Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mine por AvengerWalker

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

~

Luego de un arduo entrenamiento, una de las mejores cosas que a cualquiera se le podría ocurrir sería tomarse un buen baño, prepararse una cena con alimentos enérgicos, tomarse un tiempo, e irse a dormir… Exactamente lo contrario a lo que una persona como DeathMask haría.

El Caballero del cuarto templo deambulaba por Cáncer, aburrido y fatigado debido a los golpes de calor que brindaba el clima de Grecia, y al que, a pesar de estar acostumbrado, seguía odiando e insultando. Caminaba por su templo, observando aburrido las cosas que allí tenía, esperando encontrar algo con lo cual poder entretenerse durante esa noche, y que le proporcione el cansancio suficiente como para poder dormirse. Ciertamente, el entrenamiento no había ido mal, pero no había quedado satisfecho… necesitaba una actividad (diversión) nocturna que pueda acabar con todas las energías que tenía.

Llevaba unos cómodos pantalones (ceñidos al cuerpo, cabe aclarar) que solía utilizar luego de los entrenamientos, y que le ayudaban a relajar los músculos (según él) tensos.

 

Finalmente y luego de comprobar que evidentemente no había nada en su templo dispuesto a satisfacerlo, se deshizo de su camiseta y salió al exterior, sintiendo una pequeña brisa fría chocar contra su morena piel. Desde las escalinatas de su templo, pudo echar un vistazo general y observar los demás. Desde Aries hasta Géminis no se distinguía ninguna luz, significado de que sus guardianes ya debían de estar durmiendo (como correctamente debería ser). Continuó inspeccionando, hasta caer en la cuenta de que el único templo con un Guardián activo actualmente… era Capricornio. Con una sensual sonrisa torcida (significado de nada bueno) decidió darle una pequeña visita al español, imaginándose en el trayecto miles de maneras de divertirse con él.

 

No tuvo problema alguno atravesando los templos que se interponían entre su futuro juguete y él, pues teniendo en cuenta el calor, el cansancio de todos y el hecho de que ocultaba muy bien su cosmos para no ser detectado, no había riesgo de que alguno se despierte y le de un buen zape por cruzar sin pedir permiso (aunque… ¿quién querría despertarse a esa hora?).

 

Finalmente y luego de mucho andar, logró deslizarse detrás de uno de los pilares capricornianos. Atreviéndose a más, asomó un poco la cabeza para observar qué hacía el tranquilo de Shura. No pudo evitar ensanchar aún más su sonrisa al ver el cuerpo en cuero y con una toalla cubriendo sus partes masculinas… toda su piel salpicada en gotas de agua que se escurrían por sus abdominales bien trabajados y resbalaban hasta aquella zona prohibida. Se relamió inconscientemente los labios al contemplar aquella piel suavemente tostada, esa piel española que le atraía desde hacía mucho tiempo, y que sin lugar a dudas esperaba dominar aquella noche.

 

Decidió hacer acopio de toda su fuerza de voluntad y controlarse para no lanzarse sobre el Capricorniano, que de un momento a otro parecía estar haciendo movimientos incitantes, como suaves contoneos de cintura, acariciarse el cabello… etc. Le vió quitarse de un momento a otro la toalla y colocarla alrededor de su cuello, lo cual terminó por ruborizar por completo al protector de Cancer. El pelinegro se acercó a la heladera y, luego de tomar una bebida bien fresca, desapareció por c ompleto de la vista de DeathMask.

 

El italiano alzó las cejas, sorprendido, y se arriesgó a asomar un poco más la cabeza. ¿A dónde se había ido? Tan solo se había distraído algunos segundos y el poseedor de Excalibur ya se había deshecho en el aire. Frunció el entrecejo, molesto por aquel pequeño desliz, y se dio la vuelta dispuesto a regresar. Mas no pudo evitar soltar un jadeo de sorpresa al ver frente a él la penetrante mirada del capricorniano, que sonreía entre sorprendido y divertido, en una clara expresión pícara.

 

- Dioses… ¿Qué hacías aquí, Mas-ca-ri-ta? –Deletreó su nombre en español, observando con placer como el rubor en las mejillas del canceriano aumentaba. - ¿Acaso me estabas espiando… mientras secaba mi cuerpo?

 

Dio un par de pasos hacia adelante, obligando a DeathMask a pegarse un poco más al pilar. Pero pronto se molestó consigo mismo. ¿Por qué retrocedía? ¿Acaso no se había tomado la molestia de cruzar todos los templos en medio de la calurosa noche griega para divertirse un rato con el capricorniano? ¿Y porqué mierda se ruborizaba? ¡No era una nena! Sorprendiendo al español, le tomó de los hombros y le colocó con fuerza contra el pilar, recibiendo una queja del adolorido caballero.

