- Vaya, eso es algo que no se ve todo los días.
Jonghyun volvió la mirada hacia Minho con los ojos entrecerrados, observando la excitación que el alto tenía reflejada en el rostro al decirle aquellas palabras.
Los dos habían ido a ver el musical de KiBum y acababan de presenciar la escena en donde varias jovencitas acariciaban en diferentes partes, el delicioso cuerpo del rubio.
El vocalista principal de SHINee trató de contener su cólera cuando vio a una de ellas rodear con sus rodillas las caderas de su novio. Ciertamente estaba enterado de que algo así pasaría gracias a que KiBum se lo había advertido luego de regresar de su primer ensayo. Claro, aunque se le había olvidado decirle el pequeño detalle de que ella llevaría un diminuto vestido de enfermera.
Trató de concentrarse de nuevo y volver su atención al escenario, mientras sentía las pequeñas palmaditas que el rapero de ojos grandes le daba en el hombro, pero fue casi imposible. Los terribles celos que sentía le habían provocado dolor de cabeza y unas repentinas ganas de mostrarle a aquella chiquilla quien era el dueño de KiBum.
Vamos, déjalo ya, imbécil; solo es actuación.
- Actuación mis huevos – susurró molesto, removiéndose en la butaca.
Él no era tonto y sabía perfectamente que Key era guapo y, por lo tanto, deseado.
Mi. Er. Da.
Cerró los ojos con fuerza obligando a su jodida mente a descartar esos pensamientos.
- ¿Estás bien? – la gruesa voz de Minho le hizo abrir los ojos de nuevo.
Asintió de mala gana y se levantó de su asiento, provocando que Minho lo volteara a ver con los ojos abiertos de par en par.
- ¿Qué estás haciendo? – le cuestionó el alto.
- La función ya casi termina, así que iré a esperar a Key en su camerino.
- ¿Puedes hacer eso?
- Por supuesto que puedo.
Y sin decir nada más, salió de ahí.
Tal vez Key le reclamaría por no quedarse hasta el final, pero que lo perdonara, no podía consigo mismo ni un minuto más y prefería explotar solo que cerca de un montón de gente.
Los aplausos se escucharon hasta donde él estaba. Sonrió. La función ya había dado fin y solo era cuestión de minutos para encontrarse con su amado. Oh Dios, se le puso dura nada más de pensar en que lo abrazaría con sus manos rodeando ese exquisito trasero, mientras empujaba sus caderas y hacía un contacto más íntimo con él. Ya podía sentir los suspiros de Key sobre su oreja y esas hermosas manos apretándole la espalda…
La puerta se abrió y lo primero que vio Jonghyun fue a un par de ojitos gatunos asomarse.
- ¡Con que aquí estás! – le dijo Key. Sus ojos revelaban una pisca de tristeza y otra muy grande de enfado.
Jonghyun sonrió y se acercó lentamente a él. Desde hace mucho tiempo había aprendido a no ser intimidado por ellos. Joder, lo único malo es que ahora, en vez de miedo, le causaban una terrible excitación.
- Te estaba esperando – le dijo con una sonrisa maliciosa en el rostro.
- Idiota – lo reprendió él -, creí que te habías ido. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué te saliste así?
Jonghyun se encogió de hombros para darle menos importancia a lo que estaba por decir.
- Me molesté – Key ladeó la cabeza, frunciendo el ceño -. Esa escena con las mujeres es demasiado ¿no te parece?
Key reaccionó poniendo los ojos en blanco.
- Ya te lo había dicho – habló mientras recibía a Jonghyun con un abrazo, enredando sus dedos a la cabellera oscura -, no sé porqué te pones así.
El mayor suspiró, dándole un corto beso en los labios, sonriendo y caminando junto con él; terminando por arrinconarlo a la puerta.
- ¿Sabes? – Murmuró, mordisqueándole la quijada – Te ves hermoso y sexy con ese uniforme puesto. Me dan ganas de arrancártelo y…
El final de su discurso fue callado por la mano de KiBum
- Jjong, estoy cansado. Quiero ir a casa ¿sí?
