Hoy nos hemos dicho adiós…
El mundo es cruel… pero eso tú ya lo sabías ¿Verdad?
Esto que sucede no es por falta de amor… lo sé y lo sabes…
“¿Qué si no me siento triste?” Me preguntas por qué no me ves llorar como tú, pero te basta verme a los ojos para comprender que mi alma se está partiendo… por lo que pasa y por ver tus lágrimas, mi pequeño leoncito.
Te abrazo y trato de decirte que todo estará bien… pero lo cierto es que yo tampoco lo creo…sin embargo, alguien tiene que ser fuerte de los dos ¿no? Y eso de fingir, a las serpientes se nos da muy bien… luego sonrió con tristeza ante mi propio pensamiento.
Me preguntas si es que acaso nunca podrás ser feliz, que si el destino está empeñado en quitarte todo lo que amas. Yo te aseguró que no puede ser así… no… el destino no puede estar en contra de alguien tan bueno como tú; esto que pasa no es culpa del destino… es culpa del mundo; es culpa de los hombres, de esa mente tan cerrada que poseen, aun dentro del mundo mágico.
Al abrazarte nuevamente, aspiró con suavidad el olor de tu piel… de tus cabellos; y yo, Draco, a pesar de ser considerado el rey de las serpientes, no puedo evitar que en mis ojos se formen lágrimas que amenazan con salir en cualquier momento, cuando la realidad azota contra mi cabeza y me hace darme cuenta que quizás esta sea la última vez que pueda tenerte tan cerca… que pueda abrazarte y sentir esa paz y felicidad que nunca sentí con nadie…
Ahora comprendo que lo que paso entre nosotros fue solo un sueño… y este se acaba ahora…
¿Qué si luchamos? ¡Claro que lo hicimos!
Aún recuerdo todas los instintos asesinos que se despertaron en mí, cuando me dijiste la reacción que tuvieron los Weasly al saber de lo nuestro; de cómo trataron por todos los medios de convencerte de que me dejaras, de que solo te aria daño. Y finalmente, al no lograrlo, esas dos personas que considerabas tus mejores amigos, te abandonaron pues según ellos “no te seguirían en esta locura”. Y ni que decir de la reacción de mi familia; nunca mi padre me había golpeado tanto como hasta ese día que le confesé lo que sentía por ti…
Y sin embargo, a pesar de todo, no me importó el dolor pues estaba tan convencido como tú de que este sentimiento nacido cuando fingíamos ser enemigos de niños, y afianzado después de la guerra, sería capaz de imponerse ante todos y ante todo.
Por eso renunciaste a tus amigos y yo a mi apellido para vivir juntos. Je… sin duda esos fueron los meses más felices de mi vida. Despertar y tenerte a mi lado, fue mucho más de lo que jamás pude haber deseado…
Pero finalmente la realidad nos ha alcanzado y no podemos seguir soñando…
Para Ginny Weasly saberte perdido conmigo, ha sido un golpe que ha sido incapaz de superar y ahora se debate en entre las sendas de la locura y la racionalidad. Su familia no pudo más que pedirte tu ayuda y tú… naturalmente, no se la podías negar…
Por mi parte, mi madre a caído muy enferma debido a la depresión que sufrió a raíz de que me fui de mi casa y negué mi apellido… je, tú lo sabes bien; ella fue la única que hiso mi vida un poco más llevadera antes de que aparecieras… y ahora no la puedo abandonar a su suerte…
Que triste ¿no?
Nos amamos, pero ya no podemos estar juntos…
Nos amamos… pero ya no podemos seguir siendo egoístas… ahora debemos pensar en los demás…
Al fin he logrado calmarte un poco... limpió con mis dedos los últimos rastros de tus lagrimas que quedan en tus mejillas y me miras directo a los ojos antes de decir “Este no es el fin… ¿verdad Draco?”
Nunca he sido positivo…
Nunca he tenido esperanzas…
Nunca me he atrevido a soñar…
Pero al ver tanta tristeza y amor en tu mirada, me hace desear serlo… y anhelo… por primera vez, que yo esté equivocado. Que a pesar de que presiento lo contrario, un día podamos volver a estar juntos… algún día en el futuro distante…
“Claro que no, Harry… porqué siempre nos amaremos” te digo al oído suavemente a modo de respuesta… y me trago mi dolor interno… por que por ahora, lo único seguro que puedo decirte es…
Adiós Harry…