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Culpabilidad por FubukiHell

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Notas del fanfic:

Bueno, como ya se ve en el resumen, este es un one-shot especial de San Valentín. Sí, ya sé que llegamos un poco tarde, pero eso es porque nosotras molamos y celebramos San Valentín el 15 de febrero xDDD Ok, no, simplemente me he puesto enferma y me fue imposible subirlo ayer. Sorry...

Notas del capitulo:

Bueno, nada más que contaros, solo que espero que hayáis pasado un buen día con sus amigos o con su amor ê_e

Ojalá os guste!!! ^^

Aquel molesto mensaje otra vez: "El móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura. Por favor, inténtelo de nuevo más tarde".

 

Es la tercera vez que intento contactar con Kiseop y siempre consigo el mismo resultado. Es tarde y fuera está diluviando. Hace aproximadamente tres horas que mi amigo llamó a casa diciendo que llegaría tarde. Sin embargo, nada en esa corta llamada parecía indicar que la cita iba bien. Al contrario, Soohyun hyung me dijo que sonaba melancólico y que había dicho que prefería no hablar del tema cuando nuestro líder le preguntó por su cita.

 

Me paseo de un lado a otro de mi habitación, nervioso. No puedo evitar pensar que todo esto es culpa mía y, si es así, debo solucionarlo. Además, solo de pensar que Kiseop debe estar por ahí, con el corazón roto, hace que el mío duela. Puede que él no corresponda mis sentimientos, pero eso no tiene importancia para mí. Yo solo necesito saber que él es feliz para seguir levantándome por las mañanas, para continuar respirando. Solo necesito su sonrisa sincera... solo a él...

 

Frustrado, lanzo mi móvil contra el suelo, pero enseguida lo recupero de nuevo. ¿Y si Kiseop me llama y yo no puedo contestarle porque me he cargado mi teléfono? Por suerte para mí, está perfectamente. Suelto un suspiro de alivio, menos mal que no le ha pasado nada...

 

Observo atentamente la pantalla como si así consiguiera que Ki me llamase, pero no ocurre nada... Desesperado, marco nuevamente su número, obteniendo el mismo resultado de siempre. ¡Se acabó! ¡Pienso encontrarlo como sea! Me precipito escaleras abajo y salgo rápidamente a la calle. No sé ni por dónde voy a empezar, pero debo encontrarlo. ¡Todo esto ha sido por mi culpa!

 

* * *

 

- Hoon, ¿te puedo pedir un consejo?

 

Acabábamos de salir de una promoción en el programa Music Bank cuando Kiseop me habló. La verdad era que me sorprendió mucho, ya que el chico se había pasado todo el día en silencio, apartado de todos nosotros y, seamos sinceros, soy la última persona con la que hablaría teniendo en cuenta que también estaban Soohyun, Kevin, Eli y DongHo (que lo conocen mucho mejor que yo). Sin embargo, él me escogió a mí para ayudarle y, aunque me extrañase, también me llenó de una agradable y cálida sensación el hecho de que decidiese confiar en mí.

 

Él me miraba con ojos expectantes, esperando mi respuesta. Me había sumido tanto en mi espontánea felicidad que casi me olvidé de su presencia...

 

- Eem... sí, claro... Dime qué necesitas - me senté a su lado en el sofá del camerino que entonces ya estaba vacío.

 

- Verás... - se pasó una mano por su flequillo negro, echándoselo hacia atrás y permitiéndome ver por un glorioso instante sus dos orbes azabacher, brillantes e hipnotizantes. - M-me gusta mucho una persona... pero... no me atrevo a confesarme...

 

Sus ojos se fijaron en los míos, dándome la sensación de que podía penetrar en mi mente. Mis latidos se aceleraron... ¿Sería posible...?

 

Mi cerebro no paraba de gritarme que aquello era imposible, apenas nos conocíamos desde hacía un año pero... si no... ¿por qué me iba a pedir consejo a mí? Tenía entendido que su mejor amigo del grupo era Eli, ¿por qué no lo hablaba con él?

