Capítulo I:
Me encontraba en mi habitación, mejor dicho en nuestra habitación sin embargo, yo estaba acostado sobre mi cama y mi compañero que claramente estaba dormido, se encontraba recostado en la cama enfrentada a la mía. Lo miraba desde la distancia de reojo de manera que me sentía incómodo, pero no sabía la razón. Reposé mi cabeza sobre el respaldo de mi cama y miré al techo, comencé a pensar detenidamente.
¿Qué me pasa?..¿Qué significa esto qué siento?..¿Por qué me pasa con él?..Ésas preguntas y muchas más rondaban en mi mente en ése instante, no podía dejar de pensar que la respuesta de todas ellas era una clarísima; Amor.
-¡NOOOO!...-Expulsé mi pensamiento en voz alta, debido a esto mi compañero se sorprendió.
-¿Qué rayos te pasa, Hidan?.-Se despertó casi a los saltos después de mi desaforado grito.-¡¿Por qué gritás así?. ¿Eres idiota?..¿Quieres que te mate?.
-Tsk..Sólo fue un comentario en voz alta, eso es todo.
-¿ESO ES TODO?..¿Cómo te atreves a levantarme así de un susto?..¡Idiota!.-Se levantó apresurado y caminó hacía la mesa luz, dónde depositado sobre éste estaba el reloj.-Son las ocho de la mañana…¿Qué haces despierto a ésta hora?.
-Como si fuera tarde..-Respondí protestando.
Luego de mirar la hora, se encaminó hacia la puerta de la habitación y la abrió.
-Me voy a hablar con Pein, para organizar algo. Cierra la puerta. No te olvides de pasar en limpio el archivo que investigué ayer. ¿Oíste?.
-Si, si..-Repliqué de mala gana y éste se fue.
Nosotros dos vivimos desafortunadamente en el mismo departamento y además ambos trabajamos en la Empresa Akatsuki dirigida por nuestros jefes: Pein y Konan. Nos conocimos hace unos años aquí en la Empresa. Fue algo muy molesto el cruzarme con él debido a que su carácter aún no me agrada.
En ésta Empresa cada uno de los miembros que en total son nueve; tienen un equipo de a dos designados. Yo claro está, me tocó hacer grupo con Kakuzu. Nosotros no elegimos con quién estar sino Pein y Konan. Obviamente es por la única razón de que ellos son los fundadores de la Empresa.
Volviendo al tema anterior, él me lleva más de cinco años. En realidad no tengo la menor idea, sin embargo últimamente hay cosas que me han estado pasando que me preocupan. Si, hay un sentimiento que merodea por mi mente que me resulta un poco complicado. Aunque yo no lo creo cierto, pues..¿Por qué estaría enamorado de un compañero tan frío como él?. ¡Imposible!.
Sacudí mi cabeza, volviéndome loco a tal punto que las horas pasaron y yo aún seguía pensando en esos sentimientos confusos. Dejé de hacerlo cuando llegó la hora de la cena, eran las nueve de la noche y lo que preocupaba más a ésta altura era.
-¿Kakuzu…Maldición dónde diablos te metiste?. No te haré comida..Así que cuando llegues te la preparas tú mismo..¿Oíste?..-Le confesé enfadado a mi compañero mediante el celular móvil quién éste respondió desde el otro lado.
-Tsk..Haz lo que quieras…-Y colgó el celular.
Finalmente me hice la comida, cené obviamente solo. Terminé de cenar para después mucho después prepararme un té. No sé por qué, pero lo esperé.
Lo primero que se me ocurrió o mejor dicho la primera razón que se me cruzó por la cual no venía aún tenía que ver con el trabajo, a lo mejor tenía cosas que hacer en la Empresa, o quizás Pein lo invitó a tomar unos cafés para charlar sobre algo importante. ¡No sé!..
Sin embargo me tenía preocupadísimo!..¿Qué estaría haciendo a éstas horas?..Me dispuse encender la televisión recostándome en la cama. Cuando finalmente el sueño me terminó venciendo. Cerré los ojos y me vi en un sueño casi real.
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Al día siguiente; me sentía por alguna razón cómodo. Si mal no recuerdo anoche no me tapé…Me pregunté a mi mismo, estaba abrigado con las sábanas mías…Pero..¿Cuándo..En qué momento hice eso?.
