Adicto a ti por Astrea

Capitulo 6. Sedúcele esta noche

Espoleado por el dulzón aroma que se colaba por sus fosas nasales, Sakuragi abrió sus ojos dejando al cálido aire sus pupilas castañas.

Incorporándose. Se quedó gratamente asombrado al ver que estaba en un gran pasto rodeado de flores de todos los colores y formas.

Giró, sobre sí mismo, para echar un vistazo mientras se tapaba la cara con una mano para protegerse del reluciente sol que le cegaba la vista.

Al instante, se fijó en una figura corriendo hacia él en cámara lenta: cuerpo esbelto, nívea piel, cabello azabache y rasgados ojos azules que rivalizaban con el espléndido cielo.

‹‹Kitsune», pensó Hanamichi al salir a su encuentro, echando a andar rápidamente con los ojos brillantes

Se pararon en seco cuando quedaron al mismo tiempo el uno frente al otro e inclinándose a la vez, Hanamichi comprendió, cerrando los ojos para compartir un beso.

Pero no, al cabo de un rato no sentía absolutamente nada. Descorrió sus párpados y comprobó estupefacto que le escenario había cambiado por completo, ya no estaba en un florido campo estaba... ¡¡en una selva!!

¿Y Rukawa? Se fijó en las multitudinarias pisadas del suelo y corrió siguiendo la estela, apartándose las grandes hojas que dificultaban  su visión del camino. Más adelante vio como un ejército de nativos llevaba a Rukawa como su presa colgado de un palo, atado y amordazado al retumbante grito de “Unga, unga, Rukawa comida pichunga”

¿Eh?... un momento... pero no eran nativos cualesquiera: tenían todos la misma cara y el pelopincho atravesado por un hueso, era todo un ejercito de ¡Sendos!

El pelirrojo se aterrorizo. Miró a todos los lados, desesperado, ¡no podía dejar por nada del mundo que Sendo se comiera a Rukawa!

Volvió la cabeza en todas direcciones buscando algo que le pudiera servir como arma, cosa que le hizo darse cuenta de que los monos que andaban en por las ramas eran muy raros, bueno no era raro que fueran la misma imagen que Akagi o Ouzomi pero... ¿pero la de Ryota?

Y encima le estaba agitando como un poseso

—Hana despierta

—¿Eh?— se desperezó el pelirrojo aturdido

—Te has vuelto a quedar dormido

Pero el pelirrojo todavía no había tomado contacto con la realidad

—Te deje aquí en la cama, cuando me regrese a mi habitación ¿recuerdas?

—A ver—dijo el pelirrojo reaccionando por fin y sobándose el cuello— si al dormir en la misma cama me ha entrado una torticolis de caballo

—¿Preferías dormir con Sendo?—contestó Ryota, dolido en su orgullo de amigo y  en voz baja pues Sendo estaba duchándose

—¡¡Claro que no!!— Hanamichi saltó de la cama — ¿Cómo esta?— pregunto señalando con la cabeza a la pared que daba a la habitación del al lado

Ryota supo a lo que se refería, en la cabeza del pelirrojo solo había espacio para Rukawa—Bien, o eso parece, solo me ha dicho buenos días. Estará duchándose también, ya le veras en el desayuno

—Seguro que hoy si ha dormido al no tener que escuchar tus ronquidos—comentó el pelirrojo casi riéndose

—Yo no ronco—objeto Ryota mosqueado

—Vaya que no

Ryota lo niega otra vez dando un almohadonazo a Hanamichi en toda la cara

En ese instante cortando la afectuosa pelea  Sendo sale de la ducha ya vestido con el chándal de la selección

—Tu turno pantera rosa—le dice al pelirrojo señalando a la ducha—, por cierto Miyagi nos has dado toda una sinfonía en ronquido mayor esta noche—comenta Sendo graciosamente adrede pues había pillado algunos retazos de la conversación anterior

— Iros a la porra— protesta el aludido con cara de enfado lanzando la almohada a Akira mientras los otros dos se reían a su costa

El timbre del teléfono resuena en la habitación y lo descuelga Sakuragi que esta más cerca de la mesilla de noche

—Sendo es para ti, te esperan en recepción

—Vale, pues os dejo, nos vemos abajo

Canturreando deja a los dos amigos en la habitación y baja hasta recepción donde la misma señorita de ayer le espera sonriéndole para pasarle su llamada y un gran taco de papeles semejantes a un enorme listín telefónico.

—Hola Sendo— el erizo reconoce la voz de Hikoichi Aida mientras ve que en la primera hoja del magno fax reza ”Información ultrasecreta de Hanamichi Sakuragi”—esto es todo lo que he podido recopilar...

‹‹Que raro, me pintan los oídos››, piensa el pelirrojo ante el espejo mientras coge una toalla para quitarse la humedad de su pelo recién lavado.

Observa a su propio reflejo agitarse la toalla azul fuertemente tapándole gran parte de la cara, tan solo dejando ver su ojo derecho. Su iris castaño esta mas apagado de lo normal y la causa era la única persona que tenia poder y efecto sobre sus emociones.