 

- ¿Qué crees que debería hacer? - rompió Kiseop el silencio.

 

- Yo... eem... n-no sé, Kiseopie... Si de verdad te gusta esa persona, lánzate. Y-yo lo haría.

 

- ¿Tú crees? - Su mirada se iluminó y una tímida y preciosa sonrisa comenzó a asomar por su rostro. - La verdad es que sí que me gusta, ¡hasta creo que estoy enamorado! Tienes razón, Hoon, ¡me voy a confesar! Y lo pienso hacer ahora mismo.

 

Ya no lo soportaba más... ¡Dios! ¡Sentía que solo podía ser yo! ¿Qué otra respuesta podría haber si no?

 

Kiseop me cogió de las manos, emocionado, y se fue acercando a mi cara poco a poco. Mi corazón estaba desbocado. Apenas hacía dos semanas desde que acepté mis sentimientos y me resigné a no ser correspondido, ¡y resultaba que no era así!

 

- Muchísimas gracias, Hoonie - dijo a unos centímetros de mi cara para después besarme en la mejilla y ponerse de pie. - Realmente creo que ella se merece todo este esfuerzo.

 

¡Un momento! ¿E-ella?

 

- ¿Ella? - Pregunté sin poder evitar que mi voz sonara como un susurro melancólico.

 

- ¡Claro! ¡La chica que me gusta! Aún tiene que seguir aquí... El camerino de Ga In de BEG está en este mismo pasillo, ¿verdad? - Me miró emocionado, enamorado, dolorosamente enamorado. - ¡Nos vemos en casa!

 

Sentía cómo mi corazón se despedazaba poco a poco, arrancándome con agonizante lentitud cada parte de mi ser, de mi alma. ¿A quién pretendía engañar? Kiseop enamorado de mí... menuda tontería. Yo solo me hice ilusiones, yo solo acabé conmigo mismo. Me dejé romper como si de un viejo trasto me tratase. Fui tan estúpido...

* * *

Golpeo con fuerza el volante. ¡Estoy tan cabreado! Yo he provocado todo esto, ¡yo, yo y SOLO YO!

 

La lluvia me impide ver bien a través de los cristales pese a que los limpiaparabrisas trabajan a toda velocidad. ¡Ni siquiera sé dónde me encuentro! Las calles están desiertas y la iluminación de las farolas es demasiado pobre como para poder distinguir nada.

 

Si no hubiese sido tan tonto, ahora nada de esto estaría ocurriendo: todos estaríamos en casa, tranquilamente. A lo mejor él estaría algo desanimado, pero eso es algo que se puede arreglar. Sin embargo, cuando se rompe un corazón... eso ya es más complicado.

 

No me puedo creer que yo haya hecho todo esto por venganza. ¡Nunca he sido así! No entiendo por qué me he dejado llevar de esta manera por mi dolor. En el momento en que escuché a Ga In noona hablando con Narsha noona debí haber avisado a Kiseop. Pero una parte de mí deseaba tanto que él sufriese lo mismo que yo... y todo esto ha sido un sinsentido, porque yo sé perfectamente que él no fue el culpable de mi dolor. Yo solo me monté una película y ahora estoy pagando las consecuencias de mi estupidez...

 

* * *

 

Me habían llamado para hacer una colaboración especial y aún no sabía ni con quién era, solo que nos habían citado en el despacho del directo de NH Media. Mientras me dirigía hacia allá rezaba para que los rumores que habían fueran falsos.

 

Las noonas de maquillaje habían estado cuchicheando acerca de esta actuación. Decían que era para el debut en solitario de una tal Miryo. No le di importancia hasta que descubrí que esa chica pertenecía a Brown Eyed Girls y que, además, debería tragarme a las otras también. Y solo de pensar que debería trabajar con Ga In me entraban náuseas.

 

Entonces hacía un par de días desde que había aceptado salir con Kiseop y a los dos se les veía asquerosamente felices. ¿Qué? ¿Se nota mucho que me moría de celos? Porque el idiota de Ki no se daba cuenta de cómo odiaba que se tirase todo el día babeando por esa guarra.

