¿Con que fecuencía, durante las ultimas semanas, había cerrado los ojos por la noche solamente deseando que ese cuerpo suave que él conocía tan bien, apareciera de la nada en su cama, dispuesto a aferrarse a su cuerpo?.
Tanto tiempo había pasado desde la ultima vez, demasiado tiempo solo, aburrido en casa de su familia, al cuidado de su amorosa madre, quien le decía con seguridad, tan segura -que podría decir que la había visto todos los días rezando en el santuario- que su hijo iba a cantar de nuevo, mas fuerte, mejor que nunca.
De echo él no quería mas. Lo que quería era cantar como siempre lo había echo, quería que las cosas fueran como cuando estaba en Sherow Artist Society, donde había aprendido tanto, en donde había recibido tanto amor y respeto.
Dos semanas de la tan temida cirugia y los medicos estaban satisfechos con la condicion de sus cuerdas vocales, pero necesitaría mucho tiempo para recuperarse.
Se acurrucó, en pocisión fetal sobre la cama, pensando en que había dos cosas que echaba de menos mas que nada. En primer lugar, las voces de sus fans, la multitud de caras felices que podía ver desde el escenario, la gente que lo amaba, que recibian sus autografos como simbolo divino, incluso estando seguros, muy seguros de que él no era dios. En segundo lugar y mil veces mas, a su "reina". El uso posesivo no tenía sin embargo ningun valor. ¿Como era que pensaba en que fuera suyo?
Eso sí, había visto a Kaya en el ultimo tiempo, él había estado ahí en el papel de un muy buen amigo, casi dulce ante los ojos agradecidos de los padres de Juka, tanto los días previos en el hospital como inmediatamente después. Se había asegurado de llevar varios de sus amigos con él, por lo que, de echo Juka no podía quejarse de la conducta de nadie. Todos los chicos de la compañia, Kazuno, y algunos otros se turnaban para hacerle compañia durante los días mas duros, y Kaya fue con él, organizando el siguiente concierto, impidiendo que Juka se deprimiera.
Sin embargo, estaba contento de salir del hopital e ir a la casa de sus padres, ahí las visitas eran pocas -ya que estos no viven en Tokio-, pudiendo realmente relajarse. Y sin embargo su inquieta mente no le dejaba descansar. No quería nada mas que tener a Kaya con él y abrazarlo como lo había echo tantos meses antes. Lo querría "la reina"? Era solo un perdedor ahora, no podía hacer su trabajo y ya no podrían vivir mas en el mismo mundo- quizas por cuanto tiempo?. Todo el mundo se habría olvidado de él para cuando estuviera en condiciones de volver?
Es mas, Kaya le había enviado un mensaje dos dias antes, lo leyó:
"Me voy por algo importante, Juka, creo que es el momento adecuado. Yo solo pensé que debería decirte...."
No era exactamente celoso, aunque su corazón dolía. Kaya merecía todas las cosas buenas del mundo, tenía el potencial de ser amado por miles de personas ¿Por que conformarse con cientos? Por que conformarse con quinientos ejemplares de un solo cuando podría ser capaz de vender diez veces mas que en otro momento? Pero cada vez se alejaban mas, y pronto estaría fuera de su alcance para siempre.
Despues de un tiempo,-aun con lo dificil que fue convencer a su madre que podia vivir por su cuenta mientras se recuperaba- y argumentando que estaría mas cerca del hospital que frecuentaba para chequear su evolución, una mañana tomó su maleta y volvió a la capital, a su pequeño departamento.
Sabía que los recuerdos volverían con fuerza, todas esas noches que había pasado con Kaya en sus brazos, en un momento en que no tenía que compartirlo con nadie mas... Un dulce aroma de rosas había llenado la sala en esas noches, dejando su huella en las sabanas y almohadas, también en el alma de Juka. Puso una mano en su garganta, para sentir la vibración de sus cuerdas vocales que se estaban recuperando muy lentamente, solo era capaz de susurrar el nombre de Kaya en el momento.
