Naruto no podía asegurar cuando es que ese amor imposible había empezado, solo recordaba con nitidez aquel día del puente, cuando las palabras de Iruka sobre que el dolor mas grande era perder a la persona que amas (palabras que le dijera cuando niño) se hicieron presentes en su cabeza cuando creyó a Sasuke muerto en sus brazos. El golpe fue devastador, la tristeza, la ira la frustración y todos esos horribles sentimientos se habían juntado rompiendo casi de inmediato el sello que mantenía controlado al kyubi. Lo supo entonces, no cuando había empezado pero si qe aquello la tristeza incluso la felicidad y las inmensas ganas de saltarle encima al verlo incorporarse solo podía ser amor
Jamás se atrevió a declararse, pues siempre lo pensó así; Sasuke era demasiado para el, tan brillante, tan sobresaliente, tan genial, tan tantas cosas que el jamás podría llegar a ser. De inmediato lo convirtió en su amor platónico; aquella persona a la cual amaba de lejos, por la cual se volvería un gran ninja y gran persona, pero a la cual nunca confesaría sus sentimientos, los cuales siempre estarían ahí en la sombra como debía ser.
Sin embargo todo dio un giro inesperado, se vio a si mismo superándose, llegando al nivel en el cual podría estar a la par de Sasuke, el momento en el cual lo platónico podría volverse real. Para su mala suerte el momento fue tan efímero que apenas y pudo gozar de el, pues el azabache de un día a otro lo abandono sin mas, se fue en busca de poder, de fuerza, en busca de venganza dejándolo devastado. Pero justo ahora el momento volvía hacerse presente, sin peleas, misiones o guerras, sin responsabilidades y esta vez no lo iba dejar pasar.
Todo empezó temprano por la mañana, otra mas de la final de primavera, aun atrapados en ese extraño mundo, el clima parecía estar mejorando constantemente; aun con las lluvias ocasionales o el calor abrasador de algunas tardes, parecía que eran más las partes en que el clima no era ni muy intenso ni muy apagado. Era uno de esos días que prometía algo interesante o al menos así se lo imaginaba cierto rubio.
Caminaba mientras se lo repetía incansablemente el no era ningún cobarde, era valiente, persistente por demás imprudente y esa reputación su trabajo le había costado por ello se había decidido que ese día se le declararía al Uchiha menor. No había nada que le hiciera retractarse… o eso pensaba hasta que vio a Sasuke llegar a la escuela.
El azabache como una costumbre fue hacia donde el rubio le esperaba cada mañana para subir juntos a su salón, pareció entonces algo similar a tener una kunai enterrada en el pecho, su voz no salió de su garganta ni para decir buenos días, al caminar hacia el edificio sus piernas le respondieron de forma rígida avanzando cual soldadito de plomo pegado a su base. Naruto nunca conto con que; a pesar de ser un gran y valiente ninja era a final de cuentas un adolecente mas, con miedos e inseguridades ante un sentimiento como lo es el amor. El Uchiha no tardo en notarlo fue cuando se detuvo esperando que el rubio lo hiciera también.
—Sucede algo dobe? — el rubio negó deteniéndose, preguntándose si seria una buena oportunidad para confesarse, trago en seco, agitando la cabeza para desecharlo todo, incluidos aquellos miedos absurdos. Ya no importaba si le rechazaba o no igual estaría alejado de el cuando regresasen a su mundo, y aun así no importaba donde fuese aquí o allá el lo seguiría hasta el final.
—No es nada teme— respondió mirando al piso. El Uchiha tomo el gesto como una extraña señal, la ultima vez que el rubio le había contestado en aquella forma, contrario a ocurrir “nada” había ocurrido todo. Aquellos imbéciles le habían hostigado y atacado, esta vez no lo dejaría así, no estaría con la duda solo por que rubio creyera que podía arreglárselas solo.
Por eso en un impulsivo ataque, el Uchiha jalo al rubio hacia el y jalo a su camisa para abrirla de sopetón con la corbata como única conexión entre una parte y otra, los ojos negros observaron minuciosamente el cuerpo bronceado buscando en el alguna nueva marca que confirmara sus sospechas pero no había nada (nuevo) ahí cosa que le hizo suspirar aliviado.
—T..t…teme? — la cara del rubio estaba roja llena de sorpresa fue cuando el ojinegro, al ver el cuerpo semidesnudo del rubio comprendió lo que había hecho .
—Solo quería asegurarme de que no hicieras tonterías de nuevo— aclaro el Uchiha levemente sonrosado— Solo un idiota como tu dejaría que unos idiotas lo golpearan y después no pedir ayuda — reclamo con cierto recelo a final de cuentas creía que el rubio le tenia cierta estima y le contaba todo
—No es mi culpa teme… este cuerpo no es tan rápido como el que solía tener ttebayo— se defendió y el Uchiha no pudo objetar le había pasado algo similar al pelear con Itachi incluso el se sintió torpe esquivando los golpes—Lamento haberte preocupado
—No estaba preocupado— siseo aumentando un poco el tono de rojo, cosa que el rubio tomo como buena señal
—Si, si lo estas… y si lo estas significa que te agrado— indico el rubio— que me tienes afecto…que me quieres quizá— susurro bajo el ojiazul mirando esperanzadoramente, queriendo que esos sentimientos que guardaba desde hace años fueran correspondidos.
—Yo... — el Uchiha se sintió acorralado, iba a defenderse, dejarle en claro que no estaba preocupado pero al ver esos ojos de cachorrito que convencían a cualquiera no tuvo el valor para refutarle aquello, al contrario se lleno de valor, ya estaba arto de huir, no era correcto vamos ni siquiera razonable pero no podía dejar pasarlo mas —Naruto yo…
—Creo que deberían ir a un hotel— tercio una voz interrumpiendo el mágico momento, ambos adolecentes miraron hacia la persona cuyos minutos estaban contados, pues ambos iban a matarlo—No me miren así, si quieren privacidad este no era un buen lugar— hablo el peliblanco sonriendo, era por demás obvio que lo disfrutaba
—Suigetsu— susurro con récor el azabache tratando de contener su ira en puño derecho que alzaba .
