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Do you really want to hurt me? por Yoru Eiri

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Notas del fanfic:

Inspirado en el despecho que siente Hyde.

L'arc en ciel no me pertenece, tampoco las canciones ni mucho menos las personas. Esto es mera suposición mía mezclada con mis propios sentimiendos.

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-¿Y ya?- su voz resonaba por todo el salón, como si estuviera enojado con el mundo. Y por supuesto que lo estaba.

 

-Si…- la otra voz estaba más apagada, como si realmente no tuviera ganas de estar allí.

 

-Eso es todo y así termina todo- estaba molesto, la sangre le hervía, tenía todas las ganas del mundo para salir corriendo y atropellar a unos cuantos- ¿Realmente crees que así es todo Tetsuya?

 

Tetsu le miró a los ojos por primera vez en toda la tarde, encerrados en el salón de ensayos, tratando de explicar algo de lo que ni el mismo estaba seguro del todo.

 

-Tratas de decirme que esa chiquilla que me presentaste la otra noche es el amor de tu vida…

 

-No es eso…- la voz del bajista seguía apagada, como tratando de negar todo lo que salía de su boca- Hyde, trata de entenderme yo…

 

-¡¿Tu?!- Había comenzado a gritar más fuerte- ¡¿Cómo voy a entender eso?! ¡Dices que ella no es nada para ti pero te vas a casar con ella!

 

Y hubo un pequeño silencio, ese espacio en el tiempo que hacía falta para acallar toda reclamación pasada. Si, era cierto que Tetsu no sabía lo que hacía, su amor hacía Hyde y esa nueva dama lo estaba confundiendo, llevándolo hasta la esquina más recóndita de todo el razonamiento humano.

 

-Hyde- dijo por fin en una voz clara, volviendo a ser el líder de su banda- Lo he estado pensando más de lo que crees, y no soy estúpido ni mucho menos. ¿Crees que no me duele? ¿Crees que soy el único que te esta haciendo daño?

 

El vocalista retrocedió, acalló su voz y recobró su cordura.

 

-¿A qué se debe todo esto? Es porque…

 

-Es por todo Hideto- había mencionad su nombre, y sólo lo hacía cuando realmente estaba enojado con él- Voy a casarme con Ayana Sakai, y si no te parece, podemos terminar todo esto, todo lo que lo comenzó.

 

-Entonces adiós L’Arc en Ciel- musitó Hyde con algo de nervios.

 

-Si, L’arc-en-ciel au revoir

 

**

 

Las palabras que no se cumplen son las que más lastiman, era así como todos los presentes podían observar la situación, pero nadie mencionaba nada. Todo transcurrió como siempre, los últimos contratos que la banda tenía por cumplir y el pecado más grande de todos fue el no haber dicho nada.

 

Simplemente pasaban las miradas por sobre los hombros de todos y al final bajaban la vista con dolor. Si era cierto que L’Arc-en-Ciel iba a terminar, nadie quería aceptarlo.

 

París y Japón

 

París…

 

De nuevo Japón…

 

Y ahora nada…

 

¿Qué había en su mente en ese momento? Hyde se lo preguntaba todos los días cuando se encontraban, mirando a través de sus oscuros anteojos. ¿Qué pensaba el líder de su banda al acercarse del final del arcoiris?

 

-Tetsu- Ken le alcanzó justo cuando se arreglaba para la fiesta de compromiso.

 

Tetsuya acomodaba su corbata frente al espejo, un sencillo traje color negro con una corbata rosa, no podía faltar que hiciera juego con su hermosa sonrisa.

 

-¿Si?- le miró por el reflejo.

 

El guitarrista vestía un típico traje negro con un discreto moño negro.

 

-Quiero preguntarte algo…- miró alrededor del cuarto para asegurarse que no hubiese nadie más- ¿Realmente vas a terminar con la banda?

 

Ese, era el tema que ponía a todos muy tensos, nadie quería hablar de ello, nadie quería aceptarlo.

