El sonido de la ducha inundó la habitación del acogedor hotel. Will dejó que el agua le cayera sobre la cara para despejarse. Mientras se enjabonaba el pelo vio un destello rojo introducirse en la bañera.
Se giró y vio a Grell, tan sobrecogedor como siempre, desnudo y posando sexy con una mano en la cadera mientras se mordía el dedo de la otra. Will esbozó una media sonrisa y miró a su novio con lujuria justo antes de besarle con pasión y estrujarlo contra su cuerpo.
-Oh, Grell, no me puedo creer que creas que me voy a queda impasible si te pones así delante mío.- le dijo Will al oído al ver que gemía con ligera sorpresa.
-Y yo no puedo creer que pensaras que desaprovecharía la oportunidad de ducharme contigo.- Le contestó Grell para después tomar a Will por la barbilla y besarle con dulzura mientras sonreía.
Will agarró a Grell por la cintura y lo atrajo más cerca de él. Recorrió su espalda con las manos mientras lo besaba y enredaba sus lenguas. Bajó por su cuello y el pelirrojo enredó sus manos en el cabello de Will.
-¿Te puedo pedir una cosita, amor?- Preguntó Will a Grell en un tono que éste no podía resistir.
-Depende,- le dijo el otro mientras alejaba su cara un poco para ver la de su pareja,- ¿Qué quieres hacer?
Will se acercó a su oreja y le susurró:
-Déjame enjabonar ese precioso pelo tuyo.
-Sólo si dejas que yo te enjabone el cuerpo.- Respondió Grell con una risita.
Dicho esto Will vació media botellita de champú sobre la cabeza del pelirrojo y empezó a masajearle la cabeza mientras lo besaba en el cuello y en el pecho. Cuando todo el pelo estuvo cubierto de espuma empezó a peinarlo hacia arriba para dejarlo con forma de cresta. Pero el pelo de Grell era tan largo que se caía a un lado y no se mantenía vertical por mucho que Will lo intentara. Cuando por fin desistió se alejó un poco de Grell para observar el resultado. El chico tenía la cadera ladeada, los brazos cruzados sobre el pecho, el largo pelo se elevaba en una cresta y luego caía a un lado y ponía morritos con falsa molestia. Ante esta visión Will no pudo reprimirse y soltó una gran carcajada como hacía años que no sucedía.
Grell estaba impresionado. Había quedado boquiabierto al ver la reacción del otro chico. Era verdad que parecía que la vacaciones habían hecho que pareciera más relajado pero nunca pensó que volvería a oir esa cantarina risa, que sonaba a música en sus oídos. Esperó a que terminara de reírse y entonces, con lágrimas en los ojos, abrazó a su amado y besó esos labios de los que había salido aquella perfecta y deliciosa risa.
Will, notando las lágrimas en los ojos del pelirrojo las atrapó con las yemas de sus pulgares y lo tranquilizó.
-Hey, Grell , tranquilo precioso mío.- Will lo besó tiernamente, acariciando los labios del otro chico con los suyos.
-No no pasa nada… es sólo que…-dijo Grell entre sollozos,- hacía mucho tiempo que no te oía reír y es maravilloso oír ese sonido otra vez.