By:Nami Evans
POV CIEL
Si, ya sabía que había amanecido, sentía los tibios rayos de luz traspasar la cortina, sin embargo, mis ojos permanecían cerrados, solo porque te estaba esperando , me encanta abrir mis ojos y que tú seas lo primero que ven, tu sonrisa, hay veces que aunque no lo diga me parece encantadora, pero yo lo disimulo con esa fría faceta que tengo, pero cuando estoy a tu lado tengo miedo de perderme en tus ojos y descubras lo que verdaderamente siento, solo soy un niño y me conformo con las sonrisas que me regalas día con día a día, tu sí que sabes cómo hacer que una sonrisa parezca verdadera, pero yo, te conozco demasiado bien, tal vez para ti solo soy el alma corrompida de un niño, pero para mí tu eres la persona que estará a mi lado hasta que decidas que mi momento llegue, sé que no está lejos, pero como quisiera decirte que gracias a ti desperté de un sueño; cuando acecinaron a mis padres mi alma se lleno de tristeza que pronto remplace con una venganza infinita, pero apareciste tu, como un ángel dispuesto a cambiar mi situación a cambio de una sola cosa que a mí en ese momento no me importaba, hay algo que espero aun no sepas, es mi más grande secreto y el mas enorme de mis pecados: me enamore, de un demonio y ese eres tú, no sabes cómo al mirar tus ojos color escarlata, por dentro caigo rendido ante ti, pero mi maldito orgullo no dejara que lo sepas.
POV AUTORA
El pequeño conde fue interrumpido de sus pensamientos, ya que Sebastian había entrado a la habitación, encontrando a Ciel completamente inmóvil, enrollado en las blancas y finas sabanas de su cama, el chico tenía el cabello desordenando y revuelto, dándole un aire muy atractivo, Sebastian lo miro embelesado debido a que Ciel, no era en lo absoluto poco atractivo, el mayordomo desecho esos pensamientos aunque sabía que eran ciertos, cualquiera lo hubiera dicho, Sebastian abrió las cortinas del cuarto y con una voz muy dulce hablo.
-Boochan, levántese, ya es de día
Ciel que en ese momento estaba de frente a Sebastian aun sin abrir los ojos, le dio la espalda.
-Boochan, no hay mucho tiempo como para que usted decida seguir durmiendo, tiene clase de historia a las diez, lo olvida?
-Eres un ruidoso.-le susurro Ciel con un tono molesto, sin embargo, en sus adentros era un dócil gatito, agradecido por ver a quien más quería, el conde se sentó en la cama, se tallo los ojos, un gesto que al mayordomo le pareció muy tierno, el ojiazul abrió los ojos con cara somnolienta y vio que Sebastian le sonreía extrañamente, tal vez…con ternura?, el chico volvió su mirada gélida y su expresión al cambio a una propia de el.
El mayordomo sentó con delicadeza a Ciel sobre su cama y le quito el blusón blanco que le daba un aire infantil a su cuerpo, sin embargo eso estaba cambiando y eso le preocupaba ya que con las últimas visitas sobre negocios los hombres que llegaban a algún acuerdo con la compañía Phantom miraban a Ciel con persistencia y lujuria algo que ni siquiera él había hecho… intencionalmente; de pronto recordó lo que hacía, puso el camisón a un lado y vestía a Ciel, como usualmente lo hacía, solo que aun seguía en sus pensamientos y cuando deslizaba la ropa del menor para quitársela rozaba sin intención aparente la piel del menor, el mayordomo se dio cuenta de lo que hacía cuando Ciel sonrojado le hablo:
-Oii- q-que estas hac-ciendo??
Sebastian se dio cuenta que acariciaba el pecho del menor y de inmediato retiro su mano de ahí, aunque muy a su pesar.
-Discúlpeme joven amo, me distraje un momento
-Te distrajiste?? Y como rayos…olvídalo.-Ciel estaba aun sonrojado e intentaba mostrar indiferencia pero no logro como esperaba
-Lamento esto, en verdad…ahh…joven amo, bueno, le traje el desayuno
-Eh?, a si
Ciel tomo el platito que se encontraba en la mesa de noche junto a su cama. El postre de ese día era pay de zarzamora, Ciel tomo el tenedor que se encontraba a un lado del pay y degusto el platillo con elegancia, Sebastian miraba expectante, la forma de comer de Ciel le estaba llevando todo su auto control, no debía lanzarse al niño para saborear sus labios ¿o sí?, desecho la idea, como lo había hecho anteriormente y siguió mirando a su amo, ahora este lamia el tenedor, Eso era DEMASIADO, ¿Desde cuándo Ciel hacia eso?¿Desde cuándo Ciel comía de ese modo?, Sebastian estaba a punto de caer en la tentación…era el colmo, un demonio cayendo en la tentación, el mayordomo dio un paso al frente y se detuvo en seco, Ciel sabía perfectamente que su mayordomo había caído, lo miro con complicidad y con inocencia fingida, después, sus labios enarcaron una muy leve sonrisa, Ciel empezaba a “recordar” como sonreír, Sebastian decidió mirar a otro lado y despejar un poco su mente.
-Joven amo…su clase de historia no tarda en comenzar, el profesor Joshua no tarda en llegar, yo…ire a hacer los quehaceres, ahora, si me disculpa…
Sebastian salió de la habitación, estaba nervioso, eso divertía a Ciel, pero olvido que el también lo estaba.
Luego lo recordó…ese tal Joshua no le caía bien a ninguno, ni a Ciel, ni a Sebastian
Sonó el timbre de la mansion, Sebastian abrió con una mirada gélida y como respuesta del individuo detrás de la puerta recibió una sonrisa encantadora.
-Joshua-san, lo esperábamos, mi amo está en su estudio
-Lo supuse Sebastian-kun
El mayordomo fulmino con la mirada a aquel hombre de cabellos castaños, ojos color ámbar y apariencia perfecta (*no, aun que no lo crean, no es copia de Kira*) y le dejo pasar, el maestro de historia subía las escaleras, concia bien el camino al estudio…
Ciel estaba nervioso, mejor dicho…asustado, se le había olvidado decirle a su mayordomo que ese “profesor” era muy cariñoso con él, la clase anterior, Ciel había estado a punto de terminar siendo manoseado por ese tal Joshua, por primera vez no sabía cómo reaccionar, el no quería ser violado o algo así pero…¿su orgullo le permitiría ser dependiente de alguien más que él?