En un estudio muy es grande, hay un sillón para tres personas color negro también una mesita, se ven 3 libreros, una venta que da para la calle y el escritorio en donde se encuentra un hombre ya maduro castaño muy entretenido con su computadora pero a la vez muy pensativo.
- No se que hacer, me gustaría encontrar un sitio serio para compartir mis historias. –decía el castaño sin quitar la mirada de la computadora. – Hay me llego un mensaje… mmmm es un anuncio publicitario- decía tranquilo el señor.
“Se ve interesante este sitio mmm me voy a subscribir a ver que datos pide”- Pensaba el pelicastaño.
-Nick: Madurito-de-clóset (este nick me queda muy bien).
-Nombre: XXXXXXX
-E-mail: madurito_rico@mms.com
-Información personal: Primero de todo me presentare, soy un hombre maduro de 45 años, aunque me considero joven, ya se que para muchos soy mayor, estoy casado y tengo dos hijos y un nieto, aunque intento llevar una vida heterosexual pero siempre me han atraído los hombres, y me excita mucho esos cuerpos bien formado, sin ser una cosa anormal. ¿Cómo soy?... Pues mido 1.75 m., soy delgado, tengo la piel blanca, cabello y ojos de color negros. Es mi primera vez que me voy a subscribir a este tipo de sitios, he visto varios solo para leer las historias. Pero ahora quiero compartir mis experiencias ya que le dijo algo “son un hombre maduro qué debes en cuando sale el closet”.
- Sexo: Hombre.
- Ubicación: Tokio, Japón.
Titulo: Una interesante sesión de ejercicio
-Hola a todos soy un nuevo en esto de escribir mis experiencias, para todos ustedes soy “madurito-de-clóset” y les contare todas aquellas aventuras que tenido cuando salgo del closet.
___________________________^o^__________________________
Esto que les voy a contar sucedió en el gimnasio donde tres veces por semana asistía para intentar poner mi cuerpo en forma. Cosa que al final desistí porque por mucho que me esforzase cada vez me veía más delgado y con el mismo cuerpo flaco que cuando entré.
En ese entonces, tenía unos 40 años y me apunte a un gimnasio que se encontraba cerca de mi casa, por aquello de no tener que desplazarme y así no inventar ninguna excusa para no ir.
Normalmente iba los martes, jueves y sábados, tenia un entrenador que nos daba una tabla de las sesiones y pesas que debía hacer en cada máquina, y una vez al mes me pesaba y tomaba medidas para ir viendo los avaneces. Pero como antes he dicho, en los tres años que fui no conseguí mejorar el desarrollo de mis músculos. Supongo que todo tiene que hacerse a la edad correcta, y a mí ya se me había pasado esa época (estaba más interesado en otras cosas que ir a un GYM).
Pero lo bueno de esta etapa de mi vida era la hora del vestuario, aunque era un local familiar, nada de metro-sexuales, ni gente exhibiéndose, había gente joven y guapa. Lo bueno de la juventud, es que no tienen pudor en desnudarse delante de nadie y seguir una conversación tranquilamente con la otra persona sin taparse ni preocuparse de sí hay alguien mirando.
A mí si que me daba vergüenza quedarme al descubierto con todo al aire, aunque poco a poco fui entrando en confianza y llego un día que no me preocupo que la gente me viese al natural, sin nada puesto.
La verdad es que había un chaval de unos 25 años, 1.70 m. de altura, moreno claro, ojos oscuros, muy fibrado, con unos buenos abdominales y una piernas muy musculosas, que me llamaba mucho la atención, y me encogía el corazón en un puño. Aunque siempre procure mantenerme distanciado ya que no quería demostrar nada que me pudiese arrepentir.
Fueron pasando los días, y entre Genma (que así se llamaba él chico) y yo, solo había un intercambio de hola y adiós. Pero llego ese día que en la sala de ciclostatic se puso a mi lado, y cordialmente me saludo.
- Hola, como están.
- Pues, ya ves aquí sufriendo mucho. – conteste un poco agitado.
- Bueno Kenji (sabía mi nombre) tómatelo con calma, mira yo llevo muchos años y ahora es cuando empiezo a notar algo. – Dijo el chico tranquilamente.
En ni interior pensaba, “pues hijo si tú empiezas a notar algo, hace tiempo que noto algo cada vez que te veo. Estas para mojar pan, ahora mismo me bajaban de la bici y te daba un morreo enfrente de todos”.
Continuamos hablando de tonterías y sudando la gota, hasta que no tuve más fuerzas para continuar, y me detuve resoplando sin aliento parando y bajando de la bici.
-Genma lo siento pero me voy a la ducha, necesito descansar. – dije muy agotado con el ejercicio realizado.
-Ok Kenji ya nos veremos.
Entre en el vestuario que debido a lo tarde que era, me encontraba solo. Me despoje de toda la ropa tome la toalla y el gel, me metí en la ducha y empecé a relajarme con la caída del agua y el jabón resbalando desde mi cuello, pasando por mi espalda, hasta llegar a mis nalgas y deslizándose por mis piernas.