 

-Eso- Tetsu suspiró, se notaba la preocupación en sus ojos, la tristeza de su vida- Aún no lo sé, pero creo que es lo más sano. No podemos continuar sin Hyde, sin él no podría hacerse nada…

 

Ken lo tomó como debería tomarlo, al fin y al cabo, nada dura para siempre, y el sueño dorado de cuatro muchachos no iba a terminar en un final feliz.

 

-Entiendo- fue lo único que pudo mencionar el guitarrista, debía guardar todo lo que tenía que decir, no podía arruinar esa noche, tendría que ser en otra ocasión- Pero ¿Por qué esa cara larga? – y recobró su sonrisa habitual en él, sacó un cigarrillo y lo encendió.

 

Tetsuya volteó con rapidez para quitarle el cigarro, pero Ken lo evitó y le echó todo el humo en la cara.

 

-¡Ken!

 

-Vamos Tetsu- déjame fumar, al fin y al cabo me acabas de despedir.

 

Los dos comenzaron a reír ante la ironía del cuarto en el que se encontraban. Ken se acercó a su amigo y lo abrazó lo más fuerte que pudo. Tetsu correspondió al abrazo sin saber a que se debía.

 

-¿Y esto?

 

-¿Qué no puedo abrazar a mi mejor amigo?- echó una nube de humo al aire y la observó por sobre el hombro de Tetsuya- somos como el humo del cigarro.

 

-¿El humo?

 

-Si- hizo una pausa- hacemos mucho escándalo y todos se percatan de que estamos allí, pero con el paso de los segundos desaparecemos, deshaciéndonos en el aire que nos rodea.

 

***

 

Cuando una relación se termina, lo que queda es el orgullo y las ganas de tomar venganza, ¿no es así? O al menos así funcionaba en la mente del pequeño vocalista, que se arreglaba como siempre, cuidando su aspecto mejor que nada y se veía con soberbia ante el espejo de la habitación que le había tocado compartir con Yukihiro.

 

-¿Hyde?- Yuki lo tomó del hombro y logró hacerlo salir de su trance.

 

El vocal llevaba un traje negro al igual que todos, con la peculiaridad de su corbata roja y la camisa negra, como siempre solía usar. Mientras el baterista usaba su traje negro con un pequeño moño rojo, sugerencia de Ken.

 

-No hagas nada malo- susurró Yuki- es una fiesta formal, Tetsuya va a casarse y no queremos que nada salga mal.

 

Hyde movió su hombro con descaro para quitar la mano de su amigo, le molestaba que le dijeran que hacer, sólo Tetsu podía hacerlo, ¿verdad?

 

-Tomaré eso como un reto- sonrió Hyde ante el espejo- Pareciera que estas de su lado.

 

-Yo no estoy de ningún lado- el baterista, que rara vez mostraba cuando en realidad estaba molesto, subió la voz- estoy igual de decepcionado que tu al saber que la banda terminará, pero no por eso vamos a arruinar este día.

 

-¡¿La banda?!- se giró con brusquedad- A ustedes lo único que les ha importado siempre es la estúpida banda, ¡estoy harto!

 

-¡Hyde tranquilízate!- lo tomó de los hombros con fuerzas- También se lo que significa para ti Tetsuya, Hyde pero no podemos hacer nada… Tú lo alejaste de ti…

 

-Yo…- entonces no hizo ningún esfuerzo por zafarse, miró a los ojos del baterista como recordando el pasado- Sakura dijo lo mismo- murmuró- dijo lo mismo cuando me casé con Megumi… pero no se saldrá con la suya, Tetsuya sabrá lo que es meterse con Hideto Takarai y abandonarlo.

 

Retiró las manos de su amigo con brusquedad y salió de la habitación, dejando a Yuki en medio de la nada con las palabras en la boca.

 

-Pero Tetsu no te abandonó- susurró para si mismo.

