Jamás en su vida visto tanto caos…
Fuego, escombros, gritos, disparos…todo eso le atestaba la cabeza y hacia que le doliera
- Que molestia-gruño el azabache mirando sobre la trinchera-de saber que esto significaba ser un perro del ejército, quizás no me hubiera enlistado
- Mayor Mustang, deje de quejarse y cumpla con su deber-le regaño la rubia que estaba sentada junto a él
El chico solo la miro con molestia antes de ajustarse sus guantes y salir de su refugio.
Roy Mustang solo llevaba 6 meses en las líneas del ejercito de Amestris, pero gracias a su gran dominio de la alquimia, había subido rápidamente de rango, aun así, seguía teniendo más superiores que subordinados y eso no le agradaba.
Continuo corriendo entre el caos, sin notar que alguien lo vigilaba desde una terraza
- Mayor Roy Mustang, 18 años, ¿eh? Es una lástima que mueras aquí chico-dijo el francotirador apuntándole a la nuca del militar; de pronto, se holló un dispara, y el sonido sordo que hace un cuerpo al caer
- Pero, ¿qué demonios?-el chico miro el cuerpo del francotirador en el cuerpo, y a la chica que lo había reprendido antes junto a él
- No me llaman ojo de halcón por nada Mayor-presumió ella con una media sonrisa, mientras soplaba la punta de su rifle-Suboficial de segundo orden Señor, Riza Hawkeye, a sus órdenes.
El moreno sonrió antes de agradecerle y continuar su camino, con su nueva conocida pisándole los talones.
Solo unas llamas y algunos disparos faltaron para desalojar la entrada a lo que parecía una guarida subterránea.
- Cree que haya gente allí, Mayor?-pregunto Riza protegiendo la espalda de su superior
- No lo sé…pero vamos a averiguarlo-bajo primero, con los sentidos atentos a cualquier ruido
- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
- Que fue eso?-inquirió ella, apuntando al final del corredor en donde se hallaban
- Sonó como…-Roy no tuvo tiempo de terminar de hablar, ya que se volvió a escuchar otro grito y otra voz mayor
- Ya cállate maldito fenómeno, cierra la boca o te mato… ¿eh?- aquel tipo de bata blanca se puso pálido al ver a los dos militares dentro de su laboratorio
Roy miro fríamente al científico, luego trato de mirar a quien fuera que estuviera detrás de este, pero era demasiado pequeño para distinguirlo
- Fuera de aquí, perro del ejercito-grito el científico-lo lo mato-jalo a quien fuera que tuviera agarrado de la muñeca y lo coloco frente a él, ahorcándolo con el brazo.
Por un momento ambos militares se quedaron perplejos.
Era un niño, de no mas de 3 años; con unos grandes ojos dorados, tan transparentes e inocentes como los de un angel.
Sus cabellos de oro, estaban cortados de forma violenta, y esparcidos como puntas por su pequeña cabezita.
pero eso no era lo que mas llamava la atención de la mujer. Sobre la cabeza del chico, sobresalían unas orejitas triangulares, parecidas a las de un minino, del mismo color de su cabello, al igual que la cola que sobresalia de su cintura, larga y delgada
Riza no dejo de apuntar al científico con su arma, mientras este amenazaba con clavarle un bolígrafo en la grarganta al menor
el pequeño, solo gimoteaba y trataba de huir; se veía aterrado, con sus mejillitas rojas, húmedas por el llanto, sus orejitas caídas y sus ojos clavados solo en el moreno
Este, por su parte, parecía estar en medio de un trance, había notado en un principio la anomalía del niño, pero por alguna razón, le parecían normales…como si de verdad debieran estar allí.
no, lo que tenia a Roy Mustang medio hipnotizado eran los ojos de él; se había visto reflejado en estos, pero había algo que lo cautivava, algo que no comprendia
- Bajen sus armas, oh lo mato-grito desesperado el hombre de la bata apegando aun mas al niño a su cuerpo
- Suéltelo-exijio Hawkeye muy seriamente
- No-contesto fuera de si, mientras ahorcaba mas al pequeño
- Alto-dijo Roy con voz profunda-de acuerdo, deje al niño y lo dejaremos ir
- Mayor?-susurro la chica asombrada mirando como este levantaba las manos en son de paz
- Baje el arma-ordeno el Mayor
- Pero
- Obedesca -exigio molesto
La suboficial miro a su superior de mala gana antes de tirar el rifle al piso y colocar sus manos en alto
- Ya esta…ahora suéltelo-pidio Roy sin quitarle autoridad a s voz
- Un fenomeno de la naturaleza como esta cosa, no puede caer en manos de los militares, primero muerto antes que eso-el sujeto tiro al niño al piso, dispuesto a acabar con su vida, pero solo un rápido chasqueo de dedos logro terminar con el maniático y salvar al infante.
- Ufff, estuvo cerca-suspiro alibiado Roy, antes de reljar su postura
El azabache miro al chico, el cual, aunque había estado cerca de la explicion, no había resultado herido; aun así, seguía lloriqueando y temblando
- Estas bien?-pregunto el militar serio acercándose a él, pero en cuanto se aproccimo, el niño corrió a ocultarse en una esquina, sin dejar de llorar
- Vaya…no me sorprende que le huya Mayor-se mofo Riza mientras levantaba su rifle y examinaba el lugar-con esa expresión en el rostro, cualquiera le correría
Roy miro a la rubia con un puchero en la cara, pero aun así, ella tenía razón; quien sabía por cuantas cosas había tenido que pasar el chico y se acercaba con cara de pocos amigos, quizás no le permitiría ayudarle.
Relajo su ceño y sonrió dulcemente al pequeño mientras se acercaba, aun así, él trato de apegarse aún mas a la pared, totalmente asustado
- Tranquilo…no te hare daño, soy el Mayor Roy Mustang; vine aquí a ayudarte-el rubio lo miro, con las orejitas gañas y la cola alrededor de sus piernas- ¿sabes dónde están tus padres?-el niño negó tímidamente-tu nombre, ¿me puedes decir tu nombre?-volvió a negar-sabes hablar?-le pequeño volvió a negar antes de romper a llorar
Mustang suspiro profundamente, antes de levantar la mano y limpiarle las lágrimas a la criatura
- No llores, ya veremos cómo te ayudare, mientras tanto, yo te cuido-al decir esto, las orejitas del niño se levantaron un poco mientras se acercaba un poco al mayor
Sin previo aviso, el chico se lanzó a su cuello y oculto su carita entre el hombro de Roy. Sorprendido, el azabache simplemente se colocó en pie, alzando al pequeño que no dejaba de llorar, quizás de alivio o de miedo, sobre su hombro
