Habían pasado meses desde la tragedia que había inundado Egipto y poco a poco las cosas volvían a la normalidad. Los rebeldes habían dimitido de su causa y ahora ayudaban a la gente normal a reconstruir la ciudad.
Ichigo había vuelto al palacio momentáneamente para ordenar la construcción del templo, luego había dimitido a favor de sus hermanas. Tenía una deuda que salvar con Ogichi. Sin embargo el pueblo y su querido visir habían protestado. El pequeño visir, ahora recién casado con otro albino de mirada zorruna, le había dado mil y una razón para que no se fuera, luego le había gritado, llamado inconsciente y por últimos había llorado, pero lo había acabado aceptando.
Ahora Ichigo pasaba sin ninguna de sus anteriores responsabilidades ni obligaciones por el impresionante templo de Osiris en el bajo Egipto, completamente dedicado a su nueva labor como máximo sacerdote del templo.
-Ichigo- susurro una voz a sus espaldas. Inmediatamente se dio la vuelta para responder pero en gran pasillo del templo no había nadie. “Habrá sido mi imaginación” y sin preocuparse decidió seguir su camino.
Pero un peli azul ya se había interpuesto en su camino cerrándole el paso. El peli naranja intento retroceder pero otro ya le había agarrado de un brazo impidiéndole hacerlo.
-Ichigoooo- El peli azul se acerco a el con una reluciente sonrisa en su cara, una que no anunciaba nada bueno- vamos a divertirnos Ichigo- y tirando de el le condujo por un pasillo secundario oculto de la mirada de la mayoría y le inmovilizo contra la pared, impidiendo que escapase.
-¿Set?- El peli naranja estaba muerto de miedo, que narices le iba a hacer allí.
-No te preocupes, solo quiero devolverte todo lo que has hecho por mí- y tan feliz y contento comenzó a comerle la boca sin darle ni tiempo para responder.
Ichigo sorprendido intento quitárselo se encima pero tras haber perdido los poderes que Ogichi le había dado, poco podía hacer contra la fuerza descomunal del dios. Sus labios relamían los suyos demandantes de mas y los mordiscos le instaban a abrir la boca para unirse por fin. Se negó completamente y Grimmjow con una carcajada socarrona le dejo hacer.
Grimmjow entonces comenzó a devorar la tan ansiada piel del chico. Lamio lentamente su cuello haciendo que el otro se empezase a impacientar ante su lentitud, luego comenzó a chupar y a repartir besos haciendo que el chico empezase a soltar suspiros.
-Grimmnh…espera..ah…Ogichi…- empezó a intentar decir el menor y Grimmjow se cabreo. El y sus malditos celos.
Enseñando los dientes comenzó a marcar la piel del otro a mordiscos. Sus manos por su parte recorrieron la sensible piel del estomago completamente expuesta y caliente. El chico empezó a retorcerse y frotarse inconscientemente contra él.
Como podía volverle tan loco un chaval que no había tenido siquiera su primera vez. Su boca gimiendo y suspirando, pidiéndole que parase, su suave y firme cuerpo derritiéndose bajo sus caricias y pidiendo por mas, con los ojos cerrados, las mejillas sonrojadas por el calor, con sus manos aferrándole del pelo desesperadamente…poniéndole muy, muy caliente.
Lentamente comenzó a bajar repartiendo mordiscos por su pecho, sus sonrosados pezones, que al rato estuvieron completamente rojos y húmedos , y por su vientre mientras Ichigo contenía la respiración y cerraba aun mas fuerte los ojos.
-Esperaah…¿Qué esas…nnh..Haciendo?- completamente inocente y tentador. Le iba a violar hasta que no pudiese ni andar, ni Osiris ni porras, le iba a hacer suyo ahora y punto.
Empezó a lamer la zona de su ingle, donde comenzaba el dichoso pantalón. Ichigo lanzo un pequeño grito y rápidamente tapo su boca con la mano intentando contenerse mientras la otra mano en su pelo le estrechaba más contra él.
-Grimnh..jow-murmuro mirándole con una cara llena de desesperación- espera- pero la erección en sus pantalones decía lo contrario. Levantándose volvió a atrapar los labios del chico en un posesivo beso mientras su mano comenzaba a masajear su entrepierna por encima del pantalón.
Ichigo volvió a gritar en el beso y volvió a agarrarse a sus brazos intentando no caerse cuando sus piernas comenzaron a temblar. Le encantaba verle así, completamente rendido a sus pies, sin embargo algo seguía yendo mal, el chico seguía rechazando sus besos.
-¿Qué esta pasando aquí?- susurro una voz a sus espaldas.
Grimmjow se dio la vuelta alarmado. Había creado una ilusión en la pared para que nadie les viera ni es interrumpiera. Pero no había planeado que les encontrara él. Ogichi les miraba con una mezcla de interés y irritación.
-Hola Osiris- murmuro separándose de Ichigo levemente, sin embargo, el chaval se tenso perceptiblemente al oír el nombre. Haciendo un esfuerzo sobre humano se separo de Grimmjow empujándole para ver al recién llegado.
