Sabía que esta era mi última noche con él. Sabía perfectamente que mi corazón y todos los sentimientos que llevaba dentro desaparecerían, y que nunca volvería a ver su hermosa sonrisa.
Hacía solo unas horas, Near me informaba que para poder capturar al presunto Kira necesitaba mi ayuda, mientras que por teléfono me contaba su plan, interiormente sabía que este plan acabaría de una forma muy siniestra. Mientras que él hablaba yo solo podía espetar un simple si o un de acuerdo. Constantemente miraba a mí alrededor observando como mi compañero me ponía muecas al saber que hablaba con el peli-blanco.
Colgué el teléfono y mire acongojado a mi amigo:
-Matt, Near ha tenido una idea para poder atrapar al verdadero Kira, pero… -no puede continuar hablando ya que tenía un enorme nudo en la garganta-
-¿Pero..? Seguro que algo malo pasara, viniendo de esa bola de pelo, me imagino lo peor.
-Lo más probable es que acabemos muertos, así que… ¿quieres continuar ayudándome, o prefieres retirarte antes de que pase lo peor?
-Creo que ya sabes la respuesta, nunca me alejare de ti. Siempre ha sido así y siempre lo será, pase lo que pase.
Cuando dijo eso Matt, sentía que miles de sentimientos se apoderaban de mi interior, y tristemente esbocé una sonrisa, como de consuelo o de aceptación.
Quedaban solo unas horas para poner el plan en marcha, y ya se notaba la tensión que había en la habitación. Yo no había probado ni una chocolatina desde que había hablado por teléfono, y Matt no había probado ningún cigarrillo desde entonces.
Ambos sabíamos que en unas horas desapareceríamos de este mundo. Nuevamente esas emociones que yo había sentido cuando fui abandonado cuando era pequeño volvieron a renacer en mi interior, y Matt se dio cuenta de cuanto miedo y tristeza sentía.
Se acercó lentamente a mí, y con sus anchos brazos me dio un abrazo. Era un abrazo lleno de ternura y amor… ¿AMOR? ¡Pero que estaba pensando!
Me aleje rápidamente, mientras que mis mejillas se tornaban de un color rojizo, y no salían adecuadamente los insultos que quería chillarle…
-¡Pee-erro inútil! ¿¡Qué-ee crees que..estas ha-cien-do!?
No obstante, aunque decía eso, sabía perfectamente que no me había importado ese abrazo, y que el calor que había sentido en ese instante había provocado que mi corazón se acelerase de una manera atroz.
-Mello, sé que me necesitas… Y tú sabes que yo te necesito, acéptalo.- dijo eso mientras que me besó dulcemente en los labios.- ¿Lo aceptaras?
Me sonroje como nunca lo había hecho, al mismo tiempo, me acerque vergonzosamente a su cara y le dije un sí entrecortado, mientras le propinaba un beso en la mejilla.
Matt hizo una leve sonrisa, y se acercó a mi oído con una sonrisa maliciosa.
-Todavía te comportas como un crio…
Cuando acabo de decir eso, me lamió sensualmente la oreja y me mordió el lóbulo. Notaba que tenía la cara ardiendo y que quería más de su calor. Me aferre a su camiseta y me lance encima de él.
-¡Puedo ser más adulto!
Acerque mi boca a su cuello y fui dando pequeños mordisquitos, notaba como su piel y su cuerpo se iban tensando y eso hizo que cada vez ardiera más en deseo… Fui bajando mi boca hasta llegar a la cremallera de sus pantalones, la baje con cuidado y comencé a lamer el bóxer rojo que llevaba. De repente un pequeño gemido salió de su boca, y me aparto rápidamente de su entrepierna, tumbándome en el sofá.
-¡Porque me apartas! ¡Yo quería..AHHH…!
Antes de que pudiera acabar mi frase reprochadora, Matt me empezó a lamer el cuello y a tocarme el pecho salvajemente. Bajó sus manos lentamente e introdujo la mano izquierda en el chaleco, mientras que con la mano derecha iba tocándome el miembro.
Mis gemidos resonaban en aquella habitación del hotel donde nos hospedábamos, y el placer que sentía nunca lo había sentido.