Tal vez debería enviarle un mensaje de texto a Kaya y decirle que estaba de vuelta, pero entonces haría que Kaya intentara saltarse su horario de trabajo con la prisa, y no podía hacerle eso en un momento tan importante de su carrera. Y de todos modos él no necesitaba una enfermera... No quería ser compadecido o animado. Quería a su antiguo amante de vuelta como un amante, y se sintió culpable por ello.
En su lugar le envió un mensaje de texto a su querído amigo Kazuno, y el bajista respondió con entusiasmo, preguntando si podían juntarse al día siguiente. En el fondo se sentía terrible después de tener problemas en la voz exactamente en el momento en que decidió que tendria una banda propia, con Kazuno en ella. Su amigo siempre le sonreía y bromeaba con el tema hasta que consiguió animarlo, No había lugar para resentimiento en el corazón de Kazuno.
Luego de hacer unas compras en el super mas cercano, el mismo preparó algo de arroz cocido y pescado, y se fue a la cama, no importaba que tan temprano fuera. Si se concentraba lo suficiente aún podía oler las rosas...
Kaya apareció en sus sueños, como ocurría a menudo, pero esta vez no era un sueño erotico. La reina estaba en una fase muy alta, microfono en mano, y fue él, un miembro de la audiencia que intentó llegar a él con todas sus fuerzas. Trató de saltar, pero el escenario se hizo mas alto, y de el brotaron docenas de rosas que se retorcian una alrededor de la otra, con largos tallos y espinas que herían sus manos haciendolas sangrar.
_Baja de allí, amor... Te necesito!!_ llamó, pero su garganta no emitió sonido alguno, y Kaya nunca lo miró, estaba en trance, muy cocentrado en dar al publico lo que quería. la música nunca se detuvo.
_Que pasa Juka? Despierta... Despierta!_ La voz era distante al principio, pero abrió los ojos, sorprendido, cuando dos manos suaves le sacudieron por los hombros. Pensó que todavía estaba soñando, pero un sueño distinto y mejor en que vió a Kaya ahí, con el labio inferior tembloroso, como cada vez que estaba preocupado o angustiado, mirandolo como si hubiera revivido de entre los muertos.
_Que... Que fue eso?_ Preguntó la reina con una voz temblorosa_ Te veias tan palido ahí acostado..._ No terminó la frase y en cambio borró el rastro de una lagrima en la mejilla de Juka.
_Estas aquí_ Contestó en voz baja, frotandose un poco los ojos_ Pero yo no te dije...Que- Que hora es? _ Se dió cuenta que el otro lo veía con la luz de la lamparita de noche, la habitación estaba a oscuras.
_Tres de la mañana, no pude venir antes, lo siento... Me dijeron que estabas de vuelta en Tokio, y te imaginé solo en este pequeño departamento..._ Kaya soltó un poco sus labios.
Magnifico. Mejor que en cualquier sueño, pensó Juka mientras se tomaba su tiempo en observar. Kaya sentado en la cama junto a él, casi de rodillas en la cubierta, tan cerca suyo. Su pelo corto y oscuro, ligeramente risado en la puntas y tenía algo de rimel y brillo de labios. pero nada demasiado elaborado, llevaba una blusa blanca con negro de manga larga y pantalones ajustados con una sobrefalda negra.
_Porque estas aquí?_ Juka aun no creía lo que veía
_Huh?_ Kaya agitó sus pestañas, confundido_ Hice que Kazuno me jurara que me diría cuando volvieras, yo sabía que tu no me escribirias... Sabía que no interrumpirias mi agenda después que te dijera que las cosas son importantes ¿Me equivoco?
_Tu no has.. Pero... Deberias estar durmiendo ahora. Estoy seguro que has tenido un dia largo
_Juka_ Dijo agitandosu rostro muy serio por un momento_ ¿Estas contento de verme?
