Titulo: Lightless
Disclaimer: Kuroshitsuji no me pertenece, le pertenece a Yana Toboso.
-Diálogosr-
“Pensamientos”
Prologo: La esperanza de la desesperación
Tres de Enero de 1997, era un día maravilloso para la familia Dankworth, ya que, Caroline Hersey Dankworth estaba en el último mes del embarazo. Aunque el clima era terrible haya en Londres, Caroline pensaba que era el día más hermoso de todos los que hasta en ese momento había vivo, en sus veinticinco años. Era la mujer más feliz, ya que estaba casada con el hombre que amaba verdaderamente y que amaría para toda la vida.
Ese día había tenido las contracciones y había sido llevada al mejor hospital de Londres. El primer bebe que había llegado al mundo había sido un hermoso bebe de cabello negro como el de su padre, piel tan blanca fácilmente podría confundirse con la nieve. El segundo bebe era igualmente como el primero, eran gemelos. Cualquiera que los viera pensaría que fueron clonados. El segundo bebe no había nacido bien y los médicos, no daban esperanzas a que pasara la noche.
Steven Dankworth se encontraba sentado en las bancas del parque más cercano al hospital donde estaba su esposa y ahora sus hijos, Steven se sentía frustrado al no poder salvar la vida a uno de sus hijos, realmente no sabia que hacer.
-Buenos días, Hermanor-dijo un hombre sentado al lado de él. Steve pestaño confundido al encontrarse a su medio hermano ahí, ¿acaso no estaba en Suiza? Y ¿Cuándo se había sentado a su lado? Realmente estaba muy distraído.
Steve, iba a formular una pregunta, pero su hermano lo hizo callar con: -Me entere de lo ocurrido, Steve. Nuestro padre me llamo, hace dos horas. -confeso. -Lamento lo que esta ocurriendo.
-Muchas gracias por venir, Claude. En verdad te lo agradezcor-
-No tienes porque, somos medios hermanos después de todor-Steve sonrió, tal vez Claude Faustus no era tan mal tipo como él había creído. -Puedo ayudar a tu hijo, y por cierto… ¿Cómo se llama?-
-¿A que te refieres con que puedes ayudarlo?-exclamo. -¿Como es que puedes salvarle la vida a mi hijo, Claude?-
-Te hice una pregunto, Steve. ¿Cómo se llama el pequeñín?-
-Caroline, quiso que le pusiéramos John William como su difunto padre-
-John Williamr_ murmuro Claude, no era nada feo el nombrecito. Steve le miro, y le volvió a preguntar lo de antes.
-Puedo salvar a tu hijo, John William. Con un medicamento llamado Hope-
-¿Hope?- repitió, incrédulo.
-Enviare a alguien para que te lo entregue en el hospital-dijo levantándose, se dispuso a irse pero la voz de su hermano lo hizo parar.
-¿Estas completamente seguro que ese medicamento, Hope, salvara a William?
-Confía en mi, Steve. Inyéctale el medicamento al bebe. Pero que nadie te vea. No te dejaran si lo saben-se marcho dejando a Steve solo.
Claude, su hermano era científico, sabia que era el mejor, pero, no podía de pensar en que, sí… ¿el medicamento de Claude funcionaria, realmente?
Al regresar al hospital, Steve recibió de parte de un linda chica china una caja, la muchacha se retiro cuando se la había entregado, después de todo ella ya había cumplido con la orden. Después de irse la muchacha Steve fue directamente al cuarto donde estaban los recién nacidos, le vio al lado de Richard eran idénticos, se sintió dichoso de saberse padre de dos bebes tan hermoso. Por eso no le dejaría morir, William viviría. Aunque tuviera que inyectarle el medicamento del cual no sabia absolutamente nada del contenido que contenía, pero tenia una esperanza y no la dejaría pasar por nada en el mundo para salvarle la vida a John William. Y sin pensarlo más saco el pequeño frasco de la caja junto con una jeringa, después de aplicarle la inyección se retiro a ver a su mujer y a jurarle que William viviría; aunque, no le dijo nada de la visita de Claude y sobre el medicamente “Hope”. Al día siguiente, Steve por petición de su esposa fue a su casa (era mejor decir mansión, ya que era enorme) al regresar al hospital, grande fue su sorpresa al encontrar a Richard y John William en los brazos de su madre.
El medicamento Hope, había funcionado realmente. Había salvado la vida de su hijo.
En Suiza, Claude Faustus se encontraba en esos momentos en su sillón favorito, tomando su té favorito como todo buen ingles, en su rostro se podía apreciar una leve sonrisa.
-¡¡No puede ser!!- La voz de Ryan Stoker subió una octava a causa de la incredulidad.-¿En verdad funciono, con un mocoso recién nacido?- la pregunta era tonta, y la respuesta era claramente obvia, ya que Claude Faustus no era el tipo que le gustaba de pasatiempo estarle haciendo bromas tontas a los demás, los demás pensaban que un poco de miel no le aria nada mal en su vida. -Así es-confirmo, con toda la paciencia que le caracterizaba a Claude.
-¿Y quien es el niño?, no me has dicho como se llama y tampoco me has dado su perfil, para que lo revise -pregunto Ryan Stoker.
-No te lo he dado, porque no tengo un perfil. Lo único que se es que se llama John William Dankworth-
-¿Dankworth? Ese apellido me suena…-
-Es el apellido de mi medio hermano menor, Steve Dankworth-
-¿Tú hermano?... ¿le distes el “Zero” al hijo de tu hermano?- pregunto incrédulo. -Sabes muy bien que ese niño pudo haber muerto, ¿Por qué se lo inyectaste, Claude?- Ryan podía comprender que le inyectaran el “Zero” pero, no podía pensar en usar como ratas de laboratorio a niños con dinero, él prefería a niños de la calle, huérfanos, pero niños ricos, ¿Acaso Claude no sabía el peligro que corrían si se hubiera muerto el escuincle?
