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El mejor día de mi vida por Suzutaka

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Notas del fanfic:

Basada en hechos reales de mi vida XD !

Notas del capitulo: Ojala les guste, hace mucho deje de escribir :c
Algún día continuare mis fics, lo siento :c
2000, 28 de Octubre

Era sábado, justo el día en que Kai celebraba su fiesta de cumpleaños. No sabía que regalarle, lo conocía desde el comienzo del semestre y no tenía idea de sus gustos, bueno algo, sabía que le gustaba tocar la batería y que estaba enamorado de Uruha el mejor amigo del chico que a mí me gustaba y que de hecho se iba junto conmigo y su hermana hacia la estación del metro. Iba a salir en poco tiempo al centro comercial para buscar algún engañito para no quedarme con las manos vacías y un tremendo cargo de conciencia, el chico era un amor.

No quería ir solo así que prendí mi computador para ver si alguien quería acompañarme, hasta llamé a Kohara (uno de mis mejores amigos del otro instituto) para que fuera conmigo, pero para mi desgracia el chico tenía planes con su novio. Mendiga suerte la mía de que nadie que yo conociera estuviera conectado, y aburrido pensé en apagar de una vez el aparato e irme pronto a comprar algo, se me estaba haciendo tarde. Por milagro, antes de apretar el botoncito rojo una ventana se abrió en mi Messenger, era Reita.

¿Quién es Reita? Pues el chico del que les hable hace un rato, es espectacular, me gusta mucho. Y no es por el hecho de que vaya en el equipo de fútbol o que sea uno de los chicos más populares del instituto, sino que es que… tiene algo. Puede ser muy tierno si se lo propone, he llegado a conocerlo un poco más, más allá de su faceta de ‘soy el mejor’.

‘¿Qué tal Takanori?’

El hecho de que supiera mi nombre me hacía suspirar; sí, lo sé, es tan patético. Sin esperar mucho contesté, aunque mi cerebro no reaccionaba y mis manos temblaban sobre el teclado.

‘¿Y qué haces?’

‘Me preparo para ir al centro comercial, iré a comprarle un regalo a Kai. Aunque no quiero ir solo’ respondí tímidamente, y una fugaz idea pasó por mi mente. Rápidamente escribí: ‘¿Quieres acompañarme?’ y luego me arrepentí. Pero lo que siguió me dejó sorprendido, no me esperaba su afirmativa. Y con un ‘nos vemos en la puerta principal en media hora’ me dio un ataque de pánico. ¿Cómo se me ocurrió? En media hora no lograré arreglarme lo suficiente para quedar guapo para él, maldición, yo y mis impulsos. ¡A su lado no lograré pensar en nada! Y no se me ocurrirá que comprarle a Kai.

Pero ahí estaba. Exactamente media hora después, en una banca cerca de la puerta con unos jeans desgastados, una camiseta amarilla y una bufanda morada, al igual que el borde de mis zapatillas viejas. Maldito atuendo, no tenía tiempo para arreglarme más, y mi cabello desordenado sólo hacía que me sintiera más patético. Apenas y alcancé a delinearme los ojos. Pero todo se me vino encima al ver a lo lejos su rubio cabello; venía vestido con unos jeans parecidos a los míos, una musculosa negra y un pañuelo también negro que cubría la mitad de su cara, como siempre. Se veía tan deseable, venía escuchando música y al verme levantó el brazo a modo de saludo. Tambaleándome me levanté de mi asiento y antes de caerme logré dar un paso nervioso que me dejó frente a él.

- Hola – me dijo, y su grave voz me dejó delirando por unos segundos.

- H-Hola, ¿Qué tal andas? – por Dios que me había costado decir la frase correctamente, el se rió un poco y luego desordenó más mi cabello, hice puchero, ahora me vería fatal.

- Bien, supongo. ¿Y tú Takanori?

- Oh, por favor no me digas así, puedes decirme Ruki.

- ¿Ruki? Genial. Hey vamos o se hará tarde.

- Claro, ¿tú también vas a la fiesta?

- Eh no, creo que no fui invitado. Sólo soy el amigo del novio del cumpleañero. Con Kai nunca he hablado. – de mí salió solo un estúpido ‘Aah’ como respuesta, nos pusimos en marcha, realmente al ver tanta cosa no se me ocurría qué comprar.

Paseamos, dimos muchas vueltas, entramos a mil tiendas y aún no sabía que comprarle a Kai. Reita hasta me dijo que no le llevara nada, después de todo no se exigían regalos, pero yo y mi maldito remordimiento no me dejaba desistir de por lo menos intentar encontrar algo.

Hasta que lo hice.

