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*= ERASE & DELETE =* por myvishikawa

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Notas del fanfic:

Pues!! mi amore more more KavkiMyv me ha pedido escribir esto, espero que les guste y que sea algo de lo que ella se imaginaba xDDD

En fin, disfruten!!!!!!!!

Notas del capitulo:

Pues aqui está la primera parte de esta historia, nuna escribir tanto drama (sip, para mi ya es mucho xD) asi que espero no haberlo arruinado xD

Lean!! es gratis!!!!

La jeringa cayó al suelo y un suspiro de placer se escucho en el baño vacio, su cabeza golpeo con suavidad contra la pared al irse hacia atrás para recargarse en ella sintiendo como el liquido en sus venas le perdía lentamente fuera de la realidad.

 

 

 

-En esos baños nadie me encontró jamás… - dijo riendo – casi nadie sabe que existen…

 

 

 

- Gracias al cielo yo si… murmuró corriendo hacia allí y entrando de golpe, la jeringa rodo por debajo de un cubículo, la miró y de una patada abrió la puerta encontrando justo lo que se imaginaba, un cuerpo casi inconsciente con la cara perdida. La furia que sintió no podía compararse mas que con la que siempre sentía cada vez que Él hacia lo mismo.

 

 

 

- Ámame… por favor ámame…

 

-No.

 

 

 

- Idiota – tiro de el para cargarlo y sentarlo sobre los lavabos - ¿Por qué siempre me haces esto? – Dijo casi en un grito mientras le empapaba la cara tratando que reaccionara – maldito sea el día que me enamore de un imbécil – hablo entre dientes sacándole la chamarra y mojando casi todo su pecho.

 

 

 

- Yo… te dije que no lo hicieras… te pedí que no me amaras

 

 

 

Se carcajeo quedándose recargado sobre el espejo mirando la música, si, la veía, la escuchaba, la sentía…. Y no había tal música.

 

 

 

 

 

 

 

- Despertaste… - pasó un trapo húmedo por su frente para luego darle una bofetada mirándolo con rabia – Eres un estúpido… lo prometiste.

 

Se pasó la mano por la mejilla enrojecida y bajo la mirada, lo había hecho de nuevo, roto la promesa que hacia cada vez y que cada vez…  no podía cumplir.

 

Un adicto no puede controlarse ¿Por qué seguía prometiendo algo que sabia no cumpliría? Por el amor que sentía, un amor que jamás había confesado por el bien del otro.

 

 

 

- Yo… te dije que no lo hicieras… te pedí que no me amaras

 

 

 

- Nadie te pidió que fueras a buscarme – dijo cruelmente con voz fría sin mirarlo. Gackt le dio la espalda para no dejarle ver lo mucho que esas palabras le habían dolido ¿Es que no se daba cuenta cuanto lo amaba?

 

- Solo cállate – le puso enfrente la bandeja de comida y salió de la habitación dejándolo solo, momento en que las lágrimas del pelinegro comenzaron a salir.

 

- p-perdóname mi amor… - susurro – de verdad… es lo mejor para ti – murmuro a la puerta cerrada que le hacia frente.

 

Lo que no sabia era que el mayor no se había ido, escuchaba con la cabeza apoyada hacia atrás en la puerta y dejaba salir una lagrima amarga.

 

- Debí haberte escuchado… no debí enamorarme de ti – murmuro antes de alejarse de ahí a tirarse a su cuarto a pensar un rato.

 

No.

 

No estaban “juntos” porque el menor nunca había aceptado tener una relación con el, pero aun así se hacia cargo, la madre de Miyavi había muerto con la esperanza de que su hijo cambiara, que saliera del vicio y viviera feliz a su lado. Nunca sucedió, ¿su padre? Nunca lo conoció siquiera, así que la señora en su lecho de muerte hizo prometer al eterno enamorado de su bebe que lo cuidaría con su vida, y si, eso hacia, desde ese día era su sombra.

 

Pero nada era miel sobre hojuelas.

 

¿Por qué?

 

Simple

 

Miyavi no paraba de consumir drogas, de escapar, de meterse en problemas, de… ser de todos menos suyo, siempre que lograba escaparse y terminaba con las pupilas dilatadas y la mente volando gracias a las sustancias buscaba algún barcillo para que alguien le invitara una copa y una vez ebrio no le importaba terminar en la cama de ese alguien para luego despertar…solo.

 

Si

 

Porque a pesar de ser tan bello, a nadie le interesa alguien que cae a la primera en tu cama y te abre las piernas tan fácilmente.

 

Y eso terminaba ahogado en mas alcohol y drogas, porque la tristeza de su realidad era demasiada para una mente que llevaba mucho tiempo en la fantasía.

 

 

 

- Pero yo despertaría a tu lado…- murmuró a la chimenea que era su compañía en ese momento, Vivian juntos  y tan separados al mismo tiempo que el solo verlos dolía.

