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El amor es ciego...Literalmente por violetaotakugirl

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PROLOGO

Francia 2026

 

<<Muchas veces nos desesperamos por los problemas de la vida, los que afrontamos diariamente, los que vivimos a lo largo de nuestra existencia…Recuerdo con claridad que siempre en ese tipo de situaciones solía pensar ¡que feliz seria si no tuviera tantos problemas! Pero la verdad, si me preguntan era un enfoque equivocado de la vida. Tal vez todo se debía a que cuando comencé a vivir realmente era alguien inmaduro de escasos 12 años ya que el destino nos presenta problemas para resolverlos y el hecho de ser feliz no está relacionado con la existencia o no de estos sino mas bien con la manera en que los enfrentas y debo decir que la mayoría de mis dificultades no pude enfrentarlas como me hubiera gustado hacerlo. Aunque claro si algo puedo admitir es que a mis 24 años de edad…le doy gracias a esta vida tan retorcida por cada problema que he tenido, por cada perdida que he recibido y cada golpe que me he dado; Por que sin ellos simplemente no sería la persona feliz y plena que soy ahora >>

– ¡Noah!–le llamaron desde la habitación conjunta. El chico de cabello cortó caoba rojizo y ojos grises sonrió levemente tomando en sus manos la libreta en la cual hace apenas unos segundos escribía, la miro con anhelo y recelo como si en esta guardase el secreto más grande del universo o al menos para el eso era, era la ventana libre a todas y cada una de las experiencias que había vivido desde que tenía memoria escribiendo con detalles y cuidado cada problema, cada día y cada sentimiento que habían transcurrido a lo largo del tiempo justo antes de llegar a ese punto culmine de su vida donde se sentía lleno, completo y sin remordimiento alguno.–¡Vale más que bajes Julius y Víctor ya llegaron y Michael y Álvaro no tardan!–le volvieron a llamar. El mencionado abrió el cajón de su escritorio metiendo el cuadernillo en este ya que si no acataba los llamados en cualquier momento pasarían hacer gritos de reproche de su compañero.

–Ya voy, ya voy–indico mientras bajaba con ambas manos en sus bolsillos otorgándole una hermosa sonrisa tranquila y sincera a la  persona que se encontraba sentado en el sillón más largo de aquella elegante sala que lo observaba intensamente.

–Nunca había visto que un cumpleañero llegara tarde a su propia fiesta–le indico un pelinegro de ojos azules en broma. El ojigris solo lo observo pasando a sentarse a su lado.

–Yo no la llamaría fiesta–menciono  tranquilo

– ¿Entonces como?–le interrogo el de ojos azules arqueando una ceja ante lo dicho por el menor de cabello caoba.

–Una reunión privada para recordar los malos tiempos…–indico una voz entrando por la puerta principal de la casa perteneciente a un joven de cabellos rojizo algo largo y desordenado haciéndole juego un par de ojos ámbar tan brillantes como el oro, a su lado un joven de estatura menor al pelirrojo de cabello castaño claro liso y largo de unos hermosos ojos azules tan claros que parecían de fantasía el cual ante el comentario de su acompañante le miro mal dándole un golpe en su estomago disimulado. –Bueno bueno no te enojes–le comento el pelirrojo al de cabello castaño al sentir como lo golpeaba baja la mirada insistente de otras 4 personas que los veían con burla–los buenos tiempos quiero decir…

–Los buenos tiempos he... ¿alguna vez tuvimos alguno?–pregunto riendo Noah observando la escena a su alrededor complacido, agradeciendo nuevamente al destino por cada prueba superada que los llevo a ese punto donde sus vidas oscilaban.

–Los míos eran perfectos antes de conocer a este–Indico el recién llegado de ojos azules señalando al pelirrojo el cual solo torció sus gestos en melancolía con un deje de felicidad atrayendo al ojiazul de su cintura.

–Bueno para mí fue todo lo contrario al conocer a Víctor–comento un joven adulto de aproximadamente 29 años de edad, cabello oscuro, piel blanca y tersa de unos ojos grises penetrantes.

–todos pasamos por muchas cosas para estar aquí–completo un rubio de ojos negros–Pero en lugar de hablar cosas innecesarias hablemos de lo que nos importa… celebrar el cumpleaños 24 de Noah Zafiro…–revelo tomando y destapando una botella de champaña indicando el inicio de la celebración de esa noche.

