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Capitulo 3: Se armó el gordo

 

Ryota Miyagi se encontraba sentado en un banco a espaldas del andén donde él y sus compañeros debían de tomar el tren que les llevaría de regreso a  Kanagawa, pero, mientras en esos momentos sus amigos estaban animados por volver a sus hogares, él estaba incubando un sentimiento de desesperanza acerca de su eterna enamorada, algo que le indicaba que era el principio del fin. Intentando despejar esos pensamientos molestos, decidió continuar esperando como antaño, pues siempre que regresaban a su prefectura la ex-manager también volvía con ellos, un suspiro se le escapó cuando volvió a recorrer con la vista la lejanía del resto de las vías y se desplegó ante él una marea humana de despedidas y bienvenidas a lo largo de los andenes, ejecutivos en viajes de negocios, padres de familia que regresan con sus hijos colgándoles del cuello y parejas de novios mostrando su afecto. Esta ultima escena le hizo cambiar su campo de visión con una punzada de dolor  y enfocó la vista en un joven que parecía tan perdido como él, se identifico con ese chico de inmediato, pero para su sorpresa apareció una joven que le abrazo fuertemente y le dio un efusivo beso, envidioso y molesto, desvío la vista a sus pies para volverse a meter en su mundo dando un fuerte suspiro

 

–¿Estás seguro Mychi?– preguntó preocupado el pelirrojo que estaba a unos metros y a espaldas de donde se encontraba el base.

–Si, mira el mensaje– dijo el moreno pasando su teléfono móvil al pelirrojo

Hanamichi leyó, para asegurar su preocupación, un mensaje de texto que había mandado minutos antes Ayako:

“ Xicos, sta vez no kojere el tren con vsotros, ire a Kngawa con alguien, nos vmos alli.

Bsss”

Hanamichi devolvió el celular a Mitsui con el gesto contrariado, cuando una mano le palmeo la espalda violentamente, Nobunaga Kiyota había vuelto de comprar el periódico

–Anima esa cara, porque vas a tener que pasarle buenas vibraciones a él– dijo señalando a un Ryota  ensimismado–ya que salimos dentro de 15 minutos–dijo mientras se escuchaba la megafonía que lo anunciaba de fondo

Hanamichi observó a su amigo, uno de las cosas que le preocupaban de regresar era enfrentarse al nuevo estado de la “norelación” de Ryota con Ayako, y no era para menos, se le partía el corazón ver a su amigo en ese estado, era la viva estampa de un cachorrillo abandonado... solo... perdido. Se mordió el labio aquella situación le traía a la memoria cuando dejo a Rukawa a su suerte en aquel día lluvioso que le descolocó su mundo interior, miró a Mitsui luego a Kiyota y recibiendo el apoyo de sus miradas fue hacia Ryota, desde entonces se prometio no dejar a nadie en la estacada.

 

Mientras, el base no dejaba de suspirar el nombre de Ayako para sus adentros, no podía perder la esperanza, mejor dicho no quería. Necesitaba aferrarse a esa voz interior que le decía que no todo estaba perdido, la chica de sus sueños sólo llevaba una semana saliendo con el tipo ese y aquella vez él se fue antes de verlos juntos... hasta que no lo vería no lo creería. Sus pensamientos fueron interrumpidos por un largo brazo que lo tiro para atrás del banco donde estaba sentado para encontrarse con la carota de su pelirrojo amigo, el único que podía comprender lo que pasaba por su mente.

