-¿Por qué has estado tan extraño? – preguntó su amigo preocupado, hace días que lo notaba extraño, callado, pensativo, más misterioso de lo común, y su sonrisa ya no era sincera, algo no le estaba permitiendo sonreír y su deber como mejor amigo era averiguar que le causaba eso.
-¿De qué hablas? – dijo Syusuke evadiendo la realidad, francamente el tampoco sabía que le pasaba, sonrió
-Sabes de que estoy hablando, estás raro
-Yo soy raro
-Más de lo normal – Eiji ya estaba perdiendo la paciencia, su amigo no le estaba diciendo la verdad y empezaba a temer que era porque ya no confiaba en él – Estás muy callado, pensativo, tu sonrisa no es sincera, nee Fujiko, dime que tienes
-No lo se Eiji
-¿Qué no sabes?
-Creo que es… confusión, no lo se – sonó confundido, tal y como estaba su mente, confundida
-¿Pero que te tiene así?
Sus orbes azules se abrieron al instante, miró con algo de temor al pelirrojo, que estaba serio, se notaba preocupado, no merecía que lo tuviera así, era su mejor amigo, ¿Quién podría ser persona más indicada que su mejor amigo para contarle que su corazón estaba latiendo más rápido de lo normal?
Flash Back
Era un día sábado, al día anterior había celebrado su cumpleaños junto con todos sus amigos en el restaurant del padre de Kawamura, excepto por una persona, Tezuka Kunimitsu, su capitán, que no había podido asistir ya que tenía otros compromisos.
El tensai de seigaku se despertó al escuchar su celular tan temprano
-¿Fuji? ¿Te desperté? – preguntó la voz al otro lado de la línea telefónica
-Si – respondió con voz algo adormilada
-Lo siento, si prefieres te llamo después
-No te preocupes, ya era hora de despertar, gracias – su voz sonaba ya más compuesta - ¿Qué necesitas Tezuka?
-¿Estás libre hoy?
-Si, ¿Por qué?
-¿Te gustaría ir al cine?
-¿Al cine? Claro, ¿Alguna razón en especial?
-Ayer fue tu cumpleaños y no pude celebrarte
-Gracias Tezuka, pero no es necesario, quizás tienes algo mejor que hacer
-No digas eso, quiero salir contigo – estas palabras claro que tenían una intención más allá, pero Syusuke claramente no lo notó
-Bien, entonces… ¿Pasas a buscarme?
-Claro, iré en 1 hora, ¿Te parece?
-Perfecto, bye Tezuka
-Adiós
La llamada se cortó, el capitán se sentía ansioso, no podía esperar a encontrar al chico que no dejaba tranquila su mente. A pesar de ser un joven bastante calmado, el día anterior sintió una rabia que jamás había sentido, independiente la razón por la cuál no pudiese asistir al cumpleaños de su tensai, el no asistir era lo que le molestaba, cada momento junto al castaño valía, y valía oro, ciertamente su felicidad llegaba a ser increíble cuando estaba junto a Fuji.
Los minutos pasaron lentos y tortuosos para el capitán, pero al fin la hora acordada había llegado, ya se encontraba frente a la puerta de la casa de Fuji, que salió sin demora cuando le avisó por celular que estaba afuera.
-Hola Tezuka, siempre tan puntual
-Feliz cumpleaños… atrasado – le dolió pronunciar esa simple palabra, atrasado, más aún por que Syusuke acababa de decirle que era puntual, claramente no lo era, sino habría estado con él el día viernes, la rabia estaba comenzando a calar nuevamente por su ser pero prefirió quitar ese pensamiento de su cabeza, ahora estaba con el castaño, y eso era lo que valía, ese momento, en que la felicidad volvía a inundarlo a pesar de todo.
-Gracias capitán – le mostró una sincera sonrisa
-¿Nos vamos?
-Claro
Ya se encontraban en el cine, Syusuke no paraba de contarle a Tezuka todo lo que había vivido al día anterior, pero ya no sentía rabia, para nada, ahora estaba feliz, notó lo bien que la había pasado el de orbes azules y ya no le importaba el que no hubiese estado ahí, su tensai estaba feliz, radiante, hermoso.
Syusuke estaba entretenido contándole todo a Tezuka, no notaba cuanto perturbaban al mayor todos los gestos que realizaba.
-Syusuke, ¿Qué quieres ver?
-Lo que sea
Tezuka sonrió levemente, en realidad, ¿Qué le importaba que película ver?, seguramente solo estaría fijando su mente en el chico que estaría a su lado.
Entraron a ver la película, se sentaron juntos, comieron y se divirtieron. Al salir de la película, Fuji comentaba entretenido sobre sus partes favoritas, le había gustado la película, lamentablemente Tezuka no podía comentar mucho de la película, solo hubiese podido comentar lo misterioso de los ojos de Syusuke en la oscuridad, como jugaba con sus manos cuando estaba concentrado, como su sonrisa llegaba a iluminar esa oscura sala.
-Tezuka, no comentas nada, ¿No te gustó la película?
-Si me gustó
Me gustó porque te hizo reír, te hizo feliz, lo noté y me fascinó, me fascinaste otra vez
Las horas pasaron veloces, ambos se divertían con la compañía del otro, pronto oscureció y el día se les pasó volando, se fueron juntos a sus casas, Kunimitsu pasó a dejar al menor a su casa, ya era hora de separarse, no quería separarse de su tensai, lo extrañaría, cada momento que no estaba cerca lo extrañaba, ese chico se había vuelto su centro y francamente ya no había espacio en su vida en el cuál no entrara algo del castaño.
Syusuke en ese momento se detuvo frente a él, atrás suyo estaba la puerta de su casa, era cosa de segundos.