-Ogichi- su voz sonaba demasiado débil y sumisa- esto no es…yo- intentaba explicarse la zanahoria.
Ogichi sonrió, con aquella sonrisa arrogante que Grimmjow tanto odiaba y acercándosele agarro al chaval del brazo.
-Si me permites me lo llevo- murmuro pasando tan cerca de el, para coger a Ichigo que pudo sentir su aliento rozando su cara y sus divertidos ojos dorados provocándole.
Inmediatamente se cabreo y agarrando a su hermano del brazo, acercándoselo aun más a la cara, tanto que sus bocas solo se separaban por meros milímetros, le respondió:
-No, no te lo permito- murmuro con aquella voz grabe, tan intimidante y amedrentadora que poseía. Ichigo, entre ambos tembló intimidado por la tensión que se intuía entre ambos, pero Ogichi simplemente amplio su sonrisa y su mirada pasó a una peligrosa.
-Sabes el otro día Ichigo me pidió que me portase bien y que tenia que aprender a compartir mas mis cosas- Ichigo se tenso ante la mención de su nombre- pero creo que tu también deberías aprender a compartir- y inclino la cabeza mirándole con aquel aire de superioridad.
Grimmjow apretó su agarre en el brazo de Ogichi, pero acepto su derrota, no podía vencerle, había prometido servirle durante cien años, así que sumiso libero al otro de su agarre.
-Buen chico- susurro el mayor antes de darle un suave beso en la mejilla, muy cerca de su boca y de tirar de Ichigo y dirigirse hacia la salida, y Grimmjow instantáneamente quiso partirle la cara.
…
Ichigo recorría los pasillos a toda velocidad guiado por Ogichi. Ninguno decía nada lo que incomodaba a Ichigo. Finalmente llegaron a la parte más profunda del templo donde nadie podía pasar a excepción del sacerdote: las habitaciones del Dios.
Entraron en el gigantesco dormitorio y se quedaron quietos. Ogichi todavía agarrando su muñeca, pero dándole la espalda.
-Ogichi…- comenzó- yo…lo siento-
Ogichi se dio la vuelta y le miro con un deje divertido en su mirada, no era definitivamente la cara que el se esperase que tuviese.
-¿Por qué te disculpas?- pregunto curioso.
-Pues por que…-¿Por qué se estaba disculpando? No habían llegado a hacer nada y además… un sonrojo lleno sus mejillas instantáneamente.
-Además- continuo Osiris mirándole fijamente- esto hace las cosas mucho mas interesante- dijo con aquel tono que no presagiaba nada bueno y con aquella mirada astuta surcando sus ojos.
-¿Qué quieres decir?-pregunto mientras retrocedía instintivamente hasta la cama.
Ogichi por su parte se fue acercando cada vez mas a él con los ojos dorados brillando con hambre.
-Nada, siempre he querido mucho a mi hermanito- su tono era demasiado sugerente- y siempre he querido lo mejor para el- su mano se alzo hasta rozar su mejilla y Ichigo al intentar echarse para atrás perdió el equilibrio y callo en la cama. Instantáneamente Ogichi callo encima de él inmovilizándole contra el colchón, las manos por encima de su cabeza y con una rodilla entre sus piernas.
-Dime Ichigo- sus ojos eran hipnóticos, necesitaba tocarle tan desesperadamente- ¿Hay algo que quieras?- murmuro con sus labios tan cerca, que solo necesitaría levantar la cabeza un poco para probarlos.
-yo…-empezó mientras miraba los tentadores labios que reían tan socarronamente.
Ogichi cambio de posición levemente y su rodilla apretó su entrepierna, tan placenteramente que gimió contra la boca del otro. Los ojos de Ogichi le miraban divertidos y el se sonrojo imperceptiblemente.
-Decías- murmuro el dios mientras volvía a mover la rodilla contra su entrepierna. Ichigo volvió a contener un gemido, no le iba a permitir burlarse de el. Intento volver a hablar para decirle un par de cosas pero Ogichi volvió a moverse sobre el y tuvo que cerrar la boca para contener otro gemido.
-Qué es lo que quieres Ichigo- volvió a repetir contra su boca, sintiendo su aliento tan delicioso contra su piel, con aquellos labios a centímetros, tan fácil- dímelo y te prometo que te lo daré, dímelo- su rodilla volvió a frotar su entrepierna, restregándose contra ella simulando pequeñas embestidas, volviéndole loco y haciendo que cada vez fuese mas complicado respiras.
-No- sus alientos se mezclaron su boca abierta en busca de aire a milímetros de la suya en una clara invitación, pero seguía sin ceder.
