Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

...Guren... por Kiharu

[Reviews - 142]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola :3!


Apetición de mOny-san aqui esta el capitulo nueve, se que no tarde nada en actualizar, pero bueno, es lógico ya que estoy de fin de semana sin tarea... xD jaja bueno, no se cuando vuelva a  actualizar =w=!


etto... sobre el otro fic opatare por estrenarlo un capitulo antes de que termine este, y como me pidieron adelantaciones les diré el nombre... "Ruki Saeki" asi se llama y es una parodia XD!


wenoo lean!

 

Fue muy amable. Regreso un poco de luz a mí. Siempre tan dulce.

Abrí ligeramente mis ojos, la luz resplandecía hacia mí y me encandilaba. Los volví a cerrar.

-¿Shima? ¿Despertaste? ¿Shima?- El…

Volví a abrir un poco mis ojos, esta vez me acostumbre más a la luz.

-¡Shima! ¡Despertaste!- me gritó. Se escuchaba emocionado.

No respondí, no quería. Me sentía mal. Me sentía sucio. ¿Dónde estaba?

-¿Shima?- Yuu se acercó a mí. -¿Estás bien?

Seguí sin responderle.

-Espérame aquí voy por los demás.

-Yuu- susurre y él se detuvo enfrente de la puerta. Se quedo allí un momento y luego se dispuso a voltearse, pero no lo deje-no me mires- le suplique.

-¿Por qué? Te eh mirado todo lo que llevamos aquí…

-¿Cu-cuanto tiempo tengo aquí?

-…-tardó en contestarme, pero antes de que lo hiciera, fue y se sentó en el filo de la cama. Mis ojos seguían un poco segados por la luz. Aun estaban entrecerrados-Una semana.

¿Tanto tiempo llevaba aquí? ¿Llevaba tiempo en donde? Un hospital seguramente, eso quería pensar yo. Abrí más mis ojos y si, efectivamente todo era blanco, supongo que es un hospital, claro, que más podría ser. Pero porque había pasado tanto tiempo aquí. ¿Qué había pasado después de que me vendaron los ojos? ¿Por qué una semana? ¿Por qué Yuu está aquí? ¿Mis padres lo supieron? Yuu me miro, desvié mi mirada, ahora debo causarle asco, y mi estado físico debe ser horrible.

-Te explicare…- me sorprendió, quizá se dio cuenta de que quería saberlo- Tora y Shou fueron arrestados – que alivio, eso me tranquilizo un poco – te trajimos aquí, y ya estabas completamente inconsciente, te trataron y dijeron que tu desmayo se debió por el tipo de droga, la habían usado en exceso, estabas todo excitado, así que los médicos supieron inmediatamente que darte, pero una psicóloga explico que quizá tardarías en despertar por todo tu cansancio y por todos tus traumas, dijo que era como si tú mismo te encerraras y seria hasta que tu quisieras salir. Les dijimos a tus padres que irías un tiempo de vacaciones con nosotros y les dimos nuestros teléfonos por si desean buscarte. Y ahora aquí estas.- sonrió.

¿Me había encerrado? Sí, supongo que lo había hecho. Recuerdo haber estado soñando, pero no recuerdo ninguno de mis sueños. Eso me frustra. Mire a Yuu y noté como me veía con preocupación.

-Voy por los demás, por favor Uru quédate aquí- salió rápidamente de la habitación y me quede solo.

Comencé a mirar la habitación. Blanco por todas partes, yo mismo vestía una pijama blanca y mis sabanas eran blancas, mire mis manos  y tenía una aguja enterrada en mi mano izquierda, era el suero, no dolía solo se sentía incomodo. Había unos cuantos closets a mi lado derecho, supongo que ahí estaba ropa.

