“Oi, Uruha! Estate quieto!”
“-Bueno, estas parado sobre mi maldita cola, Rei!”
“-Chicos, ¡silencio! Las luces del pasillo s encendieron, ¡vamos!
“¡Ay!” Gimió. “Aoi, ¡deja de empujarme!”
“¡No puedo! ¡Este puto porche es muy pequeño!”
Veía su punto; estábamos atiborrados como sardinas – y a través de mi mascara esquelética, apenas podía respirar.
Aun así, cuando se trataba de Halloween, valdría la pena cuando tuviéramos nuestras manos abarrotadas de dulces.
Bueno, a menos que tengas que soportar a estos idiotas.
“Kai, tu hoz esta golpeándome la pija-”
“-Bueno, no la puedo mover a ningún otro lado!” Casi le grité, Uruha alzando sus patas en rendición.
Mientras, Ruki me codeaba la espalda de nuevo,
“Por Dios, esta mascara huele a cadáver podrido!”
“Oh ya supéralo Ruki, ni siquiera necesitas una mascara para Halloween,” molestó Reita,
“OIIII, que insinúas, imbécil!?”
Suspiré mientras comenzaban a discutir, y pronto nos congelamos a medida que la puerta frente a nosotros se abría.
Hice una mueca mientras la vieja simplemente nos miraba fijamente, aparentemente no impresionada.
Levanté mi hoz,
“D-Dulce o Truco?”
“En serio, pasar Halloween con ustedes en la peor idea que he tenido,” suspiro mientras caminamos por la oscura y desilusionada calle, viendo pequeños niños con sus padres agarrando cubetas y bolsas llenas de dulces emocionadamente mientras caminaban a nuestro lado,
“Creo que es porque ya estamos muy viejos para esto,” Uruha frunce el ceño, mientras el y Aoi se toman de las manos detrás de mi, “Nadie se impresiona ya,”
Reita, disfrazado de momia, se viró hacia el, “Sabes, dudo que sea legal que un vampiro y un hombre lobo sean novios. En las viejas leyendas, ustedes deberían odiarse,”
Sonrío con satisfacción mientras Uruha, detrás su espantosa máscara de perro, mira hacia abajo y suspira, su pata desenganchándose de la mano de Aoi, pálida y barnizada con esmalte de negro.
“Bueno, que hacemos ahora?” Ruki hace puchero a mi lado, Reita viniendo para envolver mi cintura en sus brazos mientras sigo pensando en mi arruinada noche.
“Oh, oh!” La larga capa de Aoi casi me da en la cara cuando alzaba su brazo, “Ya se! Deberíamos llamar a Shou y preguntarle si podemos ir a su fiesta!”
“Eww,” murmuraba Ruki, “No iré a una fiesta vestido asi!”
Lo miró brevemente mientras camina algo torpemente en sus tacones, “Bueno, tu eras el que quería ser la enfermera zombie,” Le recuerdo.
“No,” Ruki me regaña lentamente, alzando su mano –la cual su hermana había gastado una hora entera pintando sus uñas de rojo por el – “Yo quería ser el Shinigami pero alguien tomo eso primero!” Me codeo el costado e hice una mueca de dolor, Reita viniendo a mi defensa,
“Hermano, fuiste tu quien quiso apostar los disfraces en piedra, papel y tijeras” Le chasqueó,
“Yo creo que se ve sexy en el,” Soltó Uruha de repente, y todos nos callamos para asesinarlo con la mirada, Aoi especialmente.
Me palmeé la cara, mi emoción para esta gran noche disipándose grandemente y me abrazaba a mi túnica mientras una brisa helada me pasaba por las extremidades,
“Ah, ya olvídenlo,” murmura Ruki, sujetándose de mi hombro para no caer, “Vamos a tomar los dulces que nos quedan y vaguear por ahí -“
“ – O” interrumpe Aoi, “Podríamos ir a mi casa y ver películas de terror toda la noche? Ya saben, como una pijamada?”