– ¡Por los problemas de la vida!–Alzo su copa el festejado sonriendo con felicidad siendo seguido por los presentes que no duraron en brindar…por que los problemas, los malditos y odiados problemas los habían llevado a donde estaban…

 

 

FIN DEL PROLOGO

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CAPITULO 1: El amor es ciego

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Francia 2003

Escuchaba con incredulidad todo lo que el doctor le decía, le era simplemente difícil aceptar aquellas palabras: palabras que le rompían el alma verdades que no podía aceptar ni aceptaría nunca. A un no podía creer que su pequeño estuviera a un paso de la muerte, ni mucho menos que había sido atropellado por no respetar una simple luz de peatones por ir distraído con su teléfono << En ese momento maldecía como nunca aquel aparato infernal>> no podía aceptarlo y se negaba a creerlo.

–Entonces lo llevare al mejor hospital, lo que usted me dice no puede ser verdad, tiene que haber una solución, el dinero no importa. –Menciono, mientras lágrimas de amargura caían sin tegua por sus hermosos orbes azules, los cuales eran opacados por una amargura y dolor indescriptibles.

–Aunque se lo lleve el resultado será el mismo, el golpe destruyo Órganos vitales–señalo el médico, compadeciendo aquella pobre mujer. –lo siento señora zafiro.

– ¿Ya no hay nada que hacer?–volvió a interrogar, buscando un deje de esperanza, aunque fuese la mas mínima posibilidad de salvar a su hijo. El médico desvió la mirada guardando silencio. Galatea entendió enseguida que aquel veredicto era el definitivo; su hijo moriría y ella no podría hacer nada para salvarlo– ¿Cuánto tiempo doctor?–Replanteo su pregunta con la voz quebrada.

–No lo sé, lo mejor ahora que este con el… podría ser en cualquier momento

– ¡No lo acepto!–Renegó– ¡¿Por qué a mi hijo?!

–Vaya con el–menciono como ultimo el doctor tragando saliva amargamente por el dolor que aquella mujer rubia emanaba y que ahora le había contagiado a tal grado de sentir el dolor que ella sentía en carne propia.

“Mama prométeme, júrame que cuando muera mis ojos serán para el quiero que el viva y vea con mis ojos…Quiero que lo cuides, que nunca lo dejes, que reflejes en el todo el amor que me tienes y sobre todo que le digas que lo amo…”

 

Francia 2003

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Caminaba tranquilamente por una de las calles de Francia a su lado un hermoso can blanco de puros ojos azules que era su compañero fiel desde hace 4 años su andar era despacio como si tuviera todo el tiempo del mundo para llegar a donde solía ir cada tarde después de todo; No había razón de apresurarse.

–Venus– nombro a su compañera canina al sentir como esta se soltaba de su correa  lo más seguro por el maullido de un gato que había escuchado hace unos segundo, y como era obvio por sus instintos Venus había reaccionado persiguiéndolo o lo que era lo mismo dejándolo solo en medio de la banqueta. Suspiro comenzando a buscar a su fiel compañera. Algo temeroso y nervioso por supuesto ya que temia el hecho de poder tropezar y caer en medio de la calle.

 

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Venia fuera de sí en su bicicleta, sus lágrimas y adrenalina no le permitían ver por dónde iba, sus cabellos negros cortos se mecían con el viento producto de la velocidad que llevaba. Ya había explotado completamente, no soportaba la presión que su madre le imponía y ni hablar de los problemas que tenia con ella.

Volvió sus ojos mieles hacia el frente, los cuales no enfocaban bien debido a que las lagrimas empalidecían su vista, reconociendo con algo de dificultad  a unos metros del la silueta de un chico que estaba en medio de la calle, perdido tal vez, o solo buscando algo o al menos eso pensó cuando pudo observarlo bien al ver como este movía chistosamente sus manos al frente como si tratara de encontrar algo.

Realmente no le importo iba tan ensimismado en sus problemas que egoístamente siguió con su camino, total si el chico lo veía se quitaría de en medio del camino si no quería salir con marcas de llantas en medio de su rostro. <<Si era un niño completamente egoísta>>

Craso error…

De un forzado desvió y frenon cayó al piso estrepitosamente, quedando justo debajo de un árbol que se encontraba cerca de ahí.