Se para unos instantes quitándose la toalla, dejando al aire su reluciente pelo bermejo. Mientras, se vuelve a mirar al espejo, reflexiona sobre el extraño sueño que ha tenido y lo que saca en claro es que jamas de los jamases dejaría que Sendo pusiera la mano encima a Rukawa.

Un fuerte suspiro inunda su pecho, ayer estaba convencido de ponerse en acción esta noche pero después de no pegar ojo y dar unas vueltas en la cama, figuradamente porque había dormido casi encogido con Ryota en el mismo colchón, ya no lo tiene tan claro.

Tenia que ser realista: eran hombres

Mismamente, él en un principio negó todo lo que pudo sus sentimientos y los intento ahogar en su interior.

Se sentía un miserable al recordar aquella oscura etapa por el daño que causo ni siquiera el infierno interior que sufrió le eximia de su culpa.

Y por mucho que él amara a Rukawa era posible que su confesión le causara repulsión.

Cuando estaba en Japón había analizado todo acerca de su zorro y el hecho de las nulas noticias que tenia de su vida sentimental era una esperanza a considerar. Pero no era seguro, pues no era omnipotente ni capaz de saberlo todo y si había alguien en la vida del zorro... miedo, tenia un pánico indescriptible que se expandía por todo su ser, de tan solo pensarlo ya le dolía el pecho.

Se quedo mirándose a los ojos, decidido a que sea lo que sea esta noche saldría de dudas. Si tenía alguna remota posibilidad, él conquistaría a Rukawa.

—¿Te falta mucho?— oyó la voz de Miyagi al otro lado de la puerta

Reaccionando a las palabras, termina de vestirse y sale del aseo

— ¿A que viene esa cara?

—Nada—dijo rápidamente intentando pasar desapercibido

—Hanamichi, ese nada es igual a que estas comiéndote la cabeza pensando en Rukawa

El pelirrojo tenia la mirada afectuosa de su amigo clavada, quería desahogarse y hacer desaparecer las dudas y la angustia, pero nunca había hablado mucho de Rukawa con el base. En Japón era más Ryota quien hablaba todo el rato de Ayako.

 Tal vez era demasiado tiempo guardándose toda aquella marea de fuertes sentimientos y ahora se veía algo desbordado.

—¿Me consideras tu amigo?—inquiere Miyagi al ver que el chico mas alto estaba demasiado callado

—¡Claro!—se oyó por fin la voz de Sakuragi

El base se sentó en la cama—pues créeme que no me importa preocuparme por ti, las tornas han cambiado. Tú me animaste con lo mío y yo quiero apoyarte con Rukawa pase lo que pase

—Es que... y si... ya sabes...

—Sois hombres—Ryota sonrió de manera paternal— perdona que me ría, ¿pero a estas alturas te das cuenta de eso?— su expresión se enserio enseguida—Vale, hay que ser práctico, la posibilidades son pequeñas, pero las hay ¿no?—continuo razonando en voz alta— Lo que pasa con Rukawa es no emite señales de ningún tipo ni para una ni para otra acera—miró fijamente a su amigo— Ya has dudado suficiente de tus sentimientos, te he visto hacerlo, ¿y que conseguiste? que se mantuvieran vivos y que crecieran en tu interior. Siempre estuvieron presentes porque nada los hizo desaparecer, ni siquiera los prejuicios, y tus temores de ahora tampoco lo harán. Estas enamorado de él, tu alma fue sincera contigo y no hay nada de malo en eso. Además, el premio es bueno ¿no? Pues arriésgate, si fallas estaré yo para aliviar tus penas que de grandes batacazos sé un rato—terminó diciendo con algo de tristeza impregnada en la voz, pero se recuperó pronto haciendo una observación— Te veo algo mas apagado desde que llegamos ¿donde esta tu buen carácter? ¿Y tu energía? ¿Y tu obstinación?... ¡vamos Genio!

—Gracias— dijo el pelirrojo suavemente y visiblemente emocionado por el reconfortante sermón, no existía nada en el mundo que pudiera equiparse a algo tan preciado como un buen amigo y sus palabras de aliento en el momento adecuado.

—Ni gracias ni nada, vamos deprisa o ese caníbal de Kiyota nos va a dejar sin desayuno. ¿Qué pasa? ¿Y ese escalofrío?

—Nada— respondió Sakuragi

Y esta vez Ryota lo dejo estar

Cuando se reunieron con el resto del equipo en el salón comedor el tema estrella es la escapada nocturna, y para suerte de Sakuragi uno de los asientos libres que quedaban se encontraba al final de la mesa con Rukawa al lado. Miyagi tomó deliberadamente el otro, entre Fukuda y Jin.

Ryota observaba a su pelirrojo amigo por el rabillo del ojo, se le veía algo nervioso  y lo camuflaba engullendo cereales a gran velocidad. A su vera, Rukawa bebía pausadamente un zumo de frutas aparentemente sin prestar atención a Sakuragi.

Miyagi frunció una media sonrisa, porque la inatención de Rukawa hacia Sakuragi era tan tensa como la actividad pantagruélica de Hanamichi. Y eso podía decir mucho o nada, pero podía jurar como espectador de aquella extraña relación desde sus comienzos, que de todos los presentes en aquella mesa rectangular Hanamichi Sakuragi era el único que había captado la atención de Rukawa más allá del baloncesto.