Me preocupaba no tener un espejo, pero a la vez me hacía sentir en paz no tener ninguno quizá me veía horrible, pero en cierta forma, para que quisiera lucir bien, si para la única persona que deseaba sentir bien me había hecho quedar así. Me alegro eternamente de que Yuu me haya salvado, no quería más de lo que me sucedía, era horrible, no quería volver a vivirlo. Soy un asco. ¿Por quién se supone que iba Aoi? Por mis padres no lo creo, y mis compañeros de banda ahora deben estar odiándome, y pensando que soy horrible por lo que me obligaron a hacer…

Oí como el pestillo de la puerta se giraba, luego se entre abrió la puerta.

Sentí miedo, me horroricé.

Ese acto me recordó a cuando cada noche de la semana alguien se inmiscuía a mi habitación roja y me violaba, recordé cada acto, sus palabras que hacían que sintiera más miedo, sus manos tocar todo mi cuerpo, la forma de poseerme, todo lo recordaba a la perfección y ahora comenzaba a odiarme por tener esos recuerdos – para nada gratos – tan claros en mi memoria, sería aún más sencillo esto, si hubiese perdido la memoria, pero para mi mala suerte, eso no fue así.

Quise pararme y correr, quise huir del lugar como había intentado en la casa de citas, pero mi cuerpo se sentía pesado, y al parecer estaba dañado, me dolía, un dolor que apenas comenzaba a notar, sentí como mi cuerpo punzaba a cada movimiento que hacía. No me podía ir.

Me estremecí cuando la puerta termino de abrirse, comencé a temblar.

-Tranquilo Uru-pon, sólo somos nosotros…-

-Shima tranquilo…- me dijo Aoi, yendo a un lado mío, se notaba desvelado. ¿Acaso era por mí?

Y entonces los miré a todos y no solo a Yuu. Todos se notaban cansados, pero estaban realmente sonrientes. Animados pero muy agotados, yo diría que… ¿Aliviados? ¿Puede ser eso posible o simplemente esto es algo más de mis prontas desilusiones? Ellos debían de sentir repulsión hacia una persona como yo, yo ya no valía nada, ni valdría nada para otra persona, sabiendo mí pasado ya nadie querría amarme, y simplemente se alejaría de mí, y también para mí será realmente difícil volver a enamorarme, o quizá no, pero no sería correspondido.

Los miré con más calma.

-¿Cómo está?- me pregunto una señorita de blanco que había entrado después de ellos. Suponía yo que era la enfermera.

-Bien…- respondí vagamente, yo no estaba para nada bien, pero no quería que nadie supiera sobre mi debilidad, no quería que me tuvieran lastima no quería simplemente que se preocuparan por alguien como yo, alguien que ya no vale la pena.

-Bueno, Sr. Kouyou, en cuanto usted desee irse será libre de hacerlo, solo esperábamos que despertara, su cuerpo no está muy herido ya, así que solo descanse por un buen tiempo, y si quiere una psicóloga aquí le podemos contratar una, que tenga un feliz día, - esa mujer hablaba mucho- recupérese pronto. - Salió de la habitación, solo la miramos.

-Bien Uruha- comenzó Akira- te puedes cambiar ya, pero te irás a vivir con uno de nosotros…

Lo miré.

-Si- continuó Kai- Vamos a vigilarte hasta que ya estés completamente bien.

-Así que con quien quieras irte, estará bien.-concluyó mi vocal.

No tenía opción, tenía que elegir, ellos al parecer ya habían tomado la decisión por ellos mismos. No podía escoger a Kai, el ya tenía suficiente problemas como para que yo me fuera a su departamento a joderle más su vida, no quería ser una carga. Con Ruki, bueno el estaba viviendo con Reita, así que sería un estorbo para esa dulce y hermosa parejita…

La única opción más lógica era Aoi. El no vivía con nadie, ni dirigía una banda como Kai. Quizá a él no le cause muchos problemas.

-¿Y bien?-pregunto Ruki.

No quería contestarles, prefería irme a mi casa antes de ir a la de ellos para que me cuidasen, yo no lo veía necesario, no querían que perdieran su tiempo en alguien como yo, definitivamente tendrían algo mejor que hacer, que cuidar de su amigo que era una vil prostituta.

-¿Quieres quedarte conmigo?-me preguntó Kai.

Negué con mi cabeza.