 

Respiré hondo antes de abrir la puerta del despacho en el que me habían citado y... ahí estaban esas cuatro chicas a las que yo estaba cogiendo una tirria alucinante por motivos completamente infantiles.

 

- ¡Por fin estamos todos! - dijo alegremente el director. - Hoon, trabajarás con Miryo para una de sus canciones de debut - terminó señalando a mi nueva compañera. - Las otras chicas, Narsha, Ga In y Jea también participarán en esta canción. Queremos dar sensación de unión entre ambos grupos, algo con carácter y potencia. ¡Que toda Corea sepa quiénes somos! - Y en ese punto dejé de prestar atención.

 

Solo podía pensar en la suerte que tenía esa chica, la muy guarra de Ga In... ¿Por qué tenía que ser ella? ¿Por qué ella tenía que llevarse las pocas sonrisas que Kiseop nos mostraba? ¿Por qué sus ojos solo brillaban de aquella forma tan especial cuando ella estaba cerca? ¿Y por qué yo solo era capaz de pensar en él las 24 horas del día? Dedicando cada nota que canto a él, cada mirada por triste que fuera, cada sonrisa...

 

Antes de que me diese cuenta, me estaban arrastrando hacia vuestra sala de ensayos para, según nuestros mánagers, hablar acerca de la canción y el concepto del álbum. Una vez allí, las primas se las ingeniaron para largarse, algo que no me gustó nada, de forma que salí a buscarlas. Si teníamos que bajar juntos, lo haríamos en condiciones. Ninguna de las otras chicas me puso objeción alguna cuando les hablé de mis intenciones, así que salí dispuesto a seguir sus pasos.

 

La verdad es que no fue muy difícil encontrarlas (eran demasiado escandalosas), aunque ahora desearía no haberlo hecho nunca...

 

Narsha hablaba de sus estúpidos asuntos amorosos mientras Ga In le prestaba atención y aconsejaba de vez en cuadno. Entonces, ocurrió lo inevitable.

 

- Oye, ¿y qué vas a hacer con Kiseop?

 

- ¿Eh? - La del pelo corto miraba sus uñas tranquilamente, sin importarle lo más mínimo aquello.- Pues lo de siempre... Saldré con él un par de veces, me divertiré y, después, como si nunca lo hubiese visto.

 

-Ya entiendo... -sonrió su prima.- Ga In va a tener un nuevo trofeo en su colección.

 

La sangre me hervía. ¿Cómo era capaz de hacer tal cosa? ¿Es que esa chica no tenía consideración alguna? Yo aquí, muriéndome por conseguir alguna muestra de cariño por parte de Kiseop, ¡y ella pensaba utilizarlo!

 

Apreté mis puños con fuerza, incapaz de contener mi rabia. Quería entrar ahí y arrancarle un buen matojo de pelos a Ga In cuando algo apareció en mi mente... ¿Por qué debería hacer tal cosa? Kiseop se lo había buscado él solito. Todos sabíamos de la fama de ambas chicas, era muy estúpido creer que con él sería diferente. Así sentiría lo que sentía yo, recibiría su merecido.

 

Destensé mis brazos y sonreí con superioridad mirando a la chica que llevaría a cabo mi venganza. Puede que no fuese tan malo después de todo...

 

* * *

 

¿Qué ocurrirá si no encuentro Kiseop pronto? ¿Y si ya ha cometido alguna locura? Todos sabemos cómo se pone cuand bebe demasiado y me da miedo pensar lo que le ha podido ocurrir, pero mi estúpida mente no para de recrear diferentes escenas en las que Kiseop se pone a sí mismo en peligro. Me lo merezco, estoy seguro de que me lo merezco, pero... necesito enmendar mi error... Puede que pierda a Ki para siempre, pero es un riesgo que debo correr...

 

Me veo obligado a parar en un semáforo en rojo, de forma que aprovecho la ocasión para mirar por la ventanilla. No estoy muy seguro, pero me parece ver pasar a un hombre que tira un ramo de rosas al suelo. Enseguida distingo las flores, son las mismas que llevaba Kiseop al salir de casa.