 

- Sí, Shu-ri-ta… Te estaba espiando… - colocó una mano en el pecho del español, sintiendo la piel de éste estremecerse ante el contacto – Te estaba espiando… porque me encantas… tú… y tu cuerpo… -se echó hacia delante, dando una pequeña mordida al cuello de Shura, haciéndole soltar un pequeño jadeo… sin lugar a dudas de gusto.

 

El español se limmitó a dejar escapar un gruñido. Sentía las ardientes manos de DeathMask palpar su cuerpo con una tranquilidad muy extraña en él. Comenzó a forcejear, pero el italiano utilizó toda su fuerza para reducirlo contra el pilar. Rindiéndose al constante frotar del cuerpo de DeathMask contra el de él, le acercó aún más a sí, sosteniéndole de la cintura y deborando su boca como si fuese su fuente de alimento. Ambos entreabrieron la boca en un movimiento sincronizado, dejando que sus lenguas se encontrasen y juguetearan apuradas, en una constante pelea por ver quien llevaría el control de la situación.

 

Con algo de fuerza, Shura tironeó de los azulados cabellos de DeathMask, obligándole a echar la cabeza hacia atrás. Y como un tigre atacando a su víctima, entreabrió los labios y le clavó los dientes, dibujándole una marca rojiza. Le dio un empujón bien fuerte y lo arrastró hacia el sofá, en donde lo tiró sin ningún tipo de cuidado. DeathMask alzó la cabeza molesto por el trato, pero decidió quedarse callado al ver la fiera mirada de Shura, la cual prácticamente echaba chispas. Pasando saliva con dificultad, oyó gruñir a la cabra.

 

- Vienes a mi templo sin permiso… me espías semidesnudo… y luego de eso… ¿pretendes que esté a tu merced? –se llevó la toalla a los labios y arrancó un trozo con los dientes.

 

El italiano se ruborizó entre avergonzado y molesto, pero no pudo evitar sorprenderse en sobremanera al sentir que Shura le echaba los brazos hacia atrás con una fuerza sobrehumana y le ataba las muñecas con aquel jirón de tela.

 

- Qué… ¿¡ Qué haces ¡? ¿¡ Estás demente !? ¡¡ Suéltame !! – gritó completamente avergonzado al estar así tan entregado.

 

Comenzó a mover las piernas de manera desesperada, pero se vió obligado a quedarse quieto ante la sonrisa lasciva del mayor. 

 

- ¿Qué…? ¿ No viniste aquí a divertirte ¿… Vamos a divertirnos, Masky – sonrió ampliamente y se colocó entre las piernas del canceriano, el cual apretó los ojos, avergonzado.

 

Sin poder evitarlo, se inclino y tanteó con su dedo índice el bulto que sobresalía de su entrepierna, divirtiéndose en grande al ver los pequeños saltitos que daba Death… deseando que esos jadeos que tanto guardaba los expulsase sin tapujos. Arrancó literalmente los pantalones de Death, sorprendiéndose al ver que no llevaba ropa interior debajo. Pasó un dedo por su entrepierna y sonrió.

 

- Pero qué pervertido eres… Mas-ky Chan~ - susurró en su oído, para luego pasar a moder el lóbulo, utilizando su mano libre para conducir su miembro a la entrada del peliazul.

 

- O-oye… ¿¡ q-qué crees que haces !? n-ni siquiera me haz preparado – acusó el maniatado DeathMask, observando como Shura se acomodaba para adentrarse en él.

 

- ¿Uhmm? Pero si ya venías preparado… ¿o no? – y se adentró de una certera embestida en su interior, sacándole varios insultos de la boca al guardián del cuarto templo.

 

- Eres un animal… - murmuró el italiano con los ojos entrecerrados, sintiendo su cuerpo temblar y su entrepierna más erecta que nunca ante las sensaciones que estaba viviendo.

 

- Y eso te encanta… - susurró con la voz ronca y entrecortada por el placer, moviéndose con algo de dificultad debido a las estrechas paredes del interior del peliazul.

 

Se quedó unos momentos quieto, confundido ante el dolor y placer que sentía, puesto que sentía su miembro intensamente apretujado entre aquella carne, la cual se cerraba sobre su parte noble, llevándole al más delicioso de los placeres. Entreabrió los ojos para disfrutar de la vista… un completamente ruborizado y atado Death Mask, con el ceño levemente fruncido y una mueca de placer en el rostro, las piernas entreabiertas, con su feliz miembro elevado.