-¿Conmigo?-preguntó Aoi.

Moví mi cabeza en sentido de afirmación y luego giré mi cabeza y mi cuerpo para que ellos ya no me pudieran ver más, sentía vergüenza.

-Muy bien Shima a mi casa será- dijo animadamente Aoi.

-Me parece bien- dijo Ruki.

-Cuida de él- dijo Reita.

-Todo lo dejamos en tus manos Yuu.-

-No se preocupen chicos, yo cuidaré muy bien de él, ¿podrían llevar sus cosas a mí departamento?- supongo que ya tenían llaves, y bueno las mías estaban afuera en mí tapete de la puerta de enfrente, seguramente llevarían la ropa que aún estaba en mí casa y no en a de Tora, para mi estaba más que claro que jamás volvería  a usar esa ropa.

-Claro- afirmaron todos.

-Shima recupérate pronto- me dijeron todos y salieron, seguramente por mis cosas.

Le daba la espalda a Yuu. No quería que nadie me pudiera mirar nunca más. Deseaba morir.

-Uru… ¿Te cambias para irnos?

Asentí levemente.

Me moví con lentitud. Me senté forzadamente en la cama, me seguía sintiendo muy pasado, apenas podía con mi propio cuerpo. Noté como mi pecho tenía vendas, al igual que mis brazos las tenían, se podría decir que mi cuerpo estaba vendado un 60% sólo donde estaban los cortes, los golpes no tenían venda.

Me quedé un rato ahí de espaldas a Yuu, en el filo de la cama, no sabía qué hacer. Miré mi mano y sin cuidado me saque la aguja. Me dolió pero no me queje.

-Uru… con más cuidado.- me señalo Aoi.

No quise responderle. ¿Para qué lo hacía?

Me levante de la cama, mis piernas no me reaccionaron, en cuanto mis pies tocaron el piso mis piernas se doblaron y caí. Me sentía impotente, ¿!acaso ya ni me podía cambiar!? ¿!Tan inútil me había vuelto!? ¡SOLO SERÍA UNA CARGA! ¡¿Por qué NO PUEDO MORIR EN VEZ DE SOLO ESTAR ESTORBANDO?!

Fue cuando me di cuenta de que Aoi estaba corriendo a mí lado, se incoó a un lado de mí y me sujeto por los hombros, yo mantuve mi mirada fija en el piso.

-Shima… Shima por favor no llores…- me dijo.

Fue ahí donde caí en la cuenta de que mis mejillas estaban llenas de mis lagrimas, inconscientemente había comenzado a llorar. Yuu limpio mis lagrimas con la yema de su dedo pulgar, se sentía cálido el contacto de su mano con mí cara.

-Lo siento…-le susurré.

-No te disculpes… solo por favor no llores-

Pasó sus manos por debajo de mis piernas y por mi cuello y me levanto, luego me volvió a sentar sobre la cama. Abrió el casillero y ahí me encontré con un camisón muy largo y azul  turquesa, mi color favorito. Lo sacó. Fácil eso me quedaba hasta las rodillas o un poco antes.

-¿Te gusta?

Me límite  ver el blusón.

-¿Me permites?

Me regalo una de sus magnificas sonrisas, y levante mis brazos, dejaría que él me cambiara, de cualquier forma no era la primera vez que me veía desnudo, además que importaba ya, muchas personas me había visto así, daba lo mismo.

Me saco el camisón que traía que seguramente era parte del paquete del hospital. Para mi sorpresa traía ropa interior, después de todo no me vería desnudo, al menos no completamente.

Puso esa  ropa a un lado y me colocó el camisón azul, era realmente bonito. Yuu me ayudó incluso a acomodarme el cuello y las mangas.

Volvió al casillero y regreso con unas botas largas, me puso las botas como si yo fuese una princesa. Aoi estaba siendo realmente amable conmigo, como lo fue Tora al principio, ¿eso quería decir que Aoi solo quería algo de mí? ¿Eso era cierto? ¿Aoi era así? Quería convencerme de que todo lo que estaba pensando en realidad era mentira, pero no podía, yo mismo creí y defendía Tora de no ser malo,  el mismo Aoi me lo había dicho, pero aún así yo había confiando en él, ¿otra vez confiaría en alguien?