 

Nervioso, aparco como puedo y salgo del coche tratando de seguir los pasos de esa persona. Mi tarea se ve rápidamente facilitada al descubrir que está sentado en un banco. Algo inseguro, me acerco a él.

 

- ¿Ki-Kiseop?

 

Él solo levanta la cabeza como respuesta, clavando sus ojos en mí. Un escalofrío me recorre la espalda. ¿Dónde se ha metido mi compañero grupo? ¿Qué ha sido de la fuerza y la voluntad que lo caracterizaban? ¿Dónde se ha metido toda esa energía que nos contagia con tanta facilidad por las mañanas?

 

Sus pupilas muertas, sin vida, reflejando una muerte lenta, la agonía de su corazón, y yo he hecho todo esto...

 

- Vámonos, anda... Hace mucho frío y estás empapado... - trato de sonreír a la vez que le tiendo mi mano.

 

Sin embargo, él la rechaza, lanzándose diréctamente a mi cuello para abrazarme. Puedo oír perfectamente sus sollozos, haciendo mi culpabilidad aún más amarga. Cierro los ojos con fuerza y respondo a su abrazo.

 

- N-no te preocupes... - intento tranquilizarlo, aunque dudo mucho que mis palabras tengan algún efecto sobre él.

 

Lentamente, nos dirigimos a mi coche. Él se sienta a mi lado con la vista perdida en algún punto de la imponente ciudad de Seul. Medito unos segundos hacia dónde deberíamos ir antes de arrancar. Aún no tengo muy claro lo que voy a hacer, pero no me importa.

 

- No quiero ir a casa... - murmura Kiseop.

 

Lo miro por unos instantes que a mí me parecen eternos. Las gotas de agua se escurren por su pelo lacio, cayendo lentamente por su cara, acariciando su pálida piel. Con cierto temor, alargo una mano hasta su mejilla, limpiándola.

 

- No te preocupes, pasaremos la noche en algún hotel.

 

Él me sonríe y puedo asegurar que es la sonrisa más bonita que he visto en mi vida. Triste, sí, pero con ese punto de amor, una pequeña pista de que las heridas van a cicatrizar. Es tan enigmática y compleja... Supongo que eso fue en parte lo que me enamoró de Kiseop...

 

* * *

 

- Aquí tiene su llave, señor. Lamento mucho que solo nos quede una habitación de matrimonio disponible - la recepcionista me alarga la pequeña tarjeta, sonriéndome.

 

Correspondo a su sonrisa, pero se nota mucho que es forzada. Nada mejor que pasar la noche antes de San Valentín con el chico del que estoy perdidamente enamorado y el cual me odiará cuando se entere de que yo sabía lo que iba a ocurrir...

 

Suspiro cansado y me dirijo hacia donde me espera Kiseop. Le hago una señal para que me siga y ambos nos montamos en el ascensor. No tardamos mucho en llegar a nuestra planta y entrar en nuestra habitación. En cuanto cierro la puerta y enciendo las luces, Kiseop se deja caer en la cama como un peso muerto. Yo solo lo observo desde el pequeño distribuidor de la estancia.

 

- Deberías secarte, si no cogerás un resfriado.

 

Veo cómo asiente lentamente con la cabeza antes de levantarse y dirigirse al cuarto de baño. Por suerte, llevaba en el coche la bolsa de deporte en la que meto mi ropa limpia cada vez que voy a los entrenamientos y ensayos, de forma que Ki podía cambiarse tranquilamente y usar mi ropa; después de todo, tenemos la misma talla.

 

Me siento en la cama, apoyando mis codos en mis rodillas y sujetando mi cabeza con las manos, derrotado. ¿Qué debo hacer ahora?

 

- ¿Tú también has tenido un mal día? - Su profunda voz me saca de mis pensamientos.

 

- La verdad es que sí... aunque estoy seguro de que va a ir a peor - murmuro.

 

- Bueno... si eso ocurre, puedes contar conmigo - dice sentándose a mi lado y acariciándome el pelo. - Eres un gran amigo, Hoon.