—Vamos Sasuke no es mi culpa que te entraran ganas en este lugar… aunque con semejante belleza yo tampoco aguantaría— hablo volteando ver al rubio o mas bien a la parte de su torzo visible sonriendo con picardía, tentando al Uchiha
—No tienes otras cosas que mirar? — pregunto molesto el ojinegro tomando a naruto por la muñeca para alejarlo del peliblanco y volver a acomodar su camisa.
—Eres tan tacaño Sasuke— “reclamo” el peliblanco siguiendo su camino, total ya había arruinado el momento y conociendo tan bien a su amigo pelinegro no retomaría la conversación. No es que tuviera algo en contra de ellos, a el solo le divertirse fastidiando a los demás.
La mañana continuo, y pese a la mala suerte que tuviera al inicio de esta, el rubio no se deprimió, aprovecharía el almuerzo para ir con Sasuke a un lugar apartado donde después de comer le diría lo que sentía por el. Sin embargo no ocurrió asi, a penas la campana del almuerzo hubiere sonado se vio repentinamente rodeado por seis personas cuyos rostros lo escrutaban entre molestos, y divertidos.
— Naruto hola— inicio la conversación un linda rubia de ojos verdes— Sabes creo que tenemos que hablar— comento feliz viendo como el pequeño kitzune los miraba confundido pero a la defensiva
—Veras pequeño— secundo el peliblanco abrazando al rubio por los hombros— Yo se que tu y nuestro querido Sasuke nacieron para estar juntos y…
—Juntos y una mierda!! — grito la pelirosa cruzándose de brazos molesta— Mira maricon de quinta va siendo hora de que dejes a mi Sasuke-kun en paz porque si no recuerdas el es mi novio y no voy a permitir…mm— las palabras fueron retenidas justo a tiempo por jugo, quien sostenía ala pelirosa en un fuerte agarre que le tapaba la boca y le impedía matar al blondo.
—Lo que la frentuda quiso decir Naruto— hablo calmada la rubia sonriendo como si de verdad le entretuviera la situación (quizá porque así era) — Es que ustedes se ven muy lindos juntos y así, nos alegramos de que se lleven bien y seas parte de nuestra hermosa fraternidad— expuso cual honradora la florista
—Pero por lo mismo de que nuestra pequeña comunidad de amigos a aumentado tenemos que poner ciertas reglas— continuo Suigetsu —
—Maldita sea paren esta estupidez— grito de repente la peliroja de lentes— Lo que queremos es comer con Sasuke es nuestro amigo también por si no lo has notado— naruto parpadeo extrañado, pero suspiro aliviado por un momento creyó que le dirían otras cosas. Pareció pensarlo detenidamente, realmente quería hablar con Sasuke ese mismo día, pero tampoco podía prohibirle relacionarse con otras personas que eran importantes para el.
—Esta bien ttebayo— susurro audiblemente, algo cabizbajo
—Gracias naruto-kun— agradeció sai sonriendo como siempre lo hacía— No te preocupes será todo tuyo mañana— intento reconfortarlo
—Pero pasado mañana será nuestro de nuevo — dijo el peliblanco dándole unas pequeñas palmadas en la espalda al rubio.
El ojiazul no pudo hacer mucho, mas que agitar la mano en señal de despedida cuando los seis chicos literalmente secuestraron al azabache cuando este regresaba de la cafetería dispuesto a continuar su plática con el rubio.
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—Te han robado al Uchiha— se burlo Kiba al ver a su pequeño amigo sentarse junto a ellos con tal resignación que les hizo sentir un poco ofendidos.
Estaban en el salón, como todos los días; habían juntado los pupitres mas cercanos a la ventana, habían sacado sus cosas y se habían explayado con su comida y entretenimiento como sus reproductores de mesa y juegos portátiles.
—Cállate— se defendió el rubio poniendo a un lado su almuerzo
—Odio reconocerlo, pero tienen razón— dedujo el pelirrojo del grupo— Desde que te llevas mejor con Sasuke no has pasado tiempo con nosotros— le reprocho pero sin llegar a ser un regaño.
—Lo siento ttebayo— se disculpo sin muchas ganas el rubio, nunca lo había pensado de esa forma, pero si lo recapacitaba en retrospectiva era verdad, incluso en Konoha se la pasaba mas tiempo con su supuesto enemigo que con los que realmente eran sus preciados amigos.
—Cuéntanos que pasa— hablo Shikamaru esta vez con su parsimoniosa voz— No creo que tengas esa cara solo por no poder comer con Sasuke — como respuesta el inteligente chico obtuvo un sonoro suspiro de frustración
—Es que estaba ten decidido a confesarle mis sentimientos al teme— confeso el ojiazul para dejarse caer sobre el pupitre permitiéndose que su cabeza diera de lleno contra la madera.
—Que?!!! — exclamaron totalmente escandalizados.
—Declárate?!! otra vez?!! — grito Kiba aun sorprendido— Que pasa por tu hueca cabeza? Acaso eres masoquista? — Naruto no se movió solo se dedico a escuchar.
—Estoy de acuerdo con Kiba— hablo igual de impactado Shikamaru.
—Olvidaste lo que paso la ultima vez? — hablo Gaara esta vez. Naruto reacciono un poco. Era verdad en aquel mundo sería la segunda vez que lo hacia, pero era inútil tratar de pelear por lago que sus amigos y el mismo no entendían.
—No será igual esta vez ttebayo— levanto la cara con la frente roja y miro al de ojos aguamarina con sus ojos azules lleno de confianza y esperanza— No les puedo decir que el teme corresponderá mis sentimientos pero…no jugaría con ellos— le defendió el ojiazul, sus amigos le miraron escépticos sabían que era una mala idea.
