Shuichi se hallaba mirando tristemente el reportaje que mostraban en la televisión
- es oficial – decía la mujer con un micrófono – Yuki Eiri con Shindou Shuichi han terminado, lo comprobamos cuando descubrimos al galardonado escritor en compañía de la modelo Sakamoto Azami quienes nos confirmaron su romance.
Shuichi apagó la televisión y las lágrimas comenzaron a fluir por sus mejillas.
- ¿otra vez llorando? – dijo una voz desde la entrada.
En la entrada a la sala del pequeño apartamento que arrendaba Shuichi estaba una chica de larga cabellera rubia y de refulgentes ojos dorados.
- lo siento – sollozó – es que… es que…
No pudo continuar y el llanto se volvió a hacer presente. Hace dos semanas que había terminado la relación con Yuki, este último le había gritado que no lo amaba, que estaba cansado de él y que solo era una molestia.
Dolía tanto
Sentía que su alma se desgarraba y al enterarse de que el escritor tenía una nueva pareja, lo destrozaba.
- si no lo olvidas nunca podrás ser feliz – soltó la chica acercándose y sentándose a su lado – si no dejas que te ayude, no pararás de sufrir.
- sé… sé que tratas de ayudarme – murmuró – pero es tan difícil…
- para eso estoy yo – sonrió ella – conmigo se te hará más difícil olvidarlo, pero a la vez te dolerá menos.
- gracias – sonrió por primera vez – si no te hubiera conocido, no sé que hubiera hecho.
- de acuerdo Shuichi – dijo ella levantándose – tenemos mucho que hacer asi que levántate.
El pelirrosa la obedeció.
- primero que nada debes a aprender a ocultar el dolor – dijo ella – es lo principal, demuéstrale a Eiri que no te duele el que salga con otra.
- no puedo – bajó la mirada – no puedo ocultar el que no me duela, el que no me lastima.
- aprenderás – soltó – yo tuve que hacerlo siendo una niña y si yo pude tu también lo harás.
- esta bien – asintió – lo intentaré.
Al otro día…
Shuichi comenzó a arreglarse para ir a NG, sabía que tendría que dar respuestas, en especial a Hiro sobre su ruptura con Yuki y el porque no le había contado.
- te vez preocupado – dijo la rubia entrando a la habitación del pelirrosa – todo irá bien, solo debes relajarte.
- no estoy preocupado – aclaró – es solo que tendré que dar muchas respuestas.
- ¿Por qué?
- bueno, Hiro querrá saber así como los demás – dijo extrañado.
- no tienes porque responderles – habló suavemente – no merecen que contestes tus preguntas.
- ¿a que te refieres?, ¡ ellos son mis amigos! – exclamó – tienen mi confianza.
- ¿ellos confían en ti?
- claro
- te estás engañando a ti mismo, comencemos por tu querido amigo Hiroki – habló – dices que es tu amigo y que confías en él, pero ¿el lo hace? – antes que Shuichi hablara ella lo calló – no, ¿te a contado él que su madre se halla enferma? ¿ te dijo que mantiene una relación con ese manager suyo? Y no estoy hablando de algo nuevo, ellos llevan casi seis meses; no crees que un amigo que confiera en ti te lo habría dicho, es lo mínimo que podría haber echo ya que tú le cuentas todo ¿o me equivoco?
El pelirrosa se mantuvo en silencio.
- ahora, están los otros sujetos con los que tratas – volvió a comenzar – esta ese cantante, tu ídolo Sakuma Ryuichi, lo consideras tu amigo sin embargo él sabe que estás comenzando, que no tienes tanta fama como él ¿ y que hace? Te distrae, con su estúpido conejo, te distrae para que no triunfes.
- NO ES CIERTO – gritó – HIRO Y SAKUMA – SAN SON MIS AMIGOS.
- pero no lo han demostrado – replicó – si le importarás a Sakuma, no te distraería y te aconsejaría ¿Qué consejo te a dado?