_Soñé qie no te vería otra vez_ Juka tragó saliva y solo un segundo despues recordó que no era buena idea, ya que la garganta le picaba_ Es por eso que creí que había visto mal en mis sueños...
Kaya sonrió con dulzura. Sus dedos corrían sobre el cabello rubio ceniza despeinado de Juka.
_No vas a volver a tener pesadillas esta noche, te lo prometo_ Dijo_ Puedo dormir aquí?
_Claro..._ Juka sonrió, pero frunció el ceño un poco cuando se preguntó si Kaya se refería a dormir "en" la cama con él.
_Ahhh! pero hay un pequeño problema!
_Que?
_Como ves_ Dijo señalando su blusa_ Llevo esta molesta ropa, puedes hacer algo al respecto?_ Acompañó las palabras con una sonrisa torcida, mientras levantaba la ropa de cama, descubriendo que Juka solo estaba en ropa interior.
_Creo que puedo_ Comenzó a desabrochar la blusa de Kaya. Sus manos corrian libremente por el abdomen de la reina, una vez conseguido Kaya ronroneó con deleite.
_Es una lastima que no haya traido ropa de dormir decente conmigo_ Murmuró Kaya_ Me voy a ver muy vulgar...
_Te ves genial, no importa que ropa lleves puesta_ Juka sususrró a toda prisa, antes de pensar "Te ves mejor sin ropa..."
Tal vez era demasiado audaz. se detuvo desabrochando los corchetes de la sobrefalda. Kaya hizo todo a proposito? Pero ¿Porque?
_Juka. Mirame querido_ Kaya se dió una vuelta lentamente eliminando el resto de su ropa hasta que lo unico que quedó era su ropa interior negra_ Me has fallado..._ No era una pregunta.
_He estado esperando por ti. Pero has estado jugando al amigo ultimamente. Y tü tienes tu mundo propio con muchos amantes ¿no? ¿ Por que has veido esta noche a visitarme? Yo soy inutil_ Seguido de las palabras soltó un ronco gruñido. había utilizado demasiado su voz en un corto espacio de tiempo esa noche.
_No digas eso de nuevo, no es eso lo que pienso_ Kaya lo miró a los ojos y lo besó con ternura, mas ternura que nunca antes, pensó Juka en extasis. Su corazón latía a toda prisa en su pecho.
_Siempre siento como si estuviera en el infierno sin ti_ Dijo. Nunca había sido tan elocuente con sus sentimientos, pensó que si no lo decía todo entonces Kaya se iria de nuevo.
_Silencio, amor_ Kaya le acarició suavemente_ Deja que tu voz repose, voy a saber todo lo que quieras decir a travez de tu cuerpo ¿ok?
Solo entonces Juka fue conciente de la creciente lujuria que le consumía y que hacía vacilar su aliento. Hundió sus labios en el blanco hombro de Kaya como si quisiera morderlo cual vampiro, y Kaya se quedó sin aliento ante la sorpresa. Era verdad, pensó, que no necesitaba palabras para decirle que nunca había querido a nadie como lo quería a él ahora, tal como quizo que fuese la primera noche que compartieron cama. Las manos de Kaya seguian patrones invisibles en su espalda, en respuesta y el dulce aroma de rosas llenó la nariz de Juka, una vez mas enterró su nariz en la parte interior del cuello de Kaya. Pasando la lengua ansioso de probar tanto como fuera posible. Kaya dejó escapar un pequeño gemido y trató de escapar juguetonamente moviendose a un lado, solo para dejarse tomar de nuevo por los fuertes y amorosos brazos de su amante. Segundos mas tarde, Juka fue cegado por una placentera sensación cuando la suave y habil mano de su amado viajara por todo el camino de su estomago hasta rozar su ropa interior.
_Que es esto, cariño?_ Kaya le hizo su pregunta favorita, la que pronunciaba siempre inocentemente en una situación no inocente, pasando sin piedad los dedos sobre la zona sencible de Juka, notando su evidente dureza_ Uhhhh.. ohhh.