–Vamos Ryochin, que por fin podemos dormir en casa y dejar que nuestras madres nos mimen un poco, además aprovecharé para librarme de tus bazofias comestibles– soltó Hanamichi con el mejor de su buen humor que encontró para la ocasión

–Buen intento– le contestó Miyagi quitando el brazo alrededor de su cuello y poniéndose en pie– están preocupados ¿no?– dijo inclinando el cuerpo ya que el pelirrojo le tapaba el campo de visión donde estaban Mitsui y Kiyota, que cuando se sintieron observados miraron al cielo para disimular

–Aja–asintio Sakuragi con la cabeza–Ryota... –no pudo continuar porque el mencionado le cortó con sus palabras

–Ella no va a venir– dijo perdiendo la mirada en el horizonte–Creo... –Ryota continuó con un tono dubitativo–todavia me queda una esperanza–y sin mas se dirigió a la entrada del vagón donde se encontraba los otros dos esperándolos

Hanamichi le siguió pensativo

 ‹‹Ojalá››

 

Nada mas entrar al vagón Sakuragi fue corriendo a su plaza para ocupar el lado de la ventanilla como un niño pequeño, Ryota se sentó a su lado, mientras Kiyota y Mitsui quedaron enfrente. Después de que todos se acomodaran en sus respectivos asientos, Hanamichi decidió poner todo de su parte para que Ryota se distrajera y dejara de pensar en la chica de pelo rizado, lo cierto es que el también necesitaba distraerse, esa idea de volver al cementerio en busca de una pista le asaltaba cada vez que volvía a su prefectura, sólo se había atrevido a merodear la antigua vivienda del zorro pero comprobó con estupor que ya nadie vivía allí. De todas maneras siempre pensaba que necesitaba escuchar la verdad por medio de esa boca que lo volvía loco, buscar respuestas en sus ojos llenos de pasión por el juego, su cuerpo sudoroso...

‹‹un momento... ¡QUE!››

 No podía apartar la vista del periódico deportivo que estaba leyendo Kiyota enfrente de él, en la portada estaba su zorro mostrándose en todo su esplendor deportivo. Durante unos segundos se quedo embobado recreándose en sus últimos pensamientos acerca del físico de Rukawa, hasta que recibió un disimulado pisotón en su pie izquierdo de su compañero de viaje

–Ouch– se quejó Sakuragi posando su vista en Miyagi, este a su vez le dirigió una mirada divertidamente comprensiva

–Rukawa baboso– le masculló de manera que sólo lo percibió el pelirrojo, pues si Kiyota estaba enfrascado en la lectura, Mitsui se había acomodado para dar una cabezada

Hanamichi lo miro haciéndose el desentendido sobre lo que acababa de oír, a cualquier otro lo hubiera dado un cabezazo que lo dejara seco, pero volviendo la vista hacia la ventana esbozó una pequeña sonrisa por conseguir animar a su amigo a la vez que pensaba en comprarse ese diario en cuanto llegara a casa.

Al poco rato oyeron a Nobunaga proferir una maldición contra la buena suerte de los que estaban en EEUU y Mitsui desperezándose puso la cabeza detrás de su hombro para leer la causa de tal frase

–¡Joder!– exclamó y dio un silbido a la vez que miro a los dos amigos

–¿No habéis visto esto?– dijo señalando al diario

Negaron a dúo con la cabeza y Mitsui leyó el titular en voz alta

–“El juvenil trío de oro de baloncesto firma un contrato millonario con la firma deportiva Mizuno”

–Venga ya– soltó Ryota, pero no pudo seguir porque Hanamichi se había levantado y arrancado al mono salvaje el periódico

–Ehhh, que es mío– se quejó Nobunaga

Pero Hanamichi incapaz de aguantarse las ganas de quedarse sin saber le puso su manaza en la boca para que se callase y mientras el ex-jugador del Kainan le lanzaba miradas asesinas a la vez que intentaba quitarse la mano de Sakuragi de encima, este se limito a leer el articulo, siguiendo las letras con sus ojos a toda velocidad

Ryota miraba la portada expectante de curiosidad –¿Y bien?

El pelirrojo levanto su vista del papel para contestar– Rukawa ha firmado un contrato con Mizuno al igual que los otros dos, según los representantes de la marca creen que son el mejor exponente deportivo de las  nuevas generaciones japonesas y que los adolescentes del país se identifican con ellos–el pelirrojo continuo leyendo– parece que ya se ha puesto en marcha la campaña publicitaria...  ¡¡ARHG!!– Sakuragi se llevo su adolorida mano a su boca por el mordisco que le acababa de pegar Kiyota

–Mono salvaje,  ¿pero qué puñetas haces?–dijo Hanamichi dándole un sonoro coscorrón– ¿es que le quieres pegar la rabia a este Genio?