Más niños se amontonaban en la calle, y me fijé en un par de niños disfrazados de esqueletos del otro lado de la calle apuntar a Ruki y soltar risitas detrás de sus manos. Por alguna razón me sentí mejor, mucho más cuando Ruki se dió cuenta, se quito unos de sus tacones altos y se los arrojo,
“Feliz día de Brujas para ustedes también, hijos de puta!” grita, quitándose el otro y dejándolo en algún basurero de las casas cercanas, sin importarle que está descalzo ya entrada la noche.
“Pero Aoi,” empieza Uruha, con nerviosismo en su voz, “Tu casa está al lado de…ese cementerio,”
“Exacto,” su novio respondió, “Será perfecto para historias de fantasmas, que dicen chicos?”
Siento el vendado brazo de Reita apretarme suavemente la cintura, “Suena perfecto. Kai, amor, que piensas?”
Fruncí los labios por un momento; pensando que tal vez la noche si podría ser salvada después de todo.
“Claro, cuenten conmigo,”
No nos toma mucho regresar a nuestras casas y empacar algunas cosas para nuestras tenebrosa pijamada, mis padres parecían muy felices de mi arreglo de ultima hora, como siempre tienden a hacer, y eso me garantizo ventaja extra de ‘robarme’ unas botellas de vodka en mi mochila.
Tenía la esperanza de que no se dieran cuenta; de todas formas nunca las tocaban.
Cinco minutos después, aún en mi disfraz de Shinigami, me dirigía a la casa del pelinegro, dándole una mirada vacilante al cementerio detrás de mí en lo que esperaba que abriera la puerta.
Era una noche con neblina, lo cual era irónico, ya que cada noche de la semana había estado clara; la luminosa luna ayudando a los contornos de las tumbas dar un brillo destellante que contrastaba con la crecida hierba. La entrada de hierro negro me tranquilizó un poco, sabiendo que si algo llegase a salir de la tierra, estaba a salvo.
Tragué fuerte, recordándome a mi mismo que los zombies y los muertos vivientes no existían.
¿Cierto?
Me asusté y di la vuelta, solo para encontrarme con una sangrienta y pálida cara sonriéndome a través de unos baratos colmillos falsos, “Pasa, ya todos están aquí.”
“Estupendo,” forcé una sonrisa y seguí Aoi adentro, sin poder detenerme de echar una mirada atrás de mi una ultima vez. Ridículo lo se pero el miedo parecía apoderarse de ti en Halloween más de lo normal. O tal vez solo era yo.
Aoi tenía su casa arreglada ya, y lo admiré por ser tan dedicado a la festividad. Caminamos a través de decoraciones de telarañas y calabazas por todos lados. Había arañas de plástico pegadas a las barandas mientras subíamos las escaleras y letreros ensangrentados advirtiendo maldad colgaban de las ventanas mientras llegábamos arriba.
Fue suficientemente espeluznante para mí, y mandaba ese escalofrío que se venia construyendo al pasar de la noche, finalmente llegar a mi espina dorsal.
“Aoi, a tus padres no le importa que hayas puesto todo esto?” Pregunté, esquivando un letrero que leía ‘Feliz Halloween’
“Nah, para nada,” me respondé el pelinegro, “Mi mamá me ayudo a arreglar antes de que se marcharan a Osaka. No es como si hayan ido hace tanto de todas formas,”
El resto de mis amigos me sonrieron en lo que entraba a la recamara de Aoi, gracias a Dios, no tan elaboradamente decorada como el resto de la casa.
Parecía que todos habían traído una bolsa de dormir, igual que yo, todos los chicos sentándose en ellas mientras seguía caminando en el enorme cuarto de Aoi, su televisión perfectamente posicionada al final de la alcoba para que todos nos pudiésemos sentar al frente de ella.
Todos se habían despojado de sus disfraces, excepto Reita que por alguna razón había dejado uno de los pedazos de papel en su nariz.
