Se sintió el soplar del viento.
Él lo escuchaba como un susurro.
Murmullos, murmullos en su cabeza. Palabras inentendibles, nombres de personas que no conoce y que luego olvida, como si algo lo sacara de su cabeza, como si no quisiera que recordara. Una muralla inaccesible, lo separa de sus recuerdos.
Solo una cosa, una que nunca pudo olvidar al recordarla.
Aquel rostro de cabellos y ojos color esmeralda que lo miraban tiernamente, que le decía cosas al oído, cosas que se moría por recordar. Ese era su único recuerdo de lo que fue de su vida pasada.
Hace 5 años había despertado en un lugar desconocido, sin recuerdos, sin nada. Lo único que recordaba era su nombre y el sentimiento de pérdida cruzo su corazón, nada más, nada menos.
Una familia lo había encontrado y le habían dejado quedar en su casa, la familia no tenían hijos y se encariñaron con el fácilmente. Le dieron todo, un hogar, amor, estudio, pero él tenía que encontrar a aquella persona de cabellos verdes, aquella persona de la que estaba seguro, se había enamorado.
Sus padres entendieron y dejaron que viajara por el mundo para poder descubrir quién era.
Definitivamente no era como los demás, había cosas extrañas en el, podía hacer cosas que nadie más podía. Con sus padres había vivido en un pequeño pueblo de Francia, sin embargo sabía que era de Rusia ya que cuando lo encontraron fue el idioma que uso, se sorprendió cuando supo que sabía hablar japonés y griego, este último lo descubrió el solo y no le dijo a nadie, no creyó que fuese necesario.
Ahora se encontraba en Grecia/Atenas (que conveniente xD). Había recorrido ya muchos países y no encontraba al chico de sus recuerdos y ya se estaba dando por vencido. Cada vez que veía el rostro de cada persona que se topaba estas lo miraban con indiferencia, y es que era difícil encontrar una mirada como aquella, una mirada tan pura e inocente. Siempre se pregunto si el también estaría buscándolo. A veces se preguntaba, si ambos estaban buscándose ¿por qué no se topaban aun? , ¿A caso el no lo buscaba? Tal vez el rostro de sus recuerdos era una imagen que su mente había creado, solo, para darle algo por lo que seguir adelante. Este pensamiento lo deprimió y bajo la mirada como si el piso fuera lo más impresionante del mundo. Aun así no se detuvo, estaba en las calles de Atenas caminando sin rumbo fijo, y sin mirar por donde iba, esto hizo que le pasara lo que a cualquiera le pasaría.
Se sintió el soplar del viento.
Él lo escuchaba como un susurro.
Se sintió extraño como… un Déjà Vu, alzo su mirada poco a poco y al escuchar un grito la alzo completamente.
Un chico en una bicicleta estaba a punto de chocar con él, lamentablemente no reacciono hasta que estuvo en el piso.
Le dolió si y mucho, no estaba de humor, el chico había caído sobre él, y, aunque se sentía bien, estaba muy molesto para notarlo.
-Lo siento!!- todo su enojo desapareció al oír esa voz. Abrió los ojos sorprendido y al hacerlo, confirmo sus sospechas.
Definitivamente era la persona que había estado buscando. Pronto se levantaron y se miraron fijamente, de repente se dio cuenta de que no había dicho nada, pues vio la mirada que el otro le otorgaba, una mirada de preocupación y culpa, se reprendió por ello.
-No te preocupes.- y vio como el otro cambiaba su semblante por uno de alegría y duda al mismo tiempo, el chico era un libro abierto, se podía saber que pensaba con solo mirar sus ojos, y prosiguió –Siempre me pasan este tipo de cosas, ya me acostumbre.
El chico sonrió.
-A mi también, soy un imán para los problemas- dijo el chico más calmado- pero no es de enorgullecerse estar tirando personas conmigo.
-A cualquiera le gustaría toparse con alguien como tú.
-Gra...Gracias- dijo el peli verde sonrojado.
- Me llamo Hyoga – dijo tendiendo una mano al chico, el cual volvió a su cara de sorpresa.
-Yo…me llamo…Shun- De repente se sintió sorprendido.¿ Donde había escuchado ese nombre antes?.
Sintió una conexión, y al tocarse una descarga paso por su cuerpo.
De repente la duda volvió a acechar la mirada de los 2.
-Oye… yo – Dijeron al unisonó.
-Que cosa – lo animo a continuar Hyoga, quería saber si Shun le preguntaría lo mismo que él quería preguntarle.
- Acaso…nos…
-Conocemos? – interrumpió Hyoga, y al ver la cara de sorpresa del otro, sonrió. – No lo sé, pero lo averiguare no te preocupes.
Continuara