 

Ambos enamorados del otro

 

Pero separados

 

Sabía que el menor le amaba, lo sabia, pero no sabia si alegrarse o llorar porque a pesar de ello no le era permitido acercarse, había visto como dolorosamente era besado por otros, como un perfecto desconocido le tomaba por primera vez y encima, le lastimaba,  porque todos esos hombres que le tenían le trataban como basura.

 

Pero no podía culparlos

 

Era así como el menor se comportaba

 

 

 

 - Yo… te dije que no lo hicieras… te pedí que no me amaras

 

 

 

¿Porque no le había escuchado en ese momento? Porque ya estaba en las nubes por el… era demasiado tarde

 

 

 

- Ámame… por favor ámame…

 

-No.

 

- ¿Por qué?

 

- No te importa…- el mayor se fue – porque ya te amo… porque solo te hago daño…

 

……Pero las palabras así, eran como un árbol que cae en un bosque vacio, si no hay nadie para escucharlo entonces nunca cayó, entonces… nunca fueron dichas…

 

 

 

Que idiota había sido… ¿acaso esperabas mas de el? Finalmente… - ¿Por qué te amo tanto? – acariciaba su cabello, podía hacer eso solo cuando estaba dormido como ahora, incluso se atrevía a acariciar sus labios.

 

- Maldita sea…

 

- Mm… ¿Gack…t? – murmuró dormido el menor revolviéndose ligeramente en la cama.

 

- Estoy aquí… como siempre – susurro con tristeza – siempre lo he estado…

 

Una leve sonrisa se dibujo en sus labios

 

¿Qué estaría soñando?

 

- hum… si… si te amo… - murmuro.  El mayor apretó los labios en una mueca amarga y es que, aun no decidía como debía sentirse.

 

- Lo se… ojala tu mismo lo entendieras…

 

-Uhum… - se giró entre las sabanas y no volvió a responderle. Gackt velo su sueño largo rato.

 

 

 

“Incluso tus sueños me rechazan…”

 

 

 

Despertó.

 

Se giró despacio a ver a su ángel de la guarda sentado a su lado completamente dormido incómodamente sobre la silla.

 

- Abúrrete de mi… ya déjame ir… - murmuro acariciándole la mejilla – tu corazón me tiene atrapado, deja ya de hacerte daño…

 

¿Por qué no podía decírselo cuando el otro si escuchaba?

 

 

 

“Porque soy egoísta… si te lo digo te pierdo, pero… en el fondo lo deseo, porque te amo, te amo, y se que te hago sufrir”

 

 

 

Se escurrió entre sus brazos imaginando que era así como miraban las estrellas o una película, juntos, abrazados.

 

- Pero… yo no tengo nada que ofrecerte…

 

Y es que si vivía recibiendo y recibiendo… ¿Qué podría darle? Todo lo que alguna vez había valido algo estaba perdido en el tiempo, en un vaso de alcohol, en una cama de hotel, en manos de otro.

 

- Me hubiera gustado pertenecerte a ti… - acercó sus labios

 

¿Debía hacerlo? Por amor ocultaba sus sentimientos.

 

Por amor estaban como estaban.

 

Llorando en soledad por el otro, sabiéndolo, sin saberlo, pero siempre cada uno por su lado.

 

- Te amo… ojala fuera lo que mereces… lo que tu corazón merece…

 

Unió sus labios apenas en un roce que le saco una lágrima, solo así podía sentirlo. Miró el reloj, hora de olvidarse del mundo, de olvidar su amor, de olvidar a su madre, a todos quienes le tenían y le botaban.

 

La paz le llegaría en unos momentos.

 

Pantalones sucios, sudaderas rotas, tenis viejos y las llaves.

 

Miró a quien era su dueño y a la vez… nada antes de abrir la puerta.

 

- Adiós amor mío… te veré por la tarde…- sonrió – no…tal vez no.

 

La puerta se cerró.

 

 

 

El amanecer no llego a su mirada al estar nublada en lágrimas, una hora mirando una cama vacía.

 

- ¿porque me haces esto?

 

 

 

Cada día era rutina, pensar en el, pensar en el, pensar en el, esperar que este bien, rezar porque nada le pase, esperar que salga vivo del hotel donde este, del bar donde este, del callejón donde este, rogar a quien fuera que nadie le haga daño, que no lo lastimen, que no sufra.

 

Maldita fuera la inmensa ciudad, donde es imposible encontrar a alguien.

 

Maldita sea la hora que cayó dormido.

 

Maldita la hora que no lo encerró con llave.

 

¿Por qué?

 

Porque cada día que pasaba era no saber si en algún momento volvería a verlo…. Vivo.

Notas finales:

Las veré en el siguiente capitulo!!! espero sus opiniones > < se aceptan sugerencias, disfruten >.<


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