Las gotas caían de manera violenta, humedeciendo todo a su paso. Los dos viajeros akatsuki decidieron refugiarse debajo de un árbol.
-esperemos a que pare de llover- dijo Kakuzu sentándose en una piedra y sacándose mascara que se había mojado con la lluvia- si nos mojamos mas, tendremos que lavar las ropas, y gastaríamos detergente- agregó mirando sus ropas. Hidan, que lo observaba en silencio decidió desafiarlo.
-¿oye y que pasa si quiero quedarme aquí?- dijo el albino, que estaba bajo la lluvia. Kakuzu lo miró un momento, es obvio que quería fastidiarlo.
-te resfriaras- le respondió el tesorero, sin expresión alguna. Esto molesto a un mas al inmortal, que buscaba hacer enojar a su compañero.
-¿y si salto el en el lodo?- presumió de manera infantil, mientras saltaba en un charco. El moreno ya empezaba a perder la paciencia. Si un compañero antiguo hubiera hecho tal cosa, ya estaría muerto, pero lamentablemente Hidan no podía morir.
-mejor ven Hidan, te vas a enfermar- le aconsejó Kakuzu, pero realidad en mensaje era “ven acá o te voy a matar”. Entonces el albino tomó impulso con su pie, y salpico al tesorero de lodo. Contó hasta diez, no tenía ánimos de pelear.
-ateo de mierda, se te hace venir a partirme la madre. Cobarde- lo desafió Hidan. Sabía que Kakuzu se irritaba fácilmente. De pronto, y sin previo aviso una mano salió del suelo agarrando al albino del pie, y derribándolo- pero que mierda, mira como me dejaste- le reprocho el religiosos. Pero inmediatamente tiro de los hilos haciendo caer a su compañero también.
-si serás idiota, Hidan- dijo Kakuzu- ahora no tiene sentido que no me moje- agregó mirando su ropaje.
-entonces ven a mojarte conmigo- lo llamó el albino. A gatas se acercaron el uno al otro. Cuando estuvieron juntos Hidan se tendió en el suelo, dejando a Kakuzu encima del. Se sacaron sus capas y el resto de sus ropas. El agua estaba helada, pero no importaba. Las manos de Hidan subían y bajaban por la robusta figura de Kakuzu. En tanto el tesorero besaba todo ese albino cuerpo, su cuello, su pecho, su abdomen, sus manos, sus mejillas. Era irresistible.
-¿listo?- preguntó el tesorero, pero el albino no entendió la pregunta.
-¿listo para que…?- preguntó con intriga, antes de sentir como su amante entraba de lleno y sin ningún cuidado dentro de él-ahhh, eso duele estúpido hijo de puta- se quejó, pero fue callado con un beso. Las estocadas eran violentas, pero bastante placenteras. El dolor era algo esencial entre esos dos. Se revolcaban en el loco cambiando de posición, finalmente Hidan terminó cabalgando encima de Kakuzu.
-ya no aguanto mas- dijo en tesorero, entre quejidos.
-eres un precoz- se burló el albino, y empezó a moverse mas rápido, provocando que su seme se corriera de una vez por todas. Una vez que terminaron se vistieron con la misma ropa. No llevaban nada mas-ahora si que cogemos un resfriado- dijo el religioso abrazando a su compañero.
-mejor, así pasaremos mas tiempo en la cama- le respondió Kakuzu. Ambos se fueron caminando, de seguro Pein estaría furioso por su atraso. Pero no se dieron cuenta que eran seguidos.
-pero que asco- dijo Sakura desde lo alto. Los cuatro ninjas de la hoja estaban escondidos en los arboles-vamos a emboscarlos ahora mismo – sugirió la pelirosa.
-¿no será mejor seguirlos y saber su escondite?-sugirió Ino.
Tienes razón- dijo Sakura y se dispusieron a seguir a los dos ninjas renegados.
Mientras tanto en la cueva de akatsuki, Pein contaba los segundos para el regreso de los inmortales.
-cuanto demoran esos dos- se quejaba el dios- pero pronto sentirán el dolor- susurró apretando sus puños. Su plan estaba casi listo. Tenía a Sasuke de su lado, Naruto no tenía escapatoria, los ninjas y el kasekage tampoco. Era hora de seguir con su malvado plan.
Continuaraa...........?¿
solo ustedes lo desidiranXD