Nobunaga le miraba con una expresión enfada– ¿rabia? pero si eso es lo que eres tú ¡un mono rojo rabioso!–dijo Kiyota a viva voz defendiéndose

Ryota e Hisashi para variar se estaban partiendo de la risa, pero Mitsui se percató de que estaban llamando la atención del resto de los pasajeros, así que decidió desviar el tema

–Esos tres se van a montar en el dólar– carraspeó Mitsui con un deje de envidia en la voz y señalando al periódico todavía en manos de Hanamichi

–Hay que joderse– dijo un Kiyota más calmado, arrebatando el diario de las manos de Hanamichi–¿y nosotros que? Ahora vamos a la selección para dejar al país en buen lugar de cara al próximo mundial y pasan de nosotros

–En eso tienes razón–prosiguió Mitsui– el año pasado dedicaban artículos sobre las proezas de estos y a nosotros no nos dedicaban ni media pagina

–Ala, que ánimos que nos das– dijo con ironía Ryota.

Hanamichi volvió a ocupar su asiento, estaba en silencio procesando la ultima información recibida sobre Rukawa, el ya se esperaba algo así, los periódicos no dejaban de alabarles incluso habían convertido el baloncesto en el deporte de moda, pero no tan pronto, cada vez lo sentía mas lejos de él, concluyó pesaroso con un dolor en el pecho.

–Bueno, Miyagi tu no protestes porque os dedicaron una pagina entera en el periódico de la universidad– Dijo Nobunaga con sorna para a continuación ofrecer una penosa imitación de Ryota cantando y  poniendo muecas exageradas

–JA JA JA – dijo un irónico Ryota – pero que gracioso eres, ¿o es que tienes envidia?

–Mono salvaje eres penoso– sentenció Hanamichi saliendo de su mundo interior y dándole una patada en la espinilla, lo que propició que volvieran a la carga con otra de las tradicionales disputas entre los dos monos. Se pasaron casi la hora media que duraba el viaje intercambiándose improperios bajo el seguimiento divertido de Miyagi y Mitsui que ya daban todo por perdido para calmarles, pero según se iban acercando a su destino enfocaron la disputa en una animada conversación intercambiando impresiones sobre sus años de secundaria

 

Y prácticamente sin darse cuenta habían regresado a Kanagawa, cuando salieron de la zona de llegadas un joven de cabello oscuro fue hacia ellos saludándolos con gran alegría

–¡Yohei!– exclamó Hanamichi dando un gran abrazo a su amigo de toda la vida

–¿Cómo están?– saludo Mito a los demás

–Bien–contestaron los aludidos casi al unísono

–Déjame que te ayude con el equipaje– dijo Yohei cogiendo una maleta de Sakuragi, al momento que iban para la salida

–Que no hombre, que no hace falta– dijo este forcejeando

–Bueno, vamos hacia el coche, que están esperando allí, Noma y Okus – y aclarando añadió–no había sitio en el aparcamiento

Cuando vieron a Noma y Okus todos se saludaron todos ruidosamente, especialmente Sakuragi, cada vez que se veían el pelirrojo volvía a sentirse como un adolescente

–Bueno chicos, ¿os acercamos a casa?– preguntó Noma mientras metía las maletas de Hanamichi en la parte de atrás del coche

–Yo me voy sabéis que mi casa esta cerca de aquí– dijo Kiyota –nos vemos— se despidió con la mano

–¡Espera!–  dijo Okus haciendo que Kiyota se parara al momento–nos ha pedido que os avisemos de una fiesta en el “Musashi”, a eso de las 8

Kiyota se dio por enterado– Estupendo, no vemos esta noche–concluyó marchándose

–¿El restaurante de Ouzumi?– preguntó Mitsui–esto va a ser como las reuniones de antiguos alumnos ¿no?