 

"Eres un gran amigo". Sus palabras son como dagas de hielo clavadas en mi corazón, acentuando mi malestar. ¿Cómo puedo ser tan idiota? Mi pecho... duele tanto... pesa tanto que no soy capaz de respirar con normalidad. Mi vista se nubla a causa de las lágrimas, no soy capaz de seguir ocultando esto...

 

- Kiseopie... yo... lo siento mucho... - musito casi inaudiblemente.

 

- ¿Qué? No tiene sentido que te disculpes...

 

- No... claro que sí lo tiene... Yo te animé para que salieras con Ga In y...

 

- Le podría haber pasado a cualquiera, Hoonie... No tiene importancia - me corta.

 

- Kiseop - lo miro completamente serio -, yo... escuché una conversación entre Narsha y Ga In en la que decía que solo serías un trofeo más en su colección - suelto completamente del tirón, asustado.

 

Kiseop abre mucho los ojos: está sorprendido. Obviamente no esperaba que dijera eso.

 

- ¿Qué?

 

- Yo... ¡debí habértelo contado, lo sé! Pero... m-me sentía tan mal que yo...

 

- No quiero escuchar nada más, Hoon Min - me duele escuchar de sus labios mi nombre entero, me duele la aspereza con que lo pronuncia, el matiz de enfado que se adivina en su voz.

 

- Pero... yo...

 

- ¡Ya basta! ¡HE DICHO QUE NO QUIERO ESCUCHAR NADA MÁS! Buenas noches.

 

Con un manotazo, aparta las colchas de la cama y se cubre con ellas completamente, hundiendo su cara en la almohada. Yo me quedo mirándolo con cierto aire de nostalgia. Normalmente me habría revuelto el pelo a modo de despedida antes de irse a dormir.

 

Finalmente, me dejo caer en la cama y apago la luz. Me quedo de espaldas a Kiseop, ideando mil y un planes para pedirle perdón hasta que me quedo por fin me quedo dormido. Puede que... este último plan funcione...

 

* * *

 

[Kiseop's POV]

 

No me podía creer lo que me había hecho Hoon. ¿Cómo había sido capaz? ¡Yo confiaba en él! Creía que con Hoonie sería diferente... que él era especial... Creía tantas cosas y ahora resulta que todo es falso.

 

Abro los ojos con dificultad, mis párpados pesan demasiado. Me froto los ojos con la única intención de acostumbrarme a la gran cantidad de luz que entra por la ventana. Me giro en la cama para estirarme, descubriendo que estoy solo. ¿Dónde demonios se ha metido Hoon?

 

Busco mi móvil con la intención de mirar la hora, pero, para mi desgracia, me encuentro también con la fecha: 14 de febrero. Suspiro, ahora mismo odio con todo mi ser este día. Sin embargo, no es como yo esperaba... Realmente, no me ha dolido tanto que Ga In me haya abandonado, sino... no sé... no lo comprendo... no entiendo por qué me comencé a sentir vacío al ver aquel brillo tan triste en los almendrados ojos de Hoon el día que le pedí un consejo. Entonces fue cuando me comencé a sentir como si no tuviese corazón, como si me faltase el aire... Pero también me ha dolido mucho que no me advirtiese de lo de Ga In. ¡Se suponía que éramos amigos! No puedo evitar sentirme tan cabreado con él, porque me ha traicionado y yo pensaba que él jamás me haría daño...

 

Me dirijo al baño para lavarme la cara y tratar de despejar mi mente, no tengo ganas de pensar más... Cuando salgo, me encuentro a Hoon paseándose de una punta a otra de la habitación y con un paquete en las manos. Me quedo embobado mirándole, se ve tan mono y dulce cuando está nervioso...

 

Parpadeo un par de veces mandando lejos esos estúpidos pensamientos. Carraspeo un poco, haciendo que pare y me mire con la boca ligeramente abierta por la sorpresa.

 

-Bueno días -musito, desviando la mirada.

 

-Aamm... b-buenos días -se pasa una mano por su pelo rojizo a causa de los reflejos del sol.- Yo... te he traído esto.

