Un nuevo comienzo
Era consciente de que su comportamiento acompañado de esos pensamientos no eran normales, estaba sintiendo algo nuevo por Kurosaki, algo que no iba por la amistad y el compañerismo que supuestamente mantenían y vamos, si tenía que ser sincero ese sentimiento se estaba engendrando en el desde lo de Kusaka y esque ni siquiera los otros capitanes que lo conocían desde hace cientos de años se aferraron tanto a su inocencia como lo hizo Ichigo, en realidad estaba bien sintiendo todo eso, el verdadero problema radicada en como transmitir esos sentimientos o más importante, si sí quiera los tenía que transmitir, no sería la primera vez que se guardara algo solo para él.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por los toquidos de la puerta. -¿Quién es?-pregunto aun con los ojos cerrados y recargado en la almohada.
-yo.- es lo que recibió por respuesta y con una vena en la sien supo que se trataba del causante de sus problemas.
-Pasa Kurosaki.- dudo unos segundos el dejarlo entrar, estaba intentando descansar por lo tanto Ichigo no era la persona adecuada para estar con él pero bueno, su presencia le hacía feliz.
El shinigami sustituto entro con un montoncito de papeles en las manos y cerró la puerta con el pie.- Termine el trabajo.- se acercó orgulloso a la orilla de la cama.
-¿Eh?- abrió los ojos intrigado, esas tres palabras no se escuchaban mucho en el décimo escuadrón, no a menos que provinieran de él, se hizo a un lado dejándole la mitad de la cama a su subordinado temporal.
Se sentó a un lado del peliblanco colocando los papeles en la cómoda junto a un vaso con agua.- déjame ver eso.- estaba realmente sorprendido hasta que recordó una vez en la que Matsumoto le entrego un informe lleno de garabatos, dibujitos y tonterías.
-No, estas descansando y eso no es normal en ti.
-Ya lo hice demasiado, ahora déjame ver que tonterías hiciste.-se intentó incorporar recibiendo un empujoncito en el abdomen.
-¡No!, ya te dije que descanses enano que luego por eso te enojas sin razón alguna.- ante la mirada sagaz de Toshiro se recostó a su lado y coloco la mano izquierda en su abdomen borrando toda intención de escapar.
-Te dije que tenía mis razones para eso...- refunfuño sonrojado y con el ceño fruncido pero no se molestó en retirar la cálida mano del estudiante.
-Bueno, entonces me la dijiste pero no entendí.- imito al otro en la labor de analizar el techo.
-lo que pasa es que...- había encontrado una oportunidad para confesarse y mejor lo hacía ahora antes de arrepentirse, abrió la boca para continuar hasta que una duda invadió su mente.- ¿Todavía sientes algo por Abarai?
-¿A qué viene eso?- se extrañó por la pregunta.
-Si me contestas tal vez te explique mi razón.
-emm...- lo pensó unos segundos pero al final decidió contestar, así el enano ya no tendría excusa para no decirle.- Pues durante todo este tiempo que he intentado olvidarlo estoy seguro de haberlo logrado hasta que vuelve a aparecer con cosas como "te amo", "perdón" "mi ichigo "ya lo has escuchado tu mismo y… creo que eso a veces me hace dudar, lo vuelvo a olvidar y de nuevo me hace dudar.
-¿Entonces...?
-Entonces supongo que si siento algo por él, un sentimiento de nostalgia al pensar que si no hubiera echo esas cosas o si yo no me hubiera dado cuenta podríamos seguir juntos.
-¿Seguir juntos?, Por favor, ¿Crees que podrías ser feliz con alguien como él?- Algo dentro de él se encendió.- Serías un estúpido si desearas no haberte enterado de nada de eso, ABRE LOS OJOS KUROSAKI.- grito algo que solo iba a ser escuchado en su mente por puro impulso.
-Lo se.- cerro los ojos y sonrió.- pero hubiera sido lindo...- Se encogió de hombros aun con esa sonrisa burlona.
-Tu mereces algo mejor.- le susurro girando el cuerpo, provocando que la mano que lo sujetaba resbalara al edredón.
-Tal vez tienes razón y merezco algo mucho mejor.- giro el tronco, encontrándose con los azulados orbes a los que se había acostumbrado tanto últimamente. Volvió a colocar su mano, esta vez sujetándole de la cintura.
-¡Ren-ji, ya te dije que Kurosaki-kun no está aquí!- le grito en un tono de capricho haciendo pucheros.