No tuve idea, lo único que sé que en ése instante olía un aroma a café recién colado. Me dejé llevar por el delicioso aroma y llegué a la cocina, dónde estaba sorprendentemente:
-¿Kakuzu?..¿Dónde estuviste toda la noche, idiota?.
-Que te importa..Eran por asuntos de trabajos, ah!..Acuérdate que hoy es el cumpleaños de Deidara..A las nueve hay que estar en su casa…
-Tsk…Ayer te fuiste tan temprano que ni avisaste que te ibas por todo el santo día!..-Protestó híper enojado y con una vena hinchada.
-¿Tengo que decirte todo lo qué haga durante el día?.-Inquirió desafiante y frío, lo que hizo que me enojara mucho más!.
Le di la espalda muy enfadado por aquello, y entonces me dirigí al baño para hacer las necesidades diarias. Me peiné mi cabello hacia atrás dejándome ver así todo mi rostro y mis ojos violetas.
-Tsk..¿Quién se piensa qué es?..-Murmuré furioso.
Eran las cuatro de la tarde y yo me había levantado de dormir una pequeña siesta como de costumbre, cuando me dirigí al baño me llevé una sorpresa:
-¿K-K-Kakuzu?..-Kakuzu se volteó hacia mí y éste me miró indiferente.-¿Qué quieres?..-Reaccioné de tal manera que me sonrojé fuertemente, sin embargo él no se inmuto en absoluto.
-IDIOTA!...-Y salí del baño apresurado.
-Pendejo!..Anda preparándote para bañarte!..Que después nos vamos a la casa de Deidara.-Gritó desde el baño Kakuzu, mientras yo me recosté más bien me tiré encima del sofá y suspiré largamente.
Al cabo de unos minutos, Kakuzu me avisó que ya podía entrar a la ducha. Y al dirigirme hacia esta, Kakuzu había pasado por el pasillo hacia el cuarto con la toalla cubriéndole del torso para abajo, reaccioné sonrojado nuevamente pero está vez entré directamente al baño sin decir nada.
Luego de estar un buen rato haciendo las cosas necesarias, me terminé de bañar y me cambié. Finalmente le dije a Kakuzu que ya estaba listo.
Partimos de casa a las siete de la noche para estar allá a las ocho, tomamos el camino más corto para llegar a su departamento. Durante el viaje no nos miramos en lo absoluto, ni siquiera conversamos algo. Al llegar al edificio donde vivía Deidara, nos encontramos con nuestros compañeros: Itachi, Kisame, Pein, Konan, y Zetsu quienes se dirigían al departamento.
-Bueno por lo que veo a todos se nos ocurrió llegar primero.-Dijo nuestro jefe Pein a lo que acotó Kisame.
-Pues…Creo que Tobi se nos adelantó.-Confesó con su voz tan ronca.
Todos subimos las escaleras hasta llegar a su departamento, número 91 piso diez. Antes de qué tocáramos la puerta escuchamos decir a Tobi:
-¡¡SEEEENPAIII!..¡Feliz cumple!.-Se acercó a mi a intentar abrazarme pero yo lo aparté bruscamente.-Te he traído el mejor regalo, seguro te gustará!!, es para hacer compañía cuando estés solito en la oscuridad!.
-¡Deja de decir tonterías idiota!..-Respondió enfadado Deidara.
Desde afuera del departamento mis compañeros y yo no aguantábamos las ganas de reírnos, después de que Deidara tomó el "regalo" que según él era una marioneta yo entré gritando en forma burlona:
-¡Ja!..¿No me digas que le tienes miedo a la oscuridad, Deidara~?.-Le inquirí de tal forma que éste se enfadó y respondió.
-¡¡Cállate Hidan!!..¡O crearé un nuevo arte explosivo contigo!.
-Tsk…
Mi compañero nos hizo pasar al living una vez que todos entramos al departamento y dijo después:
-Siéntense cómodos, yo traeré té..-Y se dirigió tranquilo a la cocina que quedaba en frente del living.
En ése momento cuando nos acomodamos Pein le preguntó a Kakuzu con tono serio y parecía estricto, Kakuzu por su parte lo miró extrañado.
-¿Qué pasa?.-Inquirió Kakuzu a Pein, éste se cruzó de brazos.