“Ya estamos todos aquí!” Aplaudió Ruki, ahora usando solo unos simples pantalones en vez de su uniforme de enfermera, sin embargo mayoría del maquillaje aún cubriendo su cara, “Cuál?” Tenía agarrados dos DVD’s, los títulos los cuales no pude leer mientras me acercaba a Reita, quien me había guardado puesto junto a el en la alfombra.
“El Aro o La Maldición?”
“No, no, no,” Se quejó Uruha, quitándole una de las películas de la mano del mas pequeño, su máscara de hombre lobo ya tirada en el piso, “Todo el mundo sabe que en una pijamada debes jugar ‘Verdad o Reto’”
“Lo apoyo en esa,” añadió Aoi, deslizándose en su bolsa de dormir al lado de Uruha, abrazandole los hombros, “Alguien tiene una botella vacía de algo?”
Saco de su escondite a mi vodka una vez tengo ya mi bolsa de dormir conmigo, “tengo alcohol!” digo felizmente, “sirve no?”
Me perturba que Aoi me miré mal, “No, tontito, necesito una botella vacía, para darle vueltas y eso. Pero grandiosa idea la del vodka eh!”
Pierdo consentimiento del tiempo en el que ya estoy acurrucado en mis pijamas y Aoi baja a la cocina para traer vasos y un litro de Coca Cola para combinar con el vodka. Trae algunas botanas también, y encuentra una lata de desodorante vacía para jugar ‘Verdad o Reto’.
“Bueno ~”, dice Uruha en risas, “Todos listos?”
Todos asentimos, yo sintiéndome un poco tibio con Reita abrazando mi cintura en mi espalda; Aoi había apagado las luces y la TV estaba en mudo, dejando al programa en pantalla en completo silencio,
“Okey, aquí vamos, ”Anuncia Uruha, el rubio detrás de mí besando mi cuello suavemente en lo que miramos a la pequeña lata girar y girar algunas veces, finalmente posándose frente…
“Kai, eres tú!”
Suspiro, tenía que ser,
“Verdad o Reto?” pregunta Uruha, Aoi muy ocupado sirviendo vasos de soda mientras Ruki se inclina hacia adelante con ansias en sus ojos,
Pienso por un momento, “Rétame”
Eso me gana unas cuantas miradas boquiabiertas y algunos silbidos de parte de Ruki.
“Ooh, aquí vamos machote,” ríe por lo bajo el castaño, “Te reto a que…te beses con Ruki.”
“QUE?!” Reita grita, justo al lado de mi oído y me asusto, “Uruha! Vamos! No es justo - !”
“Nuh uh uh,” El castaño menea su dedo al frente de mi amante, “Sabes las reglas, Rei, Kai tiene que hacerlo. No cuenta como adulterio o nada de eso así que…” Nos llama con su dedo, a Ruki y a mi, “Vamos chicos, saben las reglas!”
Ruki estaba también haciendo puchero para cuando me había puesto a su lado, “No voy a disfrutar esto Uke,” me gruñó,
“Oh y tu juras que yo sí?” Le respondo fríamente, tomando un tembloroso respiro mientras tomo su rostro entre mis manos, pretendiendo que es Reita al que voy a besar y no… no…
Eww eww eww
Cierro mis ojos y trago fuerte, e incómodamente presiono mis labios a los de Ruki y forzándolos a moverse. Otra vez. Y otra vez.
“Ohhhhhh!” los otros dos ronronean a nuestro lado, “Tan solo miralos ir!”
Pronto siento la mano de Ruki tomarme la nuca tirándome hacia delante, lo cual encuentro inesperado y jadeo, dándome cuenta de que su lengua había tomado ventaja de la situación y había forzado su entrada en mi, su sabor sorprendentemente dulce y que me recordaba a la canela,
“Bueno, bueno, búsquense un cuarto ustedes dos,” rie Aoi, destapando la botella de vodka y sirviéndola en los vasos que acababa de llenar.
