FEROMONAS
Naruto desertó ese día un tanto extrañado. Acababa de tener el primer sueño húmedo de toda su vida. Se sentó en la cama incómodo y se quedó quieto unos segundos.
-¿Algún problema? – oyó una voz en su cabeza. Al instante supo que había sido Kyuubi.
-Bueno… es que me siento un poco raro… - confesó Naruto. Al instante, oyó la pesada risa del monstruo.
-Oh, vaya… Por fin estamos en celo, ¿verdad?
-¿En celo?
-Por supuesto. Quiero decir que es tu momento de tener tus primeras relaciones sexuales, Naruto. Ahora mismo me pongo a repartir feromonas, no te preocupes. – añadió Kyuubi. Naruto sintió un escalofrío.
-¿Y eso qué es?
-Bueno, como resulta que eres el contenedor de un monstruo, no hay muchas personas interesadas en tener relaciones contigo, ¿sabes? Así que desde tiempos inmemoriales hemos estado creando feromonas para atraer a otras personas para tener descendencia. – le explicó Kyuubi - ¿Lo entiendes?
-Creo que sí. Así que… ¿Solo hace falta que me acerque a la persona deseada y ya está? ¿Las feromonas la atraerán? – se quiso asegurar el rubio.
-Exacto.
-Pues vayamos a casa de Sakura. – alegó feliz.
-¿A casa de Sakura? ¿Crees que Sasuke estará por ahí?
-¿¡Sasuke!? – gritó sonrojado Naruto. - ¿Por qué tendría que estar Sasuke en la casa de Sakura?
-Ah, no. – gruñó tajante, el zorro. – No pienso dejar que te aparees con la insoportable chica de pelo rosa. Ni hablar. Antes, te dejo a cargo de Orochimaru.
-¿Qué? ¿Qué tiene de malo Sakura? – saltó el rubio a la defensiva.
-Si empiezo a decir lo que tiene malo Sakura no termino, así que tú verás.
-Como quieras, no pienso discutir contigo. – susurró incómodo Naruto. - ¿Y tú a quién tenías en mente? – quiso saber.
-Cuando le encontremos te lo digo, mente superdotada. Levántate, vístete y empieza a andar.
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Naruto así lo hizo. Se había vestido y había empezado a andar por la villa. Cada vez que veía a una chica que le atraía, se lo preguntaba a Kyuubi en voz alta, ganándose las malas miradas de todos los presentes.
-¿Ésta?
-No.
-¿Y ésa? Tiene un buen pecho…
-No todo es pecho en la vida, Naruto.
-¿Entonces ésa? Tiene unas bonitas piernas.
-Eso es un travesti.
-¡Ah!
Entonces, de la nada apareció Sakura, saludando a Naruto con una sonrisa.
-Hola Naruto.
-¡Ahora Kyuubi! ¡Lanza monas!
-¿Perdona? – preguntó Sakura extrañada. - ¿Monas? – Naruto se estaba poniendo nervioso. ¿Por qué Kyuubi no lanzaba las malditas monas para que Sakura se rindiese a sus pies? Estúpido monstruo…
-En primer lugar, Naruto… No se llaman monas, se llaman feromonas. Y en segundo lugar… ¡Ni loco le lanzo feromonas a ese bicho!
-¿Qué? ¿Por qué no? Ya sabes que a mí me gusta Sakura…
-¿Naruto? – la chica se sonrojó. - ¿Te gusto?
Y fue en ese momento en el que el rubio se dio cuenta que para hablar con Kyuubi tenía que hablar en voz alta, y que cualquiera le podría escuchar.
-Esto… no… del todo… pero…
-Bueno, tengo mucha prisa, así que me marcho. – murmuró enfadada la chica. Naruto se arrepintió de no haberle confesado sus sentimientos más profundos mientras que Sakura se marchaba a toda prisa. Fue entonces cuando Naruto empezó a darse golpes en la cabeza.
-Estúpido Kyuubi, teníamos la oportunidad perfecta y…
-Por ahí viene. – alegó el zorro mientras sonreía cruelmente.
-¿El qué?
Sasuke apareció detrás del rubio y le llamó la atención colocándole una mano en el hombro.
-Naruto, ¿qué haces por aquí? – preguntó interesado. De pronto, se empezó a sonrojar, cada vez más.
-¿Sasuke?
El moreno empezó a desabrocharse la camisa mientras con la mirada buscaba la boca de Naruto. El rubio comprendió que el maldito zorro acababa de desatar las feromonas para relacionarse sexualmente.
-Estúpido. ¡No! ¡Para!
-¿Yo? – preguntó Sasuke con cara inocente mientras recorría con el dedo el cuello del rubio.
-No, tú no, me refería a Kyuubi. Pero tú también podrías detenerte, ¿eh? ¡Cuidado con lo que tocas!
-Naruto… vayamos a tu casa….
-Ah, no, de eso nada. No quiero, así que suéltame. ¡No, Sasuke, no!
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-Tampoco ha estado tan mal, ¿no, Naruto?
-Cállate. – gruñó Naruto sonrojado, disfrutando todavía de la noche de sexo.
-¿Yo? – preguntó Sasuke al lado del rubio.
-No, Kyuubi. – sonrió.
-Uhm…
Entonces, al terminar la relación sexual, las feromonas dejaron de tener efecto. Sasuke observó asustado a su alrededor, como deshipnotizado. Observó la sonrisa boba de Naruto y sonrió también.
-Naruto… - susurró sensualmente.
-Dime, amor…
-¡Ni se te ocurra volver a hacerme algo como esto! – gritó cabreado a más no poder, mientras que creaba el chidori con una mano y electrocutaba toda la estancia. El moreno se vistió y se marchó, escupiendo sobre el casi-cadáver de Naruto.
-Qué carácter, pero qué culo… - rió el zorro.
-Por eso te dije que sería mejor Sakura…