– ¡Rayos!– Mustio molesto el chico recién golpeado mientras se incorporaba del piso, limpiando algunos rastros de tierra y polvo que habían caído en su vestimenta dirigiendo su mirada al chico a su lado que había sido el causante de su calamidad – ¿No sabes que no se debe caminar en medio de la calle así?–le cuestiono con rencor el dueño de la bicicleta observando la espalda del otro chico, la cual era cubierta casi hasta la mitad por un largo lacio y fino cabello caoba rojizo. Pero al parecer el chico de pelo largo lo ignoro por completo. El pelinegro chasque los dientes retomando su fastidio– ¡¿No escuchas o que?!–volvió a preguntar, mas de nuevo no obtuvo respuesta del peli caoba.

– ¡Aquí estas! –Menciono el chico de largo cabello mientras torpemente tomaba a su perro de su correa para seguir tranquilamente con su camino. El de ojos mieles lo observo interrogante al no haber recibido contestación alguna a las preguntas que anteriormente le había lanzado ¿Qué acaso estaba sordo? O ¿simplemente quería darse el lujo de ignorarle? Fuera lo que fuera solo estaba seguro de que había sido extraño.

Trato de reincorporase para seguirle y pedirle explicaciones o al menos golpearlo, así, tal vez desahogaría todo el dolor e ira que tenia dentro de sí más un leve dolor se hizo presente en su brazo y piernas ya que estas habían terminado raspadas y con algo de sangre por la caída. Cosa que le impidió reincorporarse rápido, perdiéndole el paso al chico por al menos 3 metros pero sin evitar seguirlo. Lento, pero seguro, el no se quedaría así: haría lo que fuese para ir a rendirle cuentas.

Lo siguió por varios minutos manteniendo una distancia prudente con el peculiar y sordo chico, este había seguido su camino derecho dando apenas unas pequeñas desviaciones dirigiéndose a una cancha de futbol, de hecho casi a unos metros de su propia casa. Lo observo llegar, tantear el terreno con su mano y acto seguido sentarse en el pasto verde mientras su perro blanco seguía sus acciones siéndole fiel a su amo. Se armo de valor tragando gruesa y apretando leve su quijada y puños para acercarse al chico y reclamarle su descuido, mas su valentía salió huyendo al ver a un grupo de chicos que rodearon al pelicafe, de esa manera el peli azabache decidió observar la escena desde lejos.

–Noah–Escucho nombrar a un joven de cabellos castaños y de ojos ónix, el cual se dirigía al menor…Bueno al menos ahora había descifrado cual era el nombre de aquel extravagante chico.

–Me alegro que hayas venido– menciono otro del grupo a su alrededor sentándose a su lado. El de cabello rojizo solo sonrió complacido y atento. –Hace tres días que no te veíamos…te extrañábamos–le indico el chico sonriendo, pasando su brazo por los hombros del amo del canino el cual no objeto nada.

–Es que verán… no salía ya que estuve enfermo y Víctor no me dejaba siquiera levantarme de la cama– rio disimuladamente noah, exponiendo su motivo de la ausencia.

–Pero dime ¿Por qué falta ese cabeza hueca hoy?–pregunto el chico que se encontraba sentado a su lado. Noah lo medito unos segundos para después responder con tranquilidad.

–Digamos que se paso cuidándome tanto tiempo que el termino enfermo, se contagio–Comento estriando su brazo para acariciar a su can sintiendo una liviana brisa chocar contra su piel

– ¿Porque no me sorprende?–comento con burla otro más del grupo de chicos algo re gordito y de nariz afilada. –  ¡Así claro! el no te deja hacer casi nada por ti mismo. –Ironizo su compañero. El de pelo largo soltó una risilla traviesa dándole toda la razón.

–Lo sé y por eso mismo aproveche para escaparme aunque solo de imaginarme su cantaleta me da pereza regresar a casa–comento divertido el de pelo largo mientras sus demás compañeros reían de lo dicho por el menor.

El pelinegro que se encontraba lejos de ellos lo único que pudo hacer fue sonreír melancólicamente, cuanto le encantaría llevar la vida de aquel chico, digo ¿Quién no? se veía feliz, libre, que tenía todo lo que a él le faltaba. No había tenido el valor de interrumpir aquella escena. Suspiro dándole una última mirada al chico observando su larga cabellera la cual era castaña con pequeños destellos rojos, tenía un rostro afilado, pulido, su piel era blanca casi como si los rayos del sol jamás la hubiesen tocado y por ultimo un par de ojos grises extrañamente apagados…era lo único se podría decir no sobresalía de ese chico.