No había querido decir sus hipótesis a Hanamichi, para no infundirle falsas esperanzas. Por una parte, porque intuía que algo había pasado durante el ultimo año que esos dos estuvieron en Shohoku, y por otro porque también se convenció a si mismo de que Ayako y el estaban destinados y se pegó la hostia mas grande de su vida.

—Pues como se le ocurra llevarnos a un bar lleno de gays bigotudos forrados de cuero y con la música de fondo de Village People—oyó amenazar Fukuda cuando se volvió a concentrar en la conversación principal

—¿Tú has visto muchas películas no?— le dijo Sawakita notándose algo de enfado en la voz

—Hablando del rey de Roma—señala Jin

Sendo aparece en la puerta y se ha fijado en el pelirrojo, demasiado obtuso para darse cuenta por la proximidad de Rukawa, a quien no le aparta la vista hasta bien entrado en el lugar

Cuando se sienta están todos sumidos en un extraño silencio lanzándose significativas miradas

—¿Qué pasa?— inquiere desconcertado al sentarse al final de la mesa para disgusto de Hanamichi que siente invadida la extraña atmósfera que tenían el zorro y él.

—Venga come algo deprisa—dice Kiyota salvando a  los demás —que dentro de nada debemos estar en el gimnasio

Allí donde le espera un intensivo entrenamiento donde el entrenador prueba los diferentes esquemas para atacar en el partido contra la universidad de Miami. Hanamichi tienen la oportunidad de estar unos minutos en los ejercicios de calentamiento junto a Rukawa a quien le cambia la cara cuando toca el esférico naranja, y en ese momento Sakuragi comprendió que debía empezar a recupera su amistad con él por aquello que les había unido: el baloncesto.

Con esa motivación en la cabeza Hanamichi da todo de si en el entrenamiento, y el entrenador queda impresionado, y no solo el sino todos los demás, inclusive Rukawa.

Para satisfacción de Sakuragi, Kurumada les pone a probar como dueto y la magia fluye: miradas que se entienden, movimientos que se complementan, pases imposibles que se vuelven realidad.

Definitivamente entre los dos hay química.

Pero como todo lo bueno tiene un fin hay un descanso para comer  y echar una siesta, en la cual casi todos aprovechan para llamar a sus familias.

 Ryota también habla con su familia y su madre le comunica que Mitsui le ha dicho que se ponga en contacto con él, lo que hace que cuando termina la conversación con su madre llame al chico de la cicatriz y se entera de van a televisar su partido amistoso, que han hecho una porra y Mitsui ha apostado por ellos

Sendo se marcha a su habitación, aprovecha que el objeto de su atención está fuera para empezar a leer con inmenso interés el gran informe de Hikoichi

Mientras en otro lado del hotel Hanamichi habla con Yohei

—¿Te gustó el regalo?—es lo primero que le dice el moreno y antes de que su amigo pudiera contestar añade con evidente intención de chinchar —¿lo has estrenado ya?

—No— contesta Sakuragi con sequedad

—No hace falta que te pongas así— ríe Mito y aclara— de todas maneras no quiero detalles

Takamiya le arrebató el auricular a Yohei de improviso

—Hana, ¿estas en Miami no?. Tráeme un autógrafo de Julio Iglesias

—No

—Pues un cd

—No

 —¿y uno de Chayanne?

—¡Que no!

—¡Que malo! a que no te doy mas pósters de Rukawa

—Nadie te lo pidió idiota

Yohei vuelve a hacerse con el teléfono

—Bueno te dejo, que la cuenta sube. He apostado por ti y no lo olvides llama tu madre

—No por supuesto es que he tenido la cabeza en otro lado—se disculpa —un momento... ¿apostado?

—Adiós— se oyó despedirse a todos antes de darle una respuesta

Después de una breve pero fructífera conversación con su madre, el pelirrojo se encamino a su cuarto. Miró el reloj, tenían una hora para dormir hasta que tuvieran que bajar para visionar el vídeo de sus rivales.

— ¿Te preocupan?—dijo Sendo cuando le vio entrar en el cuarto— no lo hagas. Son buenos, pero después de haberte visto en el entrenamiento no creo que tengan posibilidades

— ¿Y el mejor de ellos?

— El capitán Tom... —Sendo corrigió sobre la marcha—Thomas Walker

Sendo miraba el lago artificial suspirando —en estos días sólo me apetece pescar —manifestó aparentemente para cambiar de tema—pero por aquí también hay peces interesantes—miro al pelirrojo sonriendo— la verdad es que las concentraciones me aburren aunque hace mucho que nos os veía, ¿porque no me cuentas algo de tu vida?— pregunta en un tono suspicaz como si se guardara un as en la manga

—Sendo, no me apetece mucho hablar— dice mientras se tumba de costado en la cama, lo cierto es que aquella conversación no le da buenas vibraciones.‹‹Espero que no haya visto mi cuaderno», se alarmó la mente del pelirrojo

Pero el erizo obvió su deseo y formuló una retahíla de preguntas—Venga, ¿no tienes novia, ¿el baloncesto lo ocupa todo? y ¿tu afición a pintar en el baño?