-Bueno, gracias por venir a dejarme, no era necesario
-Claro que si, es un poco tarde y no puedo permitir que a un integrante de mi equipo le suceda algo – mucho menos a ti
-Bueno adiós, la pasé muy bien Tezuka, gracias – se volteó, pensó que ya había sido todo, pero se equivocó y lo notó al sentir la mano de Tezuka sujetar su brazo y devolviéndolo a su antigua posición.
-¿Tezuka?
-Feliz cumpleaños Syusuke – sacó de su bolsillo un pequeño paquete de regalo de color azul con una cinta dorada y se lo entregó.
-No tenías porque molestarte – dijo recibiendo el paquete
-No es ninguna molestia
-¿Qué es?
-Ábrelo
El castaño obedeció, abrió hábilmente el paquete y sacó un pequeño colgante para el celular
-¡Es un cactus! – Syusuke dejó visibles sus orbes azules, viendo minuciosamente el pequeño adorno, le encantaba, era perfecto
-¿Te gusta?
-Me encanta Tezuka, es perfecto, gracias
-Lo vi y no pude evitar pensar en ti
Syusuke rápidamente sacó su móvil de su bolsillo y le colocó el detallado adorno, poniendo su celular frente a sus ojos aún muy abiertos mirando fijamente el curioso regalo
-Fuji…
-¿Si Tezuka? – lo miró sonriente
El capitán extendió sus brazos y abrazó por alrededor de sus brazos al tensai, tomó con delicadeza la nuca del castaño, sintiendo el contacto de esos suaves cabellos con su piel y acercándolo a su pecho
-¿Qué sientes? – preguntó el castaño nervioso
-Tus latidos, están rápidos – dijo el castaño, su mente era ágil, intuía algo
El mayor acercó sus labios al oído del menor, su mente estaba acelerada al igual que sus latidos, en su estómago revoloteaban miles de mariposas y a mil por hora, su garganta se sentía seca, sus manos temblaban nerviosamente, el momento había llegado, ya no podía echar marcha atrás, las cartas estaban tiradas
-¿Tezuka? – preguntó Syusuke en un susurro
-Te quiero Syusuke
Tezuka dejó de hacer presión sobre la nuca del tensai, con su mano acarició la mejilla del castaño, su piel suave, embriagante, se permitió tocar los cabellos de Fuji, y con sus dedos apartó los mechones de cabello que caían sobre la frente de Syusuke, y besó su frente, sintiendo ese simple contacto como una bomba nuclear, drogándose con el aroma de los cabellos castaños, separó entonces su boca de la frente del menor, francamente creía que si seguía sintiendo ese aroma y esa piel no podría después contenerse.
Syusuke lo miraba atónito, no podía creer lo que había escuchado, no sabía que hacer, estaba inmóvil, se sentía incapaz de articular palabra alguna, pero debía hacerlo si quería evitar un momento mucho más incómodo
-Debo entrar
El capitán lo observó, las hermosas orbes azules estaban algo desorientadas, vibrantes y sus mejillas estaban teñidas de un color carmesí, Syusuke estaba avergonzado, se le notaba, prefirió dejarlo así, no quería presionar al castaño a nada que no quisiera, aunque no fuera correspondido, lo que sentía necesario decir ya lo había dicho, no había más que hacer.
-Adiós Fuji
-Bye Tezuka – dijo el castaño casi en un susurro, entró a su casa y se quedó apoyado en la puerta sobre su espalda – Tezuka… - se repetía el mismo nombre una y otra y otra vez, aún anonadado, pasmado, sorprendido, su corazón latía fuerte, estaba nervioso, sintió algo de vergüenza, jamás había imaginado que su capitán lo miraba de otra manera. Cuando logró reaccionar, subió a darse una ducha, despejar su mente con una relajante ducha le serviría.
Fin Flash Back
-¿Le gustas a Tezuka buchou? – los ojos de Eiji estaban abiertos como platos, estaba casi tan sorprendido como el tensai al conocer los sentimientos del capitán
-Así parece – dijo Fuji en un suspiro
-¿Entonces? – Eiji lo miraba insinuante
-¿Entonces qué Eiji? – sabía a lo que se refería el neko, era evidente, el también lo había pensado, mucho, quizás demasiado
-¿Qué sientes tú? – le sonreía, le divertía escuchar la situación de su amigo, jamás en un tono de burla, pero estaba feliz de que alguien pudiera ver lo increíble que era Fujiko
-No lo se – su semblante serio provocó que la sonrisa de Kikumaru desapareciera, su amigo no estaba bien, algo lo estaba atormentando
-¿Esto te tiene confundido?
-No se que hacer Eiji, había estado en esta situación antes, pero ahora es distinto
-¿Qué es distinto Fujiko?
-Tezuka es el capitán Eiji, es mi “superior” – dijo ésto haciendo el gesto de comillas con sus dedos – no se que hacer, Tezuka no me gusta Eiji, ¿Qué le digo?, ¿Qué hago si me lo encuentro?
-Quizás debas evitarlo – francamente no sabía que decirle al tensai, sabía que Fuji hacía frente a las circunstancias, pero ahora era distinto, el castaño quería escapar, estaba pensando demasiadas cosas y pensándolas demasiado – Aunque te conozco, tu no eres de evitar las cosas Fuji, pero si estás tan incómodo con esta situación, quizás sea mejor que evites verlo.
Pero no quiero perderlo
Quitó rápidamente ese pensamiento de su mente
-A veces me sorprendes Kikumaru
-¿Por qué Fujiko?
-Es extraño verte hablando de algo tan seriamente – rieron juntos divertidos ante el comentario
-Es porque me preocupas Fujiko – tocó la nariz del castaño con su dedo índice cuando dijo esto.
-Gracias