Jonghyun asintió y se alejó de él. Lo vio cambiarse y desmaquillarse mientras lo esperaba sentado, sin hablar o hacer algo. Y aunque Key lo había detenido minutos atrás, su erección aun estaba presionando la cremallera de sus pantalones. Mierda, sabía que eso no se iba a bajar así como así.
Sacó el móvil de su chaqueta para mandarle mensaje a Minho.
“¿Llegaste a casa? ¿Todos duermen? Si no es así, háganlo y no preguntes”.
Acto seguido, lo devolvió a su lugar.
- ¿No vamos? – le preguntó Key mientras terminaba de meter sus cosas a la bolsa.
- Claro.
Jonghyun se puso de pie, deteniéndose cuando su celular vibró. Chasqueó la lengua al leer el mensaje de Minho:
“Violador, pero considéralo hecho, no quiero que Taemin vea o escuche cosas que no debe”.
- Tan estúpido, como si no hicieras lo mismo con el pequeño.
- ¿De qué estás hablando?
Jonghyun alzó la mirada hacia KiBum, dándose cuenta de que había hablado en voz alta.
- De nada – le cortó -. Ven, es hora de ir a casa.
Dio gracias a que Key no le hiciera más preguntas y fuera con él de buena gana, pero cuando salieron del lugar los gritos de las fans no se hicieron esperar. Jonghyun puso por delante de él a KiBum. Tenían suerte de que su vehículo no estuviera tan lejos de la puerta de salida.
- ¿Me avisas cuando lleguemos? – le preguntó Key una vez estuvieron dentro de la camioneta; recostando la cabeza en su hombro.
- Claro, bebé. Yo te avisaré.
KiBum no dijo nada más y se quedó dormido.
Puesto que ya era tarde, las calles de la ciudad no tenían mucho tráfico y llegaron más pronto de lo que él esperaba.
- Bummie – lo llamó despacio -, Bummie, despierta, ya llegamos.
Pero no hubo respuesta. Jonghyun sonrió, para luego pasar un brazo por debajo de las rodillas de Key y el otro por su espalda; alzándolo y poniéndolo en su regazo.
- Hyung, abre la puerta por mí, por favor – no tenía caso que Jonghyun tratara de ocultar lo que pasaba entre Key y él. Su manager estaba enterado de los secretos de SHINee así que podía hablar y hacer cosas con total libertad sin ser reprendido.
El mayor hizo lo que le pidió, esperó a que él bajara con KiBum en brazos y estuvieran dentro de su departamento para irse. Mientras caminaba por la sala, en dirección a su habitación, Jonghyun sintió como el de ojos gatunos enroscaba los delicados brazos en su cuello al tiempo que ocultaba el rostro en su pecho.
- ¿Por qué no me despertaste?
Sonrió al escuchar la melodiosa voz adormilada mientras subía las escaleras.
- Lo intenté, pero nada funcionó. Ni siquiera te quejaste cuando te pasé la mano por la…
- Cállate – lo interrumpió Key con tono juguetón -. Sabes que no hiciste eso, porque de haber sido así, me habría despertado. Y no estoy hablando de abrir los ojos.
Jonghyun soltó una carcajada y lo bajó cuando estuvieron frente a la puerta de su habitación.
- ¿En serio? – Preguntó, apresándolo en un abrazo - ¿Qué tal si lo compruebo?
Jonghyun contuvo el aliento cuando su mano encontró el miembro de Key y lo escuchó soltar un jadeo. La respuesta de su cuerpo fue inmediata: su erección lista para salir de sus pantalones.
Sin embargo, Key agarró con fuerza su muñeca y la alejó.
- Catch me if you can ~ – canturreó, para luego escabullirse de sus brazos y correr escaleras abajo.
Con un gruñido escandaloso, Jonghyun lo siguió.
KiBum terminó de bajar los escalones con un chillido divertido para luego continuar corriendo por la sala, pero no avanzó mucho antes de que el de brazos fuertes lo agarrara por la cintura deteniendo su travesura.