-¿Trajeron el archivo qué les pedí?.
-Eh…-Rápidamente se volteó a mí.-¿Lo trajiste Hidan?.
-Eh..-Pensé, hasta que recordé.-Ah…No-..NO lo terminé…¿Era para hoy?..
-CLARO QUE SI!...¿No te dije ayer que terminarás el archivo para Pein?.-Enojadísimo me tomó de la camisa zarandeándome.
-…Ag…¡Déjame!..
-Tú y tus ridiculeces me tienen harto!..Eres un mocoso inservible.. El día que sirvas para algo yo personalmente te haré sufrir!..-Declaró enfadado y con tono de frialdad a lo que yo contesté desafiante.
-SI!...Serviré ..¡¿Y qué?!..-Me alejé de él sacando sus manos sobre mi camisa, por otro lado Itachi le entregó el respectivo archivo que era de él y Kisame de su mismo equipo, Zetsu hizo lo mismo por su parte, mientras conversaban sobre la fiesta que se realizaría ya que después vendría una bienvenida al nuevo miembro Akatsuki quién todavía no conocíamos.
Hasta que de repente gritó desesperado Deidara:
-¿DONDE ESTÁ ESE IDIOTA DE TOBI?.
Realmente nos sobresaltó a todos, yo me reí por lo bajo burlándome de él. Después de eso Deidara nos sirvió el té, mientras charlábamos sobre diversos temas. Más o menos luego de una hora llegó el momento en dónde debía hacer mis necesidades. Le pregunté a Deidara dónde quedaba el baño y me dijo que entrando por el pasillo de la casa hacía el fondo encontraría el baño pues hice eso. Cuando finalicé mi necesidad desprevenidamente apareció Kakuzu delante de mí.
-¿K-Kakuzu qué haces aquí?..¿Necesitas entrar al baño?.-Éste me lanzó una mirada de seducción o algo similar y me acorraló sobre la puerta del baño, que ya estaba cerrada.
Acercó su rostro al mío y luego susurró:
-Hidan..Que sea la última vez que no haces el trabajo o sino te juró que lo que hoy comenté en el living será cierto.
-Tsk..No creo que quieras hacer "eso" conmigo…-Desafíe un poco sonrojado.
-¿Ah no?..Pues me subestimas…Y mucho..-Se alejó de mí y volvió a al living con los demás.
Después de un buen rato y una buenísima joda, llegó la hora de la torta. Konan había hecho la torta casera con ayuda de Pein. Y nos entregó el pastel cortado en diez pedazos casi iguales. Luego de terminar de comer la torta cada uno se fue yendo a su casa y obviamente nosotros también.
Llegamos a nuestro departamento agotados por tanta diversión y además alcohol, yo era el que más había tomado y parecía ya ebrio. Me recosté o mejor dicho me lancé sobre mi cama por el cansancio, después de unos minutos entró Kakuzu y comenzó a quitarse la ropa quedando con el torso desnudo y unos pantalones para entre casa puestos, yo cerré los ojos sonrojado por la repentina acción de éste mientras que él dijo:
-¿Qué pasa?..
-N-nada…-Repliqué nervioso y me di la media vuelta ignorándolo un poco sonrojado. Hasta que sentí su respiración muy cerca.
-..¿Qué ocurre me ves tan atractivo que ni tú te la crees?.-Reaccioné totalmente rojo y apartándome bruscamente de él, por consecuencia caí de la cama.
-Tsk..Déjate de tonterías, Kakuzu..¿Por qué pensaría eso?..-Desprevenidamente me tomó de los brazos para levantarme del piso y por consiguiente me lanzó a la cama recostándome brutamente, quedando él encima mío y mirándome a los ojos.
-A-ah…?!.-Respondí sorprendido. Por varios segundos que parecieron larguísimos me quedó mirando de pies a cabeza lo que hizo que sienta incómodo.
-Te ves muy violable así, Hidan.-Contestó casi normalmente y me soltó volviendo a su cama para dormir.
Por mi parte estaba petrificado, ¿Qué fue eso?. Me pregunté ya que además de ser repentino fue vergonzoso. Estaba totalmente rojo y el calor quemaba mi cuerpo.
¡Maldito Kakuzu!..Grité a mi mente.
Continuará….