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Magnet por NaokiUchiha

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Notas del capitulo:

Sasuke esta tratando de armar una haceptable nochebuena, pero sin descuidar sus responsabilidades basicas. aun esta algo deprimido, pero parece que una peculiar llamada va a cambiar su humor

Capitulo 1:


Solo un deseo a la vez


 


La calidez del verano se había ido, y los habitantes de la ciudad de Konoha se preparaba para recibir un pacifico otoño que conllevaba consigo la felicidad de la época navideña. Sin duda el esta época se puede sentir un cierto aire de alegría y de unión entre familiares y parejas que esperan pasar un buen momento juntos, ya sea en un paseo, yendo de viaje o simplemente una linda cena.


Aún así, en estos momentos de felicidad no todos la pasan bien, tales como solitarios o quienes tienen un ser querido fallecido o en una situación crítica. Ellos no podrán disfrutar la navidad este año y talvez tampoco el año entrante.


Tal y como un joven, que gozaba de los 20 años, no parecía animado por el ambiente. Ya que tal y como escribía en su libreta parecía mas bien melancólico…


 


“me gustaría que para este año el pudiera volver” era lo que escribía algo triste el joven con cabellos color azabache y piel pálida que combinaba con la nieve de época.


Ese era mas bien un deseo de todos los años. El mismo joven, Sasuke, solía escribir eso cerca del 22 al 23 de diciembre, durante unos cinco años seguidos, esperando que tal deseo se convirtiera en realidad, aguardando que ese tal “el” volviera. Luego de escribir ese deseo, guardaba cuidadosamente la libreta dentro de una caja que quedaría escondida hasta el siguiente año bajo unas escaleras. Esa pequeña caja negra era muy especial para el pálido joven, tanto que no dejaba que nadie la tocara, porque así podrían quitarle la pureza a los esperanzados deseos. 


 


Esa noche no caía nieve, pero hacia bastante frío en la ciudad, las precipitaciones eran altas, y por eso caían algunas gotas, que bañaban hermosamente los edificios, y desde adentro de ellos, através de las grandes ventanas, se podían escuchar el relajante sonido del agua golpeando la ventana. Ese tipo de sonidos eran los que adoraba Sasuke, aquellos que te relajan y te dicen “no hagas nada hoy, solo ve a dormir o mira la tele”. Por supuesto que el les hizo caso, y alrededor de las once de la noche tomo una abrigador frazada y se tiro en el sillón tapándose con la misma a mirar algo entretenido y tomar un poco de whisky.


Pasadas una hora de hacer eso, el azabache y había tomado demasiado y bajo los efectos del alcohol comenzó a cantar eufórico canciones de navidad muy animado.


Para la una de la mañana ya se había calmado y se quedo dormido abrazado a una botella y tapado por la frazada.


Dormido no dejaba de repetir “no te vallas” peticiones aceptadas por nadie y escuchadas por el silencio reinante en el departamento.


“no te vallas por favor” repitió finalmente hasta quedar callado completamente y tienes una pacifico sueño. Casi siempre que duermes placidamente tienes extraños sueños, y si algo te afecta mentalmente, de seguro esos claros sueños suelen oscurecerse y transformarse pesadillas. Estas cuentan aterradores pensamientos muy dentro de tu muerte, fantasías retorcidas que hacen temblar a tu subconsciente.


Por otro lado están los sueños, historias de aventura en las que muchas veces puedes tener el lujo de ser tú mismo el personaje principal.


Pero aunque no parezca, tu subconsciente también puede narrar cosas intermedias, o cosas que son sueños y luego pesadillas y dice versa. A veces no todo es completamente malo o no es completamente bueno. Pero así como no todo es perfecto, debes aprender a aceptar lo considerablemente malo y verle lo bueno…


 


Esa mañana, Sasuke se levanta tedioso y con dolor de cabeza.


-“mierda, me paso ayer y ahora denuevo”- piensa agarrandose la cabeza en señal de dolor.


Eran las once de la mañana y ya estaría llegando tres horas tarde a su trabajo. Algo malo si eres un empleado menor. Pero siendo el jefe ¿Quién puede enojarse contigo?


Eso era cierto el se había convertido en jefe de la editorial en la que trabajaba su hermano por tener grandes dones, sin necesitar cursar ningún estudio. En menos de 2 años se había convertido en el jefe directo de su hermano mayor.


Con ese puesto era sencillo conseguir lo que quisiera, como salir o entrar a diferentes horarios sin ninguna clase de castigo.


Luego de cambiarse, despabilarse y prepararse, parte a su trabajo llevando una abrigadora campera negra y una bufanda que le había regalado la hija de un amigo, esa bufanda era simple, era una tela cosida a mano azul y con adornos tejidos, que había echo cuidadosamente esa chica.


En el auto camino a la editorial, su celular apoyado en la guantera del auto empieza a vibrar. Sin prestarle atención sigue con lo sullo. Pero el insistente celular vuelve a vibrar molestamente. Con poco interés en lo que pudiera tener dicho mensaje, toma el celular, y con su mano libre abre el mensaje.