Demasiadas  preguntas y algo certeras que hicieron que el pelirrojo se hiciera el dormido al mas puro estilo de su amor, algo tenia que sacar al haber pensado tanto en él, hasta la hora que tenían que bajar de nuevo.

El tiempo volaba y la hora también, bajaron a la sala de vídeo donde se discutieron temas tácticos y Hanamichi comprobó que en efecto ese Thomas Walker era destacado para ser de raza blanca entre sus compañeros de color, además jugaba en su posición, debía ser cuidadoso con él.

Salieron en grupo comentando el juego que acababan de ver donde Sendo era el centro de atención, pues en el vídeo también salía él, al ser de la última liga universitaria.

—A que hora nos encontramos— dijo Fukuda de tapadillo, a la altura del ascensor cuando se iban a separar todos para ir a sus respectivas habitaciones

—A las 10 en recepción— confirmó Sendo— ¿por qué estas tan enfadado Eiji?

—No se lo has dicho ¿no?—respondió el monje disgustado mientras sus compañeros pegaban las orejas hacia él — la mayoría de edad aquí es a los 21 años ¡no podemos meternos en algo ilegal!

—Relájate que te va a salir un ulcera—  se burla Sendo pasándole el brazo por encima del hombro— no te alteres que tengo mis contactos, además sólo va a ser una noche para celebrar el reencuentro—y añadió algo travieso— si tanto te preocupa, capitán ¿por qué no vienes a vigilarnos?

Sawakita no contestó con palabras, tan sólo bufo dando un firme resoplido y mirando fijamente a Sendo como respuesta a su desafío

Hanamichi al igual que todos se fue a arreglar, cogió las prendas que a su opinión le daban un aspecto más rompedor, y pensó en acicalarse teniendo en mente en todo momento la imagen de Kaede.

No podía calmarse de lo ansioso que estaba.

Mientras se duchaba cantando a pleno pulmón, oyó como la puerta del baño se abría, se quedo rígido en la posición en la que estaba mirando para la alcachofa de la ducha

—Bonito culo Sakuragi

—Erizo hentai—gruño el pelirrojo sin atreverse a volverse para que Sendo no le viera el tatuaje

Akira se defendió—tardas mucho y quería mi colonia

Cuando salió ya vestido fue hacia Sendo con la intención de decirle dos palabras para que no se le ocurriera otra vez meterse en el baño cuando el estaba dentro, claro que él echaría el pestillo

Pero se quedo en el sitio cuando este le silbo y le dijo que estaba muy guapo

De verdad a Sakuragi le importaba sobre todas las cosas agradar al zorro que aceptaba todos los piropos aunque vinieran del mismísimo diablo

—Desde luego esa camisa color vino te sienta como el genio que eres— continuo el pelopincho adulando a Hanamichi

—Eres un cursi— dijo intentando parecer molesto

—Bajamos ya

—Un momento que a también se me olvida echarme colonia

—Yo voy abajo, no sea que se impacienten y Eiji se raje

Al quedarse solo Hanamichi llama a la puerta de Ryota

—Ya salimos

Rukawa salió como si nada mientras se alejaba, dando la espalda a Sakuragi, pasillo abajo con unos vaqueros ceñidos y un polo de algodón blanco.

El pelirrojo le contemplaba descaradamente con la sangre hirviendo, aunque llevara un atuendo sencillo para el pelirrojo estaba de muerte

—Hanamichi te has pasado— dijo Ryota soltando manotazos al aire 

—¿Qué?— el pelirrojo estaba ido

—La colonia que te has echado o que te has bebido, ¡que pestazo!. Nos va a oler el Yakuza a kilómetros y además adonde vas con unos pantalones de cuero en pleno verano, te vas a achicharrar—se fijó mas en su amigo y dijo —ummm, habrá que llamar a la señora de la limpieza.

—¿Para que?—pregunto extrañado Hanamichi

—Para que limpie las babas que estas dejando por todo el corredor, jajajaja

—Vamos— dijo el pelirrojo rechinando por no acabar de digerir las criticas de su amigo

En recepción ya les están esperando todos

—Vamos a la parada de bus— anuncia Sendo en cuanto los ve llegar

—Un momento—anuncia el monje para dejar las cosas claras desde el principio—nada de alcohol y chicas

Pero se queda algo frustrado al no saber si le van a hacer caso porque todos van a lo suyo caminando hacia la parada que se encuentra a la entrada del complejo hotelero

Fukuda se sitúa, a prudencial distancia, detrás del erizo haciendo extraños movimientos con las manos en el aire con la perspectiva en el trasero de Sendo

— ¿Qué haces?—pregunta Sawakita

—Averiguar si es gay... ya sabes si tiene el culo muy abierto—contesto el exjugador de Ryonan tan ufano

— ¡Acabamos de empezar y ya me estas poniendo negro!—clama Eiji dándole un coscorrón

Hanamichi busca a Rukawa con la mirada, instintivamente, para ponerse a la misma altura del camino

—Bueno chicos os voy a llevar a un bar de ambiente—confirma el exjugador del Ryonan cuando están esperando el transporte

—Glup— se oyó por ahí

— ¿Y esas caras? ¿No os gustan los bares de ambiente americanos? Ya sabéis vaqueros, country, cerveza— explico al ver que todos estaban inamovibles