_Hime-chan... malo_ Murmuró Juka, ciego de un anticipado placer
Kaya sonrió ampliamente y lo besó de nuevo, acostandose sobre la cama, esperando que su amante siguiera. Juka se deslizó rapidamente por encima de él e, inclinandose, repartiendo besos sobre su pecho, centrandose en sus pezones hasta que soltara un largo gemido. Juka estaba feliz de que la lamparita estuviera encendida, Kaya parecía aun mas hermoso cuando estaba caliente, los labios suaves, y la garganta blanca exquisita expuesta, cuando se entregaba al placer.
_Tocame..._ susurró en un largo suspiro, y Juka se sintió feliz de obedecer.
Algunos momentos mas tarde sus cuerpos unidos después de tanto tiempo y Juka sentía que por fin estaba en casa, nadie mas podría hacerlo sentir una alegria pura, como una completa comunión de corazón y carne. Kaya pareciendo sumiso, facilitando el camino, y sus piernas se aferraban a Juka por atras, de modo que la unión podría ser absolutamente perfecta. El rubio daba rienda suelta a todo su anhelo reprimido, todo su amor a largo plazo para ese ser que había reaparecido en su cama, calmando sus cinco sentidos y aferrandose a su alma. embistió de nuevo, mientras apretaba firme el miembro de Kaya
_Querido... Maldición!_ La reina maldijo en voz baja, cerrando los ojos con fuerza y luego abriendolos de nuevo para mirar a Juka _ Muestrame... muestrame lo que querías decirme antes! _ dijo en una voz estridente.
Juka se detuvo por un momento, separó sus labios para hablar pero se le ocurrió una mejor idea y se inclinó para besar a Kaya. Mucho mas profundo, mucho mas de lo que había echo esa noche, la elección de jugar con la lengua en vez de hablar. Y todo el tiempo pensaba en "te amo, te amo, te amo" como si su mente estuviera cantando un hechizo tan antiguo como el tiempo.
_Lo sé_ Respondió Kaya como si estuviera escuchando sus pensamientos_ Damelo todo..._ Declaró, y Juka asintió y volvió a su faena, moviendose de forma feroz, como si no hubiera mañana.
Sintió ahogarse en placer un poco después, asegurandose de abrazar a Kaya. Su cuerpo se estremeció, sintió alegria. Se separaron entoces, quedando uno al lado del otro exhaustos y felices.
_Tenía miedo de que esto no volviera a suceder.._ Susurró Juka.
_Me preguntaba si todavía me querías_ respondió Kaya, juntando las manos con él_ No lo parecía cuando te visité antes y después de la operación.
_No podía poner las manos sobre ti, y eso me mataba_ Dijo y Kaya se rió entre dientes_ Pero estaras tan ocupado ahora. Así que tal vez yo ya no vuelva a ser parte de tu mundo.
_Juka, lo se. Es dificil para mí decirte estas tres palabras. Yo no soy una persona terriblemente fiel, así que si no lo puedes soportar no podré cumplir tus espectativas. Pero estoy diciendo la verdad. Me encanta lo que eres, no importa lo que estes haciendo en este momento. Por supuesto que estoy deseando verte en el escenario otra vez, pero eso esperamos todos! Cada amigo te cuida, y tu tienes muchos. Tienes un don que no puedes desperdiciar, y ese regalo es tuyo, y vendrá a ti poco a poco hasta que sientas que te pertenece de nuevo.
Juka le miró con admiración. Kaya le entendía perfectamente y acababa de resumir todas sus ansiedades respondiendo a ellas. Era una perdida de tiempo sentirse mal y celoso, un tiempo precioso que podría estar utilizando en trabajar duro en el hospital junto a los médicos. Un tiempo precioso que siempre podía dar a Kaya cuando tomara un descanzo y volviera a sus brazos.
_Voy a hacer mi mejor esfuerzo_ Murmuró antes de besar a su reina dandole las buenas noches y apagar la lamparita.
fin