Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sin ti por YumeRyusaki

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es mi primer one-shot, tengan piedad...

Se acepta criticas, consejos y los tomates en una cestita para una salsa, por favor ;; (?)

Sin ti
YumeRyusaki


«Esperabas por mí, pero no pude ir a donde tú estabas llorando

Tú no sabes, pero yo estoy herido por ti, por favor, solo déjame

Te extraño, te extraño…

Me odio a mi mismo por perderte hace tanto Quiero llorar arrodillado al frente tuyo Esperaba que todo esto no haya sucedido»

 


Nunca imaginé que las cosas llegarían hasta el punto en que ya no hay retorno; en el que las disculpas ya no pueden pedirse porque sencillamente ya no pueden ser escuchadas.

 

Cometí tantos errores, uno tras de otro y, sin embargo, tú permaneciste a mi lado. Las personas que conocí, las personas a las que amé, las personas que me amaron, todas se fueron; mi mundo se fue haciendo cada vez más pequeño y vacio, pero fuiste el único que se mantuvo junto a mí.

 

Hasta ahora.

 

No necesitaba nada mientras te quedaras a mi lado, mientras estuvieras ahí para darme esa sonrisa, entonces todo el mundo podía irse a la mierda, porque yo era feliz solo teniéndote a ti.

 

Pero quería viajar, conocer nuevos lugares, nuevas personas, ir lejos tanto como mis alas me permitieran; pero tú no podías venir conmigo y un día sin decir palabra alguna metí tanta ropa como pude en un bolso, tomé mis ahorros y me fui, sin siquiera despedirme de la única persona que me había querido, que me había apoyado incluso en las más grandes locuras. A ti que hubieses dado la vida por mí, que nunca me dejaste atrás, a ti te abandoné…

 

¿Qué expresión pusiste cuando te enteraste? ¿Lamentaste que me haya ido sin despedirme? ¿Me extrañaste? ¿Sabías que hablaba de ti a los demás? Estaba orgulloso de que había una persona por mí esperando, se me hinchaba el pecho de amor al recordarte…

Me doy de topes contra la pared ahora de recordar cuan estúpido fui, de no ir por ti o al menos ir a verte más seguido. Tres o cuatro veces al año no bastaban y aun así no hice nada por remediarlo… Aún así, en esas escasas veces que nos veíamos, tú sonreías tan feliz que nunca pensé que había algo mal.

 

Casi dos años después supe que habías caído enfermo poco después de que me fuera. Fue hasta entonces que lo noté: habías perdido peso, estabas pálido y esos brazos fuertes que muchas veces me abrazaron parecía que incluso te costaba levantarlos…

Lloré, entonces lloré como un niño y las cuatro veces que te visitaba al año disminuyeron. Me ganaba la culpa; no quería verte así, no podía verte así. Dolía, dolía demasiado. Incluso entonces no dijiste nada, te limitabas a sonreír tímidamente, como siempre, aceptando mis caprichos.

 

Cuánto debiste sufrir. Estabas solo en ese lugar y nunca te quejaste, esas personas que decían ser tu familia eran tu peor enemigo, estabas encadenado… yo sobreviví porque tú estuviste a mi lado, pero tú…  ¿cómo pudiste sobrevivir tanto tiempo?

 

«—No te culpes —Tu voz  apacible se dejó escuchar en aquel cómodo silencio, busqué su rostro esperando que me explicaras a que te referías—: que no vuelvas más a visitarme, no tienes porque culparte por algo así.

—Kai, yo… —Intenté hablar, pero la realidad era que no había nada que pudiera decir en mi defensa—. No te dejaré, vendré más seguido; lo prometo. — Tan convencido sonaba que hasta yo creí en mis palabras, pero no, tú no lo hiciste. Aquella sonrisa resignada que me regalaste me hizo sentir como la persona más miserable del mundo, y así, sin atreverme a romper ese silencio que se había formado nuevamente me fui durmiendo en tu hombro hasta que te escuche hablar nuevamente:

—Cuando te fuiste creí que seria para siempre, no creí que regresarías; por eso, cuando te vi nuevamente, fui feliz. Ruki… —Las lágrimas se habían agolpado en mis ojos, esperé expectante a que terminara de hablar aún cuando temía que fuera a reprochar mi abandono—: Tienes muchos sueños, ¡pues cúmplelos! Hazte fuerte y sigue adelante. Por mi parte, te prometo que no te mostrare mis lágrimas. Así que no te sientas culpable por no volver…  —¿Se estaba despidiendo? Pero incluso si era así, no me dio tiempo de pensar más, porque se levantó dándome la espalda.

—Kai, tú… —Mi intento por levantarme se vio anulado cuando volteó acercando su rostro al mío, entonces lo vi: su debilidad, sus ojos reteniendo esas lágrimas que no quería que viera. Llevó su mano a mi rostro y cubrió mis ojos, entonces sentí sus labios sobre los míos, acariciándolos con tanta dulzura que me provocaba también deseos de llorar. El deseo de estar junto a esta persona para toda la eternidad me invadió; rogué al cielo que nos diera más tiempo, que se llevara mis miedos y todos mis demonios, porque era espantosamente consiente que aquella caricia, ese beso, sabía a despedida.

Sentí algo húmedo resbalar por mis mejillas, sus lagrimas y las mías.

Después de un tiempo quito su mano de mis ojos y dijo casi en un inaudible susurro:

—Ruki…».

 

 —¡Kai! —Mi respiración agitada y mi corazón dolorido es lo único que encuentro después de ese sueño. Maldigo por haberme despertado. Me quedare sin saber cuáles fueron las palabras que pronuncio para mí.

