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Milímetros de ventaja por Paz

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Notas del fanfic:

Lo tenía en borrador, apenas era una idea, así que lo he pasado a limpio y os lo subo. Es un drable. Durante esta semana voy a ir actualizando lo que tengo escrito porque a partir de octubre estaré de vacaciones, es mi modo de despedirme de todas hasta mediados de noviembre.

Notas del capitulo:

No hay mucho para contar... solo leerlo.

Milímetros de ventaja

 

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

 

By Paz

 

Capítulo Único

 

 

 

-Te digo que el mío es más grande –bufó exasperado Hanamichi.

 

-Eso es lo que quieres creer. No tiene comparación con el mío. Mirarlo bien y reconoce que tengo razón.

 

Acaban de llegar y al no obtener contestación a su llamada entraron directamente, cuando llegaron al salón reconocieron el timbre de voz de Rukawa.

 

-¡Ho, ho, ho, ho, ho...! ¿Quieres qué lo midamos? ¿Dónde esta la regla? Solo así sabremos quien de los dos tiene razón. Además el mío es más largo.

 

Se escuchaban ruidos como si estuviera abriendo cajones. Los que estaban al otro lado de la puerta cerrada se miran con creciente curiosidad.

 

-No necesito medirlo. Yo se que es mayor que el tuyo, es más grueso y tiene mayor consistencia.

 

-Eso no te lo discuto…, apenas si lo has usado, solo afirmó que su longitud es mayor. ¡Lo ves!

 

-Torpe, lo has colocado torcido, déjame a mí, los pondremos juntos y te convencerás que el mío es más largo.

 

-¡¡Aahhggg! –Exclamó dando un grito de frustración- Pero el mío es más suave, tócalo… tócalo…. –le animó.

 

-Es por el uso torpe… ya que lo tienes viejo por usarlo tan a menudo.

 

 Yohei y los demás se miraron, no les fue difícil comprender que su amigo acababa de confirmar la veracidad de lo que decía Rukawa, pero tan bizarra conversación les tenía un tanto descolocados.

 

-¿De que están hablando? –preguntó finalmente Noma.

 

-No lo sé…. –se encogió de hombros con expresión preocupada sin expresar lo que realmente creía que hacían.

 

-Creéis que ellos están haciendo… eso. -Takamiya se atrevió a expresarlo al tiempo que se ruborizaba ante las imágenes subidas de tono que aparecían en su mente.

 

-No lo creo…, Hanamichi y Rukawa solo son amigos… -lo que era ya demasiado asombroso, nadie creía que esa amistad progresara, sin embargo, llevaban así más de seis meses, que fueran amigos no quería decir que llegaran a ese extremo- Solo son amigos… -repitió.

 

Un gemebundo gemido les acalló, al tiempo que todos se precipitaron al interior de la habitación para proteger a su líder de ese zorro mañoso que con toda seguridad estaba llevando a su amigo por el mal camino. Ellos estaban ahí para defender la inocencia de su amigo, solo que se quedaron inmovilizados al fijarse que la imaginación les había jugado una mala pasada.

 

Hanamichi y Rukawa estaban sentados a prudencial distancia uno del otro, con una mesa de por medio, al escuchar la atronadora entrada, levantaron sus miradas del objeto que observaban con suma atención y las fijaron en los intrusos que interrumpían la profunda reflexión acerca de quien de los dos tenía el mejor par de… cordones.

 

La mirada de todos se apartaron de sus rostros para ver lo que estaba encima de la mesa, dos cordones, uno flamante y nuevo al lado de otro viejo y sobado.

 

Yohei miró sus pies, en sus deportivas faltaba un cordón, quería darse de tortas por dejarse llevar por su imaginación, Takamiya a su vez se sintió abochornado por haber expresado en voz alta lo que su mente pervertida suponía al escuchar tan peculiar conversación, Noma se quedo con la mente en blanco, incapaz de reaccionar. Solo Ookus permaneció imperturbable detrás de ellos, su amigo era tan inocente que no era posible que estuvieran haciendo lo que todos supusieron.

 

-¿Qué modales son esos? –preguntó sorprendido.

 

-Disculpamos…, creíamos…, veníamos a buscarte para ir al Danny’s. –se apresuró a salir del paso con sus balbuceos.

 

-Ir yendo… me reuniré con vosotros allí.

 

Todos se apresuraron a salir, cerrando suavemente la puerta tras ellos.

 

Las carcajadas que se escucharon en la habitación cerrada les abochornaron al extremo que se marcharon de la casa cabizbajos, sin atreverse a hacer algún comentario acerca de su intrusión.

 

 -Ahora que si estamos solos… ¿Qué te parece si ponemos en practica lo que han estado imaginando? –preguntó Kaede con sonrisa pícara.

 

-Yo lo tengo más grande y largo –afirmó levantándose para demostrárselo.

 

-Voy a tener que medirlo –dijo serio.

 

-Es todo tuyo… -afirmó- Conste que te gano por unos milímetros..

 

27 de septiembre de 2010

 

Fin

 

Paz


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