—Yo te apoyare Naruto-kun— hablo un poco tímida la hojiblanco— Si esa es tu decisión te ayudare en lo que pueda— aseguro con voz baja pero no menos firme. El rubio miro a sus amigos esperando la respuesta de los demás que solo pudieron bufar rendidos.
—Te apoyaremos, pero si ese idiota se comporta como un imbécil de nuevo no podrás evitar que lo mate esta vez— aclaro Gaara, serio y resignado.
—Ya que— fue la respuesta de Shikamaru y Kiba con Shino y Chouji asintiendo tras ellos.
—Por cierto cuando lo harás? — pregunto Shikamaru
—Planeaba hacerlo esta mañana, pero el amigo de Sasuke nos interrumpió, me había mentalizado para hacerlo en el almuerzo pero no esperaba que se lo llevaran los demás— explico entre triste, frustrado y disgustado.
—Por qué no te confiesas a la hora de salida siempre esperan juntos a que vengan por ustedes no es así? — dio una solución inteligente el pelirrojo que fue secundad por los demás.
—Si pero, mamá vendrá por mi esta tarde así que me iré temprano ttebayo— el rubio volvió a deprimirse
—Hazlo mañana— obvio Shino
—No se si mañana aun tenga el valor con el que me desperté hoy
—Yo… yo se… que podría animarte—intervino Hinata adquiriendo un fuerte color rojo que iba en aumento conforme hablaba. El ojiazul la miro ilusionado.
—De verdad? Que es? — pregunto curioso y feliz. La chica se acerco a su mochila mirando dentro aun dudosa, pero tras un segundo de valor saco de su mochila varios libros, en cuyas portadas destacaban en colores vividos imágenes en fondos pastel con diferentes personajes masculinos y femeninos— Que es esto ttebayo? — pregunto un poco turbado agarrando del montón el primero de la cima.
—Maldita sea amigo también olvidaste que es el manga? — le reprocho su castaño amigo de mejillas rojas.
—El manga es básicamente historias a veces fantásticas, con un trama que son expresada a través de dibujos— explico Shikamaru jugando con el popote del jugo de manzana que tomaba, mientras el rubio hurgaba entre las páginas de grueso tomo mirándolo de vez en cuanto para hacerle saber que le prestaba atención.
Se detuvo en un particular que llamo su atención, donde la cara de la protagonista ocupaba dos tercios de la pagina, ahí estaba ella; con los ojos cerrados, algo sonrojada esperando con un extraño objeto saliendo de su boca. La historia, continuaba en la siguiente pagina donde el chico frente a ella, algo tímido se acercaba lentamente hacia ella poniendo en su boca el extraño de aquella cosa que sobresalía de los labios de la chica. El siguió comiendo aquel delgado palito hasta finalmente chocar sus labios con los de su acompañante para que momentos después terminarlo en un apasionado beso.
El rubio tomo un ligero color rosa, la idea en si era buena, tanto que casi pudo ver en algún recóndito lugar de su imaginación a Sasuke haciéndolo con el.
Sacudió inmediatamente la cabeza removiendo esa idea de su mente, demasiado ridículo y romántico incluso para el, aunque… Volvió a agitar la cabeza un poco mas rojo, regañándose de nuevo por pensar en tonterías.
Dejo el pequeño tomo en la mesa con sus semejantes como si así pudiera alejar la idea de si. Miro mejor la pila exactamente en algo que llamo su atención. La portada no era muy diferente de las otras, sin embargo con la gran diferencia que en esta se mostraba a; aun chico sin camisa con mirada afilada que bien podría esconder una perverso plan, cabello oscuro corto, piel blanca y cuerpo perfecto <> fue el pensamiento del rubio sin ninguna mala intensión; que sostenía a otro chico con rasgos mas delicados, delgado, con ojos inocentes ajeno a la mirada del otro chico que le sujetaba firmemente de la cintura.
Iba abrirlo ya para mirar dentro cuando una mano de forma veloz cerro la tapa y le arrebato el tomo—N…n…n…no…e…es…n…n..nada— grito la peli azul aferrándose fuertemente a su libro mientras parecía competir con un semáforo.
—No puedes actuar así y decir que no es nada— la traviesa sonrisa de Kiba solo la hizo ponerse mas nerviosa, bajo la guardia y este aprovecho para quitarle el libro —Tu lees esto? — pregunto mostrando el tomo a todos aun incrédulo.
—Que es? — indago el ojiazul algo aturdido por las miradas impresionadas de su amigos.
—Es yaoi— hablo Shikamaru con calma— No debes mirarlo, es algo del diablo— explico, recordando aquella que fuera su primera vez con el genero, cortesía claro de Temari.
—Yaoi? — cuestiono aun sin comprender.
—Son mangas, pero con... relaciones entre hombres…— hablo Chouji, aunque pareció atorarse con su ultima oración.
—Si lo piensas bien no creo que le haga daño leerlo— observo el pelirrojo, siendo apoyado por los demás a excepción de Hinata que intentaba recuperar su pequeño secreto.
—Esta bien lo leeré— acepto el rubio tomando el tomo de las manos del castaño y abriéndolo de nuevo, sin embargo la misma mano que le había impedido leerlo desde un principio volvió a negárselo.
—P… p... pero, lelo en tu casa por favor naruto-kun— rogo, casi exigió la acalorada muchacha a punto de llorar. El rubio solo asintió.
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Sasuke Uchiha era un joven sumamente paciente, si bien era; frio, antipático y un poquitín orgulloso no había muchas situaciones que lograran sacarlo de balance o ponerlo de mal humor, como estaba justo ahora. El seño fruncido, puños cerrados a sus costados, caminando rápido mientras dejaba ataras a ese sujeto que se había autoproclamado pariente suyo mientras refunfuñaba tantas groserías como supiera todas consagradas a sus queridos amigos, que habían hecho el enorme “favor” de llevárselo durante el almuerzo, justo cuando quería terminar aquella platica que había quedado pendiente con el ojiazul.
