La aterciopelada noche acariciaba los tejados de las casas venecianas que se apiñaban entre los canales. No se veía a nadie en las calles, lo que era normal ya que eran las dos de la madrugada. Pero sobre un tejado había dos figuras. Una, de pelo corto y negro vestido con traje estaba sentado. En su regazo descansaba la cabeza de un pelirrojo shinigami que se recostaba sobre el tejado mirando a la luna.
Will acariciaba distraídamente el pelo de Grell. Hacía mucho tiempo que no estaban los dos solos y quería aprovechar esas vacaciones que les habían concedido en el centro de shinigamis. ¡Cómo adoraba ese pelo largo y sedoso! Podría pasarse la eternidad acariciándolo con ternura.
-Will…-susurró Grell mientras levantaba su torso hasta dejar su cara a la misma altura que la de su amado.- ¿Porqué estás tan frio? Estamos de vacaciones, ¡disfrutémoslas!
Acto seguido el shinigami rojo posó sus labios sobre los del moreno y este último entreabrió su boca para dejar que sus lenguas bailaran como hacía tiempo que no pasaba. Will tumbó a Grell de nuevo con delicadeza y se recostó encima de él. Comenzó a deslizar su boca por la cara del pelirrojo. Pasó por la sonrojada mejilla, la sien, hasta llegar a su oreja.
-Grell, me mostraba tan frio porque no sabía que podría hacer si liberaba toda mi pasión en ti. ¿Quieres averiguarlo?-
Grell no podía resistirse a esa sensual y melosa voz que ponía Will y, además, no quería desperdiciar la oportunidad de disfrutar al máximo de su amor.
-Hmm sí Will, quiero que me hagas tuyo.- Gimió Grell con los ojos entreabiertos.
Con una sonrisa, Will comenzó a besar el cuello del pelirrojo y le dio alguna mordida que le arrancó leves gemidos. Deshizo el lazo de Grell con los dientes y desabotonó la camisa de éste mientras besaba y lamía su níveo torso. Bajó hasta el principio de los pantalones y los bajó junto con sus bóxers de un enérgico tirón. Empezó pues a lamer y chupar su miembro haciendo que Grell se estremeciera del placer.
-Nnnghhh ¡si! ¡Oh Will!- Gritó el del pelo largo.
Grell enredó sus manos en el pelo del color obsidiana de Will y lanzó un penetrante aullido a la vez que se corría en la boca del moreno. Vio como se le acercaba, con una media sonrisa dibujada en el rostro y una mirada maliciosa en sus ojos verdes y amarillos. Se besaron larga y apasionadamente. El pelirrojo sintió su propio semen en la boca y, antes de tragárselo, lamió el torso de Will dejando un rasto blanco allá donde pasó su lengua.
-Ahora es mi turno.- Susurró Grell al oído del shinigami.
Mordisqueó los pezones de Will y bajó su boca por el vientre de su amado hasta que llegó a su ya erecto pene. Jugó con él acariciándolo, besándolo y lamiéndolo haciendo que Will gimiera de puro placer.
-Ch-chota aah Grell ahh nngh pa-para- consiguió balbucir Will mientras se revolvía de gusto.
-¿Qué pasa?, ¿no te gusta?- Inquirió Grell con voz melosa aunque algo ofendido
-Claro quesí, amor mio, es que quiero correrme dentro de ti- dijo Will mientras le sonreía sensualmente.
Grell se sorprendió ligeramente pero en seguida reaccionó y cogió la mano de su amante y lamió sus dedos mientras se miraban fijamente. Will, sin perder tiempo introdujo dos dedos en el ano del pelirrojo para dilatarlo y prepararle. Bajo él Grell se estremeció de dolor, pero sabía que sería recompensado si aguantaba ese pequeño dolor un poco más. Will introdujo el tercer dedo y, para distraer a su pareja, lo besó en el cuello y en la oreja y acarició su largo y flamante pelo rojo. Al fin retiró su mano y embistió a Grell haciendo que este gritara y se le saltaran algunas lágrimas.
Siguió entrando en el shinigami hasta que llegó el punto en el que el placer fue infinitamente mayor que el dolor y ambos quedaron ciegos por el gozo. Gritaron a la luna evocando su amor y en el momento clímax de su unión Will se corrió dentro del otro dios de la muerte. Will se recostó un rato sobre su sudoroso compañero y salió de él antes de que fuera demasiado tarde. Grell se giró para poder ver la cara de su amor y lo besó con pasión mientras le acariciaba la espalda con delicadeza, apenas tocando la piel del moreno.
Will se estremeció. Adoraba esa forma que tenía Grell de acariciarle su piel haciéndole sentir escalofríos de placer.
Vieron como el horizonte empezaba a clarear indicando el inicio del día.
-Grell… siento estropear el momento, pero deberíamos irnos antes de que alguien nos vea.- Dijo Will con claro descontento al tener que separarse de la boca del pelirrojo
-Hmm supongo que tienes razón.- Contestó Grell mientras hacía pucheros como un niño.
-Vamos anda,-le animó Wil,- que necesitamos una ducha. Sonrió pícaramente
Will se levantó y ayudó a Grell. Después ambos se visitieron y fueron de regreso a su hotel.