Los tres monos sabios
Capitulo 1: La misión.
Cuenta la leyenda, que los Dioses del Japón antiguo enviaron a la tierra a tres monos para que les contaran las malas acciones de los humanos. Éstos, tenían dos virtudes y un defecto. Kikazaru, no podía escuchar. Mizaru, no podía ver. Iwazaru no podía hablar.
Estos tres monos protegen actualmente el santuario de Nikko.
La moraleja que nos dejan actualmente estos tres monos es que no debes ver maldades, no debes decirlas y no debes escucharlas.
-Muy interesante. – alegó Naruto mientras se rascaba la oreja con indiferencia.
-¡Si ni siquiera me estabas escuchando! ¡Estabas leyendo la maldita revista! – gritó la chica mientras señalaba la revista que el rubio tenía en las manos. Luego, se giró hacia el moreno. -¿A ti te ha gustado, Sasuke?
-Discúlpame, Sakura, no te estaba escuchando… - alegó mientras seguía observando el curso del agua. Naruto estalló en carcajadas, pero fue acallado por la mala mirada de la chica.
-Por favor, Kakashi, llega pronto… - susurró Sasuke esperanzado. Y justo en ese momento, una nube de humo apareció.
-¡Kakashi! – gritaron los tres al unísono, alegres.
Cuando la nube se disipó, vieron que en realidad se trataba de Shikamaru. Naruto volvió a su tarea de leer la revista y Sasuke a observar el río. Sakura fue la única que le observaba.
-Esto… Tenéis una misión. – alegó seriamente. – Esta vez Kakashi no os acompañará.
-¿No? Pero… ¡Él siempre nos acompaña! – gritó Sakura enojada.
-Pues esta vez no.
-Explícate. – alegó Sasuke. Shikamaru sonrió.
-Resulta que Kakashi está ocupado. La misión que se os ha encargado es tan fácil que no le necesitaréis. Se trata de atrapar un mono.
-¿¡Un mono!? – Naruto parecía asombrado. - ¿Quieres que el futuro Hokage se entretenga intentando cazar un mono? ¡Estás loco!
-Si es tan fácil, la podréis hacer rápidamente. – Shikamaru seguía sin ánimos de hablar, pero continuó con la historia. – El mono se escapó de un laboratorio del país de la música. Ahora, campa a sus anchas por el bosque y nos han pedido ayuda para atraparle.
-Bueno, de acuerdo. Me gusta viajar. Así haremos un poco de turismo. – alegó feliz Sakura.
-Pues por mí, podéis ir solos. – aseguró el moreno mientras se incorporaba y se ponía las manos en los bolsillos. – Yo me voy, tengo cosas más importantes que hacer. – Shikamaru sonrió.
-Entonces… ¿Dejarás a Naruto a solas con Sakura?
Sasuke se quedó estático. Observó lentamente a la pareja. No, no lo iba a tolerar. Seguramente Sakura intentaría violar al pobre rubito.
-Bueno… supongo que no.
-Así me gusta, Uchiha. – rió Shikamaru por su victoria.
Sakura estaba emocionada; Sasuke quería protegerla de los instintos sexuales de Naruto. Naruto estaba feliz: pasaría tiempo con Sasuke, un tiempo ideal para convencerle de que se hiciera su pareja sentimental.
Shikamaru les dio el dossier con la información y desapareció.
-Muy bien. Nos prepararemos y dentro de media hora os quiero a todos en la entrada de la villa. – alegó la chica llena de energía. Todos asintieron y se separaron.