Pero no solo estaba enojado con esa bola de idiotas que eran sus amigos si no con el mismo rubio, que después del timbre de salida había desaparecido dejándole solo con la preocupación en la boca y con una pelirosa pegada a su espalda. El pelinegro juraba que esa seria la ultima vez que se tomaba la molestia para el ojiazul, en especial si le pagaba de esa forma.
Abrió la puerta azotándola, sin percatarse siquiera del mayordomo que se había hecho a n lado con semejante rabieta mientras el subía las escaleras y castigaba una nueva puerta, esta vez la de su habitación.
Itachi, que había ido al jardín con su madre, volvía de este cuando vio llegar a su hermano con aquella actitud, para ver después a su primo entrando con una sonrisa mucho mas amplia de la que solía tener.
—Paso algo? — le pregunto al mas pálido cuando sus miradas se cruzaron el solo se limito a sonreír.
—Nada en realidad, creo que eso es lo que le molesto— aclaro jovial, Itachi le miro sin comprender mucho sin embargo su rostro impasible no lo dio a saber.
—Hablare con el— hablo calmo, subiendo las escaleras con la elegancia propia de el.
—Seguro? Últimamente no tienen lo que se diría una buena comunicación— el mayor se detuvo y el menor sonrió igualmente señalando el pequeño pero importante detalle que al pelilargo se le escapo por un instante.
—Estará bien, solo es una pequeña diferencia de opiniones— defendió retomando su camino.
La habitación de su hermano menor se encontraba solo a 4 puertas de la suya, nunca había estado dentro a ese entonces, cuando entro sin llamar.
Era una estancia grande, quizá solo un poco mas chica que la suya, en la cual reinaba el color azul rey en sabanas cortinas y tapicería, claro sin perder la decoración central de la casa. Nada austera pues los lujos con los que eran consentidos brillaban a toda su expresión en el pequeño centro de entretenimiento dedicado en la mitad de la habitación con una pequeña sala un pantalla de plasma gigante con bocinas igual de potentes que se adaptaba a varios aparatos que después conocería como consola de videojuegos (desde un básico psp hasta un wii). En el otro extremo del cuarto un mueble multifuncional se ocupaba como escritorio y librero, a un costado de este la cama y a cada lado de esta un par de cómodas que sostenías lámparas de noche y un despertador digital. Por lo que alcanzaba a ver dos puertas la blanca el baño y la de caoba el armario.
Escucho un zumbido que le hizo escudarse detrás de la puerta, dejando que el aparato que fue lanzado contra el chocara contra la madera y se rompiera por la mitad. —Lárgate— siseo Sasuke apareciendo de la nada con la pose de quien acabara de lanzar una pelota de beisbol y no el jarrón vacio de su propia habitación.
—Solo quería hablar contigo— respondió sereno
—No me interesa lárgate— amenazo con sus ojos llenos de furia. Itachi suspiro mientras buscaba en su mente un tema, cualquiera que hiciera bajar la guardia de hermano.
—Es sobre eso, me gustaría explicarte algunas cosas que Deidara y yo descubrimos— parte mentira parte verdad, no eran cosas importantes pero igual funciono, el Uchiha menor termino relajándose un poco sin dejar de mirarle mal le indico con un gesto que pasara y este así lo hizo cerrando la puerta con seguro.
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Se encontraba sentado en el sofá individual de color crema; con las piernas recogidas, abrazándolas y con la barbilla sobre las rodillas totalmente hecho bolita. Aquel rubio no era del tipo de persona que se quedaba quieta por largos periodos de tiempo, horas y horas de hacer nada no concordaban con su verdadero e inquieto ser.
Sin embargo en esos momentos se encontraba maravillado, viendo como las figuras se movían y cambiaban de sintonía después de una pequeña fracción de milésimas de segundo en aquel artilugio. Su pequeño hermano lo había definido como << un cine en miniatura>> pero no era la programación lo que llamaba la atención del pelilargo si no el aparato que sostenía en una de sus manos y con el que cambiaba el canal.
Llevaba así aproximadamente una hora pasando los canales con el control remoto y por lo visto que no se cansaría pronto, aunque Kushina ya se había cansado por el —Vas a descomponer el televisor— le riño la pelirroja desde la barra que conectaba la cocina y la sala.
—No importa, solo compra otro u´n— hablo mas por inercia sin querer realmente picar a su nueva mamá que no pareció darle mucha importancia a lo que dijo.
—En lugar de estar holgazaneando deberías venir y ayudar a tu hermano tebanne— sigo sermoneándole la ojiazul logrando que el mayor apagara el televisor.
—No me interesa prepararle el almuerzo a un Uchiha u´n— se excuso el rubio
—Dices eso pero te sonrojas cada vez que Itachi-san esta junto a ti— pico el menor acercándose a la barra con un sonrisa traviesa mientras el pelilargo se sonrosaba
—Eso no es verdad!! — se escudó el mayor causando una risita divertida a su madre y hermano.
—De cualquier forma no necesito tu ayuda ya acabe ttebayo— le saco la lengua y se giro hacia Kushina abrazándola efusivamente por la cintura— Gracias mamá!! Eres muy buena enseñando— la pelirroja sonrió con ternura, por primera vez en mucho tiempo sentía que su familia volvía a la normalidad
—De nada cariño, bien es mi turno de usar la cocina tebanne—anuncio la pelirroja con entusiasmo.
Ambos rubios quedaron a solas en la pequeña sala de su casa, el menor aprovecho el repentino silencio que se instauro cuando Kushina los hubiera dejado para ir a sentarse en el sillón de tres plazas a un lado del rubio mayor —De verdad no te gusta ni un poco Itachi-san? — insistió el kitzune logrando sacar un bufido de molestia al akatsuki.
—Creí que ya había aclarado ese punto, yo lo odio y quiero acabar con el u´n— respondió entre enojado y nervioso.