 

Se miró por última vez al espejo y se arregló para salir. Después de todo, había sido un error haber invitado a Hyde a aquella fiesta, pero Ayana había insistido en conocer a los hombres que habían sido amigos durante tantos años.

 

¿Sería su peor error?

 

La recepción era como esperarse, privada y realmente hermosa, lujosa y llena de detalles en rosa, nadie podría creer que todo eso era idea de Tetsu, quien personalmente había reparado en cada detalle, desde la comida hasta la alfombra de bienvenida. Sería sólo una cena formal, con ambas familias para corroborar el compromiso de los novios. Si, era fantástico, todo un sueño hecho realidad, ser la afortunada ganadora del premio mayor: Ogawa Tetsuya.

 

Tetsu caminaba de aquí para allá saludando a sus seres más allegados, con Ayana del brazo, sonriendo como si fuese la velada más feliz de su vida. Mientras los integrantes de la banda compartían su alegría arrinconados en un espacio oscuro, bebiendo de vez en cuando alguna copa que lograban quitarle a algún mesero.

 

-Maravilloso- dijo Ken sin muchas ganas, fumando a escondidas y con una copa de champaña en la otra mano- Miren cuanta gente hipócrita- y sonrió.

 

-Aquí el más hipócrita es Tetsuya- Hyde estaba recargado en la pared, con una copa en una mano, mirando con desprecio a todos los que se le acercaban demasiado.

 

-Pues yo lo veo muy natural- Yuki bebió de su copa.

 

-Como se nota que no lo conocen- refunfuñó el vocal- aquí el único que lo conoce soy yo.

 

Era una peculiaridad de Hyde siempre hablar de esa manera tan grosera, después de todo, era un engreído que sólo Tetsuya podía controlar, y sin el bajista, no había nadie que pudiese amarrar al pequeño diablo.

 

-Yo te recomendaría que no tomaras tanto- Ken le miró de reojo- si sigues tomando así…

 

-¡Tomo lo que se me pegue la gana!- le interrumpió Hyde, logrando llamar la atención de varios de los que pasaban por allí. Se avergonzó un poco y bajó la voz- no me pasaré te lo prometo- bebió hasta el fondo- Además, ¿Qué es lo peor que podría pasar? – Sonrió con tristeza- generalmente cuando tomábamos…

 

-Todos terminábamos en la cama- siguió fumando a escondidas- o vomitados por allí- miró de reojo a Yukihiro sin poder aguantar la risa- ¡Ah! Días gloriosos de nuestra juventud. Ahora pareciera que somos unos viejos amargados en una esquina.

 

-¿Qué pasó con la diversión?- Yuki los miró a los dos- aún podemos divertirnos – y sonrió como sólo el baterista sabía hacerlo.

 

De esa manera tan dulce y sensible que te hacía sentir que todo iba a salir bien. Yukihiro era único, era la pieza que balanceaba todo cuando todos los demás estaban envueltos en el caos. Ken siempre decía que Yuki lo que mantenía el universo en orden, pero ahora parecía que ni siquiera el baterista podía controlar la situación entre los dos viejos amantes.

 

La noche parecía como una realidad alterna, todas las personas que pasaban frente a sus ojos parecían de mentiras. Todos los apretones de manos que daba con esa sonrisa que se había convertido en marca registrada… todo parecía mentira.

 

-Amor- la voz de Ayana por sobre todas las demás.

 

Y se limitaba a sonreír como si fuese un maniquí. Tetsuya Ogawa, el hombre próximo al altar, el hombre que había ganado al final, ¿No era así? Entonces, ¿Por qué se sentía tan irreal?

 

La cena estaba lista y todos se sentaron alrededor de la gran mesa, Tetsu miraba de reojo a Hyde, sentado a un lado de sus compañeros, con las copas bien servidas y los ojos perdidos en el fondo de sus bebidas; aún no se los había presentado a su prometida. Se aclaró la garganta y respiró hondo, el momento del brindis había llegado.