—Claro— sonó como un alivio colectivo

—Bueno aquí viene puntual el nuestro

En el bus, Hanamichi ve que Rukawa se sienta solitario hacia el final y Hanamichi también va para allá pero le tiran del brazo en el pasillo, pierde el equilibrio y acaba sentado con Sendo

—Ahora si que no te me escapas. Cuéntame algo de tu vida

Hanamichi salió del paso centrando toda la conversación en su paso por la liga universitaria japonesa y la ausencia de Morimoto en la selección por una lesión. Por su parte Sendo le contó sus experiencias en la NCAA: que si jugaba en la Conferencia Este al igual que Sakawita mientras Rukawa estaba en el Oeste

Tal como dijo Sendo su parada es un bar que parecía un saloon sacado de una película del oeste y nada mas cruzar la puerta del local Kiyota abrió su bocaza

— Bueno, bueno el dúo dinámico nada de empinar el codo de mas que luego pasa lo que pasa

Este comentario hizo que el mono salvaje y el mono rojo se enzarzaran en una discusión que Sendo solucionó invitando a todos a la primera ronda de cerveza, para disgusto de Sawakita que veía suceder el principio del desastre delante de sus ojos.

Claro que “el dúo dinámico” no tenia que tener especial cuidado en emborracharse, la experiencia ya les dio un aguante al alcohol, además a Ryota no le apetecía estar ebrio, había tenido suficiente y Hanamichi no quiera hacer el ridículo delante de Rukawa. Además, había gente con gusto por la bebida que no eran ellos y que aprovechaban las celebraciones cada vez que salían.

—Tened cuidado Fukuda ya esta borracho— aviso Koshino que al igual que los demás ya conocían a Fukuda con unas copas de mas.

—Joder, otra vez igual, es que no sabe controlar—protestó Jin

— ¡Mierda! este borracho es peor que yo—confirmo Miyagi

—Jajaja, no me digas que sigue haciendo rimas estúpidas—río Akira al recordar sus primeras experiencias etílicas cuando eran adolescentes.

Y es que el temido Fukuda borracho sacaba a la luz su cara mas oculta: la de poeta. Una faceta muy necia todo hay que decirlo, por que entre otras sus rimas eran lo mas tonto que te podías echar a la cara: Kiyota tócame la bellota y lindezas de ese estilo que traían a los demás por la calle de la amargura.

Todos contuvieron la respiración cuando le vieron acercarse al monje

—Sawakita tócame—se quedó en suspenso Kicchuo como cavilando—la barriguita BHAHAHA

Antes de que el monje pudiera estrangularlo apareció una roja silueta amenazadora por detrás y le dio un descomunal cabezazo dejándolo inconsciente con lo que el tema Fukuda no fue a mas.

El bar comenzó a llenarse de gente y un grupo de chicas del lugar se acercan al pelirrojo que tiene idea de la lengua de Shakespeare y lo único que captó fue un “güot yor neim”

Sorprendentemente, quien le saco del apuro fue Rukawa que se acercó e intercambió unas frases con ellas. A Hanamichi le hizo gracia ver lo que había mejorado con el idioma pues cuando tomo la decisión de irse a EEUU y empezó a oír cintas para hablar ingles, hacia daño en los oídos escuchar a Rukawa pronunciando la lengua anglosajona.

—Vaya kitsune, tres años hacen maravillas —le dijo Hanamichi cuando las chicas se fueron,‹‹vaya asco de frase cuando por fin puedo hablar con él››

—Es lo que estudio do´aho—le contestó encarándole— filología inglesa

—Ah si— dijo Hanamichi totalmente interesado y increíblemente animado por tener algo parecido a una conversación con Rukawa—yo estudio...

No pudo añadir más porque el grupo de chicas se había vuelto a acercar, y esta vez el objeto de atención era su zorro.

 Rukawa como de costumbre paso de ellas y fue a la barra separándose del grupo, dejando desesperado a Hanamichi, pero recordando lo de esta mañana y diciéndose que no va a rendiste fácilmente se sentó al lado del zorro

—Has mejorado tu juego Kitsune—lanza el comentario con la ilusión que diera pie a intercambiar más frases con su enamorado

—Tú ya no eres tan torpe—responde Rukawa para alegría del pelirrojo

— ¿ una cerveza? Invito yo

Rukawa se quedó mirando al pelirrojo durante una fracción de segundo, le pareció retroceder en el tiempo y estar en Kanagawa en los años en que fueron amigos.

 Su memoria guardaba una escena con el pelirrojo que se ofreció a invitarle al pasar por un puesto de helados. Aquella tarde cuando le dejó en casa, en la soledad de su cuarto Kaede Rukawa movió los músculos de la cara para ofrecer a la nada una tímida sonrisa motivada por el inesperado sentimiento grato y vivo que le causaba tener una amistad, pero no con alguien cualquiera si no con Hanamichi Sakuragi, la única persona que le hacia sentir algo mas que indiferencia en los mas dentro de él.

Pero ya no era así, había recordado demasiadas veces cuando el pelirrojo le repudió aquel día gris que se entero de su oscuro secreto, por el cual incluso el mismo se rechazaba.