–Algo así pero de las secundarias de Shohoku, Ryonan, Kainan y Shoyo, de momento casi todos han confirmado su asistencia–añadió Yohei

–Y…y... ¿Ayako también?– dijo Ryota disimuladamente

–Si, también– dijeron los tres amigos riéndose

–Vale, yo también iré, pero ahora me voy– dijo Mitsui

–¿No quieres que te llevemos?

–¿Bromeas? ¿Dónde me monto yo?– preguntó señalando con un movimiento de cabeza al pequeño Toyota– ¿en la baca del coche?

–Dejadle, además Mitsui no va a su casa, ¿tiene que ir a ver a alguien no?, jejeje– se oyó decir a un Ryota socarrón

–Idiotas– dijo mirando a otro lado– portaros bien– solucionó su turbación marchándose

Hanamichi y Ryota se subieron en el coche en apretujándose los asientos de atrás junto con Noma, Yohei al volante y Okus en el asiento de copiloto.

–¿Cómo estas amigo?–pregunto Noma al pelirrojo–¿cuantas te han quedado?

–Sabéis que soy un genio así que no me hagáis preguntas estúpidas o es que... –fijo la mirada en Mito–Yohei, no me digas que te has suspendido alguna así no conseguirás ser un representante acorde con este genial jugador

–Sabes que “Filosofía del derecho” se me ha atragantado este curso, cambiando de tema, antes de dejaros en casa vamos al taller de Takamiya,

–Vale–contestaron Hanamichi y Ryota

Mientras paseaban en el coche por Kanagawa, Hanamichi no dejaba de observar a sus amigos, apenas podía verlos por vacaciones y al principio le resultaba doloroso percatase de que su ausencia le hacia notar rápidamente los cambios de sus vidas creándole una molesta sensación de desasosiego, pero poco a poco dejo de importarle pues le habían demostrado una amistad sincera, incluso con el tema que suponía tan delicado para él como era Rukawa, si bien lo descubrieron al cotillear en su armario en una visita a la residencia y lo primero que hicieron fue tirarse al suelo de la risa, hasta que vieron la exagerada reacción de Hanamichi y se dieron cuenta de sus verdaderos sentimientos. Al principio ninguno lo comprendía y ahora aunque mismamente seguían sin comprenderlo le apoyaban igualmente

–¿No os estáis desviando de la ruta?– preguntó extrañado Hanamichi al rato mientras veía a sus amigos con miradas y risitas cómplices.

Pero ninguno le contestó y miró a Ryota interrogadoramente, este se limito a encogerse de hombros. Se preguntaba porque Yohei no conducía por el camino de siempre: la avenida comercial más grande de la ciudad.

En cuanto llegaron al taller de coches donde trabajaba Takamiya, este al momento que los vio dejó el trabajo que estaba haciendo,  fue corriendo hacia el pelirrojo lleno de grasa y sin antes saludar le dijo a Sakuragi que tenia una sorpresa para él, –¿y esos arañazos? – pregunto este extrañado

–Me tuve que pegar con una fiera,jijijijijji, asalte la marquesina en pos de un póster de Rukawa para ti, ¡¡tachannnn!!– dijo Takamiya sacando de su espalda un gran anuncio de Rukawa, que Hanamichi recordó haberlo visto en el diario deportivo

Sakuragi se quedo a cuadros, no sabia donde meterse, mientras solo oía las sonoras carcajadas de los demás, por la expresión de borrego enamorado y a la vez avergonzado que puso cuando vio la imagen. Recuperando su actitud explosiva,  al principio pensó en darle un cabezazo mortal, pero cuando vio a Takamiya que le preguntaba que si le habia gustado con la mirada, se contuvo. Fue el que peor se tomó sus sentimientos por otro hombre y sabia que a su manera intentaba disculparse, así que tomo el póster y se lo guardo muy sonrojado, pero en el fondo estaba deseando llegar a su casa para contemplarlo tranquilamente.