Al fin nos separamos, nuestras mejillas de un ardiente y brillante rojo,
“No hablaremos de esto nunca más,” Ruki me dice severo, y yo asiento rápidamente, deslizándome de nuevo hacia mi cómodo lugar junto a los angustiados brazos de Reita,
“Perdóname,” le digo mientras me siento a su lado una vez mas, su rostro más relajado ya que todo había terminado, “Fue tan malo?”
A mi sorpresa alza sus cejas, “No realmente. Fue, ehh…” mira hacia el piso, mirando sus dedos con exagerado interés, “T-te veías muy sexy. Y me refiero a ti, no a Ruki,”
Sentí como me ruborizaba aún más, mi interior chillaba al fijarme en su entrepierna; la evidencia de sus palabras marcada claramente,
“Okey! Aquí vamos de nuevo!” Casi gritó Uruha, dando pequeños saltitos mientras giraba la botella otra vez, esta vez posándose frente a Aoi,
“Creo que puedo estar a la par con Kai y tomar el reto”, sonrío el pelinegro, Ruki haciendo una sugerencia sin rodeos,
“Hazle un oral a Rei por al menos treinta segundos!”
Pude haber estrangulado al bastardo, casi todos gritando por el abuso del pequeño chico,
“Oye, vamos!!” alza sus manos en defensa, mi cuerpo temblando de ira contra el de Reita, “El reto se ha dicho, debes hacerlo Aoi,”
Aoi temblaba también, “N-no, absolutamente no. Maldita sea, prefiero perder.”
“Estas enfermo, Ruki,” añadió Uruha, sacudiendo su cabeza.
Sin embargo, las despreciables y frías miradas parecían no tener efecto alguno en Ruki, inclinándose contra la cama del desdichado y cruzando sus brazos en una forma presumida, “Bueno, si eres tan marica para hacerlo, le diré a toda alma en este cuarto lo que sucedió entre tu y Shou el verano pasado, Aoi,”
Eso parece hacer que el rostro de Aoi palideciera, a pesar del maquillaje, y de repente, está tomándose su vaso de vodka en preparación, gateando en dirección a Reita y yo.
“Bueno, bueno!! Esperen un momento!” Hago pataletas, envolviendo mis brazos sobre Rei protectora y posesivamente, “Que tanto pasó con Shou que tienes que chuparle la pija a mi novio!?”
“L-lo siento,” Aoi jadea al frente de mi, y lo veo estremecerse un poco, “Realmente no puedo decirlo,”
Sobre su hombro, Uruha tira sus brazos en el aire, “Espera, como así que yo no se de todo esto!?”
“A-Aoi!!” Grito, mientras mi amigo trata de sacarme del camino, “E-espera!...d-detente!”
“No, Kai. Esta bien,” Reita dice detrás de mí y no puedo si no mas retroceder a su reacción, una ola de celos tomando control de mí mientras lo sacudo,
“Rei, estas loco!? Lo vas a dejar que envuelva sus labios en tu –?!”
“- En serio, esta bien,” Reita trata de consolarme, “Son solo treinta segundos, y tu y yo podemos hacer más que eso verdad? No es como si Aoi fuese a lograr me venga o algo así,”
“Quieres apostar?” Sonríe de lado Uruha, “Ese niño chupa como aspiradora. Te aventuras en un loco paseo,”
Miro a mis amigos, sumamente atónito; “Que putas pasa con todos ustedes!? Soy el único al que realmente le importa que violen a su novio aquí!?”
“Oh vamos Kai, anímate,” Uruha se encoge de hombros, su vodka con coca ya medio vacía, “Es solo por diversión, que daño puede hacer? Sabes que no nos gustamos entre nosotros, y además…me pone cuando veo a Aoi hacer esta clase de cosas.”