En su cabeza retumbó la única voz familiar de su infancia y adolescencia‹‹No mereces que nadie te quiera. Eres un malnacido maldito. No le importarás a nadie››

Aspiró fuertemente para calmarse. Hacía tres años que dejo todo aquella pesadilla atrás y no quería que volviera al presente para continuar mortificándole.

 Volvió a concentrarse en el pelirrojo que estaba empecinado en hacerse entender con el camarero.

 Tan solo las circunstancias les habían juntado otra vez pero su relación no era rotundamente lo que fue antes.

Sin embargo percibía un anhelo en Sakuragi, podría ser debido a que hubiera madurado por fin y eso en el fondo le daba algo de pena, siempre pensó que su carácter infantil le daba algo de encanto.

‹‹Algo no Kaede, bastante encanto››, pero de inmediato, después de corregirse mentalmente cerró los ojos dolorido,‹‹ no sigas por ahí, le evitas por que no quieres revivir el pasado››

Lo siguiente que registraron sus oídos era la clara y masculina voz de Sakuragi preguntando preocupado si se encontraba bien, por suerte Rukawa no tuvo que contestar, le salvó la campana cuando vino Koshino a anunciarles que habían decidido ir a otro sitio.

El sitio que Sendo había decido llevarles ahora era uno de los conocidos locales latinos de moda ideales para mover el esqueleto, según sus palabras textuales

Durante el trayecto en metro Kiyota se levantó de su asiento bruscamente e inducido por las cinco jarras de cerveza que llevaba encima se agarró con las dos manos de la barra horizontal y empezó a realizar, ante los ojos como platos de los demás, unos intentos de movimientos sugerentes mientras chapurreaba ingles con acento de su pueblo algo entendible como “Aim tu sepsi”

—Nobunaga, ¿te encuentras bien?—se interesa Jin inquieto

—“ferpectamente”— contesta alegra el chico de pelo largo antes de caerse en redondo

—Menos mal que fue él quien dijo lo de no beber—comenta Sakuragi mientras recoge a su compañero del suelo—despierta mono— le dice a un Kiyota inconsciente mientras le sienta en un asiento vacío.

—Esto no puede pasarme a mí—le oye decir todavía algo ebrio Hanamichi, y sin añadir nada mas, continúa como si no fuera consciente de estar acompañado—cada vez que veo a Soichiro después de que se mudara le veo más atractivo

Hanamichi se le queda mirando con la boca abierta mientras Nobunaga comienza a dormitar.

‹‹No se que se te pasara a ti por la cabeza pero yo con lo mío tengo bastante››, piensa Sakuragi, tal vez cuando al mono salvaje se le pase la borrachera podría tener una interesante conversación con él.

Finalmente dejando atrás borrachos, rimas y shows improvisados, llegaron a la discoteca que tal como había predicho Sendo estaba muy concurrida. Si Takamiya estuviera allí hubiera dicho que era el paraíso en tierra.

A reventar de gente y con el ritmo de la música latina altísimo, tanto que vibraba el suelo, enseguida se desperdigaron todos, perdidos entre la multitud que abarrotaba el local.

Sakuragi maldijo a todo lo que encontró por su camino al no ser capaz de encontrar a Rukawa, si al menos viera a alguno de sus compañeros... ¿dónde se habría metido Ryota?

El base estaba mirando alejarse a aquella chica que se le había acercado con claras intenciones, pero le parecía que era demasiado pronto para olvidar a Ayako.

Sus sentimientos están demasiado encallados en su corazón y se resistían a ser arrastrados por una marea de resentimientos o rencor.

Demasiado tiempo llevándola muy dentro, demasiadas noches soñando con ella, tal vez ya lo soñaba cuando apenas era un embrión en la tripa de su madre, ¡ah su pobre madre!.

Sentía tanto ser parco en palabras y cerrarse en banda cuando en la llamada de la tarde sacó el tema de su rechazo amoroso. Pero aunque su progenitora se muriera de impotencia por no poder ni siquiera aliviar su pena, no quería mentar a la chica que le había roto el corazón, eso significaba sacar su imagen del doloroso letargo que esta pasando.

Quizá era demasiado idealista para los tiempos que corren

Nota como unos nudillos le golpean la cabeza igual que se hace cuando se llama a una puerta. Cuando se da la vuelta ve a Hanamichi

Sakuragi se asusto al ver la cara que tenia Ryota, llevaban demasiado tiempo siendo amigos, contándose secretos y consolándose las penas para saber todo lo que pasaba por la cabeza del base.

—Lo siento

Ryota lo miro interrogante acercándose más a él para poder captar mejor sus palabras

—Acabo de dame cuenta de lo egoísta y mal amigo que soy. Tú te preocupas por lo que siento por Rukawa pero yo no te he vuelto a preguntar por...

—No te preocupes prefiero que vaya por dentro— le cortó enternecido Miyagi— y es normal que solo tengas ojos para Rukawa, bueno no, lo tuyo es grave, le ves ya has perdido el rumbo. Aunque no te lo creas me haces muchas gracia, has perdido la cabeza de tal manera...