—Pero parecían tan cercanos ese día ttebayo— comento el rubio yéndose dos días atrás cuando Deidara había huido de casa en un impulso por razones que seguían siendo desconocidas para el.
—Pues no es asi u´n!! — replico ahora si enojado aun renuente de aceptar la extraña sensación en la boca del estomago cuando le hablaban del mayor de los Uchiha.
—Esta bien no te molestes— se disculpo el rubio tratando de arreglar el humor del mayor— Hey!! Quieres ver algo que Hinata me presto ttebayo? — sonrió ampliamente y lo hizo mas cuando el pelilargo acepto.
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El menor estaba molesto, fastidiado y ciertamente no tenia la paciencia para lidiar con aquello, en su mente solo se podía leer la irritación en una sola frase <> pues desde ya le diría que le tenían sin cuidado los misterios del universo y Herman Melville (que al parecer había escrito una novela acerca de una ballena blanca).
—Si es todo lo que ibas a contarme ya te puedes ir llendo— sentencio interrumpiendo el discurso de su hermano mayor.
—Era todo — le complació el pelilargo aun sin querer irse, aun quería hablar con el. Sabia que nunca podría recuperar aquella relación fraternal, por supuesto que no, el vinculo ya estaba roto, el mismo se había dedicado a destruirlo intentando vanamente protegerle, lo comprendió tarde, justo cuando Sasuke había elegido un camino fuera de su control —En realidad hay algo mas— insistió, ganándose una mirada de reproche de parte del mas chico— No es que sea importante…— siguió en tono pacifico, fingiendo curiosidad— No desconfió de naruto-kun o algo parecido, solo quería confirmarlo— el azabache alzo una ceja intentando apresurar a su hermano— El menciono que ustedes se habían besado en un par de ocasiones, es eso cierto? —
La rabia se fue del golpe del cuerpo del menor al igual que el color de su rostro, el cual no tardo en volver un evidente tono rojo el akatsuki sonrió, quizá era un poco divertida la reacción de su hermano—Ese idiota y su lengua larga— susurro con rencor el Uchiha menor —Fue por accidente nada mas
—Seguro? —pregunto con calma —El parecía contento y nada arrepentido, pensé que quizá había sido algo mutuo—
—De verdad? — curioseo en un susurro el menor avergonzado de su propia esperanza — Que mas te dijo? — quiso no parecer desesperado pero Itachi podría decir que fallo con creces .
El mayor sonrió maternamente para sus adentros y se levanto de donde estaba sentando— Quizá me dijo algo mas, pero la pregunta aquí seria… tu que sientes por el? — Sasuke dejo de respirar un segundo, nadie se lo había preguntado tan directamente (ni tampoco indirectamente), no quería hablar de ello, solo pensarlo le provocaba cierta irritación, no por sus sentimientos, ni siquiera por que esto lo estuviera abordando con su hermano, si no porque se sentía sumamente fracasado al no saber que hacer con la situación.
—Lo amas? — pareció aun mas contrariado con la pregunta, asustándose un poco de lo que conllevaban todas aquellas palabras. Al final con mucho trabajo contesto un escueto si mientras buscaba algo con que entretener su mirada en la habitación. —Entonces ve por el, deja de sufrir por lo que perdiste y mejor disfruta lo que esta por venir. Sasuke eres joven y hay muchas otras que te faltan por conocer, deberías darte el gusto de poder aprender de ellas sin que nadie interfiera— el joven guardo silencio mientras las palabras calaban en el fondo de su ser, por que era la primera vez en mucho tiempo que pudo ver en Itachi al hermano mayor que alguna vez admiro y adoro.
Pero solo fue un fugaz momento— Je, que todos se han vuelto locos? — pregunto con sátira — Tu, ese usuratonkachi, que no pueden verlo?, esta es una jodida situación temporal, cuánto tiempo crees que va a durar? Que se supone que haremos cuando regresemos… y que si lo amo, al final las cosas no pueden cambiarse todo volverá a su lugar…—el volumen de su voz fue en aumento con cada palabra, al mayor no pareció importarle, en cambio, se acerco a el con lentitud y le pico la frente como siempre hacia cuando eran niños, dejando aturdido al menor.
—Es por eso, que se, que atesoraras aun mas cada minuto que pases con el— sonrió un leve momento, apenas una mueca pero a final de cuentas verdadera—Hazlo feliz y se feliz para que no te arrepientas de nada en tu vida— se alejo hacia la puerta que daba a los pasillos con paso calmo — Por cierto… hiciste una gran decisión eligiendo a naruto-kun — dijo por ultimo para desaparecer por la puerta, dejando un Sasuke confundido pensando seriamente en la decisión que tomaría
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El aroma del guisado se coló atreves de la sala pero a pesar de tan encantador aroma los rubios no se movieron de su lugar. Sus ostros tenían una expresión de horror y curiosidad muy extraña, en este momento se mantenían tan juntos que el calor de sus cuerpos resultaba tan reconfortante como molesto, ambos sonrojados, inquietos y ambos sin poder apartar su mirada de el tomo manga que sostenían entre sus manos.
Deidara, cuya mejilla se pegaba a la de naruto sostenía temblorosamente el lomo derecho del libro mientras que naruto del mismo modo sostenía la tapa izquierda. Simplemente no podían dejar de ver, su curiosidad y el morbo les habían hecho leer todas las paginas hasta esta ultima con la cual daban finalizado el tomo.
Se miraron unos segundo y tragaron en seco, dejando el libro en la mesa como si estuviese maldito o cubierto de una enfermedad contagiosa—Que demonios pensaba tu amiga al darte eso?!!! u´n — grito el pelilargo saliendo de su letargo rojo como un tomate.
—No lo se… pero eso… fue… intenso ttebayo— declaro en kitzune con la boca tapando la mitad de su cara igual de rojo que su supuesto hermano mayor.
—Intenso es poco u´n — refunfuño el otro
—Aun asi creo que fue… interesante… el protagonista era… feroz — no mentiría, le había gustado, en especial aquellas escenas donde el chico mas bajito y tierno era acorralado para ser comido, y no precisamente en el tono literal.
