- Mmm…Ahh, Ruki… siiii… - Kai frenó en seco frente a la puerta cerrada, sus ojos agrandándose tras haber oído los sonidos provenientes del otro lado de ella. Sonidos que hacían que sus mejillas tomaran un leve tono rosa. Porque esa voz era claramente la de Reita... la voz de Reita que gemía y…
- Ahíii… ah, así está bien…
- Te gusta? – La voz de Ruki, en un leve susurro, llegó a los oídos de Kai y este quedó totalmente boquiabierto.
No. No, imposible. Ruki y Reita? En la sala de estar? En la sala con la puerta por la que cualquiera podría entrar? Ruki y Reita? No puede ser…
- Ahhh... mierda… siii, me gusta~… - Murmuró Reita con voz profunda. Luego se escuchó un “hmmm” largo y vibrante y que no fue -para nada- apagado por la puerta, el cual Kai podría decir, claramente, que era completamente sexual. Pero todo esto era demasiado extraño. Y tan… no convincente. Ruki y Reita? Eso era algo que Kai simplemente no creía factible…
Pero aparentemente, sí lo era.
- Qué ruidoso eres…- ronroneó el menor, un tono juguetón en su sonora voz. – Quieres que todo el edificio te oiga…?
- No puedo evitarlo.. – respondió Reita, agitado, sonando divertido. – Siempre lo haces tan bien…
SIEMPRE?! Chilló Kai mentalmente. Siempre? Luego cúanto tiempo llevaban esos dos haciendo esto? Tuvo que resistir el impulso de entrar de un solo portazo y exigir una muy descriptiva y detallada explicación…
El baterista acomodó sus pantalones
- Ruki… haz eso otra vez… - dijo el bajista, en un suave gruñido, el sonido subiendo de tono a medida que el vocalista –obviamente- hacía algo que a él le gustaba. Kai ya no podía aguantar más. No era posible que estvieran follando en esa sala, probablemente sobre el sillón donde él se sentaba todos los días, no, no, no, no, noooo… se negaba a creerlo! Y aparte, que él estuviera ahí parado detrás de la puerta, escuchando, pensando de repente que deberían prender el aire acondicionado…
Y ya no lo soportó más. Se lanzó hacia la puerta y la abrió de golpe, entrando de un solo brinco a la sala para ver a Reita sentado -y algo encorvado- sobre el sillón, y a Ruki parado detrás de él… masajeando sus hombros? No desnudos? No cogiendo?
- Ehhhh…umm… - balbuceó el líder, su boca abierta como la de pez fuera del agua. Esto no era “correcto”. Esos sonidos eran claramente sexuales… cierto? Sin duda esos sonidos no podían ser atribuídos a Ruki dándole un masaje en los hombros al bajista… verdad? Verdad?
- Qué, Kai? – cuestionó Ruki, frunciendo el ceño – Por qué esa cara?
- Yo… eh… – tartamudeó – Bueno, yooo... es que yooo... pensé que..
Ruki arqueó una ceja, y ahora Reita volteó para ver qué sucedía, se notaba cansado, ligeramente exhausto por aquella sesión de práctica que había terminado hace no más de diez minutos… Estaba claro que esa NO era la apariencia de alguien a quien le acababan de estropear su fogosa sesión de sexo.
O sí?
- Nada! – respondió el batero, maldiciendo a los dioses por hacerlo sonrojar en ese momento – No importa!
Ruki lo miró extrañado, pero decidió no preguntar más. Claro que sí, Kai quería abofetearse él mismo. Era más que obvio que Ruki y Reita no estaban follando. Eso nunca sucedería. Ahh, pero qué idiota era! Sí, un gran idiota por ponerse a oír cosas así por encima y terminar concluyendo lo peor automáticamente, sin haber investigado antes. Se masajeó las sienes y salió de la sala tan rápido como entró.
El menor suspiró silenciosamente, rascándose la cabeza, confusión dibujada claramente en su rostro. – A qué crees que se debió todo eso?
- No lo sé – ronroneó el mayor suavemente, recostándose en el pecho del otro – Pero no detengas lo que hacías…
- Oh, no, no lo haría ni en sueños… - respondió Ruki, sonriendo de oreja a oreja, mientras deslizaba su mano alrededor del torso del bajista y por debajo del borde de su pantalón, donde el duro miembro de Reita esperaba a que terminara lo que comenzó antes de la inoportuna interrupción del baterista…