—Ey, ese no es Sendo—le dice Hanamichi al ver la figura de su compañero de habitación junto a un chico rubio bien parecido e igual de alto

—Pues si, pero no parece estar en una buena situación—observa Miyagi al distinguir los rudos modales y el rostro de Sendo encrespado

—El rubiales me suena

Akira Sendo parecía tener una acalorada conversación con alguien, Sakuragi enfocando mas la vista vio que era ese tal Walker, el capitán del equipo de la universidad de Miami y compañero del erizo. Ver a Sendo comportarse de tal manera le pico la curiosidad

—Walker déjame en paz

—Akira

—Sendo— corrigió el moreno— como te lo tengo que decir

—Sendo—le respondió presuntuoso y añadió— antes no tenia que hacer nada para que te arrodillaras a mis pies

—Te lo he dicho mil veces, ¡que no entiendes! ya no quiero sexo contigo o mejor dicho no quiero dejarme follar por ti—le contestó exasperado

— Vamos, ¿estas jugando? Se lo que eso te gusta

—¿Qué pasa?— apareció Sakuragi

—Nada— le contesto Sendo en japonés—Walker ya se iba—continuo en ingles

—Tu nuevo amigo sabe como te gusta chuparla—dijo el rubio despectivo mirando mal a Sakuragi

—Es mi compañero de la selección—explicó Akira con voz cansada—déjale en paz

—¿Qué ha dicho?— pregunto el pelirrojo

— Que vamos a perder el partido—le mintió Akira adrede

Pero Sakuragi no se lo creía ¿Sendo a punto de llorar? ¿Qué era lo que realmente sucedía alli?

—Hola Walker—saluda Sawakita apareciendo de improviso

—Pero si es el otro amarillo—le saluda con su chulería habitual

Eiji aprieta los puños conteniéndose de lo mucho que le gustaría golpear a ese indeseable sujeto. No le aguanta desde que les ganaron el primer partido de la liga y el se pavoneaba como un gallito delante de su equipo, encima cuando gran parte del mérito había sido de Sendo

—Por cierto vuestro equipo no será el “drink team”—se burló Walker con sorna mirando fijamente al otro lado del local, lo que hizo que Sendo y Sakuragi miraran hacia donde él dirigía la vista.

Y es que en una de las tarimas estaba el miembro más inadvertido de la expedición japonesa: Taku Ito bailando como todo un latín lover mejor dicho como un japan lover y en el grupo de abajo se encontraban todos los demás jaleándole.

Pero el monje no aguanto más y le dio un derechazo en el mentón, dejando anonadados a sus dos compañeros que no podían creer que el comedido Sakawita hubiera perdido sus modales.

Y comprendiendo que eso era una declaración de guerra, Sendo y Sakuragi tomaron a Sawakita del brazo y se lo llevaron de allí echando ascuas.

—¿Qué se te ha pasado por la cabeza?—le pregunta Sendo cuando se resguardan en el baño de hombres—¿estas borracho?

—No, es que no soporto sus aires de creído

—Te has hecho daño en los nudillos—dije el puercoespin tomándole la mano—Sakuragi, creo que será mejor que reúnas a los demás y nos marchemos ya

Hanamichi también esta de acuerdo en que es lo mejor y nada mas salir del aseo divisa a Rukawa, pero... ¿no le engañaba su ilusión?, ¿le estaba mirando a el? Y si así era... ¿a que se debía esa mirada tan firme que le estaba dedicando?, parecía que no hubiera nadie mas en el local.

El pelirrojo se empieza a aproximar a él. Inesperadamente Rukawa le da la espalda, no sin antes retarle a que le siga, clavándole los ojos y desaparece por la puerta que da a un pequeño callejón. Apenas minutos después se encuentran allí los dos, por fin a solas.

Incluso desde afuera se pueden percibir los rítmicos acordes de la música, y es una pena que el pelirrojo tampoco supiera español porque si escuchara la rota voz de Marc Anthony suplicando por decir palabras que se guardaban muy dentro y nunca expresadas en voz alta, tal vez le podría venir a la cabeza asociar la canción a la presente situación.

Y es que era un sonido de amor que podía cambiarlo todo.

Pero lo que piensa ahora es que cree que si abre la boca se le va salir el corazón del pecho, ¿qué decir? No quería asustarle y tampoco quería equivocarse, ¿te quiero?, te amo?... ¿acaso un me gustas sonaba menos intimidante?

Armándose de valor y calmando sus alborotadas palpitaciones decide empezar por el principio

 —Tengo que decirte algo

Rukawa le miro, escrutándole como si le acabara de conocer, parecía diferente, con más color en el rostro y como si hubiera recibido alguna información que lo hubiera descolocado y ahora quisiera gritarlo a los cuatro vientos.

—Estoy enamorado de ti—concluye por fin el pelirrojo rogando porque fuera la opción adecuada

Kaede se le acercó. Sus pupilas mostraba un brillo apacible lleno anhelos, quedando muy próximo a su cuerpo, le abrazó apoyando su morena y despeinada cabeza en su hombro sosegadamente. Sakuragi no cabía en si de felicidad porque eso quería decir que le correspondía.

Le aferró tomándolo de la cintura para ceñirlo mas a su cuerpo, queriendo hacer el momento eterno y respirando embriagado el suave olor marino que emanaba el zorro, pero también, para su completa desilusión, se percató que Rukawa se había quedado dormido por el sopor etílico que llevaba encima.