A mí siempre me ha gustado el agua muy caliente, cosa que provoca mucho vapor, y después de varios minutos la visibilidad de la habitación es bastante difícil. Estaba recreándome en el agua, cuando oigo la puerta del vestuario, y se oye alguien entrar, no le di importancia, pero al cabo de un rato, noto que retiran la cortina de la ducha, haciéndome girar repentinamente del sobresalto que me dieron, y allí estaba Genma totalmente desnudo, me puso una mano en la boca para callar cualquier sonido que pudiese producir, y se me acerco rozando su cuerpo con el mío que se estremeció de placer, acariciándome el cuello con la otra mano libre.
Como yo no opuse resistencia, sino todo lo contrario empecé abrazarlo y acariciarlo, saco su mano de mi boca y acerco sus labios lentamente hasta llegar a tener contacto con los míos.
___________________________^o^__________________________
El peli-negro estaba tan concentrado escribiendo que no se dio ni cuenta cuando su esposa entro al estudio, con todo la tranquilidad el mundo sin pensar que su esposo estaba contando una de las tantas infidelidades que ha realizado.
- Mi amor… - dijo la señora.
- Haaaaaaaaaayyyyyyy mujer… por que entras así – constato el esposo todo agitado y un poco nervioso.
- Por que te asustas Fugaku ni que estuvieras haciendo algo malo- dijo la mujer con las manos sobre la cintura.
-“Jajá si tú supieras”- pensaba el hombre.- No es nada malo, solo estaba regresando unos e-mail. – dijo muy nervios, se nota que no le gustaba que lo interrumpieran y sobre todo su esposa.- ¿Que se te ofrece?
- Pues que ya esta lista la comida, quería saber si vas a comer con nosotras. – dijo la mujer tranquilamente.
- Si, voy a comer con ustedes, deja enviar este correo ante de ir.- termino de decir.
- Está bien.- Dijo su esposa, saliendo de la habitación.
Era media noche, cuando se ve un hombre entrando a una habitación ni siquiera prendió la luz.
-Por fin, podré seguir.
___________________________^o^__________________________
Como iba diciendo mi boca se abrió para empezar el juego amoroso de nuestras lenguas, mientras el agua no paraba de resbalar por nuestros cuerpos. Nos encontrábamos los dos bien juntos sin apenas tener distancia, notaba su miembro erecto junto con el mío que también se encontraba en su total plenitud. Con mi mano cogí tanto su paquete como la mía, y empecé con las dos juntas a efectuar el sube- baja.
Él me acaricia mis nalgas con sus manos, mientras que le acariciaba la espalda con la mano que tenía libre, no dejando de masturbarnos a los dos. El frote nos hacia estremecer y suspirar, nuestras bocas no cesaban de besar, morder, lamer, como dos adolescentes.
Nuestra excitación era cada vez más apasionada. Roberto se agacho y sin preámbulos, se introdujo mi pene en su boca como un sediento busca aliviar su sed, y empezó el lamer, chupar, y succionar, ferozmente hasta conseguir que mis piernas se agarrotasen ante la inminente corrida que estaba a punto de llegar.
Y así fue, Genma siguió sin perder el ritmo y no pudiendo aguantar más solté toda mi leche, que fue a parar dentro de la boca de mi contrincante que poco a poco fue tragando. Me tuve que apoyar en la pared para no caer al suelo, ya que mis piernas temblaban del placer que había conseguido.
Ahora era el turno de satisfacer a Genma, me agache y empecé a mamar ese gran pene que siempre había imaginando debajo de esos pantalones ceñidos que me hacían volver loco. Con una mano masturbaba y con la lengua lamía la punta del capullo para dar la máxima satisfacción posible.
Note la dureza de su miembro y las venas a punto de reventar, eso era predulío* de su inminente eyaculación, y así fue, varios espasmos seguidos de gemidos y por fin el gran chorro de leche por toda mi cara.
Nos fundimos en un gran beso, mientras los dos poco a poco nos fuimos reponiendo.
Todo eso sin que el agua dejase de correr, aprovechamos para enjabonarnos mutuamente y limpiar los restos de esperma que había en nuestros cuerpos.
Después de la ducha, nos secamos vestimos y nos despedimos son un delicioso beso.
___________________________^o^__________________________
El señor se le notaba agitado y excitado al mismo tiempo.
-Mmmm, cada vez que me acuerdo me dan ganas.
Esto fue todo lo que paso con el muchacho… se que no es mucho pero después les cuento mi primera vez con un hombre. Y para los que quieran saber ya no volví a ver a Genma y de verdad fue una verdadera lastima. Si desean comunicarse conmigo solo escriban a madurito_rico@mms.com.
Se ve el peli-negro suspirando y apagando la computadora para después retírate de la habitación.
_______
*predulío antes del acto final.