Me dejo caer en derrota, escuchando el leve movimiento de Reita poniéndose en posición y giro mi cabeza para verlo, acostándose en la alfombra de Aoi mientras el pelinegro le quitaba su bolsa de dormir, tomándolo de sus pantalones.
“Oh Ruki…de las que te vas a ver conmigo…” Gemí, cubriendo mi cara.
“Ey Kai, no hagas eso!” me respondió, tratando de quitarme las manos de mi rostro. “Será más divertido si observas!”
Y como si fuese un hechizo, la curiosidad me gana rápidamente y abro mis ojos, tratando de enfocarme en el rostro de Reita más que en de Aoi, el cuál se encontraba en su entrepierna, su virilidad expuesta a nuestra vista.
Realmente no me molestaba el hecho de que cuatro de las personas más importantes para mí vieran a mi semidesnudo novio, y como si fuese cosa de todos los días, Uruha comenzó a contar desde treinta y en cuanto los labios de Aoi entraron en contacto con la punta, comencé sentirme incomodo.
¿A quién engañaba?, en realidad quería cogérmelo de lleno en el piso. La mayoría del tiempo Reita siempre estaba al mando cuándo él y yo teníamos sexo y viéndolo así de vulnerable y sumiso con el pelinegro me ponía a mil. Tanto que esperaba que Aoi se diera cuenta y me dejase terminar el trabajo…
“Ahh…Aoi…” Reita suspiraba suavemente, sus caderas moviéndose lentamente mientras Aoi seguía lamiéndolo furiosamente; y de pronto le vi toda la lógica a la irremediable felicidad de Uruha el día después de quedarse en el apartamento del Aoi.
Reita se veía malditamente adorable, y las fantasías en mi cabeza fueron interrumpidas por el codazo en mis costillas que recibí de parte de Ruki con una leve risa, dándome cuenta de que el bulto en mis pantalones se hacía evidente.
Avergonzado, puse mis piernas contra mi pecho escondiéndolo, y me di cuenta que yaestaba algo húmedo.
“Oh Aoi—“ Los labios de Reita se abrían…sus cejas se fruncían, sus mejillas se quemaban más y más en respuestas a las acciones de Aoi. Y aún así, seguía observando en fascinación como Reita tomaba de los cabellos a Aoi, sus suaves gruñidos música para mis oídos en lo que la lengua del pelinegro dibujaba círculos en la punta de su longitud; por Dios esperaba que así se viera cuando yo se lo hacía. Tendría que prestar más atención la próxima vez,
“Y…se acabó el tiempo.” Les decía Uruha, Aoi separándose inmediatamente y limpiando su boca con la manga de su camisa.
“Oops…” murmuró, “se me cayeron mis colmillos…”
Estallamos en risa cuándo vimos un par de colmillos de vampiro aún mordiendo la cabeza de la polla de Reita; gracias a Dios aún se estaba recuperando, así que no se había dado cuenta, pero mientras nosotros pegábamos el grito al cielo con nuestras carcajadas.
Me tuve que agarrar el estomago de la risa, eventualmente haciéndole el honor a mi novio y quitándoselos de encima.
“Con calma, Conde-chúpalo-todo,” Ruki se secaba las lágrimas, Uruha presionándose contra el alfombrado piso, su cuerpo temblando por su risa mientras golpeaba su puño contra el piso.
“Si, si, si, ya dale vuelta a la maldita lata,” murmuró por lo bajo Aoi, aunque incluso él se reía, y yo tomé la oportunidad de gatear hasta Reita,
“Bebe,” sonreí dulcemente, ya un poco risueño aunque no había tomado una gota de alcohol, “ya se a que te refieres con lo de sexy,”
Sus ojos me miran suaves, y le subo sus pantalones de nuevo, “no te importó?” Me susurra,
“Ni un poquito,” le respondo, sacudiendo mi cabeza antes de inclinarme y besarlo, sus delectables labios contra los míos y antes de darme cuenta, mis manos habían perdido el control, deslizándose por su pecho…desapareciendo en sus pantalones…
“Oi, tortolitos!” Grita Ruki, “vamos, tenemos un juego que terminar. Pueden jugar a ‘cógeme’ mas tarde.”