Eran dos, ambos decían número desconocido. Extrañado los revisa igual.


-“si era Sasuke contesta el mensaje”- decía el primero –“perdón, para que no creas que soy un extraño lo único que te voy a decir es que mi vuelo llega para allá a las 3 de la tarde, y que yo soy Naruto”-


Sasuke se quedo tieso con el celular en la mano, ignorando por completo que seguía conduciendo. Tomo el volante aun calmado y lo condujo hasta un lugar bueno para estacionar, ahí decidió con el numero del mensaje llamar a dicha persona quien decía ser su o su antes suyo Naruto.


Marca el número nervioso, preocupado por si realmente sus palabras eran ciertas.


La espera con el infernal tono era insoportable. Solo algunos bastaron para que la otra persona pierda esa llamada ¿Qué sucede? Se preguntaba ¿Por qué no quiere contestar? Era bastante extraño que luego de mandar un mensaje tan sorpresivo no quisiera responder la devuelta llamada pedida por el mismo.


Lo volvió intentar, esta vez solo sonó 3 veces antes de ser atendido por la otra persona…


 


-¿hola?- dijo el sujeto tras el teléfono


- S-soy Sasuke ¿es cierto lo que dice el mensaje?- dijo tembloroso  


-no lo puedo creer ¿en serio eres Sasuke?- emocionado


Al escuchar eso el pálido chico se emociono también, tapando su boca.


-si enserio- ya con la voz de conmocionado-


-estoy por subir a mi vuelo, pronto estaré allá-


-no puede ser, te tardaste ya cinco años y por fin volviste-


-ha ha, si ya estoy cerca de casa, por favor déjame vivir contigo por lo menos hasta conseguir un lugar propio, pero con el seguro frío que hace por estos meses no quisiera tener que ir para allá sin ninguna casa-


-por supuesto que te dejo vivir en mi casa idiota- contesto feliz


-yo te llamo cuando aya llegado al aeropuerto y te espero el la entrada.-


-me parece bien, pero no te olvides de llamar ni bien sales-


-claro, claro-


-eh ¿Naruto?-


-¿si?-


-¿a-aun me quieres?-


-por supuesto ¿Qué creías?-


-esta bien, nos vemos allá-


 


Sasuke corta la llamada, deja el celular y se quita las pequeñas lágrimas de los ojos. Aun estaba algo sensible, pero lo soportaría hasta la llegada del esperado “viejo amigo”


Luego seguramente, en cuanto lo viera mas cambiado, se emocionaría mucho. En esos momento no le importaría si Naruto se hubiera rapado todo el cabello, engordado notablemente, o si tuviera muchos tatuajes, o todo junto, no importaba, lo que el quería iba mas allá de eso, el definitivamente iba a cumplir su esperado único deseo de navidad.


Toma una ruta rápida y pasa a comprar una gran torta (pastel) es la tienda.


Llega al trabajo sumamente tarde, al entrar puede sentir las asesinas miradas de sus empleados. Especialmente de su hermano:


 


-mierda idiota donde estabas -le dijo su hermano-


-perdón se me hizo un poco tarde


-¿un poco?


-no te enojes que para eso traje este soborno –enseñando la majestuosa torta-


-¿eso es para sobornarme?


-no solo a ti, sino para los que se hallan enojado conmigo


-¡gracias! No pasa nada, todos nos retrasamos aveces.


-eso esta mejor.


-no te aproveches


-como sea, hoy me tendré que escapar a los tres o tres y media


- ¿para que? ¿Vas a llevar a esa niña denuevo al cine?


-no, esta de vacaciones además


-¿entonces que?


-volverá Naruto –tratando de mantenerse serio


-¿¡Qué!? No puede ser, ¡porque me pasa esto! Pensé que no volvería.


-no seas así, sabes que yo lo…que el fue importante para mi


-mientras te haga feliz, y yo no sea legalmente responsable de ti, no hay problema. Pero que no se atreva a venir (denuevo) a mi casa y insultarme (denuevo) teniendo yo la razón.


-como sea, espero que se quede en mi casa para pasar nochebuena.


-no creo que el infeliz tenga nada mejor que hacer.


-yo tampoco. Bueno, iré a hacer lo que pueda de trabajo y luego me iré.


-como quieras


 


Tomo su abrigo, lo colgó en su perchero personal junto a su bufanda y se sentó en su silla frente a la computadora.


 


-no puedo dejar de pensar en esta tarde, quiero verlo ya- pensaba mientras cumplía ciertos trabajos de rutina y protocolo.


Pasadas una hora y media, se aburrió demasiado y corriendo el teclado de sus brazos, se quedo dormido. Estaba demasiado cansado como para trabajar. No importaba, ya había sobornado a sus empleados, y sus jefes casi nunca inspeccionaban.