-Yo, no se lo inyecte- se excuso. -Fue Steve el que lo hizo-
-¿Tú hermano? ¿Por qué tu hermano arriesgaría la vida de su propio hijo?-pregunto Ryan escéptico.
-Para salvarle la vida- contesto. -Realmente no sabia si sobreviviría, mi intensión era que muriera el mocosor- confeso. -Me sorprendí mucho cuando Steve me llamo para agradecerme de haberle salvado la vida de su hijo-.
Ryan no sabia que decir. Hubo un momento de silencio en donde ambos solamente se dedicaron a seguir bebiendo de su té, hasta que Ryan decidió romper el silencio: -Significa que el niño, sobrevivo aun cuando estaba entre la vida y la muerter- Claude asintió, sabía a que conclusión iba a llegar Ryan a decirle esto. -Lo que significa que tal vez sobreviva al “Zero2”… ¿verdad?- pregunto aun sabiendo la respuesta que recibiría. -Nadie a sobrevivido al “Zero” y este niño, sí. ¡Es increíble!-exclamo en tono jovial. - ¿Qué tienes planeado hacer?-
-Voy a visitar a Steve, y cuando nadie este presente tomare muestra de sangre a mi sobrino, para saber como esta haciendo efecto el “Zero” en John-dijo.
-Pero…. ¿Qué vas a hacer cuando Steve te descubra?
-El me suplicara que le continúe inyectando el “Zero” a su hijor- Ryan le miro confundido e ida a preguntar pero Claude le contesto la pregunta no formulada. -Antes de que te unieras a trabajar en esto, Ryan. El “Zero” había funcionado con una mujer llamada “Frances Middleford” ella se ofreció de voluntaria para la prueba, sabiendo muy bien lo que podía suceder. Pero al contrario de lo que pensé, ella sobrevivió. Después de unos meses Frances empezó a enfermarse ya que se le había interrumpido el “Zero” en su organismo, muere si no lo sigue tomando o inyectando-
-¿Realmente funciona?-pregunto.
-Así es, Ryan. Realmente funciona. Es increíble-
Ryan no podía creer lo que escuchaba. - ¿Qué sucedió con ella, señor Claude?
-Eso, Ryan es información clasificada. Tú no tienes acceso a ella.
Cinco años después….
-Este es mi hijo…-le presento a su bebe el hombre junto a su hermosa esposa. -Se llama Ciel Phantomhive, ya tiene un año-
-Es hermoso-exclamo Caroline al ver el hermoso bebe del mejor amigo de su esposo.
-Y ¿En donde están Richard y John?-Pregunto Rachel.
-Richard esta en la escuela y John esta con su tutor en su habitación- contesto Steve.
Por la enfermedad que John tenia, él no podía ir al Colegio como su hermano Richard al contrario el tenia maestros particulares. En algunas ocasiones John William le encantaría ser Richard, no le gustaba estar todo el día en la mansión.
-Le diré a Thomas que llame a Will, para que les salude y para que conozca al pequeño Ciel-Steve llamo al mayordomo de la mansión y le pidió que fuera por su hijo y que despidiera al profesor Matt. En cinco minutos el pequeño hijo de los Dankworth llego con una sonrisa en el rostro al saber que por fin conocería al hijo de Vincent Phantomhive y Rachel Phantomhive.
-Buenos días, señores Phantomhive- dijo William educadamente y con una sonrisa haciendo acto de presencia en el enorme comedor de la mansión.
-Buenos días, William-contestaron el matrimonio.
-¿En donde esta, Ciel?- dijo para no darle más vueltas al asunto, ya que solamente había bajado para verle a él.
-Esta en la cuna que nos presto tú mamá- dijo señalando la hermosa cuna de azul zafiro que una vez él había usado cuando era bebe. Y sin pensarlo dos veces se acercó al bebe, se puso a tocarle los pequeños cabellitos de azul con negro.- ¿Esta enfermo él bebe?-pregunto de repente haciendo que todos voltearan a verle.
-¿Qué?-
-Cuando seas grande vas a sufrir de asma y esta enfermedad hará que no puedas salir como yo- le dijo tristemente. -Como lo siento, Ciel-
El matrimonio de los Phantomhive volteó a ver a los Dankworth.
-William, ¿a que te refieres con eso?-pregunto Steve.
-No es nada, Papá-mintió el niño. -No es nada- susurro. -Ya llego Richard, hay que empezar a comer-Nadie dijo nada, especialmente los Dankworth, ya que sabia que a veces cuando William decía algo como eso, en el futuro realmente sucedía. Minutos después Richard llego corriendo y les conto a todos lo que hizo en el Colegio.
Dos meses después, la mansión de los Dankworth se incendiaba, el fuego abrazador estaba consumiendo lentamente la impotente mansión, que hace media hora era una hermosa mansión ahora solamente se estaba quedando quemada, el rojo carmesí la estaba invadiendo completamente sin que los empleados pudieran hacer absolutamente nada para intentar apagarla, ya que seria en vano.
Al día siguiente de lo sucedido. En Londres no se hablaba de otra cosa que no fuera de la mansión que había quedada hecha escombros después del fuerte incendio que todavía no sabían que lo había provocado, pero lo que definitivamente estaba en boca de todas las personas era de la muerte de uno de los hijos de los Dankworth, de John William Dankworth.