Supongo que si es Aoi está bien, él siempre me ah defendido y apoyado….

Mi mirada estaba perdida en un punto fijo en el casillero. Sentía como Aoi terminaba de abrochar mi camisón, y las botas, también me puso su negra chamarra e inmediatamente pude oler el aroma de Aoi, él nunca había sido de usar perfumes, y estaba agradeciendo eso ahora, me gustaba su olor normal, y la chaqueta aún mantenía de su calor temporal.

Me volvió a cargar y esta vez me llevó a una silla de ruedas. Me senté ahí y me sentí aún más impotente. Miré a Yuu.

-¿Prefieres esto o que te cargue? Porque ni  muerto te dejo salir de aquí caminando por sí solo.

Ya no dije nada.

Se limito a sonreír y a abrir la puerta para luego empujar la silla de ruedas y sacarme de ese lugar  blanco. Me sentía inútil. Solo iba mirando mis piernas.

Fuimos a la recepción y Aoi pidió lo que serían mis medicamentos por un largo rato, se me venía todo el proceso de limpieza para la sangre por tanta droga que ya tenía en ella, tenía suerte de no ser adicto, o al menos eso dijo el señor que nos entrego el medicamento.

-Gracias- dijo Aoi recibiendo una bolsa roja con barias cajitas con medicamento.-Vamos Uru.

Empujo nuevamente la silla, me sentía una carga para él. Pero no quería hablar. Ya no tenía deseos de nada.

-Sabes Shima… hace una semana todos nos impactamos por lo que vimos…- ah así que habían estado todos ahí, todos en mi violación- Uru… ¿Por qué no nos contaste nada?

Porque no quería dañarlos ni que me tuvieran asco Yuu, por eso.

No podía proferir ninguna respuesta, mi cuerpo no asimilaba que quería hablar, mi mente no me quería dejar hablar. Llegamos a la puerta principal del hospital.

-Shima, te tengo que cargar, así que vamos.

No me moví. Así que Yuu se vio obligado a cargarme como una princesa. Y yo tampoco le recriminé nada. Solo me seguía preguntando porque Yuu era tan amable conmigo… quizá lo habían obligado, también era probable que todos me tuvieran lastima y por eso me ayudaran, todo era posible, pero no me podía creer que se preocuparan tanto por una persona como yo.

Llegamos a su auto y como pudo me abrió la puerta del copiloto, me metió a su auto y deje junto a mi mis medicamentos, cerró la puerta y deje descansar mi cabeza sobre el cristal de la ventana, estaba frio.

El subió al espacio  del conductor y encendió el auto, pronto lo puso en marcha.

Me parecía una eternidad desde que no me fijaba en todas las cosas que había en mi alrededor, el color verde de los arboles, el frio de los cristales, lo cálido que Yuu puede llegar a ser, el color del pavimento, la vida, la vida de todo lo que me rodeaba, todo lo que estuve ignorando dos meses por sentirme tan… encerrado, en esos dos meses odie todo, no disfrute nada, como pensé antes, morí esos dos meses.

Pero esta era mi oportunidad de renacer… ¿Por qué no? Podía intentar las cosas de nuevo, ciertamente ya no sería lo mismo, pero podría al menos volver a gozar de todo lo que me perdí este tiempo… esperaba que mis amigos en realidad si me quisieran, y me volvieran a aceptar como lo hacían antes, como era al principio. Podría volver a empezar.

-Todos se alegraron mucho cuando les dije que habías despertado, espero que no nos vuelvas a ocultar nada, nos tenías muy preocupados…- dijo Yuu mirándome y sonriéndome.