Rápidamente bajo la cremallera de mi chaleco con su boca, y lamio mis pezones y los pellizco de una forma placentera. Fue repartiendo pequeños besos en mi abdomen hasta llegar a mi bragueta. Me miro pervertidamente y comenzó a lamer con fuerza mis pantalones de cuero. Sentía que mi miembro estaba respondiendo al contacto de su lengua, y él también lo noto. Así que me bajo rápidamente los pantalones y el bóxer, y engullo mi miembro de una sola vez. Notaba como su lengua rozaba levemente mi miembro cuando lo engullía, y estaba extasiado de tanto placer. Unos fuertes espasmos se apoderaron de mi miembro, y antes de que pudiera darme cuenta, me había corrido en la boca de Matt.
-¡Yo.. lo siento Matt!
Me acerque a su cara para poder limpiársela, pero antes de poder hacerlo Matt ya se había tragado todo mi semen y me estaba besando con su lengua ferozmente. Cuando acabamos de besarnos, podía sentir mi propio sabor en mi boca, y eso provoco mi sonrojo.
-Tranquilo, no pasa nada… Me gusta todo de ti, sea lo que sea.
Me miró fijamente a los ojos y me sonrió pícaramente. Note un pequeño pinchazo en mi trasero y vi que Matt me estaba introduciendo un dedo en el.
-¿¡Pero quee!?
-Debo prepararte antes de metertela,¿no? ¿O quieres que lo haga a lo salvaje?- dijo mientras me lamia los labios.
-Bueno… ¡Pero yo también quiero darte placer!
Nunca había visto a Matt con una cara tan asombrada como la de esa vez, después de su leve asombro se empezó a reír y me abrazo con la misma ternura de antes.
-¡Pues claro que puedes darme placer! Siempre he estado esperando por ello…
Bese sus labios mientras dirigía mis manos a su miembro, dio un pequeño espasmo de placer al notar mi presencia, y eso me alegro un poco. Comencé a masturbarle, y el empezó a introducir sus dedos en mi trasero para así poder dilatarlo.
Al principio había sentido dolor, pero ahora solo sentía placer y unas enormes ganas de tener todo de Matt. Cuando vi que el miembro de Matt estaba listo, lo empuje y me senté lentamente sobre su miembro. Ambos comenzamos a gemir, y cuando nos acostumbramos a la sensación del otro empezamos un rítmico vaivén de placeres inigualables.
Después de unos instantes siguiendo ese tempestuoso ritmo, sentí que llegaba al clímax y que ambos miembros estaban a punto de correrse. Un último vaivén y nuestros miembros se corrieron.
Entre suspiros y jadeos de cansancio me beso en la frente y me miro dulcemente y me dijo:
-Ojala hubiera hecho esto antes, al menos esta no sería mi primera y mi última vez…
Cuando dijo esa frase mi corazón sintió una pequeña punzada, y notaba como mis ojos se ponían llorosos.
-Si, lástima que haya sido tan cabezota…
Esa última hora la pase agarrado a Matt mientras que lloraba sin remedio. Yo alguien que siempre parecía fuerte, llorando como un mocoso. Ese día me di cuenta de que había estado enamorado durante toda mi vida de la misma persona, esa persona que había estado siempre a mi lado apoyándome, ayudándome en todo lo que era necesario.
Ojala le hubiera dicho aunque solo fuera una vez un simple te quiero, un gracias, o algo por el estilo. Pero estos pensamientos y sentimientos no le llegaran nunca, ya que él ya no está aquí. Él ha muerto, he visto su muerte por una pequeña pantalla de televisión, y sabía que el futuro que me deparaba a mí era el mismo que el suyo. Al menos estaría nuevamente a su lado, y así podría tener otra vez una oportunidad para pedirle perdón y decirle todo lo que siento.
Estos fueron mis últimos pensamientos antes de tener un grave dolor en el pecho y sentir como el mundo se desvanecía a mi alrededor. Ya no había ninguna razón para seguir en este mundo, todo lo que tenía en él se había esfumado.
Matt espero poder reunirme en el cielo junto a ti y poder explicarte todo, mientras nos amamos para siempre.
Porque desde que era pequeño te he amado y aún sigo amándote. Porque siempre y para siempre nos amaremos. .. Siempre ha sido así y siempre lo será, pase lo que pase.
Adios, y hasta ahora Matt.
De tu Mello.