 

Se paró algún sujeto extraño y comenzó a hablar…

 

-¿No te eligió como padrino?- Hyde le susurró a Ken, sorprendido de las acciones de Tetsu. Después de todo, Ken era su mejor amigo desde hacía años.

 

-Pues ya vez que no, Takarai- lo dijo con recelo, dando un trago a su bebida aunque todos le miraron feo.

 

-Tetsuya no escogió al padrino- murmuró Yuki- fue su…

 

-Zorra- terminó Hyde y empinó su bebida lo más rápido que pudo- ¡Disculpen!- gritó, haciendo que todos en la mesa le voltearan a ver.

 

Ken, Yuki y Tetsu lo miraron fijamente sin saber como reaccionar, sin saber que hacer, nada estaba a su alcance.

 

-Gracias- se puso de pie con la copa vacía en la mano y optó por dejarla en la mesa, se aclaró la garganta como si fuera a cantar y miró de reojo a Tetsuya con una sonrisa de lado- Gracias a todos por venir, y se que no soy el padrino, pero me siento con el derecho de hablar por mi amigo y compañero de toda la vida- extendió una mano hacía él- Tetsuya Ogawa.

 

Estaba tomado, se balanceaba de un lado a otro, sus sentimientos afloraban y Tetsu le hacía señas a Ken, pero el guitarrista no se movía, seguía mirando la función como si se divirtiera.

 

-Mi querido mon amour- lo susurró, pero Tetsu pudo leer sus labios- ahora que estamos frente a tanta gente, les puedo decir- los miró a todos, con frustración- que al final del arcoiris… no hay nada, ni una sola pizca de felicidad.

 

Ken sonrió con amargura y Yuki terminó de beber su copa, quizá los dos pensaban en todo lo que implicaba lo que el vocal acaba de decir. Los padres de Tetsuya miraron con cierta indignación al muchacho de Osaka, ese mismo que había llegado a casa un día con su misma mala educación.

 

-Y…

 

-¡Basta Hyde!- Tetsuya se puso de pie, para asombro de todos los que observaban la escena- La cena se servirá ahora.

 

Dada la orden, caminó hasta donde estaba Hyde, lo tomó de la muñeca y lo arrastró por todo el salón hasta salir de la vista de los demás. Mientras todos en la mesa comenzaron a murmurar; al vocalista de L’Arc-en-Ciel se le había subido la bebida y había dicho cosas sin sentido.

 

-¡¿Pero que demonios te pasa?!- La voz del bajista al momento que cerró la puerta del cuarto de baño.

 

Un pequeño cuarto decorado con mosaicos azules de muy mal gusto, un espacio reducido con lo necesario para desechar cualquier tipo de mal.

 

-¿A mi?- Hyde se recargó en el lava manos al sentirse un poco mareado, se aflojó la corbata y comenzó a ver todo tan irreal.

 

-Si, por qué haces eso Hideto, cuál es tu problema, quise invitarte y te comportas como si fueras un idiota.

 

-Soy un idiota Tetsuya- le miró de frente, recargado en el lava manos con el coxis y una mano- ¿Sabes como me siento? Además, ese tipo no debería ser tu padrino, sino Ken, Kitamura ha sido tu amigo desde siempre, no tiene por que sufrir por mis desencantos.

 

Se quedaron callados por un momento, el pequeño espacio resultaba tan incómodamente grande entre los dos. Y se abrió la puerta del baño, entraron Yuki y Ken y pusieron el seguro de la puerta.

 

-Por un momento creí que estaban enredados en una sesión amorosa- dijo Ken, a lo que Yuki río.

 

Las risas se volvieron contagiosas, ya que en un segundo todos estaban riendo, en ese pequeño espacio, como en los viejos tiempos.

 

-Tantos recuerdos- Ken comenzó a fumar de nuevo- Y no me digas nada Tetsu porque ya siento tu queja sobre mi cadáver, recuerda que nos acabas de despedir a todos.

 

Despedidos.

 

La palabra recayó sobre las risas.

