CARTA A MI HERMANO
Tomó el sobre entre sus manos “PARA MI HERMANO” estaba escrita con esos trazos tan familiares al frente, lo rasgó y comenzó a leer…
“Espero que nunca tengas la oportunidad de leer esta carta, o al menos cuando lo hagas yo esté lejos de ti, en el peor de los casos muerto.
El motivo por el cual escriba esta carta realmente no lo sé, tal vez solo quiero desahogarme, pero me es imposible revelar todo lo que siento, ya que de seguro me odiarías.
Puede que suene increíble, o una locura (y yo lo creía), al principio me costó demasiado aceptarlo, estaba realmente asustado y confundido no sabía cómo era que yo podía sentir algo como esto, esto tenía que ser imposible, nunca debió ser así, nunca debí empezar a sentir esto, no sé ni como empezó, simplemente un día empecé a sentirlo, nunca olvidare ese día…
Como siempre llegamos a casa, tú con tu típica sonrisa, eso es lo que más me gusta de ti, (ya que tu nunca ves las cosas malas de la vida, prefieres ver todo de forma positiva), te acercaste a mí, nuestros padres como siempre no estaban, a veces pensaba que no les importábamos, en cambio tu solo decías que trabajaban mucho para que nosotros tuviéramos una mejor vida.
-Young…-me llamaste, sonabas tímido un leve sonrojo se apodero de tus mejillas, yo sonreí ante esto (en realidad me resultas encantador) -Ya tengo novia…
Mi sonrisa se borró en ese mismo instante, no lo podía creer me resultaba imposible, tu nunca me habías hablado sobre alguien que te interesara de esa forma, es más, pensaba que eso de tener novia era lo último que te pasaba por la cabeza, en cambio, ahora estabas diciéndome todo lo contrario.
-No sabía que te interesara alguna chica-dije secamente tratando de controlar mi enojo, en esos momentos no sabía que esos eran celos.
-En realidad ella se me declaró, me pareció muy linda así que le dije que si-fue lo único que me dijiste sin tomar mucha importancia, yo solo murmuré un “Felicidades”, y me empecé a comportar como un niño, ya casi no te hablaba, trataba de pasar menos tiempo contigo, simplemente quería estar alejado de ti, mi corazón dolía, y fue cuando me di cuenta de lo que realmente sentía por ti, en realidad TE AMABA, no sabes cómo me odié en esos momentos, me dije cientos de cosas, enfermo, degenerado, loco, incestuoso…pero eso no cambiaba el hecho de que aun te seguía amando.
Te juro que traté de olvidar este sentimiento por todos los medios, hasta me hice de la fama de mujeriego ya que empecé a tener demasiadas novias, no estaba en mis cinco sentidos en esos momentos, hasta que por fin me di cuenta que por más que quisiera cambiar este sentimiento, sería imposible, así que deje a mi última novia, de la misma forma que lo hice con las demás, con un “Lo siento no puedo llegar a amarte”.
Y así por fin acepte lo que sentía por ti, sin embargo tu aun no te dabas cuenta, muchas veces me dieron ganas de decírtelo pero me detenía ya que de alguna forma parecías feliz con tu novia, llevabas mucho tiempo con ella, ella era realmente linda en todos los sentidos y además lista, no como la mayoría de las novias que había tenido, te seré franco al principio la odiaba.
¡Como osaba esa simple chica quitarme lo que por derecho creía que era mío!, sí, solo lo creía… ya que tú solo eres mi hermano, no me perteneces de ninguna otra forma.
Hasta que un día después de llegar a casa, te acercaste a mí, te veías un poco deprimido… pero aún tenías esa sonrisa en tu rostro.
-Termine con Mariel, creo que nunca llegue a amarla, además nuestra relación era más de amigos que de novios.
Fue lo único que me dijiste, para después solo sonreírme… yo hice lo mismo, de alguna forma me sentía feliz, de nuevo en mis delirios…volvías a ser mío
El tiempo siguió su curso, como terminaste con tu novia, tuviste más tiempo para mi, tiempo en que por momentos creía que tu también podías corresponderme, pero todo se quedó en simple ilusiones, ya que el miedo se apoderaba de mi, miedo de perderte al enterarte de este sentimiento, que sintieras repulsión hacia mí y que me pidieras que me alejara de ti, puedo hacer todo lo que tú me pidas, pero el estar lejos de ti, eso no lo puedo soportar, eso es como estar muerto en vida, el tan solo estar lejos de ti me hace mal, así que decidí guardarme este secreto, era mucho mejor que estar lejos de ti.
Pero creo que me equivoqué, de alguna forma ya no me basta con solo el estar cerca de ti, y eso también me da miedo, tengo miedo de mi, el solo hecho de que mi autocontrol me abandone y pueda ganarme el deseo me da miedo, pero no puedo alejarme de ti por más que lo desee.
No sabes cómo desearía decirte de una vez por todas “Te amo”, y que tú me respondas de la misma manera, en mi retorcida imaginación quisiera, que solo me vieras a mí, porque yo solo te puedo ver a ti, que estuviéramos juntos por siempre, que no importara ser hermanos, solo quiero estar junto a ti…
Pero aun así prefiero seguir de esta forma, prefiero que tú seas feliz a mortificarte por mis complicados sentimientos, prefiero ver tú hermosa sonrisa, sé que al ser gemelos idénticos, se supone que somos idénticos, pero yo creo que tu rostro tiene algo que el mío no tiene y es ese brillo en tus ojos, que realmente me encanta…”
El chico arrugó la carta entre sus manos, y las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, aun no podía creer lo que algunos momentos había leído…
Le era imposible imaginar todo lo que su hermano le había escrito, se sentía confundido, sí, esa era la palabra exacta, estaba confundido.
Hace solo algunos días se había enterado de la peor noticia que pudieron haberle dicho en su vida.
¡Su hermano gemelo había muerto en un accidente de auto al ir a la fiesta de uno de sus amigos!
Su vida se había venido abajo en esos momentos ya que le habían quitado lo que él más amaba en su vida, se había culpado de ese mismo accidente cientos de veces, se había dicho que debió haberlo detenido, haber sido ese instante egoísta y pedirle que se quedara con él en casa…
Pero en esos momentos pensó que dependía mucho de su hermano por lo que le dijo que fuera, aunque este le había dicho que se quedaría con él.
También odió el ser castigado ese día, si no hubiera sido así tal vez él hubiera muerto con su hermano y ese sufrimiento que lo estaba consumiendo poco a poco no estaría incrustado en su pecho.
El chico de solo 16 años se recostó sobre la cama de su hermano y lloró, lloró más de lo que había llorado por la muerte de éste, el saber de los sentimientos de su hermano, saber que no se había dado cuenta de estos, eso fue lo que más le dolió….