 

Me extiende sus manos con ese paquetito entre ellas. Lo miro durante unos segundos con algo de escepticismo. ¿Debería aceptarlo? Mi corazón me grita un sí rotundo, pero mi cabeza me pide que razone: él me ha hecho daño.

 

-Por favor... acéptalo...

 

-¿Por qué debería hacerlo?

 

-P-pues porque... es un regalo para pedirte perdón.

 

-Tsk... ¿Y debería perdonarte?

 

-Yo...

 

-Tú, ¿qué? ¡Confié en ti, maldita sea! ¡Y ni siquiera sé por qué demonios me la jugaste de esa forma! ¿Te hice algo?

 

-No... -contesta en un susurro.- No me merezco su perdón... Pero, al menos, quédate con el regalo, no quiero desperdiciarlo...

 

Me giro, tratando de dar por finalizada la conversación. Como siga mirando a Hoon, caeré como un estúpido ante sus palabras y no quiero, no hasta que sepa por qué lo hizo.

 

-Por favor... son bombones de chocolate y fresa, tus preferidos...

 

Vuelvo a mirarlo, sorprendido.

 

-¿C-cómo lo sabes?

 

Hoon solo sonríe encantadoramente. Ninguno de los miembros conocen mi pequeña obsesión con esos bombones, excepto él... Tal vez... tal vez debería darle una oportunidad... Él sin duda se la merece.

 

-¿Por qué debería perdonarte? Dímelo y quizás lo haga.

 

-Porque... porque te quiero y no puedo vivir sabiendo que me odias...

 

Él cierra los ojos fuertemente nada más terminar de hablar mientras yo intento asimilar sus palabras. Él me... él me... ¿quiere? ¿Será posible o es que sigo durmiendo? Porque, de repente, siento que aquel vacío tan molesto desaparece y que nada de lo ocurrido anoche tiene sentido... Mi enfado ya no existe ni el dolor que me pudo ocasionar Ga In. Realmente, ahora mismo, solo existen Hoon y sus palabras en mi mente, en mi corazón, en todo mi mundo... solo está él...

 

Con paso vacilante, me acerco hasta él. Con cada paso que doy, mi corazón late con más fuerza. Cuando estoy frente a él, cojo una de sus manos que aún están pegadas a su pecho y la pongo en el centro del mío. Hoon fija sus ojos tristes en mí, ahora parecen más hermosos que nunca...

 

Si está triste, abrázalo con todas tus fuerzas, que sienta que tú estás ahí para él

 

Con mi otra mano, tiro el pequeño paquete a la cama y lo acerco completamente a mí, haciendo que apoye su cabeza en mi pecho. Hundo mi nariz en sus cabellos rojizos, aspirando su embriagador aroma a lavanda, tan penetrante...

 

-Kiseop... -murmura levantando la cara y mirándome.

 

Si te llama a cualquier hora del día, solo bésalo

 

Solo sonrío, acariciando con suavidad su mejilla derecha.

 

-Hoonie -musito.- ¿por qué has tardado tanto?

 

Lentamente, me acerco más a él hasta que nuestras narices se rozan. Apoyo mi frente en la suya y cierro los ojos, concentrando todos mis sentidos en este ser tan perfecto. Siento su aliento cálido, incluso soy capaz de escuchar los latidos de su corazón.

 

-Kiseopie, yo... de verdad que te quiero... -sonrío nuevamente. ¿Cómo puede ser tan dulce?

 

-Lo sé, yeobo... Creía que nunca te escucharía decirme eso...

 

-Yo... es que... c-creía que tú...

 

No le permito terminar, no necesito escuchar nada más. Poso mis labios sobre los suyos, acallando sus nerviosas palabras. Él me corresponde con dulzura, aferrando con fuerza mi camiseta mientras yo lo tengo sujeto por la cintura. Sus manos suben con cuidado hasta mi cara, obligándome a profundizar el beso. Su lengua juguetea inquieta con la mía, haciéndome enloquecer. Nunca había visto esta faceta tan fogosa de Hoon y la verdad es que me encanta.