—Feroz?!!... Era un maldito adultero-homo-pervertido-corruptor de menores u´n — a diferencia del menor el jamás admitiría que le había llamado un poco la atención, en especial por que el protagonista era varonil, con porte y unos ojos tan negros que no podía dejar de ver a Itachi en cada hoja que pasaban.
Eso le trajo a la mente un parte en específico, en aquella fracción el pequeño castaño pasivo intentaba alcanzar un enorme libro fuera de su alcance, entonces el seme había llegado justo por detrás, susurrándole en el oído, provocándole mientras le baja el texto , quizá mera coincidencia, pero le dio la impresión de que algo similar (sin el sexo en la biblioteca claro esta) había acontecido con Itachi y eso le hizo preguntarse y hasta imaginar, que hubiera pasado si las cosas se hubieran puesto intensas.
Negó rápido con la cabeza sacando las imágenes de su mente. No. A el no le podía gustar Itachi, aquel hombre no tenía nada de bueno, o eso se quería decir. Volteo su mirada con las mejillas rojas hacia naruto que miraba el libro como si fuera una cosa del otro mundo —Me preguntaba… Como seria hacer esas cosas con el teme…— confesó apenado, abochornando también al menor. Ahora hasta pensaban lo mismo, tenían que ver, a lo mejor si tenían algo de hermanos después de todo.
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La brisa soplo fuerte, moviendo sus cabellos negros con tal fuerza que lo despeino, sin embargo este no se inmuto, seguía sosteniendo la pequeña caja de almuerzo entre sus manos sin llegar a entender (o querer hacerlo) el mensaje que se formaba en el arroz con las algas marinas. Las palabras simples lograban digerirse en su mente, intento ver al rubio junto a el, espera una burla, una carcajada algo que indicara que aquello no era mas que una broma, pero solo vio seguridad y vergüenza en los ojos del rubio.
Intento recapitular, recordar algo que diera una insignificante señal de que esto pasaría y se dio cuenta que el quizá había dado pie a esta situación.
Flash back
Ese día en particular había llegado especialmente temprano aun con todo lo que le había dicho Itachi dando le vueltas por su cabeza sin tener realmente una solución adecuada a su problema. Espero a naruto en la entrada a pesar que el fresco frio matinal empezaba a colarse en su piel y viéndose reflejado en su aliento que salía cual humo blanco cada vez que suspiraba.
El Uchiha había frotado sus manos renuente a desprenderse de su calor corporal mientras intentaba no pensar demasiado en sus sentimientos, pues, si lo hacía podrían convertirse en un problema para su ya trazado futuro. Pero aun así parecía ridículo no pensar en naruto cuando era a quien el Uchiha esperaba en la puerta del escuela.
No es que estuviera esperando algo, estaba solamente ahí para proteger su orgullo, orgullo que había sido pisoteado el día anterior cuando el kitzune se había largado a quien sabe dónde y (peor tantito) con quien sabe quién mientras el, cómo idiota buscaba al menor por toda la escuela y lo esperaba en la puerta con las ganas aun de verlo, aunque solo fuera para despedirse de el.
Se siento idiota brevemente, el no era nadie para reclamarle algo al Uzumaki como una novia celosa, se arrepintió, opto por salir huyendo de ahí antes de que alguien lo viera; pero para cuando empezó la marcha ya era muy tarde —Sasuke!! — se escucho un grito de una voz familiar, el rubio había arribado.
Algo torpe su amigo ojiazul había salido del coche, gritando un leve hasta luego la persona que conducía y corriendo hasta llegar a el. El Uchiha se sintió repentinamente nervioso, con el corazón en la garganta latiéndole con velocidad a cada paso que el rubio rompía la lejanía entre ambos, aun así se mantuvo firme, repitiéndose a si mismo que solo era una tonta sugestión por haber hablado del tema con su hermano mayor.
—Teme llegaste temprano— resalto lo obvio el kitzune provocando un poco de enojo en el azabache. ¿De verdad había olvidado que lo abandono?
—En realidad no me fui— hablo serio, tenía que darle una pequeña lección al rubio posteriormente de todo
El menor le miro aturdido—Como?
—Veras, me quede esperando que cierto idiota saliera de la escuela para esperar juntos a las personas que nos recogen, pero ese cierto idiota jamás llego— el menor abrió los ojos sorprendido y de cierto modo culpable.
—En serio ttebayo?!! —pregunto asustado, el Uchiha menor solo afirmo alarmándolo— Lo siento teme no creí que me esperarías, debes tener hambre y frio, realmente no lo pensé, perdóname— el azabache rio satisfecho al ver al pequeño con tanta preocupación por su salud.
—Tu eres realmente un gran idiota, estaba jugando contigo dobe— rio abiertamente esta vez, jalando las mejillas del Uzumaki —Pero no vuelvas a largarte por tu cuenta
Asintió con un puchero poco después que el mayor dejara sus mejillas algo molesto con el por que le hubiera tomado el pelo y sin embargo algo feliz por el intimo contacto. Abochornado de su pensamiento alejo su mirada del azabache para que este no viera en tinte rojo en sus mejillas, no quería adelantarse a los hechos, había decidido la forma en que confesaría sus sentimientos y ese no era el momento— Vamos a clase teme— indico el ojiazul apartándose de su lado liderando el camino.
—Espera…— la palabras salieron de su boca mucho antes de que las pensara, ahora que sostenía delicadamente la muñeca del rubio y le miraba abiertamente confundido, ¿que se supone que le diría? Se quedo en silencio pensando, sintiendo que quizá era el momento de mandar todo al diablo y hacer lo que realmente quería por primera vez—Ayer… ayer ibas a decirme algo no es así? — naruto se sorprendió aun mas, tanto por la pregunta como por el tono en que el azabache lo dijo, algo desesperado a lo mejor.