Pronto la tarde anunciaba su ocaso, señal de que tenía que regresar a su casa, resignado se dio la vuelta solo para caminar unas cuantas calles para llegar rápidamente a su mansión.

 

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Entraba sigiloso por la puerta de un blanco edificio el cual se encontraba rodeado de verdes pastizales, con montones de flores en ellos sin olvidar la iglesia que se encontraba en un lado de esta. Sus pasos eran lentos, sin fuerza casi parecía no querer alertar su llegada.

– ¿Dime noah que horas son estas de llegar?– Pregunto una voz, algo gruesa y varonil mas su tono no era amenazante ni de reproche…si la pudiese descifrar parecería más bien de preocupación

–Padre yo…–trato de justificarse Noah el reconocer de inmediato la voz que le llamaba. El mayor suspiro llevando una de sus manos a su rostro en señal de algo de frustración.

– ¿Sabes? Víctor estaba muy preocupado te saliste sin avisarle a nadie y quería salir a buscarte casi con 39 grados de fiebre– le regaño un hombre de no más de 35 años de piel un poco morena comparada con la del, ojos mieles y cabellera castaña, vestido completamente de negro, con la sotana que evidenciaba que ahora su vida le pertenecía completamente a dios.

–Lo siento– de justifico de nuevo– no era mi intención…discúlpeme es que tenía una semana encerrado quería respirar aire fresco–resoplo bajando su cabeza en señal de que estaba avergonzado. El padre le miro sonriéndole levemente

–Sabes que hay reglas–le recordó el de la sotana.

–Si…lo sé pero usted sabe que no puedo ver la hora y ninguno de los muchachos me la pudo decir  y cuando quería regresar Venus se volvió a escapar y Michael me tuvo que ayudar a buscarla perdí mucho tiempo en eso…lo siento–dijo de nuevo con un tono de voz arrepentido y ameno

– ¿Usas a Venus como pretexto?…si ese es el caso creo que deberías llevarte el bastón en lugar de confiarle todo a Venus así no tendrías problemas y no creas jovencito que me olvido de que te saltaste las clases–suspiro observándolo –En fin dame tu mano te llevo a la habitación Víctor no paraba de preguntar por ti, me volvió loco en 5 minutos que estuve con él –resoplo el padre mientras tomaba al ojigris de su mano guiándolo hacia una de todas las habitaciones que allí se encontraban y que albergaban a niños huérfano como lo era él. Noah suspiro siguiéndolo sin poner objeción alguna.

 

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Entraba a su habitación enfadado, ignorando los alegatos que la criada le hacía no le importaba escucharla, simplemente no tenia humor, se sentía completamente frustrado el mundo parecía tornarse en su contra. Primero en la escuela, después se había peleado con su madre, su hermano se había ido lejos hace varias semanas y una sola llamada no le había dignado a hacerle y si no fuera poco termino estrellando su bicicleta favorita la vida no podía odiarlo mas en sus apenas 12 años de vida.

 

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Entraba por la puerta principal de aquella gran mansión. Vestía un hermoso vestido blanco con varios destellos plateados, sus tacones altos con correas de color plateado tenia un perfecto y alineado rostro con unos ojos zafiros hacían que hacían un excelente contraste con su rubio cabello.

La acompañaba un hombre maduro más o menos de la edad de la rubia que oscilaba entre los 32 y 40 años. Vestía un traje oscuro casi del mismo negro intenso de su cabello color que hacia resaltar sus inquietantes ojos verdes azulinos

– ¿Donde está David?– pregunto la rubia al ama de llaves que se encontraba en ese momento en la entrada. La mujer con uniforme le contesto enseguida.

–El joven David se encuentra en su habitación señora zafiro ¿necesita que lo llame?–le cuestiono, la de ojos azules negó de inmediato

–No yo misma iré a buscarlo–resoplo apresurándose a subir las escaleras para dirigirse al cuarto de su hijo. Al estar frente a ella llevo la mano a la manejilla de la puerta girándola estrepitosamente para que esta se abriera encontrándose con el ojimiel tirado en la cama boca arriba con ambas piernas colgando de esta mirando el techo de su cuarto. Alzo su ceja en señal de desaprobación al notar como la ropa de su hijo sucia y con varios desilachaduras en varias partes de sus prendas.