Para mí secreta angustia me alejo de él, sentándome en mi posición inicial, mientras Reita se calmaba.
Sé que esta noche será emocionante…
***
No recuerdo cuanto tomamos, pero el cuarto estaba algo borroso mientras sujetaba al rubio contra la pared del baño de Aoi,
“Kai –“, me susurra, sus tibias manos acariciando mi desnuda espalda mientras se acerca más a mí, nuestras entrepiernas frotándose deliciosamente mientras lo besaba ferozmente, mi mente recordando el momento en el que Aoi se lo comía, un impulso de pasión naciendo en mí.
Nos habíamos sobrepasado con los retos después de eso. Estoy casi seguro de que yo, Ruki y Uruha tuvimos un trío en algún momento, pero el alcohol en mi sistema era tan fuerte que no me permitía recordar mucho. Pero eso sí, recuerdo el haber abierto los ojos y encontrarme a Aoi y Reita juntos en el suelo, mi amante encima de él con las piernas de Aoi en su cintura…
A pesar de nuestros planes de pasarla bien atragantándonos en dulces mientras veíamos películas de terror hasta la madrugada, me parecía mucho mejor nuestra experimentación sexual. Algo raro es, el que no me sienta culpable o avergonzado; de hecho era muy estimulante.
Además, el hecho de que yo tuviese a Reita atrapado en frente de mí sugería que yo lo dominaría esta vez. Y aun así, lo amo a pesar de sus acciones con Aoi anteriormente.
Reita gruñía por bajo mientras lo forzaba a darse vuelta, tirando de sus pantalones y ropa interior de una sola vez, haciendo lo mismo con los mios antes de ensalivar mis dedos.
“Oigan, ustedes dos,” la voz de Aoi sonaba severa mientras toca la puerta del baño pero no me importa, siguiendo mis acciones de cubrir mis dedos con saliva hasta que sienta que es suficiente, “lo que sea que estén haciendo allá dentro, lo mejor es que sean ordenados. Si no lo limpian. Entendido?”
El fuerte y repentino gemido de Reita parece haberle dado el mensaje, y escucho pasos alejarse, mi ya lubricada longitud ya sometida entre sus nalgas.
“Oh Kai…oh Kai…” Reita suspira contra los azulejos del baños, sus brazos deslizándose a lo largo de la pared en lo que tomo sus caderas, su entrada tan rígida que se me hace difícil abrirme paso dentro de él.
“Amor…estás…tan…estrecho,” Le susurro en su hombro, dejando mis dedos caer frente a él, su respiración sonándome profunda y suave mientras inhalaba contra mí cuerpo.
“Kai—“Gruño suavemente, inclinándose contra mí y ya calculo la posición correcta, mis caderas moviéndose junto las de él, mis manos agarrando sus hombros.
“Te amo,” murmuro, el placer dándome de lleno a medida que nos movíamos lentamente, “Rei, te amo—“
Reita grita contra los fríos y blancos azulejos, y en cuanto su cabeza giró hacia al lado, pude ver perlas de sudor humedeciendo las rubias hebras de su cabello, “Y-yo también te amo…”
La fricción me gana, tomándome con velocidad incontrolable; mis labios asfixiando su espalda con besos, y me doy cuenta de sus manos detrás de mí, tratando de devolverme el favor de alguna forma, aunque termino torpemente empujando mis costillas.
“Kai…cariño…más rápido, mas rápido…vamos.”
Suspire y empuje más profundamente, con propósito de dar en aquel punto en el que sé, me hará un rey en sus ojos…el punto que lo hará gritar mi nombre en toda su gloria.
“Ya se bebe, ya se,” Lo consuelo mientras se impacienta, el adorno de fantasma moviéndose en la ventana confundiéndome por un segundo y reduzco mis movimientos.