Después de esto enseguida se fueron para casa, entre ver a sus familias, deshacer el equipaje y prepararse para la reunión de esta noche tanto como Hanamichi como Ryota tenían mucho que hacer. Cuando Yohei dejó en su casa al base, avisó antes de marcharse con Hanamichi al hogar de este

–Esta noche os pasamos a recoger, primero a casa de Hanamichi y luego a la de Ryota que nos pilla de camino

 

Así pues, Ryota Miyagi por fin estaba en su casa en su casa. Nada mas entrar saludo cariñosamente a su madre y después de comentar  las novedades con ella,  subió las escaleras rumbo a su habitación, entró y aspiro fuerte. Hoy se encontraba especialmente nostálgico, aunque tanta bronca entre Hana y Kiyota le habia distraído, pero encontrarse de nuevo en su cuarto le traía de nuevo los sentimiento matutinos. Aquí había soñado tantas noches con Ayako, ¡estaba decidido!. Esta noche era la ocasión que esperaba pensó mientras deshacía el equipaje, se le ocurrió que si se iban a reunir todos en la fiesta quizá era la oportunidad definitiva para declararse a Ayako. Estos años sólo se había dedicado a merodearla, aunque Ayako sabia de sus sentimientos no habían hablado claramente, miro al fondo de la maleta y bufó

–Esta mierda de revistas no me han ayudado nada–dijo sacando todas las Cosmopolitan que se compró con las esperanza de entender mas la psicología femenina

–¡MAMAAAA!, Ryota otra vez esta leyendo esas revistas de niñas– interrumpió la voz chillona de su hermano pequeño

‹‹Que hermano más pestilente››, pensó Ryota si algo le gustaba estar lejos de casa era perder de vista al monstruito de ocho años que tenia por hermano y que se metía donde no debía

–Ryoki, vete a ver Doraemon y déjame en paz–le aseveró rígido

Cuando su hermano se perdió pasillo abajo, Ryota se dispuso a ducharse. Dejó que el agua cayera sobre su piel mientras se frotaba con esmero. Terminó saliendo de la ducha con la toalla en las caderas, el torso aun mojado y con el pelo chorreando. De esa guisa, se dirigió directo a besar la foto de Ayako que le acompañaba desde preparatoria y era lo primero que había desempaquetado, tal vez  porque para él era lo único que echaba en falta. Era tan guapa y con los años había mejorado, así que había ampliado el marco y puesto una nueva foto de Ayako de cuando empezó la universidad. Depositó un beso en ambas imágenes con cariño y se infundio nuevos ánimos, ¡debía de hacerlo esta noche!. Estaba más seguro que nunca, a ver ¿Que era lo mejor para levantar esos ánimos? ¡Pues ponerse música marchosa! Rebuscó en las estanterías de su padre y encontró lo que buscaba: el recopilatorio de Tom Jones. Miró la lista de canciones hasta que sus ojos se detuvieron en una... esa era perfecta: “Sex Bomb” . Puso el CD en su habitación y cuando la rítmica melodía comenzó a dejarse escuchar, Ryota se iba vistiendo con su mejor traje y corbata a la vez que movía al ritmo impuesto. No podía estar mas decidido, sentía su sex appeal fluir por su cuerpo y sobrepasar mas allá de su piel, mirándose al espejo pensaba

‹‹Si estoy buenisimo soy todo un partido, además….¿ que chica se resistiría a que se la declararan su amor incondicional?››,y con pruebas, tenía el tatuaje y eso no se veía todos los días, ‹‹tiene que caer››

Pensando en esto mientras se señalaba y hacia muecas sensuales frente al espejo además de perfeccionar su mirada matadora. Después se perfumó con su aroma favorito, era fresco y a la vez masculino, una mezcla arrebatadora para que Ayako cayera rendida a sus pies. A continuación  busco un pequeño pendiente con un brillante mientras se acicalaba el pelo, pero una voz le corto todo el rollo

–¡MAMAAAAAA!, Ryota esta  bailando como un “güay”

–Enano petardo– sentenció enfadado la vez que cerraba con un portazo percibiendo  la divertida risa de su madre al fondo del pasillo

 

A la hora acordada Yohei, Hanamichi y el resto de la Gundam vinieron a buscarle. Se veían todos estupendos, especialmente Hanamichi, pues había domado su rojo pelo con gomina peinándose de manera desenfada que le concebía un aire sexy y a la vez elegante, portaba una camisa blanca de impecable talle que resaltaba su tez bronceada y un pantalón de pinza oscuro, solo que esta vez no llevaba los primeros botones abiertos de la camisa como era costumbre.

