~*Inglaterra 1999*~
El lápiz de deslizaba con delicadeza sobre el papel, el carbón marcaba el camino que el dueño le proponía. El suave viento jugaba con lo que había a su paso. Línea tras línea, trazo tras trazo, la figura empezó a dar forma.
No era habitual para aquel hombre estar dibujando a esas horas de la noche, pero no podía impedir que su imaginación volara de esa forma. Su mano no paraba de moverse, sus ojos contemplaban el arte que estaba produciendo.
Un ruido no muy lejos de él hiso que éste se desconcentrara rompiendo la punta del lápiz.
Alzando la mirada lentamente, notó una sombra frente de su escritorio…
- ¿Que sucede? - preguntó dejando a un lado el lápiz.
La sombra se acercó más, colocándose cerca de la lámpara, dio a conocer su rostro.
- Hay trabajo que hacer.
- Lo sé… pero debo descansar un poco.
- Te veías muy entretenido dibujando. - trató de darle forma al dibujo acercando su rostro.
- Es para el próximo proyecto. - dijo el hombre colocando un paquete de hojas encima, para que su visitante no pudiera ver el dibujo.
- ¿Estás molesto?
- No… simplemente quiero terminar con esto de una vez.
- Ven… - pidió el hombre joven - verás que todo terminara bien…
- ¿Y si, no? - dijo levantándose de la silla.
- Deberías confiar más en ti, hasta ahora, todo ha salido como has querido.
Ambos se miraron, sin parpadear por varios segundos.
- Johnny… - susurró el primer hombre - no sabes las fuerzas que me das para seguir adelante…
- Simplemente le levanto el ánimo a mi amigo. - sonrió.
- ¿Puedo…?
- Claro… - Johnny se acercó a su amigo, extendiendo los brazos - siempre que necesites un abrazo, Tim, solo hazlo, no lo pidas.
El hombre mayor terminó en los brazos de su amigo, recargando su mejilla sobre el hombro, acariciaba lentamente la espalda de él.
- Eres perfecto… - susurró Tim.
- Tú me has hecho perfecto…, ¿cómo se llamará la próxima película? -preguntó sin apartarse de Tim.
- Eh pensado… en mi sueño… creo que será “El jinete sin cabeza”…
- Suena entretenido.
Quedaron varios segundos en silencio. Tim se alejó un poco de su amigo, lo contempló por varios minutos, tomándole de la mano, lo llevó a la ventana más próxima.
Llovía sin parar, los rayos se presentaban iluminando la zona, el aire movía los arboles sin piedad.
Johnny se colocó enfrente de Tim, contemplando la escena, suspiró al término de un rayo, colocando una de sus manos sobre el vidrio. Tim abrazó a su amigo por la espalda, recargando su barbilla en el hombro de él.
- Me gustan los días así…
- Es un poco aterrador. - opinó Johnny.
- Son los días en los que más me llega la inspiración…
- Y el deseo… - susurró girando un poco el rostro para ver a Tim.
Éste lo miró, acercó su rostro, no dejaba de ver los labios perfectos de Johnny, quería besarlo.
Johnny solo lo miraba, a pocos milímetros de juntarse sus labios, unos leves golpes en la puerta hicieron que ambos hombres se separaran, yendo cada uno a un lugar lejos del otro.
- Pase… - dijo Tim mirando su escritorio. Tomó el dibujo, lo contemplo una vez más. “Aún no está terminado” pensó.
El hombre que había tocado la puerta se dirigió a Johnny. Tim aprovecho ese momento para dirigirse una vez más a la ventana, rompió el dibujo, abrió la ventana y dejo escapar los pedazos de hoja, siendo éstos llevados por el aire, y mojados por la lluvia.
Johnny se apresuró a mover a Tim y cerrar la ventana.
- ¿Porque lo hiciste…? - preguntó susurrando.
- Porque es mi deseo…
…