar de esquivarlo.
-Así que con este golpe ambos quedamos iguales, 12 de 12.
-No tenías que golpearme de nuevo imbécil.
Ciertamente no tenía que hacerlo, pero no estaría tranquilo si no lo hacía, no puedo creer los niveles de competitividad que puedo llegar a alcanzar, o al menos eso creo que es lo que me obliga a devolverle cada uno de los golpes a Light, y no me refiero solo a los golpes que nos acabamos de dar.
El reciente altercado me hizo ganarme un reporte mas, el director dejó ir a Light luego de que escuchara lo sucedido y me sermoneo nuevamente, al salir de su oficina pensé en ir al salón pero realmente no tenía muchos ánimos de asistir a la clase y al parecer la suerte estaba ligeramente inclinada hacia mi lado ya que según pude notar teníamos la clase libre ya que todos los compañeros estaban fuera del salón paseándose por todo el instituto, bueno, en estos momentos me alegro de tener mi reserva de dulces en el casillero, puedo ir a coger algunos para comerlos hasta la hora de la salida, no me apetece entrar a ninguna clase por hoy.
A veces creo que no es buena idea provisionar chocolates, con el calor suelen derretirse demasiado rápido y no es que me moleste comerlos así pero es un incordio tener embadurnadas las manos.
A estas horas debe estar comenzando la siguiente clase y creo que mejor si entro, tal vez pueda excusarme con Light, creo que lo más conveniente es disculparme y así poder hablarle posteriormente ya que aun tengo cosas que aclarar y por alguna razón siento que Light es la llave para hacerlo, hasta ahora mi intuición me dice que debo mantenerlo cerca o al menos al margen pero no totalmente alejado, debo de ser capaz de cruzar palabras con él.
A pesar de que me he comido todo el chocolate que se me había quedado untado en las manos no puedo dejar de sentirlas pegajosas.
-Hola Ryuga- por estar concentrado lamiéndome los dedos no me di cuenta de que estaba por tropezarme de frente con Kazuo, al parecer venia del patio porque pude descubrir una minúscula hoja enredada en sus finos cabellos negros, siempre me ha dado la impresión de que Kazuo no necesita pasarse un peine en la cabeza, al parecer su cabello se peina solo o más bien que jamás se despeina, le cae alrededor del rostro en finas hebras (1) no entiendo como mi cabello se curva de formas insospechadas y contrarias a las de él.
-Kazuo-san, gracias por defenderme hace un rato.- veo como se sonríe divertido.
-No es que necesitaras ser defendido, más bien temí por la seguridad del grandulón idiota si llegaba a tocarte, aunque creo que al haber intervenido me pasé llevando a Light entre las patas.
-Por eso mismo me disculpo, la verdad que fastidie todo.
-No te preocupes Ryuga, pero sería conveniente que no vuelvas a involucrarte en ese tipo de situaciones con nadie.
- . . . si… lo intentaré, aunque lo veo un poco difícil, a donde quiera que voy solo percibo miradas de odio, no sé, es cuestión de tiempo antes de que me involucre nuevamente en algo así, aunque puedo asegurarle que no seré yo quien las provoque. – espero que no me tome a mal el hecho de que me sigo lamiendo los restos de dulce de mis manos mientras converso con él, creo que estoy siendo demasiado vulgar.
-Eso espero- solo encoje los hombros y me muestra su afable sonrisa, Kazuo es un misterio para mi, a pesar de que es nula la comunicación que tenemos al parecer a él le agrada conversar conmigo o más bien no demuestra lo contrario, otros compañeros disfrazan su despecho por necesidad sobre todo si tienen que compartir conmigo alguna actividad, pero este chico parece que de verdad no le desagrado del todo, ahora que lo pienso al parecer no hay nadie con quien no se llevé bien, creo que después de todo existen personas que si le caen bien a todos y viceversa.
-Bueno, honestamente yo también lo espero- no sé porque me ha salido una sonrisa, cielos este chico contagia de su buen humor a cualquiera. Solo asiente mientras vuelve a esbozar su característica sonrisa afectuosa y comienza a pasar de mi dirigiéndose supongo al salón.
-No creo que te sea difícil evitar los problemas, pero con Light no estoy seguro así que mejor no se anden provocando, no vaya a ser que su “rivalidad” se convierta en algo serio.- solo lo veo alejarse, me ha dejado un poco confundido, de ninguna manera veo a Light como un rival ¿o sí?, bueno, siempre estoy tratando de ganarle así que bueno, puede ser que la palabra rival si cae como anillo al dedo también debo darle la razón cuando dice que puede convertirse en algo serio, de por sí ya teníamos un trato un poco hostil y distante pero ahora nos hemos molido a golpes y eso ya es demasiado.
Mis manos ya no están pegajosas, pero no creo que sea conveniente dejarlas así, afortunadamente los baños están cerca, la clase está por comenzar y he decidido no perderla.
Oh sorpresas que da la vida, bueno, realmente no es una sorpresa pero casi chocarme con Light al entrar al baño fue un poco desconcertante tal vez porque era la última persona que deseaba ver en ese momento aunque ya daba por hecho que tendría que encararlo en clase.
-Light…
-Ryuzaki.
Los pocos segundos que nos quedamos mirándonos en silencio fueron un poco incómodos, por alguna razón una parte cerebro me ordenaba disculparme sentidamente mientras que la otra me decía que era ilógico hacerlo además de que no tenía por qué. Es cierto ¿Por qué habría de disculparme?
-Ryuzaki ¿puedes darme permiso?- caí en la cuenta de que obstruía la salida, obediente terminé de entrar haciendo que se cerrase la puerta mientras él me pasaba por un lado.
-Realmente lamento lo de hoy.- al final terminé disculpándome de alguna manera.
-Mientras no me vuelvas a golpear todo quedara olvidado.- ni siquiera se vuelve a verme y abre la puerta.
-He de recordarte que el que me golpeo fuiste tú, yo solo me defendí.- alegué mientras me acercaba al lavabo.
-Mas que defenderte te desquitaste.
-Algo hay de cierto- me agrada el aroma a frutas tropicales que despide el jabón liquido, no puedo evitar llevarme las manos enjabonadas a la nariz.
-Bueno de todas formas discúlpame tú a mí.
-No hay problema- sin querer me llené de espuma la nariz, da cosquillas.- en todo caso creo que al final es mi culpa por tener tan mala puntería.
-¿Sabes Ryuzaki? aun no me creo del todo que haya sido accidental el tiro.- que cosquillas
-Si ese es tu pensar, no estás nada equivocado- ¡DOLOR!