 

Agarró de la cintura al italiano y, abriendo aún más sus piernas, comenzó a moverse lentamente, disfrutando del divertido ruido que generaban sus testículos chocando contra las suaves nalgas del canceriano, el cual comenzaba a dejar escapar gemidos de placer, cada vez más altos. Pero la atmósfera se vió interrumpida cuando, sin esperarlo, Mu se adentró tímidamente en el templo, sosteniendo entre sus manos la caja con la preciada armadura de Capricornio. Sonrió nervioso, sintiendo como todos los colores le subían al rostro, dejándole el semblante de un hermoso carmín furioso.

 

- Ahhh… y-yo… lo siento… no quise interrumpir… Yo… Ah… - Dejó la caja con la armadura de Capricornio en el suelo y les dio a ambos la espalda, retirándose a pasos lentos.

 

Sin embargo, al voltear para retirarse, ambos pudieron ver que la túnica que Mu utilizaba para dormir se apegaba de manera no muy disimulada a su cuerpo, enseñando las suaves curvas y sensuales piernas que el ariano poseía y que ocultaba exitosamente durante el día.

 

DeathMask y Shura compartieron una sonrisa traviesa y de manera suave, el capricorniano se apartó del interior de Death, colocándoso este en cuatro mientras el español iba a buscar a su nueva víctima. Rodeó la cintura de Mu con los brazos y le dirigió nuevamente hacia el templo, mordisqueando su cuello y acariciando su miembro bajo las telas que lo ocultaban recelosamente.

 

- ¡Ahh!.. Nhhh… ahh… n-o… S-Shura… que… - y con la misma violencia con la que arrojó a DeathMask, arrojó a Mu en el sillón, contra el cuerpo del canceriano que lo recibió divertido entre sus brazos.

 

Algo confundido, Mu se encontró con los cálidos labios del italiano, los cuales bebieron de sus labios por largo rato, peleando contra su lengua mientras sus manos le despojaban de tan incómoda ropa. Mientras sus dedos se colaban en el interior de Mu para poder dilatarlo, Shura volvía a introducirse en el moreno.

 

- H-haaa… D-Death… - jadeó de manera suave y sensual Mu, clavando los dedos en el sillón al sentir que finalmente el miembro del italiano se abría paso en su interior.

 

Shura sonrió y arremetió duramente contra el cuerpo del italiano, haciéndole soltar varios gemidos en voz bien alta.

 

- Vamos Mascarita… que yo también quiero oírte… - pronunció en su oído con su acento español más intenso y presente que nunca, lo cual solía ocurrirle cuando estaba nervioso o excitado.

 

A cada movimiento pélvico de Shura, Dm embestía a Mu, quien a su vez utilizaba sus manos para satisfacer los pedidos de su hambriento miembro. Shura sonreía de placer, mordiéndose los labios para no darle el gusto a Death de escuchar aquellos sonidos provenir de su boca.

 

Death abrió aún más las piernas, dándole a entender a Shura que tenía permiso para… acelerar las estocadas a ritmos elevados y desconocidos, llevándole a Death Mask a conocer un placer que nunca antes había sentido… el cual, a su vez, le excitó en demasía, moviéndose con fuerza en el interior de Mu para poder liberar su semilla en su interior.

 

- Hmmm… death… -susurró el español en su oído nuevamente, sonriendo al sentir al aludido estremecerse violentamente.

 

- ¡Ah! Dioses… Mu… Sh-Shura... – jadeó con fuerza. El hecho de sentir a alguien penetrarle y a la vez penetrar a alguien tan exquisito como Mu le estaba volando la cabeza… nunca había creído poder sentir un placer tan intenso como aquel.

 

No pudo evitar correrse en el interior de Mu al sentir las manos del lemuriano acariciar sus piernas y al sentir las manos de Shura acariciar sus testículos. A su vez, Shura se apartó suavemente del interior del peliazul luego de eyacular en su interior. Sonrió un poco y le dio una nalgada al canceriano, desatando la venda que ataba sus manos y recibiendo una mirada asesina de parte de este. 

 

Luego de frotarse las muñecas, se sentó cómodo en el sillón, sintiendo la cabeza de Mu en su pecho y la cabeza de Shura en su frente.

 

- No hay forma… - protestó el italiano, atrayendo la mirada del pelilila y el pelinegro- … sigo teniendo calor.


Notas finales:

~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).