 

-Chicos… esto es…

 

-Una estupidez- Yuki se recargó en la puerta- realmente se que esto es una estupidez.

 

Había una regla en L’Arc-en-Ciel y esta era: Yuki siempre tiene la razón. Ya que era el hombre callado que siempre observaba, el único que podía controlar el universo con tan sólo una mirada y el sonido de la batería.

 

El guitarrista se sentó en el excusado y así quedaron los cuatro mirándose mutuamente.

 

-Este baño, es horrible- por fin habló Hyde- si vomitas y no tienes cuidado, puedes pegarte en el lava manos.

 

Comenzaron todos a reír. Siempre era la diva de Hyde, el que siempre pensaba cosas que los demás ni siquiera se había imaginado, quizá era eso lo que había amado Tetsu de él, esa característica de parecer una princesa inclusive en lugares donde la palabra no se conocía.

 

-¿Realmente se acabó?- se preguntaban todos al mirarse sin decir nada.

 

Y es que las palabras más importantes son aquellas que nunca se mencionaron. Las que se guardaron hasta el final, cuando ya todo era irremediable, cuando las palabras se borraron, y el significado se perdió.

 

-Deberíamos salir- fue Yuki el que abrió la puerta para encontrarse con la prometida.

 

Una chica bastante molesta, casi con su día arruinado. Una niña solamente, berrinchuda y testadura, hermosa cabría decir, pero no más que aquel hombre del que se había enamorado el bajista.

 

-Tetsuya- la chica los miró a todos- ¿Qué hacen en el baño?

 

Yuki bajó la mirada y salió, detrás de él todos los demás.

 

-Aparte- miró con severidad a Ken- tu amigo esta fumando, y eso esta prohibido en lugares…

 

-Me sé el reglamento señorita- Mencionó el guitarrista con fastidio al apagar su cigarro- a mi, ninguna quinceañera me dice lo que tengo que hacer- si, estaba fastidiado, y el rostro de la joven sólo le causaba más y más desprecio.-Mejor nos vamos- tomó a Yuki de la muñeca- A un lugar donde podamos fumar a gusto y haya mujeres, no niñas.

 

El baterista lo siguió haciendo una inclinación hacía la señorita Sakai, para después desaparecer con Ken por el pasillo.

 

-¿Y tú?- se dirigió a un Hyde que ya estaba menos mareado- ¿Quién te crees para arruinar mi cena?- en sus ojos se podía ver más allá de su enojo, se podía ver la vida que había llevado, se podían ver tantas cosas que no tenían sentido alguno.

 

-Yo…- trató de buscar una excusa, pero no la tenía.

 

-¡Odio a todos tus amigos!- la chica gritó hacía Tetsuya y éste se quedó callado mientras Hyde observaba con atención.

 

Estaba mareado y lo suficientemente tomado para expresarse.

 

-Pues nosotros te odiamos- susurró al momento que sonrió.

 

Rodeó con sus brazos el cuello del bajista y le plantó un beso en los labios, un beso envinado que el bajista no pudo negar. O no tuvo el suficiente tiempo para darse cuenta de lo que hacía, tomó a su vocalista de la cintura y siguió besándolo frente a su prometida, sin importarle nada más que el sabor de esos labios. Si, esa chispa, el escalofrío que recorrió su espalda y la emoción del momento… ¡No!... dejó de besarlo y Hyde se hizo a un lado.

 

-Fue un gusto ser tu amante- sonrió por última vez ante esos ojos color miel y se alejó caminando por el pasillo hasta desaparecer.

 

Au revoir  Hyde

 

Au revoir Tetsu

 

Au revoir Ken

 

Au revoir Yuki

 

 

Notas finales:

Por inspirarme y apoyarme a escribir algo así. Gracias en especial para:

Kaoru

Kira

Yarely (Mi hermanita)

Lizzet

Linda

Kami

Selessp

Sayaka

 

Y a todos los que se tomen el tiempo de leer.


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