 

-Te quiero -murmuro sobre sus labios antes de hundirme en otro de sus apasionados besos...

 

* * *

 

Hoy es un nuevo día de trabajo con Miryo, pero la verdad es que ya no me importa. De hecho, Jea y ella me parecen muy simpáticas.

 

Al final, Kiseop y yo pasamos el resto de la semana en aquel hotel, pero no vi nada más allá de aquellas cuatro paredes y del cuerpo de mi novio. ¡Qué bien suena! Mi novio... Estoy eufórico, pletórico, ¡estoy enamorado!

 

Nunca olvidaré las caras que pusieron Kevin y Soohyun al vernos entrar en casa cogidos de la mano; ni la sonrisa de Eli, DongHo y AJ cuando nos descubrieron jugueteando en la cocina...

 

Esta mañana, Kiseopie me ha acompañado hasta la discográfica. Al parecer él también tiene que trabajar, solo que en la coreografía de nuestro próximo single y con Kevin hyung. Yo entro más temprano, pero Ki me insistió en que no pasaba nada.

 

Las chicas aún no han llegado, así que decidimos aprovechar esto para pasar más rato juntos. Kiseop coloca una de las colchonetas en una esquina de la sala de ensayos, se sienta en ella y me hace un gesto para que lo acompañe. Gustoso, me siento entre sus piernas, apoyando mi espalda en su musculoso pecho. Inmediatamente, él entrelaza sus manos con las mías y apoya su barbilla en mi hombro.

 

-¿Sabes qué días es hoy, Hoonie? -solo asiento, sonriendo.- Hoy cumplimos dos meses -termina besándome en la mejilla con infinita dulzura.- Por eso he preparado una sorpresa... así que espero que no seas demasiado escandaloso y que no despiertes a los demás.

 

Siento perfectamente como la sangre se agolpa en mis mejillas, haciendo que se vuelvan rojas. Kiseop ríe bajito a mi lado.

 

-Estás muy mono cuando te sonrojas -comenta dándome la vuelta, obligándome a mirarlo.

 

-N-no digas tonterías... -intento resistirme.

 

-Sabes que no es ninguna tontería, no cuando se trata de ti...

 

Se va acercando lentamente a mí, susurrándome una y otra vez lo mucho que me ama, hasta que nuestros labios se unen, amoldándose a la perfección. Con cuidado, me apoyo en mis rodillas con una pierna a cada lado del cuerpo de Kiseop y empujo suavemente su pecho hasta dejarlo contra la pared. Él pasea sus manos por mi espalda y brazos. Puedo ver cierto brillo lujurioso en sus ojos que me encanta desde que lo pude ver por primera vez en aquel hotel. Finamente, posa su mano derecha en mi nuca y tira de mí para fundirnos en otro beso, pero esta vez más salvaje. Me besa con desesperación, introduciendo su lengua juguetona en mi boca. Paso mis manos por debajo de su camiseta para acariciar su perfecto torso, entreteniéndome en sus rosados pezones. Kiseop ahoga un gemido en mi boca, incitándome a continuar. Muevo las caderas haciendo que su semi-erecto miembro choque contra el mío. Ambos suspiramos al unísono ante la maravillosa sensación.

 

Kiseop echa hacia atrás la cabeza con los ojos cerrados, dándome una magnífica visión de la nívea piel de su cuello. Sin pensarlo mucho, me lanzo a él, lamiendo y besando cada centímetro de piel, arrancándole largos suspiros. Cuando estaba a punto de sacarle la camiseta, el ruido de la puerta al abrirse hace que nos separemos rápidamente. Yo me voy a levantar de la colchoneta, pero Ki me detiene cogiéndome de la mano y sentándome a su lado. Él pasa un brazo pos mis hombros para evitar que escape.

 

Las chicas entran a la sala de ensayos. Escucho a Miryo gritar un “siento mucho la tardanza” antes de quedarse quieta observándonos. Yo retiro la vista algo avergonzado y comienzo a balbucear expresiones incoherentes acerca de una silla, un tropiezo y Kiseop practicando un truco de magia, pero el grito emocionado de Jea me interrumpe. De todas formas, ninguna neurona en mi cerebro estaba trabajando en condiciones.