EL kitzune asintió sonrosado, con el corazón casi saliéndose del pecho, el al igual que Sasuke no quería esperar ni un minuto más —Yo quería decirte que…
—Eres un insensible— termino por el una voz ajena, era Sai sonriendo maliciosamente por haber interrumpido, seguido de un Suigetsu que trataba de contener las carcajadas
—Te dije que si llegábamos temprano podrías divertirte con ellos un poco — declaro el albino sacando venitas de enojo a ambos enamorados que ya estaban preparados para darles una buena paliza.
—Vamos naruto-kun no te enfades— le suplico el pálido pelinegro abrazándole por el hombro obligándole a caminar dentro del instituto —No crees que será más divertido si pones en ascuas a Sasuke? — el ojiazul pareció meditarlo, es verdad que sería una grandiosa idea, por otra parte el estaba igual o mas ansioso que el pelinegro.
—Que demonios le estás diciendo?!! —grito el Uchiha pateando a su clon justo en la columna lo que le hizo caer.
—Cielos Sasuke, tienes un humor horrible no se que vio naruto-kun en ti— se lamento desde el piso el azabache.
—Dejen de pelear y entremos al salón hace frio ttebayo— ordeno naruto tiritando un poco, los tres chicos obedecieron, dos divertidos y el otro simplemente hecho una furia.
Las horas después de eso pasaron tan lentas que el Uchiha creyó que el reloj en la parte superior del frente del salón estaba jugando con el yendo mas lento de lo habitual a posta, mas tarde a un punto casi paranoico se imagino a esos dos bastardos que hacían llamarse sus amigos contemplando como poder arruinarle el resto de la tarde, aunque no estaba tan alejado de la realidad y para variar el rubio estaba dedicándose a pasar de su existencia; no lo había vuelto a mirar desde que las clases iniciaran, algo inusual quizá, pues el azabache aseguraba que el ojiazul tenía una que otra mirada furtiva para el cuando creía que no lo observaba, gran error, el siempre estaba atento a cada movimiento que hacía. No fue hasta la hora del almuerzo que rubio volvió a acercarse, preguntándole… o mas bien ordenándole que comieran juntos, el acepto, por tendría la oportunidad de hablar-
Paso a todos de largo, con la muñeca del rubio bien sujeta jalándolo a velocidad luz por los pasillos y escaleras, mientras el pobre kitzune se aferraba a los alimentos que traía consigo. Se detuvieron solo hasta las escaleras los llevaron donde no pudieron subir mas, a la azotea. El lugar estaba desierto y Sasuke se aseguro de que asi siguiera poniendo el seguro de la puerta girando el pestillo sin que el ojiazul lo advirtiera.
El Uchiha suspiro aliviado, y fue a sentarse donde el rubio esperaba con una cálida sonrisa con la que intentaba ocultar sus nervios. —Por fin sin ese atado de locos— se expreso el pelinegro soltando el aire, solo escucho a naruto reír.
Se acomodaron uno cerca del otro realmente sin saber cual de los deberías empezar a hablar
— Yo…— empezó el azabache
— Te hice el almuerzo— Se adelanto el Uzumaki extendiendo frente a el una caja roja envuelta en un pañuelo, el chico la agarro curioso, quería comer, pero después de hablar con el chico. Hizo la cajita a un lado bajo la atenta mirada azul, en la cual destello un ligero toque de decepción.
—Sobre lo de esta mañana…— continúo el Uchiha y el rubio sintiéndose acorralado tomo el bento nuevamente y se lo dio al mayor.
—Creí que podría hacerlo, pero la verdad no se como hacerlo… lo… lo que quería decirte esta en la caja, por favor ábrela ttebayo— insistió el rubio poniendo de nuevo el objeto en sus manos tan rojo como la caja misma.
El Uchiha obedeció, desato con lentitud el pañuelo mirando alternadamente al nudo y al chico del kyubi, que había dejado de mirarlo, para concentrarse en abrir un envase de jugo con el cual parecía estar teniendo problemas pues los ímpetus apenas y dejaban que sus torpes manos tomaran el popote. Dejo el trapo de color rojo a un lado, encontrándose con el color negro original de la caja, levanto la tapa sin saber a ciencia cierta que era lo que encontraría detrás de esta.
Su corazón se detuvo, por la expectación y la emoción. Había imaginado tanto escenarios y posibilidades posibles para esta situación ( a lo mejor no tantos) pero esa era la mas irreal de todas; el color subió a su rostro mirando al rubio que apretaba sus labios fuertemente mientras miraba el lado opuesto a donde el estaba.
Ahí en la caja escrito sobre el arroz blanco resaltaba la palabra “me gustas” con trocitos de alga decorado con sushi hecho en casa en forma de corazón.
Fin del Flash Back
Después del impacto inicial solo salió una cosa de su boca, una sonora carcajada seguida de unas risas burlonas que pusieron al ojiazul a la defensiva .
—De que demonios te ríes teme?!!! — grito avergonzado, algo humillado, enojado.
—Esto es…— dijo aun riendo un poco— Un poco fuera de ti
—A que te refieres con eso ttebayo? — le cuestiono todavía molesto
—Acéptalo dobe, no eres del tipo de persona que hace esto- dijo levantando un poco el almuerzo para recalcar de que hablaba —Eres mas temerario que eso— se defendió el Uchiha mirando al rubio con una sonrisa tierna, que en primera instancia asusto al rubio, pero cuando se acostumbro a ella a los pocos segundos, empezó amarla, como todo lo que el Uchiha menor hacia.
—Teme…— le llamo acercándose un poco mas a el, hasta que sus hombros rozaron los del contrario, tomo valor y tomo la mano izquierda del azabache con su mano izquierda. El moreno no se aparto respondiendo un escueto “umn” para saber que tenia su atención. —Realmente, me gustas mucho, quiero estar siempre junto a ti, me dejarías ttebayo? — levanto su mirada con seguridad aun con el rojo tiñéndole las mejillas.