‹‹¿Por qué sería?››, pensó un alegre Ryota riéndose interiormente‹‹este Hana y su tatuajefobia››

Se marcharon para el restaurante de Ouzomi, allí les esperaban los ex miembros del Ryonan, del Kainan, del Shoyo y del Shohoku, que se encontraban dentro del gran salón de banquetes.

Saludaron afectuosamente a cuantos reconocieron y empezaron a intercambiar anécdotas, mientras Ryota no dejaba de escrutar todo con la mirada en busca de cierta chica de rizos. Y en tanto el ejercito conversaba con Akagi, Kogure y Mitsui, al rato se les unió Kakuta y mas compañeros de clase en Shohoku.

Mitsui cogió a Sakuragi del brazo lo apartó de los demás y acercándose a él le dijo en voz baja

–Ayako ha llegado, pero ¿a qué no sabes con quien?– Hisashi se veía molesto

–Con su novio, ¿no?– pregunto el pelirrojo temerosamente

–Si, con ese gilipollas de Azusa Miyasaka

Hanamichi puso un gesto intrigante– ¿Quién?

–Joder, estas en Babia– le aseveró Mitsui– su padre es el propietario de Producciones Miyasaka

–Ni idea, vamos que es un niño de papa ¿qué porras hace Ayako con eso?–bramó el pelirrojo

–Shsss– Mitsui movió sus manos en señal de que no alzara la voz–me da igual, pero no quiero que Ryota sufra, mírale parece un adolescente, además ¿recuerdas como le conociste?

–Se me abalanzó a darme un puñetazo... porque creyó que estaba saliendo con Ayako–y ahí Hanamichi, lívido, comprendió hacia donde quería llegar Mitsui

–Exacto, si le ve le va a dar mas hostias de las que sabrá contar

–Bien, hablare con mis amigos para que distraigan a Ryota, palabra de Genio

Sakuragi se retiro para a hablar con su ejercito que formaron una piña alrededor de él y procedió a explicarles la situación

–Te hemos entendido perfectamente–aseguró Yohei

–Vale, no perdáis de vista a Ryota–continuo Hanamichi mirando fijamente a sus amigos

–Ahora, se encuentra a tu derecha hablando con Fujima– se fijó Okus

–Bien, ¿Noma donde esta Ayako?

–Acaba de entrar esta a tu espalda con el pijo ese

– ¿Por qué no apostamos quien encuentra antes a quien?–dijo Okus emocionado

– ¡NO!, ya sabéis: estar alerta, por nada del mundo que Ryota vea a Ayako con su novio–el tono rígido de Hanamichi llegó alto y claro a los oídos de los chicos

–Eso, Operación “Protección Ryota” empieza ya, sincronicemos nuestros relojes

Todos miraron a Takamiya,

– ¿Qué?, me hacia “ilu”

–Si ya lo sabemos de pequeño viste demasiado el Equipo A–le contesto Okus levantando suspicazmente una ceja

– ¡Cuidado! Ayako va hacia la zona que se encuentra Ryota– aviso Noma de repente

En efecto, la chica y su estirado acompañante avanzaban hacia un Ryota que todavía no se habia percatado de ello. En cuestión de segundos Takamiya y Okus tomaron a Miyagi del brazo y prácticamente sorteando a los invitados lo arrastraron al otro lado de la sala hasta quedar enfrente de una ventana

–Ehhh, ¿pero que hacéis?– se soltó Ryota como pudo acomodándose su elegante americana gris oscura

Los dos amigos se miraron sin saber que decir

– Mira que cortinas más bonitas, estoy seguro de que tu madre por su cumpleaños quiere unas iguales–soltó Okus todo convencido

Ryota se acercó a él y le olisqueo

–Pues no hueles a alcohol, ¿no fumaras nada raro no?