– ¿Sabes que ya son las 9 de la noche y aun no estás listo? ¿Qué rayos pasa contigo David?, mira en las fachas que andas–le reclamo la mujer. El menor prácticamente bufo ignorándola.

– ¿listo…? ¿Para que?– contesto el ojiambar sin contemplaciones y molesto– ¿Para acompañarte a ti y a ese remplazo barato de papa y fingir que somos una perfecta familia?... no gracias tenia cosas más importantes que hacer–le indico dándole la espalda. La rubia suspiro con paciencia sentándose en su cama.

–Hijo…ya hablamos de esto en la tarde…

–No mama, más bien tu hablaste ya te lo dije no lo acepto y estoy seguro que mi hermano Sebastián tan poco lo hará con esto solo m haces pensar que no querrías a nuestro padre ya vez no tiene ni medio año de muerto y ya sales con otro sujeto y peor un Peralta– le menciono un poco alterado sin dárselo anotar.

 –David–le llamo su madre con voz tranquila– Sabes que entre yo y André no hay nada formal, y eres lo más importante para mi tú y tu hermano, ¿es tan difícil entender? no quiero que piensen eso yo amaba a tu padre y lo seguiré haciendo– sonrió sincera, sus hijos eran lo mas adorado para ella pero le era difícil lidiar con el carácter que se cargaba David a tan temprana edad, tan rebelde, tan temerario como lo era su padre. No solo en carácter si no físicamente era su vivo retrato, se acerco a su hijo y le beso la frente para su poco transcurso de vida su hijo había pasado por muchas cosas no era que lo justificara… pero al menos por eso le brindaba todo el amor que como madre podía aunque a veces sentía que no le era suficiente…–David sabes que los amo…

–Lo sé mama…–mustio casi inentendible con su mirada neutra.

–Mira está bien si no quieres ir no vallas pero explícame ¿que te paso? Estas todo sucio y tienes herido un brazo–cuestiono preguntada su madre,

–Me caí en la bicicleta esta tarde– le explico sin mucho ánimo–Nada de que preocuparte

–Bien–afirmo resignada– Descansa mañana iras a la escuela así que necesitas estar bien–le beso de nuevo mientras se levantaba de su lugar dirigiéndose a la puerta después de todo tenía un compromiso esa noche y por mas que no quisiese dejar solo a su hijo pelinegro lo tenía que cumplir. –Duerme bien–le resoplo su madre sonriéndole desde la puerta de su habitación. EL pelinegro afirmo sin palabras observando cómo su madre salía al fin de ese lugar.

 

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Entro a la habitación justo después de que el padre lo había dejado en la puerta de esta se dirigió directo a sentarse en su cama agudizando sus oídos para tratar de escuchar alguna señal de que su compañero se encontraba ahí.

–Víctor–llamo el de ojos grises– ¿Víctor estas aquí…?–cuestiono repetidas veces el de pelo largo al no escuchar un solo ruido.

–Estoy aquí–le contesto un chico de piel blanca y cabello rubio un poco alborotado y corto de ojos profundamente negros y cara fina– La pregunta Noah mas bien seria ¿donde estuviste tú esta tarde?–cuestiono de inmediato el rubio. El de recién llegado suspiro, total ya se esperaba todo el cuento y regaño de Víctor.

– Fui al campo de futbol ya sabes donde siempre me llevas fui a justificar tu falta y déjame decirte que Michael se puso como loco por que faltaste pero sé lo que me preguntaras y déjame decirte que  no me paso nada malo si eso te preocupa…

–Sabes que ese no es el problema–indico el de ojos negros en un suspiro mientras llevaba una de sus manos a la del pelicastaño –lo que me preocupa es que no regreses a mi lado

–Pero…–trato de espetar noah más fue callado por el mayor.

– ¡Pero nada Noah Miller! por dios entiende corres peligro tu solo ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?–le regaño Víctor molesto. El de ojos grises solo bajo su mirada de nuevo al sentir el regaño ya que odiaba que le gritaran o azaran la voz.