Silencio
- como vez ellos no son tu amigos – dijo acariciando el cabello de Shuichi – al resto del grupo no les importas, Fujisaki vive reprochándote, creyendo que lo sabe todo, le gusta criticarte, hacerte sentir menos, sin embargo cuando no tienes inspiración para tus canciones ¿se a ofrecido a ayudarte? Después de todo también es parte de su banda; esta ese manager que vive apuntándote con su pistola, presionándote, por Dios, eres artista debería saber que frente a una falta de inspiración, el presionarte no sirve de nada – tomó aire – ese Sakano, su productor a él solo le interesa ser el lamebotas de Seguchi, si tu jefe le ordenara el despedirlos, pero dejándolo a él, ten por seguro que lo haría.
Ni un ruido se oía en la estancia.
- las otras personas con las que convives a diario tampoco les importas – tomó una de las manos del cantante – Noriko – san tiene su mundo, Seguchi es un bastardo, si por el fuera estarías 20 metros bajo tierra solo te tiene ahí porque eres una fuente de dinero; Tatsuha es un mocoso caliente, solo le interesa su Honey y si alguna vez te tomó en cuenta fue por tu parecido; Mika podría decirse que es la más decente de todos, dice las cosas de frente y se ven sus intenciones. Finalmente está tu querido yuki, siempre te trató mal, no te valoró y cuando se cansó te botó como si nada.
El pelirrosa temblaba ante los sollozos, las palabras de Ariadna le dolían, pero ella tenía razón lo que significaba que básicamente estaba solo; que nunca había tenido amigos de verdad.
- tranquilo Shu – lo consoló Ariadna – yo estoy contigo, sabes que no te dejaré.
- ¿Cómo no me di cuenta? Soy un baka estúpido – lloró con más fuerza.
- no eres estúpido – lo corrigió acariciando suavemente su espalda – solo que confías demasiado en la gente, pero hoy puede ser un nuevo comienzo.
Él asintió.
- ahora limpia tu cara que debes ir a trabajar . miró el reloj – no alcanzas a desayunar así que compra algo en el camino.
Shuichi fue al baño a limpiar su cara mientras que las palabras de Ariadna aún recorrían su mente.
- ¿realmente será así? ¿se habrá equivocado? – se preguntó – pero ella me dijo que los ha investigado a todos, debe verdad.
Salió del baño y se colocó su chaqueta.
- me voy – dijo tomando su mochila y colocándola en el hombro.
- que te vaya bien Shu – tomó su cabeza y le dio un beso en la frente – a propósito estuve pensando y lo mejor será que no cambies mucho tu actitud con ellos, si eres sutil tendrás la situación a tu favor, además a si evitarás preguntas incómodas y problemas en especial por parte de mi odioso primo.
- lo intentaré – murmuró – adiós y gracias.
- adiós Shu.
Ariadna esperó a que Shuichi se alejara y cuando lo estuvo suficiente sacó su celular y comenzó a marcar.
- ¿si? – dijo una voz masculina
- nii – san – dijo ella – resultó mejor de lo que esperaba.
-¿de verdad? – preguntó con avidez - ¿estás segura?
- si, ocupe lo que averigüe sobre ellos en su contra – soltó alegremente – aún falta que lo crea por completo, pero vamos muy bien.
- eso es fantástico – rió – todos ellos van a sufrir.
- si – su sonrisa se borró mostrando una mueca de desprecio – Seguchi va a ser fácil con colocar a Shuichi en su contra y en contra de NG provocará inestabilidad ( n/a: no se si me di a entender, pero me refiero a que si hay conflictos entre los empleados, al final genera problemas a la empresa) y ahí es donde actuaremos.
- cierto, los Uesugi pagarán muy caro lo que nos hicieron.
- si, nii – san debo irme, necesito ir al super a comprar las cosas para la cena.
- veo que te tomaste muy en serio lo relacionado con el cantante.
- te equivocas – dijo – Shuichi me interesa de verdad, no quiero que sufra y Eiri lo hará sufrir. Sabes como es nuestro primo.
- si tienes razón, bueno hasta pronto hermanita.
- adiós James.
Ella apagó su celular.
- me las van a pagar – pensó con rabia – juro que me vengaré por el daño que le hicieron a mi familia.