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"S13" por Dark Engel

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Notas del capitulo:

Este fan fic se basa en una realidad, creo yo, porque hay miles de hombres que por miedo al que dirán esconder su homosexualidad. Siempre pasa y yo solo quise plasmar por decirlo así, un poco de eso. Del movimiento que hay en la noche para estos hombres...

 

“S13”

 

El bar S13 quedaba justo a la mitad de una esquina de la ciudad, no era tan espectacular como los anuncios de los bares que quedaba justo adelante y atrás del lugar. El portero estaba parado en la entrada, vigilando que nada malo pasara y esperando tener suerte. La suerte se traducía como un delicioso muchachito que quisiera pasar una noche sin querer compromiso.

 

Por esa razón todos iban al S13…

 

No compromisos, no apellidos, siquiera nombre…

 

Y por eso, yo estaba allí.

 

Iba ya visitando aquel lugar como tres veces, me gustaba tenía buena pinta y sobre todo, nadie me conocía. Ni nadie me iba a conocer. Esa noche en particular, me escabullí del abrazo posesivo de mi novia y me cambie de ropa para poder ir…

 

Me senté en una de las sillas en la barra, al poco tiempo un chico llamado Ryan se sentó a mi lado y comenzamos una charla donde el alcohol era la única razón por la que yo seguía hablando.

 

Ryan tenía unos labios de película y unos hermosos ojos azules, preciosos. Era una lindura pero no era la lindura por la cual yo estaba ahí. Nos reíamos de cualquier cosa y él se acercaba cada vez más. Me relamí los labios y fue cuando vi a lo que quizás, era lo que estaba buscando. Le observe y sonreí. Pronto caería, me dije. Seguí tonteando y me acerque a él, como esperaba estaba solo.

 

Las palabras sobraron y a los pocos minutos, apego su cuerpo al mío y me beso. El beso fue rápido y sorpresivo, con lengua y dientes. Pero no importo, el estar tan cerca y rodeados de tanta gente me provoco una sensación nunca antes sentida. Me gustaba sí, sus piernas tan juntas de las mías, sus labios tan cerca, el acceso a su cuello tan pero tan tentador… era electrizante. El piercing que tenía en su ceja me gustaba aún más, no sabía cómo se llamaba… era un completo extraño.

 

Era excitante, alrededor los cuerpos de los demás se movían sin control ni restricción alguna. Las caderas iban de adelante a atrás, como una danza. Era la representación del sexo en la forma más descarada posible. Pero nadie decía nada, era la música de hoy. Tampoco me quejaba…

 

El piercing era negro, sus labios un poco rellenitos. Perfectos. Sencillamente perfecto.

 

El sudor hacía que el pelo se pegara a la piel, era moreno y tenía ojos grises.

 

-No, no son lentillas. –me dijo y se rió.

 

Nos fuimos a un rincón y comenzamos un nuevo beso, más intenso… más apasionado. Cuerpo contra cuerpo. Sus labios se ofrecían, yo los tomaba. Era simple. Soy Ethan, dijo. Soy Nate, le dije yo.

 

Con esas simples palabras, nuestros labios se unieron y no separaron, lo tome por sus caderas y lo atraje hacia  mí. Haciéndole ver mis intenciones, se mordió el labio y sus manos me empujaron hacia la pared.

 

Lo tome por la nuca y tome entre mis dientes su labio inferior. Cerró los ojos y nuestros cuerpos estaban tan juntos que sentía que la ropa estorbaba. Recordé que estábamos en un lugar público, no debíamos hacerlo.

 

Volvimos a besarnos y fue bajando sus labios hacia mi cuello. Sus manos se metieron por debajo de mi ropa y creí que estallaría. Su toque quemaba, sus labios ardían. Deje que sus manos se escabulleran en mi pantalón y lo bajaran un poco, lo necesario…

 

Se agacho y bajo mi bóxer, me relamí al ver como esa cabecita se estaba bajando y solo veía su cabello. Me estremecí, su mano estaba tomando mi miembro y lo aferraba por la base. Su lengua se asomó por el glande y todo mi cuerpo pedía más. Su lengua trazo un camino desde allí por toda la extensión. Lamía de arriba hacia atrás. Tenía el impulso de embestir profundo en aquella boquita que estaba enloqueciéndome. Poco a poco, siguió lamiendo y por fin, se lo metió a la boca.

 

Estrecho, si, muy estrecho. Caliente y genial.

 

Perfecto…

 

Succiono con fuerza y gemí, feliz de que el ruido de la música sofocara mis gemidos. Gemía cada vez más, sus labios alrededor de mi miembro era lo único en lo que pensaba… lo saco y volvió a meterlo.

 

Jadee, cada vez estaba succionando más. Levanto el rostro y me miró. ¿Qué se supone era lo que debía hacer…? Solo lo miré.

 

Esperaba que siguiera, lo tome por los cabellos y acaricie su rostro. Volvió a lo que estaba haciendo y su lengua se movía como experta, mi mano se movió sin control. Mis dedos se enterraron en su nuca y empuje mis caderas contra su boca. Embestí y me sentí en la gloria. Seguí moviéndome mientras él se dejaba, llegue a lo más profundo de su garganta. Mi respiración se entrecortaba y ya me sentía desfallecer, el placer me estaba cegando. No me contuve y seguí, quería correrme ya.

 

Ya estaba por correrme cuando me di cuenta que tenía una mano dentro de su ropa, se estaba tocando y esa imagen, logro que todo mi cuerpo se tensara y estallara en su boca. Respire profundo y descanse mi mano sobre su cabeza.

 

Los espasmos del orgasmo recién vivido me impedían pensar con claridad…

 

Simplemente fue increíble. Cuando subió, en la comisura de sus labios aún quedaba algo de mi esencia. Por unos segundos me avergoncé y luego sentía como volvía a sentir la excitación recorrerme.

 

La visión era la mejor que había tenido en mi vida. Me subió la ropa y la acomodo de manera un poco torpe. Lo mire y sus ojos estaban vidriosos, sus labios hinchados y húmedos. Rojos, tan rojos… tan deseable y tentadores.

 

-¿Me das tu número? –pregunto. Aun intentando asimilar lo que había pasado, asentí. Sin importar que era lo que había dicho. Asentí. Su pecho subía y bajaba. Como si hubiera corrido una maratón, yo no era la excepción. Estaba sudando y agitado.

 

¿Cómo no?

 

Definitivamente, quería repetir. Una, dos, tres y cuando se pudiera. Me pase una mano por mi cabello y me quite un poco del sudor que había allí. Mi respiración se estaba normalizando, mi cuerpo se tranquilizaba.

 

Presione mis labios contra los suyos y luego acaricie sus labios.

 

-Yo…

 

-No digas nada. –susurro. –solo te pido que me des tu número, claro… si quieres repetir.

 

Asentí y tome el celular que me ofrecía. Marque mi número y llame. Un solo toque y su número quedo registrado. Nos despedimos y volví a casa.

 

Cuando regrese, Clare aún dormía, me quite los zapatos y la abrace por la cintura. Acaricie su rostro y pensé…

 

¿Hasta cuándo seguiría así?

¿Sería Ethan uno de los últimos o habrían más…?

 

Cerré los ojos, intentado olvidarme de todo.

Notas finales:

Gracias por leer!!! Y espero que hayan entendido sino ya saben, dejen review y les despejo las dudas :)

Hasta la prox ^^

Peaace and love...


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