-Pero es imposible Rangiku, he revisado en cada rincón del Sereitei menos aquí, tan siquiera llévame a su cuarto, seguro esta ahí.- pidió el pelirrojo a la chica.
-aghh, de acuerdo.- accedió fastidiada a las insistencias de su amigo, se dirigió a los cuartos del fondo seguido de el.- es el de la izquierda.
Renji abrió la puerta visiblemente esperanzado encontrándose con un cuarto vacío, la puerta del baño abierta y la cama deshecha.
-Te lo dije...- le restregó una vez que salió de la habitación.
-¿Y esa de alado?
-Es la habitación de mi Taicho, la última vez que entre estaba descansando asique no lo molestes.- con una actitud sobre protectora trato de empujar a la piña hacia la salida.
-Solo un vistazo por favor, es más, tu entra.- con una cara de cordero degollado le volvió a suplicar.
En vez de dar ternura, la cara de su amigo seguía provocando miedo pero de cualquier forma no le gustaba verlo así.- apenas veas que no está te vas, Renji.
-De acuerdo, de acuerdo.- contesto efusivo.
La rubia abrió la puerta para encontrarse con una escena que la dejo sin aliento, Renji la empujaba para asomarse y ver juntos como Kurosaki tenía atrapado a hitsugaya de la cintura, atrayéndolo hacia el mientras el otro le respondía con una caricia en la mejilla.
Se deleitaban de acercar sus caras milímetro a milímetro llenándose con la respiración del otro, el calor de Ichigo se colaba por su mano y cintura hasta llegar a todo su cuerpo y sentía derretirse hasta que una corriente de frío llego por la puerta que ahora se encontraba abierta.
-Fresita...- murmullo decepcionado más sabia no era su culpa, el mismo era el responsable y se tenía que aguantar.- Me lo merezco.- se dio un fuerte golpe en la cara autocastigándose para después retirarse.
-Renji...- susurro viendo como la cabellera pelirroja se alejaba a paso lento.
-¡MATSUMOTO!- grito enfurecido y con un movimiento brusco tiro a su acompañante de la cama.
-T-taicho! Yo... Adiós!- salió corriendo y en el estrecho pasillo estrello a Renji contra la pared.
Cuando iba a agarrar su espada dispuesto a perseguir a Matsumoto, diviso al peli naranja sobándose donde seguro iba a salir un chichón.
-¡Ichigo!- Se bajó en un movimiento rápido de la cama.- ¿Estas bien?- la preocupación estaba tatuada en toda su cara, no es como si hubiera sido un gran golpe tan solo que no era el primero que le daba.
Ichigo solo lo observaba con la cabeza ladeada, podías jurar que un nuevo brillo formaba parte de sus ojos.
-Dios... Creo que te deje peor de lo que estabas.- agarro el vaso con agua de la cómoda y después de transformarlo en hielo lo coloco en la cabeza del chico.
-No, es que... Me llamaste por mi nombre.- su sonrisa dulce solo logro sonrojar al peliblanco.
-No te emociones Kurosaki, fue cosa del momento.- desvío la mirada hacia la puerta donde habían escapado su teniente y Renji.- Esta vez seguro la voy a matar.
A juzgar por el aura asesina de Toshiro estaba hablando enserio y la verdad le preocupaba un poco la shinigami.- Tranquilo Toshiro, estoy seguro que no es la primera vez que te interrumpe a tu oficina o habitación, de hecho, siempre lo está haciendo.- afirmo con una gotita en la nuca.
-Lo sé pero esta vez se ha pasado!, nos interrumpió cuando estábamos a punto de... -se calló de golpe cuando se percató de lo que estaba diciendo.
Ichigo enarco una ceja intrigado.- ¿A punto de que? Shi-ro-chan.- arrastro cada sílaba con una sonrisa traviesa.
-Eres un idiota, y ya te advertí que no me llamaras así.- se levantó rojo del enfado y rompió el hielo en cientos de pedazos.- si gustas muérete del golpe en la cabeza.- se sacudió la hamaki y ya dispuesto a salir sintió una mano reteniéndolo con fuerza.
El peli naranja lo utilizo de apoyo para levantarse y ya una vez estable lo tomo de la cara y le dio un dulce beso en los labios.-Vamos Toshiro, no te quiero ver enojado de nuevo.- deslizo sus manos hasta su espalda y lo envolvió en un fuerte abrazo.
-Pero si siempre es tu culpa.- apenas logro murmurar de la emoción, un gran cosquilleo se instaló en sus labios y una sensación de “jamás me sueltes” se apodero de él.-Hey... Ichigo.