–¡No me grites Víctor! y ya te he dicho que el hecho de que este ciego no significa que no pueda hacer nada por mi mismo tengo 4 años repitiéndote lo mismo–bufo molesto apartando mano de la del rubio– lo que importa es que no me paso nada…

 – Ya, ya está bien cálmate es solo que entiéndeme…eres como mi hermano me preocupo mucho por ti–le hablo mas bajamente el de pelirubio volviendo a tomar su mano esta vez apretándola en señal de apego y preocupación. Desde que habían llegado ambos al orfanatorio desde hace 4 años habían sido inseparables, el rubio siempre estaba pendiente de noah, cuidaba de él, velaba por que no le pasara nada malo y sobre todo cuidaba que su ceguera no fuera un impedimento para que él fuera feliz… aunque la diferencia de edades fuera de 2 años noah de 12 y el de 14 a un lo veía como su hermano menor–Noah vamos al balcón–le sugirió estirándolo del lugar de donde estaban sentados llevándolo afuera de la habitación.

–Si las monjas o el padre nos descubren se molestaran–comento el menor soltando una leve risilla traviesa mientras era arrastrado por el de ojos negros.

– Anda vamos ¡tengo ganas de salir! tú ya saliste pero yo estuve encerrado todo el día cargando con la fiebre que nada más no quería ceder.

–Que inmaduro~– cantanureo riendo–pero bueno vamos– comento resignado el de pelo caoba mientras se paraban en la entrada de la sala de música donde se encontraba el balcón del orfanato.

– ¡Pero si ya llegamos!–indico el mayor como si fuera lo más obvio del mundo. Noah hizo un gesto de fingida molestia

–Discúlpame por ser ciego–le replico el de ojos grises para después sonriera con un deje de melancolía sientiendo el liviano aire meciendo su largo cabello y chocando en su rostro.

–Perdón…Pero anda ven siéntate– menciono Víctor mientras lo guiaba a una de las columnas para que el menor tomara asiento para posteriormente seguir su ejemplo al tomando asiento en el barandal a su lado–En serio me mata estar encerrado.

– ¿Y a quién no?–comento noah. El de ojos azabache sonrió dándole la razón – ¡Yo estuve tres días en cama! fue suficiente para matar a cualquiera tu solo un día y te quejas…mejor haz algo de provecho y dime si ya anocheció.

–Si, así es–le afirmo Víctor observando el cielo, el de largos cabellos sonrió –Pero ¿Por qué la pregunta?

–Dime como está la luna hoy–pregunto con ilusión en su voz el chico menor.

–Hermosa como siempre…

– ¿Y las estrellas Víctor?

–Brillantes y latentes como todos los días–corroboró el de cabello corto. Noah sonrió dulcemente.

–El cielo nocturno debe ser hermoso… realmente me gustaría volver verlo hace mucho tiempo que no lo puedo observar–resoplo tristemente Noah. Desde pequeño siempre le había encantado observar todo el panorama nocturno pero desde que había perdido la vista ese privilegio se le había sido negado a sus ojos y si algo podía extrañar más que todo era eso…observar el hermoso firmamento que el universo ofrecía.

–Algún día noah no pierdas las esperanzas además a un me tienes a mí, para decirte como es, y para protegerte.

– ¿Protegerme?

–Claro, ya te lo dije ¿no?...si alguien te pone un dedo encima o te lastima, lo dejo como estampilla.

–gracias Víctor…gracias por preocuparte por mi y no verme como un simple estrobo…como todos lo hacen

–Sabes que jamás aria eso–le miro el mayor acariciando dulcemente la mejilla del joven invidente

–Víctor…–susurro bajito tomando su muñeca– ¿Puedes tocar la armónica? es que me gusta como la tocas me hace sentirme más vivo…

– ¡Ja! Mira quien lo dice aquel que toca la Flauta mejor que el mismísimo dios Orfeo toca la Lira.

–No blasfemes–respondió divertido noah ante la exaltación del rubio

– ¿He?

–Nada bobo…eso te diría el padre si te escuchara, recuerda que para él no existen otros dioses–repuso el de ojos grises ante la desorientación de Víctor

–Tienes toda la razón…–rio nervioso el de cabello corto el tan solo imaginarse el regaño que le daría el de la sotana–Mejor toco–indico sacando de su pantalón una armónica para llevarla a su labios empezando a tocar el instrumento musical dejando escapar cada nota con dedicación a noah.

 

Continuara…

Notas finales:

Bueno aqui inicia este fanfic que espero sea de su agrado y si es asi me lo dejen saber recuerden que los comentarios son los que impulsan a un escritor o escritora a seguir adelante...

 

sin mas espero traerles actualizacon cada semana o dos semanas...culaquier duda o comentario sere conestado de igual manera espero les guste y disfruten de esta historia asi como yo disfrute escribiendola. 


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