Era una linda siesta, placentera y relajante. Hasta ser interrumpida por el vibrar de su celular que había llevado consigo para recibir apropiadamente la llamada mas espera de su vida.


Vibra el aparato sin conseguir que su cansado dueño despierte. Se detiene o no vuelve a vibrar por unos minutos. Luego vuelve a hacerlo, despertándolo así. Con su mejor vos de dormido contesto:


 


-¿hola?-


-¿Sasuke? soy yo, ya Salí del avión, pero mas o menos toma una hora entre todas las


revisiones y la recuperación del equipaje.


 


El Uchiha reacciono inmediatamente a esas palabras, y contesto vivaz


 


-esta bien, ira  buscarte en mi auto-


-te esperare


 


Rápidamente, tomo su campera y su bufanda, para partir de ahí.


Salio, y se subió a su auto.


No le tomo mucho llegar al aeropuerto, ya conocía perfectamente el camino, que tomaba alrededor de media hora. Lo que le decía que llegaría alrededor de tres y cuarenta de la tarde.


Esto lo traía muy emocionado, no podía esperar mas, quería verlo, quería abrazarlo, y no quería perderlo denuevo.


Pasa con el auto a un lugar cercano a las vías del tren, esto le traía recuerdos, algo buenos y muy malos.


¿Cómo estaría? estaría musculoso o delgado, talvez estría gordo, o simplemente como solía ser ¿tendría novia? ¿Tendría ganas de volver a empezar la relación? O solo quiere volver  a ser un amigo. Talvez solo venga por una semana, o talvez solo se quede en mi casa un día, y luego se valla para su antigua casa. Nada parece seguro ¿Qué tal si ese no era Naruto? O si fue una broma suya y en realidad no viene ¿Yo podría soportar eso? Quiero decir, tampoco quiero ir y llorar o algo así, simplemente lo saludare con la mano, y luego veremos si las cosas son como solían ser.


Me dolerá un poco pero es lo mejor, a veces es mejor no ilusionarse y mantener la calma. No creo que me trate mal, pero ¿si me empieza a tratar un poco desconsiderado? ¿Cómo puedo yo soportar una decepción tan grande como seria no encontrar al Naruto que recuerdo? No solo físicamente, sino esa personalidad alocada, cambiante, y alegre. Lo bueno de el siempre era que cuando no parecía un “novio” era como un mejor amigo y cuando dejaba de ser mi “mejor amigo” se convertía en alguien muy excitante que podría manejar cualquier situación. Me encantaba cuando realmente no entendía nada, me hacia enojar en el momento pero luego me reía solo. De alguna forma, cerca o lejos me hacia sacar una sonrisa el simple echo de recordarlo.


 


Entre sus pensamiento no pudo notar que ya estaba a simples dos cuadras de su destino. Había llegado muy rápido.


El corazón no parecía calmo, y el tampoco, tomo el valor que le quedaba y decidido, estaciono el auto en el estacionamiento del aeropuerto, tomo su celular y puso su mejor cara, una que pudiera soportar todo, una cara no cambiante, aunque el mismo lo este apuñalando, una que le sea fiel a lo que el no sentía, pero quería dar la impresión de que si.


Se bajo del auto y se dirigió a la entrada. Tímido entro igual ¿que podía ya perder? había perdido ya a mucha gente como para arrepentirse de intentar. Nada de eso, el era un Uchiha, y ellos son valientes, por nada del mundo se dejaría intimidar por sus mismos pensamientos.


En ese mar de gente similar al que había el mismo día de la despedida, no podía reconocer a nadie. De todos modos, Naruto era rubio y destacaría demasiado.


- ¿Qué tal si viene con una novia?- esa simple pregunta se le cruzo de la nada en la mente, era simplemente muy deprimente


–no sabría que hacer- murmuro como respuesta a si mismo.


 


En ese denso momento en el que la presión de estar con tanta gente desconocida y sus mismos pensamientos, suena su celular con un tono de llamada.


-¡hola!- contesta veloz


-hola, ya termine de hacer todo ¿Dónde estas?-


-Al lado de la entrada de la parte de adentro.


-ah ya te veo. No lo puedo creer, ya no te ves como una pequeña niña-


 


Sasuke ignoro por completo el comentario y comenzó a mirar para todos lados para poder identificar al esperado amigo.


No lo encontró, y comenzó a decepcionarse. De la nada unas manos golpean secamente sus hombros causándole un gran susto


 


-Hola Sasuke mira soy yo-


-me asustaste ¿de donde mierda saliste?- aun un poco asustado. Pero luego cae en si –espera ¡eres tu Naruto!-


Sasuke abraza enérgicamente a Naruto, apoyando su rostro en el hombro de el. Naruto responde a este abrazo, también rodeándolo con sus brazos apoyando suavemente su mentón en la parte de atrás de la cabeza y acariciando los sedosos y negros cabellos    


 

Notas finales:

talvez la lectura de este capitulo se haga densa pero es solo por ser el primero


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