-mh?
-Te arrepientes de que Renji haya entrado y bueno... nos haya visto…-Ichigo lo calló con un dedo en los labios.- No,no, para nada… en realidad me siento mejor que nunca.- remplazo ese dedo con sus labios y en contraste con el primero inicio un beso mucho más apasionado, forzó un poco a que el capitán abriera la boca dando así acceso a su lengua, Ichigo con más experiencia tenía el control del beso y ya hasta que el aire se hizo más necesario Toshiro lo empujo.- Tampoco nos emocionemos eh Kurosaki.- sonrió un poco.- Te recuerdo que cierta teniente incompetente anda rodando por aquí y no necesitamos más fotos esparcidas por todo el Seireitei.
-No sea aguafiestas Taicho!- se escuchó el quejido tras la puerta, apenas sintió las miradas intentas la intrusa se tapó la boca arrepentida.- A-adiós Taicho, felicida…- el peliblanco aventó a su nuevo amante hasta el extremo de la habitación.- Esta vez no Matsumoto.- Tan rápido como hubo apartado a Ichigo congelo los pies de su teniente.- Me debes algunas explicaciones.- Se aproximó hacía la chica con aura sombría.- Para empezar, ¿qué rayos estas usando?- con el pelo crispado del enfado señalo la camiseta de la mujer con una foto de él y Kurosaki abrazados.
-E-e-esto? Hahahaha.- rio nerviosa rascándose la nuca.- No es nada Taicho solo… una playera de la nueva línea de ropa yaoi.- susurro lo último rápido y casi inaudible.
-¡¿QUE DIJISTE MATSUMOTO!?- gritó jalándola de la playera.
-No se preocupe Taicho! Solo yo tengo una!- al escuchar eso se vio el alivio en la cara de Histugaya.- Bueno, yo y todas las mujeres del Seireitei, claro que también se están empezando a vender en el Rukongai y no estoy muy segura de como vayan las ventas en el mundo real…
La cara del chico de hielo parecía un poema, soltó a la shinigami y se fue arrastrando hasta caer en el suelo hincado.- vamos Toshiro, creo que te hará bien un poco de aire.- lo levanto y apoyo su brazo en su hombro y así fueron caminando hasta que se encontraron fuera.- No creo que sea tan malo, ¿si?, seguro que casi nadie las ha comprado…- intento animarlo hasta que se fijó en que toda la gente que pasaba usaba una de esas playeras.- bueno… tal vez si pero, emm…. Todo está bien.- le dio un beso en la mejilla por el que Toshiro se tranquilizó un poco, Ichigo se empezó a reír, vaya que podían suceder cosas raras en la Sociedad de Almas, pronto eran carcajadas las que se escuchaban y el capitán se contagió un poco, no estaba tan seguro de como resultaría todo esto pero se sentía más que feliz.
-Hey, ¿ahora si me explicaras porque te habías enojado?
-Vaya que puede llegar a ser tonto,¿ después de todo esto todavía no lo captas?- al ver su cara de “No, explícame” puso los ojos en blanco.- Esa vez en casa de mi abuela, ella te dijo que hacíamos linda pareja y tu dijiste que era una estupidez…- miro hacía el piso avergonzado.
-oh… OH! Ya, Oh Dios, hahahahaha.- empezó a reír de nuevo.- no pienso para nada en esto como una estupidez es solo que no sabía que ibas a pensar si le contestaba algo como: “Pienso lo mismo señora”.
Toshiro se sonrojo de inmediato.- p-pues si fueras más sincero con lo que dices pudiste haber evitado un gran malentendido.- refunfuño cruzándose de brazos.
Le sacudió el pelo divertido.- Supongo, pero no te preocupes, prometo ser sincero contigo de aquí a siempre Shi-ro-chan.
-No te des esos permisos Kurosaki.- saco su espada y le sonrió diabólicamente.
-Oh, vamos! Si empezamos a salir debería tener derecho de llamarte así, ¿no?- su sonrisa acompañada de esa aura característica le respondió su pregunta y retrocediendo dijo.- Pues detenme si puedes Shiro-chan.- y así brincó al techo más próximo y comenzó a correr por los tejados siendo perseguido por el shinigami, la divertida persecución era observada desde abajo por Rangiku.- Yo sabía que esos dos tenían que estar juntos…- sonrió y se retiró a seguir haciendo dinero a costa de los nuevos enamorados.
FIN.