-Venga Ichigo, no seas malo o tendré que castigarte- y una mano descendió desde su agarre hasta su pecho donde empezó a pellizcar uno de sus pezones haciéndole aun mas difícil contener los gemidos.- Dímelo-
Ichigo estaba arto de todo aquello, de que todo el mundo intentase violarle sin tener en cuenta su opinión, forzándole vilmente. Es cierto que, que lo hiciese el albino no le importaba mucho pero dolía que le tratase como un juguete. Tenía que vengarse y sabia como hacerlo.
-Quiero…-murmuro entre suspiros.
-Quieres- le metió prisa el albino, pegándose mas a el, esperando lo que estaba a punto de decir, mientras aumentaba el ritmo contra su entrepierna, haciéndole arquearse contra el colchón.
-A… Grimmjow-
Inmediatamente las caricias pararon. E Ichigo se felicito interiormente, que tomase de su propia medicina.
- ¿Qué?- murmuro con un deje peligroso en su mirada. Ichigo trago saliva pero se mantuvo en sus trece.
-Quie…quiero a Grimmjow- pero Ogichi vio la duda en sus ojos y al instante supo lo que estaba intentando hacer. Con que el chaval quería jugar, bien, pues jugaría.
-¿Estas seguro?-
-Si-
Ogichi entonces se separo de Ichigo, levantándose de la cama, poniendo una mano en su cintura con la otra tapándose los ojos puso una pose arrepentida.
-Bueno, yo quería hacer esto mas adelante pero si insistes…- pregunto mirándole de reojo
Ichigo se sentía defraudado de cierta manera, pero con el otro lejos de si, su mente volvió a razonar y su orgullo volvió a regir sus acciones.
-Si, insisto-
-Bien… ¡Grimmjow!- llamó, y al instante el peli azul apareció por arte de magia delante de el aun con el entrecejo fruncido, y al ver a Ichigo en la cama acalorado solo lo frunció mas.
-Me llamabais…señor- murmuro la ultima palabra como si fuese acido en su boca.
-Ichigo me ha pedido algo y desgraciadamente prometí dárselo así que aquí va mi primera orden hermanito- dijo acercándosele y levantándole la barbilla para que le mirase. Con aquella mirada de cazador rondándole de nuevo en la cara.
-Lo que usted diga- pidió el otro sin apartarse ni un ápice, mirándole con profundo odio.
Ogichi se relamió, iba a jugar con esos dos todo lo que pudiese y más. Hacia tiempo que alguien aguantaba su presencia sin querer tirárselo al minuto. Su hermanito realmente era interesante, hacia años que no le veía, pero había crecido muy bien.
-Venga si te va a gustar- murmuro pegándosele aun mas- quiero que te tires a nuestro querido Ichigo-
Ichigo en la cama enrojeció instantáneamente, justo como esperaba y Grimmjow le miro como si fuese un bicho raro.
-¿Qué?- murmuraron los dos a la vez.
-¿Qué pasa hermanito?- susurro rozando su oreja con su boca- ¿No es lo que querías? Grimmjow le miro con odio.
-¿Que estas tramando?- pregunto sin fiarse el otro.
-Nada, solo quiero hacer feliz a mi hermanito- su lengua lamio su oreja.
-Y una mierda- sus voces eran bajas impidiendo que el peli naranja les oyese.
-Tienes razón- sonrió finalmente Ogichi dejando de lado la oreja del otro y encarándole de frente- pero ya me cobrare mi favor cuando yo quiera- murmuro con voz ronca rozando sus labio levemente para a continuación apartarse y dirigirse a sentar en una silla con plenas visas de la cama.
-Venga- dijo mirándoles con aquel aire de superioridad- empezad-
Grimmjow miro a Ichigo en la cama. El chaval le miraba claramente aterrorizado pero con aquella mirada de desafío en la cara. El sonrió sin poderlo evitar, con la sonrisa macabra que tanto le caracterizaba. Que demonios, le estaban ofreciendo lo que tanto había querido en bandeja de plata. Avanzo hacia el con paso decidido.
-Ogichi espera…yo no- empezó el peli naranja viendo como se acercaba.
-¿Qué pasa Ichigo? ¿No es lo que querías?- dijo mirándole divertido. Entonces Ichigo se dio cuenta, el otro lo sabia, había cavado su propia tumba.- ¿No me habrás mentido verdad?- murmuro con una fingida cara de ofendido.- Por Que entonces puede que me enfade-
Pero por su parte Grimmjow no se enteraba de nada, ni tampoco quería hacerlo, le habían dado barra libre y por sus cojones que iba a aprovecharla. Le importaba una mierda lo que le tuviese que dar al otro, la primera vez del peli naranja iba a ser suya.
Tomando al peli naranja del cuello le obligo a recostarse contra la cama sentándose inmediatamente sobre el. El otro le devolvió una mirada de odio.
-No te atreverás- susurro.
-Oh si le que lo hare- murmuro lamiéndole la mejilla.- y te juro que una vez que lo haga, suplicaras por mas-
-Ni en tus…- pero su respuesta fue acallada por los ansiosos labios del otro.
Y Ogichi sonrió complacido, aquello iba a ser muy divertido, muy, muy divertido.