Kill Kill Kill!
La verdad, Sasuke, no me importa lo que pienses de mí.
Sólo me importa lo que sientas por mí, y eso lo tengo bastante claro.
Puedes lavarme el cerebro, puedes matarme virtualmente, con palabras, con acciones, pero nunca te olvidaré. Nunca.
Y eso me está matando, me mata.
Porque sigo enamorado de ti.
Te he pedido de la manera más amable que me dejes en paz, que me dejes de hacer sentir mal, porque eso me obsesiona más contigo.
Quiero poseerte, quiero matarte, quiero hacerte sangrar tanto como mi mente y corazón sangran por ti, maldito enfermo.
Me está matando, Itachi. No sé si te des cuenta, pero si lo hicieras, me encantaría…
Me mata, me atraviesa el corazón de punta a punta, de cabo a rabo, lo oxida el filo del odio y me pide a gritos que te mate.
Si yo muero por dentro por ti, es justo que tú mueras por fuera en manos mías. Corazón por corazón, ¿no es justo?
Entonces te miro, y las lágrimas corren por mis mejillas…
- ¿Qué?-pregunta altivo el mayor, sonriendo interiormente-, ¿no vas a matarme?
Sasuke se ve mal. Se ve peor que eso. Pareciera que fuera a vomitar su alma. Como un minino asustado, como el niño de siete años que aún era en su corazón aferrado a su hermano, se echa a llorar, sintiendo el filo de la espada atravesarle el corazón una vez más, aún sin existir dicha arma en su órgano.
- Aún sigo enamorado de ti-gime, desgarrándose por última vez, se decía. Ésta sería la última vez que moriría de amor por él. Ya no deseaba sentir más. Quería que le matara por última vez. Quería que le atravesara el corazón con aquella espada que ahora había caído al suelo, sin poder dar con su amado y razón de dolor, llamada Itachi.
Y aquí estamos, Sasuke. Como te prometí, como vi en tus ojos que pasaría. Sabía que me amabas. Sabía todo eso, porque creo en la reciprocidad, y yo te amaba. Pienso que eras muy ingenuo, aún lo eres, y tal vez llegué a despreciarte. Llegué a portarme cruel contigo. Pero jamás dejé de amarte.
Y parece que tú tampoco lo hiciste conmigo.
Cuán profundo te herí aquella noche. Di en el blanco. Justo en el pecho.
Mucho más que a los demás, a los que maté.
Hubiera sido misericordioso, creo yo, si te hubiera dado muerte esa noche. Si te hubiera hecho creer que te odiaba, pues eso me hubiera matado.
A fin de cuentas, tú serás el que me mate. Tienes que serlo.
Porque todos estos años ha sido un misterio para mí tu vida, tu corazón, tu mente, tú...
Pero ahora lo sé, sé que sientes por mí lo mismo que aquella noche.
Estoy listo para que me mates, ¿por qué no lo haces?
No me importa que estés enamorado de mí. Yo necesito que lo hagas.
Mátame para apagar el sufrimiento.
Ten misericordia, aunque yo no la tuve, ni la tendré, contigo.
Sasuke miró a su hermano. Vio aquellos ojos ablandarse; hace tanto tiempo que no lo veía así. Le entró el pánico. Lo necesitaba. Quería besarlo. Necesitaba hacerlo.
- No es justo-sollozó Sasuke, enojado hasta la médula-. ¡Estuve sufriendo estos años por tus jodidas acciones, Itachi! ¡Mereces más que la muerte!
¿Y por qué no te mato, si es verdad lo que digo?
¡¿Qué mereces?!
Yo lo he vivido, sé lo que es peor que la muerte.
Sería piadoso si te dejara morir así, sin más, sin cobrarme años de dolor.
Entonces, aún con lágrimas en los ojos, pero con una nueva mueca de suficiencia y venganza pura, apretó su boca contra la de Itachi, dejando fuera cualquier cosa que pudiera arriesgar la vida de su hermano mayor. Ya no habría más dolor físico.
Sólo mental. Y quizá, con los años, lo perdonaría. Pero sólo hasta que él, Itachi, estuviera de acuerdo en lo que sentía por él.
Sufrirás tanto, que no tienes idea...
Hasta que Itachi lo amara tanto que quisiera matarlo, tanto como Sasuke deseó por años, casi siglos, le parecía al menor.
Sí, se cobraría todo, y más, podía saberlo mientras besaba a Itachi, sintiendo las manos de éste subirle por la espalda, pasándole los dedos por debajo de la ropa. Casi rió, sabiendo que ahora él sería quien rompería su corazón.
- Espero que te mueras-dijo con odio Sasuke y, sin más, le abrazó con fuerza, entregándose a él como había soñado hacerlo.
Hicimos el amor por horas, por siglos, me pareció. Fue delicioso.
Siento un horrible desprecio por ti, Sasuke.
Porque no tuviste piedad de matarme. Porque te pareces tanto a mí.
Porque te amo tanto que me mata.
Y odio aún más, que te hayas dado cuenta de ello.
Supongo que tendré que esperar por ti.
No sabía que sufrías todo esto…
Sigo enamorado de ti.
FIN.