Scratch. Cuando los están peinando y todos corren buscando los vestuarios y a la tipa de las luces, que siempre se pierde, en ese momento en que todo el mundo gira a mil por minuto y ellos dos solo pueden estar sentados, viendo a todos desesperarse por el espectáculo que darán... Maya lo hace. Saca una paleta de su empaque y se la come, durando con ella todo lo que un caramelo puede aguantar en saliva sin desintegrarse. Pero como los preparativos y las paletas son muchas, las ganas son más... hay scratch otra vez, el sonido de otro empaque... y luego de otro, y más tarde de otro y otro también, hay tantos "otros" como para desesperar a Aiji, pero solo a él.
De vuelta en el transporte, ya sea que Maya se aburre, que están muy cansados como para hablar o simplemente que le da antojo... scratch. ¿Cesan entonces los ataques de inofensiva contaminación auditiva? Pues Maya, para ponerla fácil, rompió record una vez al comerse tres paletas, TRES, en lo que encontraba las llaves del apartamento. Cabe mencionar que estaba oscuro y que, como había más paletas que llaves en su bolsa pues era fácil ceder, pero eso si que... que acabó con la paciencia del guitarrista.
Aiji no se molestaría por la extraña adicción de Maya si fuera algo menos molesto, como el alcohólico que llega dando tumbos a casa, el fumador que deja oliendo todo a humo o el chocoholico que interrumpiría un día de trabajo por un dulce más (claro, la definición de "molesto" de Aiji está algo retorcida). Nop, nada de eso molestaría tanto como el leve sonido que hace el plástico de un empaque de paleta al ser retirado, hecho bolita y luego tirado al bote más cercano... porque ese ruido como que llega directo a las fibras encefálicas, alterándolas y poniendo de mal humor a Aiji casi que sin excepción. Vamos, que tal vez sea algo raro, pero se entiende su molestia, ¿o no? Estén felices, relajados, apurados o estresados Maya hace al plástico decir scratch y, para cuando Aiji voltea, él ya trae la paleta en la boca, como diciéndole "mira, no importa lo que pase, yo estoy más que puesto".
Eso es lo que Maya siempre hace y lo que Aiji siempre siente, pero un día azaroso sucedió un poquito diferente: Aiji oyó un empaque de plástico abrirse y sintió que el calor se le subía por el cuerpo... cerró los ojos y frunció el ceño; o viceversa, da lo mismo, y...
►►► PINKY SIDE
...poco a poco, sintió que sucedería. La sangre se acumuló y su miembro se puso duro y se paró. Scratch, se oyó cuando Maya tiró al pisó la envoltura, pero a nadie le importó y enseguida sus manos le rozaron al ponerle el condón, estimulándolo con cada pequeño movimiento... el guitarrista estaba emocionado de saber que pronto... justo ya, tendría la mano derecha del vocalista, completa, sobre su pene, sujetándolo fuerte y jalándolo lentamente, luego rápido... Aiji no lo soportaba más, quería verlo a los ojos y decirle que lo amaba, darle permiso de que lo hiciera sentir todo el placer que pudiera - y solo con sus manos, para enloquecerlo primero, para emocionarlo y prepararlo para lo mejor... pero cuando volteó, Maya ya tenía el pene de Aiji en la boca.
- Le... - no era como si no pudiera hablar, Aiji ya sabía de esas cosas, pero la carita de Maya tan entretenido le hacía pensárselo dos veces antes de distraerlo - Maya, le quitaste la emoción...
- Midah - le contestó sin voltear a verlo. Lamió toda su longitud para sacárselo de la boca y poder decirle claramente - al carajo con el romanticismo. Yo estoy más que hambriento.
►►► YELLOW SIDE
...tomó aire para gritar:
- ¡Maya ya deja eso!
Se hizo el silencio, de esos sepulcrales que te permiten leer los pensamientos. Maya se quedó quieto como imagen en pausa, con la paleta a medio centímetro de su boca. Aiji, todavía con cara de enojado, se le quedó viendo... pero se empezó a sentir avergonzado. Vió a Maya, haciendo absolutamente nada de malo e incrédulo, porque nadie pensaría que su compañero puede estallar de coraje... solo porque tú estás comiendo un dulce, ¿no?
No había sido muy amable, pero no le quería explicar nada, otras imágenes bombardearon su mente y... le quitó los ojos de encima. "Anda Maya, sigue en lo que estabas" dicían sus pensamientos, pero ni el silencio mejor guardado saca a la luz lo que uno no dice. Osea que no dijo nada, se quedó como un tonto tratando de evitar imaginarse lo que se estaba imaginando. Pero Maya notó que SÍ podía transmitir los pensamientos, incluso los subconcientes.
El vocalista se acercó a Aiji, sin probar nada de paleta y se la pone en frente, obligándolo casi a hacer viscos.
- Ten - le dice Maya muy serio.
- No... - Aiji temía haber hecho enojar a su amigo.
- No, deveras. Ten - dijo mientras le tomaba la mano para ponerle en ella la paleta. - es para tu amigo.
Maya se dió la media vuelta y se fue sin voltear, aunque tenía ganas de. Aiji entonces se puso rojo rojísimo porque se dió cuenta de a que se refería Maya... volteó para abajo y ahí estaba.
Provocado por la fantasía que fallidamente trató de reprimir, esa de Maya con algo más que una paleta en su boca.
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Eso que haces siempre... no te puedes esperar a meterte-la (paleta) en la boca. Claro, a menos de que se trate de hacerme pasar un mal rato.