–Venga–le dijo Takamiya pasando su brazo por su hombro e intentado poner un tono socarrón– que poco humor tienes, por cierto ¿te he dicho que tienes un aire a Bisbal?

–¿Cómo?–Ryota le miraba estupefacto ya no sabia ni que pensar

–No le hagas caso– dijo Okus cogiendo a Ryota por el brazo–que este escucha música rara

– ¿Cómo que rara?

–Si tío, los que molan son los Kishidan

Ryota aprovechó la discusión musical para zafarse de esos dos, pero se sobresaltó cuando una mano le agarró llevándolo al pasillo

– ¡Hana!, me has asustado– comentó llevándose la mano la pecho

–Menos mal que te encontramos Ryochin– dijo un apurado Hanamichi que estaba con Noma y Yohei, Ryota no hacia mas que preguntarse porque parecía que forzaban la sonrisa

–Hana, ya sé que estas tramando

– ¿Ah si?–dijo un temeroso pelirrojo

–No te preocupes que no voy a beber, voy a declararme sin ayuda– dicho esto se giró para regresar a la sala y Ryota vio a la criatura más hermosa que había en la Tierra

Trago saliva y con paso firme y decidido fue hasta a ella, mientras Hanamichi y su ejercito lo daban todo por  perdido y se preparaban para el desastre, bueno... sólo Hanamichi y Yohei por que los otros tres igual de irresponsables que en sus años de instituto se frotaban las manos por la mas que posible pelea. Miyagi seguía avanzando hacía la joven y cuando estaba a pocos metros una mano masculina la agarró por la cintura.

Ryota se quedo de piedra, totalmente estático, pero al rato empezó a comprender quien era ese tipo arrogante que estaba junto a SU Ayako. Echaba ascuas por los ojos, se intento tranquilizar, sabia que la violencia no llevaba a ninguna parte pero no podía, ¡al carajo!, no cuando otro estaba tocando a la mujer de su vida. Se aproximo a la pareja que estaban felizmente ajenos a la presencia amenazante de Ryota pero antes de llegar Takamiya intento pararle gesticulando nerviosamente con movimientos exagerados, tan metido en su labor que no se dio cuenta que un camarero estaba pasando detrás de él cuando le dio con la mano en la bandeja que portaba... en ese momento el tiempo pareció ralentizarse, la bandeja parecía volar...  la comida se esparció por el aire, pero la ley de la gravedad funcionó: todo lo que sube baja... y cuantas personas había en su alrededor quedaron manchadas

–Oh oh– dijo bajito Takamiya e hizo bien porque en unos momentos, una voz gritó

–¡ZAFARRANCHO DE COMBATEEEE!

Y se perdió la cordura en la sala, aquello se convirtió en una batalla campal, la comida volando, todos contra todos. Kiyota pareció buscar aposta a Hanamichi con onigiris a cada mano para lanzárselos como bolas de nieve, claro que este le anduvo persiguiendo por todo el salón con la cubitera de los hielos.

Termino igual que empezó con un grito, pero este parecía el rugido de King Kong : el jefe simio furioso, después la gente se fue marchando, los ex - jugadores de secundaria hicieron un grupo y salieron fuera. Hanamichi estaba perdidito de comida, hasta tenia granos de arroz en el pelo, y los demás no le andaban a la zaga. Mientras Ryota y él, iban hacia la salida a la vez que se sacudían para quitarse los trozos de comida.