No me gire para verlo, seguía con mi mirada perdida por el cristal del auto. ¿Enserio se preocupan por mi? ¿O es una mentira de nuevo para que me haga ilusiones y luego me las vuelvan a quitar? Quería realmente confiar en que esta vez era verdadero todo lo que decían mis amigos, pero por alguna razón me parecía imposible creer. Yo pensaba que ellos me mentían como lo había hecho Tora, ya no quería ni podía confiar en alguien tan pronto, me sentía inseguro ante sus palabras.

-Sigo preguntándome porque no nos decías nada… me pregunto si fue por cómo de amenazaron Tora y Shou- me tense al oír sus palabras, el estaba en lo cierto. Me miro fijamente, nos habíamos detenido en un semáforo.- Así que era eso… bueno Uru ya no te preocupes por nada más, ellos ya no pueden volver a tocarte, yo siempre te protegeré. Además ya has aceptado vivir en mi casa, así que estaré vigilándote todo el día.

Sus palabras me sorprendieron.

Era cierto, había aceptado, viviría con él. Me daba miedo vivir con él. No quería pasar otra vez por algo parecido, rogaba con todo mí ser, no volver a caer en lo mismo. Y por alguna razón no podía pensar y convencerme totalmente de “Es Yuu, todo irá bien” Ya desconfiaba de todo. Pero aún así, intentaría volver a confiar.

Llegamos a un edifico, el edificio de la casa de Yuu. Entro al estacionamiento y dejo ahí el auto en el que viajamos, salió rápidamente de su lugar y fue hacia el mío, me saco cargado nuevamente, y también a mis medicinas.

Subimos por la recepción, Aoi solo saludo al portero y subimos por el elevador. Aoi llevaba la mirada fija en mí, cómo si yo fuera de cristal, y algún movimiento brusco me podría romper.  Yo mantuve mis ojos en otra dirección que no  fuera su cara, no quería ver su expresión.

Llegamos a su casa y la abrió.

Me encontré con esa maravillosa casa que solía visitar, esta con todas las luces prendidas y con algunas de mis cosas esparcidas por ahí, todo tenía un orden.

Era como si la casa Shiroyama estuviese preparada para mi llegada, y hubiera resplandecido para mí, me sorprendió mi pensamiento positivo, pero el llegar a una casa así de reconfortante… era muy agradable.

-¿Te gusta?-me pregunto.

Giré mi cabeza para encontrarme con Yuu sonriéndome, me agrado ese panorama. Asentí y el sonrió aún más, como si mi reacción lo hubiera hecho feliz.

-Supongo que los chicos lo hicieron. Oh valla, ya son las seis de la tarde.- dijo mirando su reloj.

Me limite a mirarlo.

Me llevo a su cama, a su habitación roja, a su cama redonda, me parecía que había pasado años desde que no reposaba mi cuerpo sobre ella. Me recostó ahí y me sentí cómodo. Yuu se sentó a un lado de mí.

-Shima, quiero que me pidas lo que quieras, cuando quieras, yo estaré aquí siempre a tú lado para cuidarte.- lo veía desde la posición fetal que había adoptado- Cuenta conmigo y con los demás chicos para que tú quieras, te queremos.

-Gracias… Yuu…- le susurre. Débilmente pero lo hice.

Sonrió y revolvió mis cabellos cariñosamente. Me hizo sentir un niño otra vez. Y quizá eso quería ser, un niño  puro e inocente otra vez. Definitivamente lo intentaría.

-Duerme, mañana quiero que estés despierto temprano para tu desayuno, The Gazette tiene vacaciones hasta que tú quieras- se levanto y salió de la habitación.

Mire a mi alrededor, y me encontré con la guitarra de Yuu sobre su tocador, me estire y la alcancé, me abrace a ella, hace mucho que no tocaba de esa forma una guitarra, y por alguna razón por ser de Yuu, me parecía más incitable a abrazarla y tocarla. Comencé a llorar. Me sentía libre.

Era una paloma con heridas que quería volver a volar.

Takashima Kouyou

Notas finales:

Oke...


Se que no estuvo muy bueno... pero en el próximo esta más cool(?) XD bueno eso espero, jojo ya nada más les queda cinco caps y se termina el fic ; o ;!


Cinco reviews para el próximo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).