Después de tantas vueltas y casi dos horas de puro leseo, encontré: un pendrive de 8 GB en forma de baqueta. Fue lo más freak que ví, pero me pareció perfecto, y feliz con mi hallazgo me dio lo mismo que el maldito aparato me costara más de 4.000 yens (aprox. 25 mil pesos chilenos).

- Caro para ser sólo un regalo de cumpleaños. – me dijo Reita cuando nos hallábamos fuera del centro, en una banca comiendo unos helados. Pero yo estaba feliz.

- No soporto llegar sin nada a un cumpleaños y es perfecto si encuentro algo realmente PERFECTO. – dije chillando de la felicidad, él solo se me quedó mirando.

- Eres extraño Ruki, pero me agradas.

- Tu igual me agradas Reita – dije sonrojado, lo miré apenas unos segundos a los ojos y luego corrí la cara simulando ver a un chico que pasaba en skate. Pero mi verdadero motivo es que sentía que mis mejillas se estaban quemando, por lo que debo de estar como un tomate. Oh, si no sabes cuánto me gustas Akira.

- Ruki… - me llamó, y yo no sabía si girar o no. No estaba seguro de estar totalmente recuperado de mi reciente bochorno. Aunque lo hice igual, pero choqué con él. ¡Lo tenía pegado a mi cara!, su nariz se tocaba con la mía y sus ojos me miraban penetrantemente, como buscando la señal que necesitaba para continuar, y creo que la encontró. Me besó.

••.•´¯`•.••

- ¡¿Cómo que te besó?! – y ahí estaba, en medio de la fiesta de cumpleaños de Kai, con el mismo cumpleañero preguntándome lo que le había contado hace apenas unos segundos. - ¡Oh por Dios! – chilló sonriéndome - ¿No es eso lo que tú querías? …l te gusta ¿verdad? – asentí como bobo, estaba tan feliz.

- Lo único que me hubiera gustado es que estuviera aquí ahora. – bajé la cabeza, dándomelas de dramático.

- De ahora en adelante supongo que estarán andando, ¿no? ¡Y luego serán novios! – chilló, lo que llamó la atención de su novio, Uruha.

- ¡Hey! ¿Están hablando de lo que Akira me contó hace unos minutos? – dijo sonriéndome, Kai asintió feliz, era un gran chico, y creo que lograremos ser muy buenos amigos. – Felicidades Ruki, yo ya sabía que ahí había algo, aunque me lo negó mucho – hablaba de Akira, Reita gustaba de mí. Mi corazón se aceleró de felicidad.

- Gracias.

Me quedé solito luego de eso, estaba aburrido. Y no es que la fiesta sea un desastre, estaba muy buena y hasta daban ganas incontenibles de ir donde los demás a bailar. Pero yo solo deseaba volver a las salas de clases y ver nuevamente a Akira, y aunque no estemos de novios aún, por lo menos sé que me quiere y que estaremos juntos de ahora en adelante. Quisiera realmente que estuviera aquí.

- ¿Quieres bailar Takanori-kun? – preguntó un chico de mi clase, que creo le decían Saga. No me negué porque tampoco quería parecer un inadaptado, así que fui con el donde los demás y comenzamos a bailar. Lo que no me esperaba es que a medida que seguía la canción el chico comenzara a tocarme más, y tratara de besarme. Me resistí, pero me tenía bien agarrado.

- No toques así a Ruki – escuché a nuestro lado, y Saga se alejó de mí mirando al chico que estaba ahí. Mis ojos brillaron, me sonrojé y mi corazón se aceleró. Saga se fue, y yo me quedé frente al chico que tanto me gusta. – Hola Ruki – me sonrojé, al recordar lo que había sucedido hoy en la tarde.


- ¿Qué haces aquí? – pregunté sorprendido, pero muy feliz.

- Pues, me invitaron y aquí estoy, no me lo perdería.

- Pero me dijiste que Kai no te había invitado. – dije perplejo.

- Ah, eso. Es que no sabía si venir – dijo, y creo que vi sus mejillas enrojecerse un poco.

- ¿Por qué? – interrogué.

- Es que no sabía cómo reaccionarías después de lo de la tarde, así que preferí decirte eso. Realmente no pensé que me corresponderías – dijo sonrojado.

- Que bobo – me miró – no sé como pensaste que no te correspondería.

- Déjame dudar, no soy perfecto.

- Lo eres para mí, y eso basta, ¿no crees?

- Sí, que me hayas invitado a salir hoy es lo mejor que me ha pasado. Me diste el valor de comenzar esto – me abrazó. Asentí y me dejé llevar por las sensaciones que me recorrían ahora, legalmente este día ha sido el mejor de mi vida, nunca lo olvidaré. Y todo terminó mejor cuando al separarnos unos centímetros recibí nuevamente sus labios y luego de terminar nuestro más dulce beso me susurró un ‘Te quiero’.
Notas finales: Byee !

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