- Eish, no se vale – se quejó el menor, girando entre sus brazos y haciendo un puchero infantil -. Tú eres más atlético que yo.
En vez de contestarle, Jonghyun atrapó sus labios con los suyos, fundiéndolos en un beso apasionado y necesitado.
- Te amo, KiBum – suspiró, aun sobre sus labios.
- Yo también te amo, Jonghyun
Volvieron a besarse, pero esta vez con más deseo, más intensidad. Jonghyun lo guió hasta el sillón, quitándole la playera en el camino. Admirar y acariciar el cuerpo de su novio, era algo que nunca se cansaría de hacer.
Los minutos parecieron detenerse a partir de ahí. Nada existía, ni siquiera el tiempo. Solo ellos dos, declarando y demostrándose su amor.
Pronto las prendas restantes estuvieron esparcidas por el suelo. Jonghyun disfrutaba del sabor de la suave piel de Key, dándole mordidas, besos y pequeñas lamidas a su cuello y torso.
- Eres tan hermoso - le dijo, mirándolo a los ojos
Key se estremeció debajo de él
- Quiero tenerte dentro de mí, Jonghyun. Quiero que me ames y me llenes de ti.
- Oh, KiBum
Jonghyun daría lo que fuera por estar dentro de él en ese preciso momento, pero se tendría que aguantar, porque a él le gustaba darle placer a Key antes de fundirse y llegar ser uno con él.
Se movió lento, descendiendo por el cuerpo de KiBum sin despegar sus labios de aquella blanca piel.
Sintió las manos del rubio enredarse y aferrarse fuertemente a su cabello cuando metió por completo su miembro a la boca. Cerró los ojos, dejándose guiar por los suaves empujes que KiBum hacía con sus caderas; disfrutando de su sabor. Oh Dios, su novio era simplemente perfecto.
- ¡Jonghyun! – gritó el menor, arqueando la espalda cuando la lengua de Jonghyun viajó por todo su extensión para luego entretenerse con sus testículos.
- Vamos, KiBum, córrete
Key soltó un sollozo ahogado en el momento en que uno de sus dedos invadió su entrada. Sin embargo, Jonghyun no se detuvo. Siguió moviendo su boca rítmicamente por toda su carne, torturándolo y llevándolo al cielo al mismo tiempo.
Con un último grito, el de ojos afilados se corrió en su boca. El mayor sonrió, pasando por su garganta la semilla de Key; se alejó de su entrepierna y gateó hasta encontrar aquellos labios rosas. A KiBum no pareció importarle estar besando a Jonghyun con su sabor impregnado en él, al contrario, Jonghyun sintió como se excitaba de nuevo.
- Hazlo, Jonghyun – le dijo él, rodeándole la cadera con las piernas.
Y el pelinegro lo hizo, entró en él. Los dos gimieron al unísono cuando se complementaron. Jonghyun besó el rostro de Key y lamió la pequeña lágrima que había salido de uno de sus ojos.
- Te amo, Ke…
Soltó un gruñido de satisfacción al sentir los movimientos de KiBum. Se dejó llevar y comenzó a moverse junto con él. Sus embates eran suaves o al menos eso era hasta que Key empezó a rasguñarle la espalda.
Jonghyun se volvió salvaje y exigente, calló los gemidos de Key, sellando su boca con la de él. Sus cuerpos sudorosos se movían deliciosamente en cada embestida, el momento final estaba tan cerca, Jonghyun podía sentirlo.
Y así fue, KiBum finalizó sobre sus abdómenes y él en su interior. Se dejó caer sobre su cuerpo, sintiendo como el menor lo rodeaba con sus brazos.
- Te amo, Jjong, y eso fue maravilloso
Jonghyun besó su pecho
- También te amo, Key
Permanecieron unidos unos segundos más, hasta que el sueño llegó a ellos, pero no sin antes…
- Y Key – llamó Jonghyun.
- ¿mmm?
- Te atrapé.