 

|

 

Pareciera como si hubiese pasado un siglo, pero al hacer un conteo, al ver el calendario me doy cuenta que apenas y ha pasado medio año. Tan solo han sido seis meses, pero los días son eternos y las noches lo son aun más. Girando de un lado a otro, sin poder dormir, mi mente divaga, pensando, recordando a aquel que ya no está aquí.

 

 

Hace unos días estaba rayando en una libreta algunos diseños, Uruha, un amigo del trabajo, se acercó y me la quitó para ver que tanto había avanzado. Pero no había hecho nada más que escribir lo que pensaba, cuando leyó su sonrisa se borró y dijo:

 —¡Idiota, no pienses en eso!

A pesar de que le sonreí disculpándome por perder el tiempo, mi corazón dolió. Recogí la libreta y leí lo que había escrito: mi castigo es tu muerte, mi dolor tu perdición...*

 

Kai, ¿por qué tenías que morir; sabes lo solo que me dejaste? Por favor, abre los ojos y abrázame hasta sentirme vivo otra vez; abre los ojos y dime esas palabras que necesito escuchar.

Yo te dejé primero pero tú te la has cobrado de la peor manera. Hombre cruel, ¡no debiste abandonarme!

Tú me enseñaste a sonreír, a ver las cosas buenas de la vida, me enseñaste luchar, solo una cosa te faltó: enseñarme a sobrevivir tu muerte. Porque sin ti, todo se derrumbó, mi todo se convirtió en nada. 

¿Por qué no me di cuenta antes? Que de nada importaba conseguir dinero, fama y poder si tú no estás para compartir mis logros.

 

Y de nuevo estoy aquí, parado en la puerta del panteón sin ser capaz de entrar. Sostengo en mi mano la carta que me dejaste, lo único que tengo de ti… Quizás por culpa o cobardía, pero después de tantos meses aún no me atrevo a leerla.

 

Regreso al auto. Una vez más intento dejar la carta en la guantera, aunque… si  lo hago entonces no llevaré nada de ti conmigo y nada podría ser más triste que eso. Recargo mi cabeza sobre el volante y cierro mis cansados ojos. ¡No puedo más!

 

«—Ruki, Ruki, ¡enano! —Molesto por los gritos y esa horrible manera de llamarme, abro los ojos encontrándome con mi sonriente Kai—. Anda flojo, vas a llegar tarde al trabajo… 

—¿Eres tú, Kai? —Me ve extrañado y asiente sonriendo.

—¿Qué pasa, Ruki? Ah, sigues dormido —dice aguantándose la risa. Mis ojos arden, las lágrimas afloran; lo abrazo fuerte, no quiero que se aleje…  ¡No quiero!

 Eso fue solo un sueño, su muerte solo fue una pesadilla y ya me he despertado, ¿cierto, cierto?

—Taka, es difícil, ¿verdad? Siento haberte abandonado —Mi corazón esta latiendo muy rápido. No me digas eso, Kai. ¿Es que acaso no era todo un sueño? No, todo fue verdad: él está muerto. La garganta se me seca al ver su precioso rostro sonriendo cuando añade—: No tengas miedo… La muerte no es algo a lo cual temerle. Mientras tú seas tú, siénteme contigo y sigue viviendo. —Mis lágrimas caen, intento decir algo pero las palabras se han quedado atoradas en mi pecho. Veo su rostro, sigue sonriendo, sigue mi corazón rompiéndose. Me gustaría que la eternidad de anclara en este momento para nunca decir adiós—. ¿Sabes? Mis últimas palabras siempre fueron dedicadas a ti».

 

Un sueño, otra vez un sueño. Si tan solo pudiera quedarme en ellos para siempre…

 

«Mis últimas palabras siempre fueron dedicadas a ti». —Esas palabras siguen resonando en mis oídos incluso después de que mi cabeza se ha despejado.

Quizás…

Armándome de valor, desgarro el sobre y sin ser consciente del todo, me decido a leer la carta.

 

|

 

—¡Takanori, llegas tarde! —Me dirijo a mi oficina seguido de un neurótico Uruha que no se cansa nunca de gritar—. ¿Algún día llegaras a tiempo a algo? —Sigue riñendo mientras yo saco diversos documentos del portafolio.

—Kouyou, ya entendí, no me regañes más —le digo conciliador—. Ahora vamos a la sala de juntas, hay una presentación que hacer. 

—Sí —acepta—. Ruki hay algo más: mañana es… —Esos cambios de humor que se carga son impresionantes.

—Es su aniversario, no lo olvido…

—Pero… —añade inseguro.

—Está bien —resuelvo. No quiero que toquemos ese tema otra vez—. Ahora vamos, quiero ser el encargado de esa campaña de publicidad.

 

 

|

 

«Esto no es el final. Hagamos una promesa: si volvemos a nacer, encontrémonos nuevamente. Entonces no te dejare ir… hasta que volvamos a encontrarnos, sonríe.

Ruki, no te lamentes. Avanza hacia adelante, hacia un mundo llamado “vida”».

 


Cuando te amo locamente, los recuerdos de encontrarte me invaden,

Pero no pude atraparte debajo de ese mundo de amor. Lo sé y no debería, pero estoy muriendo por verte de nuevo…

 

 

Notas finales:

Y bien, que les pareció? esta algo sencillo, lo sé u.u

Como sufrí con un Kai muerto, pero quería sacar esto que traigo dentro y salio esto...

Me gustaría seguir publicando, tengo muchas ideas... pero aun no estoy segura...

Espero sus criticas, consejos, reviews... n__n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).