El ojinegro suspiro —Sabes que esto es una locura cierto? No importa lo mucho que deseemos estar juntos, cada uno tiene un camino que seguir— el chico no pareció notarlo, pero entre mas hablaba mas fuerte sujetaba la mano del blondo.
—Eso ya lo se ttebayo— le recrimino— Se que es tonto, pero te prometo que dejare que sigas con tu camino cuando regresemos— el azabache le miraba atentamente—Se que tomamos cursos separados y que tienes metas que cumplir; así como tu objetivo es matar a Itachi el mío es regresarte a Konoha a toda costa y eso no va a cambiar, todo seguirá igual cuando regresemos— flaqueo por un momento, le dolían sus propias palabras no solo a el sino al azabache también —Solo pesaba… que el poco tiempo que puedas pasar contigo… no como tu enemigo o tu amigo… si no como tu pareja… será una de las cosas que mas atesore en mi vida ttebayo—
“Es por eso, que se, que atesoraras aun mas cada minuto que pases con el”
Las palabras de Itachi volvieron a su cabeza, impactantes y duras como si fuese la primera vez que entendía el significado de esas palabras. Miro al rubio que había cerrado sus ojos esperando una respuesta como si fuera a caerle físicamente con un puñetazo.
—De acuerdo— soltó por fin el Uchiha. El rubio pareció sorprendido, totalmente incrédulo y esa cara de estupefacción logro sacar un sonrisa al mayor. Si el idiota podía ser lindo cuando quería. —Pero recuerda que lo que pase se quedara aquí— advirtió el moreno.
Al kitzune pareció importarle menos ese punto, de hecho había dejado de escuchar desde que el Uchiha hubiera aceptado. Fue mero impulso lo que paso después, pues cuando reacciono ya estaba abrazando fuertemente al ojinegro por la cintura.
—Que haces dobe?!! — regaño ante la inesperada muestra de afecto.
—Esperaba que fuese un sueño, que te volverías una bola de humo cuando te abrazara, pero no es así, eres real ttebayo — dijo sostenido al chico firmemente entre sus brazos.
—Idiota claro que soy real— le riño para luego dulcificar su tono — Y también lo que me haces sentir — fue respondiendo tímidamente el abrazo, sintiéndose un poco torpe de no saber muy bien algo acerca de esos temas del amor, también preguntándose cuanto había pasado desde que había abrazado a una persona por ultima vez.
Con la pasión propia de un adolecente separo de forma brusca al rubia en busca de un contacto mas intimo; ahora que todo estaba dicho, no tenia que contenerse mas por fin se darían el beso que ambos ansiaban y por el cual no querían esperar otro minuto.
El Uzumaki pareció comprender la desesperación el negros ojos del Uchiha misma que el sentía sintió durante mucho tiempo, se dejo hacer, cerro los ojos esperando la movida del mayor mientras su estomago se arremolinaba al igual que su corazón, sabia que estaba colorado pero que importaba cuando Sasuke estaba a escaso centímetros de el, son teniendo con rudeza sus mejillas trasmitiendo esas ganas que ya no podían ser detenidas.
Solo un poco mas y hubiera sido in dudas el mejor beso de sus vidas, solo un minuto mas y no tendrían que estar molestos en ese mismo instante cuando una estrepitosa canción de rock rompía en pedazos el ambiente.
Sasuke juro internamente que si era Suigetsu esta vez no habría fuerza divina que le salvara. Naruto se separo igual de molesto, tomando su celular con brusquedad — Un segundo teme— el chico se dijo también que solo por que tenia unas endemoniadas ganas de besarle no lo mataba por contestar el celular. Aunque comenzaba a creer que podía hacer ambas cosas— Deidara? — el menor parecía confundido ante particular llamada — Tranquilízate ttebayo…— el ojinegro también presto atención— Eso es imposible, Itachi-san no es así ttebayo— hablo ya sin irritación, la sola mención de su hermano le hizo pensar en una trampa o cualquier clase de traición, eso lo puso furioso de inmediato. Sin embargo para ser cualquiera de las anteriores su ahora pareja parecía bastante divertido con lo que sea que pasase. —Pero tu no eres menor de edad… estoy seguro de que es nada ttebayo… si esta aquí… claro le preguntare— separo el auricular de el para preguntarle en voz alta, imagino que para que el akatsuki le escuchara del otro lado de la línea. — Sasuke, crees que Itachi sea un adultero-homo-pervertido-corruptor de menores?
Era la pregunta mas rara que alguna vez le hubiera hecho— Mi hermano es muchas cosas pero eso es totalmente ridículo— respondió un poquitín indignado, después de todo muchas de las actitudes que el mismo tenia habían salido de Itachi.
—Ye escuchaste, esta todo bien, seguro que solo fue un malentendido… esta bien dos…fueron cuatro?... estate tranquilo solo fueron coincidencias ttebayo… entiendo ire… en cuanto salga estaré contigo— el rubio colgó soltando una pequeña risita
—Que fue todo eso? — pregunto sin ocultar su curiosidad.
—Dei esta enamorado de Itachi y no lo quiere admitir, Itachi esta enamorado de Deidara pero parece que es algo lento para notarlo ttebayo— le explico el rubio casi mordiéndose la lengua por lo último que había dicho
—Eso no es verdad— aseguro el Uchiha algo impresionado
—Tu tampoco lo has notado? — el chico pareció atónito — Y luego dicen que el de las pocas luces soy yo
—Tengo mejores cosas que hacer que fijarme en los amoríos de Itachi— respondió enojado
—Como que ttebayo?
—Como esto— dijo acercándose al rubio, con el fin de terminar lo que habían iniciado. Pero sorpresivamente el rubio le detuvo.
—Ahora que recuerdo… sakura aun es tu novia… termina con ella y podrás besarme todo lo que quieras. — comento sereno el ojiazul mientras recogía sus cosas a la par que la campana de la escuela sonaba dando fin a aquel interesante almuerzo.