Lamentando haber ensuciado el único traje decente que tenia, Ryota se encontró con que lo tiraban del brazo y se encontró cara a cara con Ayako,

–Tenemos que hablar–dijo ella con tono agresivo y con chispas de ira en sus ojos

–Yo voy al baño– anunció Hanamichi quitándose de en medio, notando algo húmedo y frío en el pecho se metió la mano y se sacó un trozo de salmón que tiró al suelo con un gesto asqueado

Ryota y Ayako se fueron a hablar a un lugar más apartado

–Nunca creí que fueras capaz de algo tan infantil – le reprochó la chica en cuanto tuvo oportunidad

‹‹¿Que?››,–se dijo Ryota– pero si yo... –intento balbucear, la mirada furiosa de Ayako lo estaba quemando las entrañas

–Mira Ryota, – le interrumpió la joven– cuando estaba sola en cierto punto me halagaba que estuvieras por mí, pero ahora tengo a alguien, ¿entiendes?–ella le miró más calmada–yo te quiero pero...

–Sólo como amigo–terminó la frase un Ryota con el corazón hecho pedazos y viendo como su más grande pesadilla se volvía realidad – ¿Eres feliz con él?– preguntó de improviso sin ninguna emoción en la voz

–¿Uh?– se sorprendió Ayako, para, unos segundos mas tarde, finalmente contestar con voz segura-. Sí

–Bien, pues no te preocupes por mí– sentenció Miyagi saliendo del pasillo, dándole la espalda a la que una vez pensó que sería su compañera para siempre. Debía marcharse rápido de allí. No debía derrumbarse. No debía. Pero así como el corazón no entiende los dictados del cerebro y puede escaparse del autocontrol, las lágrimas calientes que bajaban por sus mejillas tampoco las podía controlar.

Mientras, Ayako le observaba marcharse apesadumbrada, después de eso sabia que nada volvería ser igual y en el fondo de su ser le inquietaba el fugaz pensamiento de haberse equivocado, pero no, se autoconvenció, no había pensado en Ryota como algo mas en todos estos años, así que esto era lo mejor.

En esos momentos Hanamichi salió del baño, no podía dejar de lamentar la que se había liado, sobre todo por Ryota. No había visto a su antigua compañera de Shohoku más furiosa, de seguro que su amigo lo estaba pasando fatal. Mientras pensaba esto, fue a buscarlo, al menos no lo dejaría solo, pero cuando llego al sitio donde les vio retirarse no había ni rastro de ninguno. Así que se dirigió hacia la salida donde visualizó a los demás compañeros al igual que a su ejercito, pero ni rastro de Ryota

–No lo veo justo– oyó decir a Kiyota según se aproximaba

–Si, todo por un contrato comercial, la selección es mas que eso, incluso aunque sea la sub 21, no entiendo en que piensan los de la federación– dijo un entendido Hikoichi

–¿De que habláis?–pregunto un perdido Hanamichi

–De que el trío de oro va estar a en la selección juvenil– le contestó Mitsui con desgana

Hanamichi se quedo con la boca abierta, eso significaba... ¡venga ya! Era imposible...

–¿Qué pasa mono?–preguntó Kiyota al ver la cara de asombro de Hanamichi– ¿estas paralizado de miedo por  que te quiten la titularidad?

–¿Cómo?–fue lo único que atino a decir Sakuragi perdido en sus pensamientos

–Acostúmbrate Hana–oyó como un eco la voz de Mitsui–el sonrisitas de Sendoh, el creído de Sawakita, el carapalo de Rukawa y tú vais a ser compañeros

Pero Hanamichi Sakuragi solo oía a la voz interior que le preguntaba si estaba preparado para volverlo a ver, preparado para de nuevo encontrarse cara a cara con Rukawa.

 

 

Notas finales:

N/A:

- Mizuno es una firma deportiva real, que yo conozca la única japonesa, por eso la he puesto.

- Los Kishidan son un grupo japonés con estetica de yankees. Son bastante particulares, pero divertidos de escuchar y de ver sus pvs, sobre todo"Wedding March".

Si quereis saber mas:

http://es.wikipedia.org/wiki/Kishidan

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Espero que hayais tenido una buena semana ^^. Nos vemos en el 4: Reencuentros y desencuentros... jojojojo


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