“Kai, vamos—“Reita habla con los dientes apretados ya, y yo haciendo un esfuerzo para complacerlo, apretando sus caderas en mis calientas manos y empujo otra vez. Y después más fuerte, cada vez tratando de maximizar la fuerza con la que le daba.
“DIOS, Kai! Oh Dios!” Grita Reita, por el momento estoy demasiado sumido en el sentimiento de mi penetración para importarme lo que los otros dijeran de nosotros. Necesitaba hacerle el amor por ya hace un tiempo, de hecho, se me había hecho casi imposible el no hacerlo hoy.
“Eso es, Rei…” Lo arrullo, mis manos acariciando toda la expansión de su espalda, mientras recobrabamos el ritmo, nuestras pieles tornándose calientes y sudadas en tan solo momentos, “Vente…vente para mí amor…”
“K-Kai, voy a—“La oración perdida, sus gemidos altos otra vez, mis caderas doliendo mientras sigo empujando, mi desesperación por esa placentera necesidad controlando mis sentidos, y no me importa si le hiero, solamente deslizándome dentro y fuera de el con facilidad mientras siento mi orgasmo construyéndose, el cuerpo de Reita temblando debajo de mí, mientras nos…
Hay un grito mientras me deslizo fuera de el, mis labios perezosamente besando la nuca de Reita mientras comienzo a cansarme, el sudor en mi espalda haciendo que mi cabello de pegara incómodamente en mis hombros.
Me toma un tiempo registrar, que sin embargo, aquel no había sido el grito de Reita el que había escuchado.
“Kai, shh, e-espera, para,” Me comanda Reita, su respiración inestable y su tono de voz que suena lamentable, ya que paro abruptamente, "¿Has oído eso?"
Apenas puedo escuchar sobre el pitido de mis oídos, y los dos nos asustamos en lo que otro grito de dolor se hace presente desde abajo,
“Maldita sea, que es eso?” Entro en un leve pánico, mirando a Reita brevemente mientras salgo de el lo más suavemente que puedo, ambos tomando nuestros pantalones y poniéndolos en su lugar.
“No sé,” Responde Reita, quitándole el seguro a la puerta y saliendo del lugar.
Lo sigo de cerca, y la luz del pasillo sigue encendida mientras caminamos hacia el cuarto de Aoi.
“Aoi?” Digo mientras entramos, preguntándome si el y los otros también habrán escuchado los ruidos.
Pero después mire al frente…y no había nadie allí, las bolsas de dormir sin uso en el piso, y la TV seguía brillando sin sonido, la pantalla iluminando el cuarto completo.
“Donde están?” Dije inmediatamente, y Reita se gira hacia mi con una expresión igual de confundida, empujándome para hacerse paso al pasillo otra vez.
“Chicos!” Los llama mientras baja las escaleras, yo sin escuchar ninguna respuesta demás del chirrido de la puerta.
Me comienzo a poner nervioso, tomando la mano de Reita delante de mí, el calor me hace segundos había construido con él ahora se disipándose rápidamente dando lugar a un frío terror.
A el parece no afectarle, simplemente sigue tomando de mi sin tomar importancia a mi angustia.
“Si chicos, muy divertido, jajá…” Dice sin convicción, haciendo caso omiso de las telarañas que recubren la escalera a medida que descendemos, la casa tan callada que se podían oír mis dientes comenzar tiritar, "Una broma de Halloween, lo entiendo. Me atraparon en esta,"
Admiré su valentía, pero yo odiaba este tipo de cosas. Odiaba las películas de terror. Salté al menor ruido. Sentí paranoia al escuchar el sonido de pasos detrás de mí y una respiración por encima de mi hombro.
Esto fue un error. . . ¿qué diablos estaba pensando venir aquí para Halloween?
"R-Rei?" Susurro "N-no me gusta esto. . . "