Y a pesar del jarro de agua fría, el tenerle de esa manera entre sus brazos como soñó desde hace tanto le hacia sentir en le mismo cielo.

Deseaba desesperadamente besarle pero la confusa mirada que le dedico el día anterior vino a su cabeza y le hizo desistir

Sin embargo, aunque disgustado, no sabiendo si reír o llorar, aprovecho para acariciar sus arreboladas mejillas con sus labios, peinar su sedoso pelo con sus dedos y conservar su reconfortante calor contra de su cuerpo.

—Aquí estas—le interrumpe Ryota—es difícil perder tu pelo de vista.

Miyagi se acerca y comprueba que Rukawa esta profundamente dormido

—Siento interrumpir, pero los taxis han llegado ya

— ¿Cómo están los demás?

—Fukuda dormitando, Kiyota tres cuartos de lo mismo, a Jin y a Koshino se les ha pasado la tontería después de ir al baño y descargar, a Ito hemos tenido que meterle la cabeza debajo del grifo para que no quiera hacer mas stripteases, Sawakita tiene un mosqueo impresionante. ¡Ah! y lo mejor es que Sendo esta preocupado. En definitiva hace una bonita noche—termino ironizando, mientras iba hacia los coches con Sakuragi llevando a Rukawa en sus fuertes brazos.

Minutos mas tarde, sin más incidentes, los taxis les transportan hasta el hotel y en la recepción se despiden todos hasta el día siguiente, pero antes de separarse habla alguien inesperado

—Yo quiero que Ryota me cante una nana que si no me duermo—Dije Fukuda tambaleándose

El silencio imperaba junto a las caras de incomprensión, menos Koshino que no hacia mas que repetir “lo sabia, lo sabia”

—Pero que dices tontolabas, yo no voy a cantar nada, que te lo cante otro

—Es que te pareces a mi mama—explico Fukuda con un puchero

—¡La madre que lo parió!—soltó mecánicamente Sawakita

Esta vez las caras de todos si que eran un poema y para rematarlo hablo Koshino

—Por lo menos no te ha comparado con tu abuela

—Venga vale, pero todos a la cama ya ¡que estoy harto!—protesta Miyagi

—vamos al cuarto Sakuragi— dice Sendo al pelirrojo

—No, yo voy a acostar a Rukawa— contesta firme mientras Rukawa continua dormido apaciblemente acurrucado contra su pecho

Hanamichi, que no ha soltado al zorro por nada del mundo, le porta hasta su habitación.

Le tumba delicadamente en la cama de Ryota mientras aprovecha para abrir las sabanas ¡Un momento! No puede dormir vestido

 Hanamichi se ruboriza por los libidinosos pensamientos que le acaban de asaltar, pero sin ir mas lejos sabe que no es tiempo ni lugar

Así que completamente ruborizado y tembloroso, va despojando a Rukawa de su ropa para que pueda dormir mejor y siendo participe, maravillado, de descubrir su fibroso y hermoso cuerpo dejándolo en la sencilla ropa interior que llevaba.

Hanamichi suspira de frustración.

Vuelve a cargar al zorro y le mete en la cama con suavidad, le da un casto y tierno beso en la frente apartando el largo flequillo y le desea buenas noches pero antes  de marcharse nota que una de las esquinas de su camisa se ha enganchado.

Pero no es así

 Rukawa, con el rostro encrespado, parece tener una pesadilla, su puño se ha cerrado alrededor de la ropa del pelirrojo y sus contraídos labios se abren hablando en sueños para soltar un sutil susurro

—No me abandones

Tres palabras que son un mundo, tres palabras que hacen doblarse al pelirrojo que enlaza su mano delicadamente mientras le habla quedo al oído para que sus palabras no se puedan escapar

—No quiero dejarte, tampoco creo que pudiera. Tendrías que obligarme para eso. Te quiero Rukawa

Pero hay un espectador inesperado que ha visto la emotiva escena por la puerta entornada: Sendo, que siente como la desconsolación le embarga al ver confirmarse su temor al ver al pelirrojo ser tan solícito con Rukawa.

Él tan solo buscaba a alguien que lo mirara de esa manera, con los ojos colmados de amor y ternura. Alguien que le hiciera sentir importante, alguien con quien tener la sensación de que cada vez que le ves es reencontrar el hogar del que te fuiste hace tiempo

Y anhelaba que esa persona fuera el pelirrojo, no tenía la certeza de saber porque pensaba en Hanamichi, pero era seguro que tenia que ver con lo que acababa de presenciar.

Ryota Miyagi va lanzando improperios mentales con Kicchou Fukuda y las canciones de cuna, cuando entra a su cuarto y ve la dulce imagen que se le presenta enfrente, no puede más que permitir que una sonrisa le adorne la cara.

Ver a su amigo dormitar sentado en una silla al lado de la cama de Rukawa con la mitad de su cuerpo depositado a la altura de las piernas del zorro, mientras están cogidos de la mano, los dos con una cara de paz indescriptible.

No era una escena que se pudiera ver todos los días y le tranquilizaba ser cómplice de ella.

Sin más coge una fina manta y se la pasa a Sakuragi por los hombros.

Se mete en la cama y apaga la luz mientras les observa enternecido por última vez

‹‹Definitivamente mañana será otro día››