 

-¡Hoonie! ¡Lo sabía! -Jea se muerde los labios.- Ayer, Narsha, Miryo y yo hablamos de que últimamente estabas muy feliz, ¡y yo sabía que era porque te habías enamorado!

 

-¡ENHORABUENA!

 

La rapera se tira a mi cuello, abrazándome con fuerza, seguida de Jea. Comienzo a sonreír al ver que Narsha no se escandaliza y que Ga In se está poniendo verde de la envidia. Tenía miedo de cómo se lo tomarían...

 

Kiseop mira con superioridad a la del pelo corto antes de estamparme un tierno beso en los labios. Las chicas gritan emocionadas y comienzan a hacer planes para una boda.

 

-Dime, Ga In... -puedo escuchar a Narsha.- ¿Cuántos van ya?

 

-¿A-a qué te refieres? -le responde la otra algo nerviosa.

 

-Ya sabes... ¿Cuántos han salido del armario después de haber salido contigo?

 

-¡¿De qué vas?!

 

-Hagamos una lista... -la ignora.- Choi MinHo, Kim JongHyun, Choi SiWon, Yesung, Leeteuk, Cho KyuHyun, Kim Junsu...

 

-¡YA BASTA!

 

Veo de reojo como Ga In se marcha, cabreada por el comentario de su compañera, mientras Narsha ríe escandalosamente. Después, se acerca a nosotros para darnos la enhorabuena.

 

-Bueno, será mejor que os deje trabajar... -Kiseop me guiña un ojo.

 

-Eem... sí, sí... vale...

 

Ambos nos ponemos de pie. Mi chico me besa de forma profunda una vez más, agarrándome con fuerza por la cintura.

 

-Nos vemos en casa, yeobo... -me susurra.- Te quiero...

 

Me quedo unos segundos embobado viendo como se marcha, hasta que algo me devuelve a la realidad: desde que me declaré, no le he dicho ni una sola vez que lo quiero. Salgo corriendo, Kiseop está ya al final del pasillo, pero no me importa. A mitad de camino, paro y le grito:

 

-¡KISEOP! -distingo su silueta dándose la vuelta.- ¡YO TE AMO!

 

Inmediatamente me sonrojo, no me puedo creer que lo haya dicho... Escucho una suave risita viniendo de él.

 

-¡SARANGHAE! ¡NOS VEMOS EN CASA, YEOBO!

 

No puedo verlo, pero me imagino a la perfección esa sonrisa divertida que tanto me gusta en sus labios, guiñándome un ojo. Mi corazón se acelera... A este paso, no seré capaz de esperar hasta la noche...

 

 

 

PKA♠

Notas finales:

¿qué tal? Espero que no haya sido demasido "provoca-diabetes" La verdad es que estoy algo asustada, porque lo he subido sin que Hell lo haya leído entero y yo necesito de su opinión TT_TT de forma que todos tenéis que decirme en vuestros reviews qué os ha parecido >.<

Vale, una cosa, ese final (cuando Jea y Miryo empiezan a desvariar) espero que me lo perdonen u.u" lo terminé el mismo 14 en el instituto y estaba en un punto en que tanto azúcar me estaba comenzando a pasar factura hasta límites insospechados xDD Pero espero que por lo demás esté bien ^^

Se lo quiero dedicar especialmente a Minji, Kira, Izumi, Hell, Biela (Sweet Kibum) y a mi hermanita y su novio (estos dos ponen melosidad y amor a mi vida cada día hasta que me pongo mala y debo echarlos de mi casa xDD) Náh! Os quiero mucho! >.<

Y, bueno, que sepáis que no tengo nada en contra de las Brown Eyed Girls!!!! Ni tampoco contra F(x) (es que como las he usado en plan "las malas de la película"... pues... no quiero que nadie crea que somos antis u algo por el estilo...)

Gracias por leer!

 


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