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Querido Yo por Aahil

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Notas del fanfic:

Hola de nuevo, lo se algunas diran que agallas pra subir otra historia y ni siquiera termina las otras (es cierto...) pero es que no puedo evitarlo, desde la primera vez que leei este maga me encnato como todos las demas obras de Eiki Eiki. ella es grandiosa y me encanta muajaujaua.

Aclaraciones:

La letra cursiva Sasuke esta hablando consigo mismo...

hay una parte donde habla con el alien pero es su otro yo.

Bien no me castren (ni bolas tengo pero me gusto la frase jejeje) por el intento y bueno espero que les guste.

UNO

 

Esa noche pensé que estaba soñando…  algo andaba mal, había algo extraño en aquel lugar, iba caminado tranquilamente cuando  gire mi rostro y ahí estaba el, ese chico con ojos lloroso me estaba mirando. Sus cabellos rubios se mecían con el viento, estaba sentado abrazando sus piernas, su mirada de un azul intenso estaba fija sobre mi persona. Su mirada era triste, desolada y hacia que mi corazón se contrajera con un dolor alarmante como nunca antes había sentido, su dolor era tan grande que me hizo pensar: no llores estoy aquí.

 

Eran  las 6:55 am cuando el reloj despertador comenzó a sonar tan insistentemente, me revolví  en mi cama suplicando internamente  que aquel ruido diabólico  se fuera lejos.

 

-          ¿Ya es de día? –  a ciegas saque la mano y finalmente se cayó, ya despierto mire la hora, era temprano, con calma me senté estirándome a todo lo que di, No sé porque pero tuve un buen descanso – umh…  ¿qué? – un segundo, esperen un segundo ¿alguien cambio mi cuarto…? Luce algo diferente a como lo había dejado ayer, las paredes eran de un color azul pálido, las cortinas eran blancas.

 

-          Ey tu, tonto hermano  menor – de pronto el sonido de la puerta abriéndose  irrumpió la calma y un joven de pelo negro y largo apareció en la puerta con una cara de completa molestia – ¿si ya estas despierto levántate? Vas a llegar tarde tonto

 

-          Oye Itachi toca antes de entrar al cuarto de alguien… – ese imbécil siempre hacia  lo mismo todos los días, me enfurecí a tal grado que estaba a punto de lanzármele  y molerle su cara de idiota cuando me percate de algo raro

 

-          ¿eh…? – un momento, un momento ¿ese es Itachi?, luce algo mayor a como yo lo recordaba, tenía una cara más madura y mas masculina, desde mi cama parecía ser más alto que yo  – tu... tu… ¿eres…?  Itachi… ¿verdad?

 

-          Claro que soy yo imbécil – contesto algo abrumado por mi pregunta, lo mire de arriba abajo unas 5 veces, repetí el proceso sin poder creérmelo – ¿Por qué? – tal vez se dio cuenta de mi desconcierto

 

-          No… es que luces como… como alguien responsable – era la verdad el Itachi que me molestaba a cada segundo era un retrasado mental pero  este que tenía en frente no era el que ayer me estaba sacando de mis casillas, confuso y sin poder hablar lo único que atino a hacer fue tocar mi frente y luego la suya buscando algún signo de algo, después golpeo mi frente como siempre lo hacía – ¡oyeee¡

 

-          No, no tienes fiebre,  ayer  dijiste que tus ojos estaban mal, lo recuerdas – ignoro mis reproches y se acerco al closet rebuscando entre el montón de ropa – apúrate y  cámbiate  – estaba sobando mi frente cuando me aventó en plena cara  el uniforme que supuestamente era mío.

 

-          Qué te pasa esto no es mío, yo llevo el uniformé de la secundaria – el silencio se apodero de la instancia, Itachi con las monos sobre su cadera me miraba interrogativamente pero cuando levante la mirada para verlo algo me dejo confundido, sorpresa y algo de incredulidad estaba reflejada en su rostro, trato de formular alguna palabra pero así como quería nacer la pregunta así terminaba, de pronto salió corriendo.

 

-          Madreeeeeeeee – grito a todo pulmón desde la puerta – Sasuke está actuando raro.

 

Trate de detenlo pero me fue imposible, lo escuche bajar las escaleras a toda prisa mientras buscaba como desesperado a nuestra madre, algo está mal, que rayos pasa aquí es como estar en una dimensión desconocida o que mi propia familia haya sido secuestrada por alienígenas, mi corazón latió fuertemente por el miedo, eso era imposible pero no entendía que rayos estaba pasando, de nuevo se escucharon varios pasos acercándose rápidamente.

 

-          ¿Sasuke…? – de pronto entro mi madre junto al idiota de mi hermano que repetía “ah regresado, te lo dije ha regresado”.

 

-          Madre… luces algo… mayor –  fue lo único que pude decir, esa era mi madre, la mujer que me dio la vida, pero que rayos pasaba, yo apenas la vi ayer y lucia el cabello más largo, la piel suave y lisa y  la mujer frente a mi llevaba el pelo por encima de los hombros y bueno se veía algo cansada  y con arrugas. Mi madre como repuesta me apunto con el cuchillo que traía en las manos mirándome con advertencia por  si me atrevía  a decirle vieja.

 

-          Bueno al parecer no hay equivocación Itachi, frases sin sentido, esa boca sucia pero moderada  – después de amenazarme con los ojos se levanto retirando de mi cuello el cuchillo – Sasuke recobraste la memoria.

 

¿Qué perdí la memoria? Que hoy es 26 de octubre de 1997 esto no puede ser  cierto, pero si ayer estábamos  a  13 de mayo, lo recuerdo bien, seguramente es una broma pesada de Itachi pero no luce como si lo fuera además si lo fuera no creo que mi propia  madre participara verdad. Como veían que no les creía en lo más mínimo me estamparon el periódico en plena cara, pero era cierto 26 de octubre de 1997 se podía leer perfectamente.

 

-          Hermanito hasta ahora habías perdido la memoria , para ser más exacto hace dos años –  será verdad todo lo que me estás diciendo, uno no puede perder la memoria de un día para otro verdad – y si no me crees mírate ahora luces así

 

Sin previo aviso y es que estaba asimilando todo esa información cuando Itachi me acerco un espejo y puede ver mi rostro, ese era yo, no, no puede ser, el  rostro era casi igual pero sin duda alguna había cambiado, la misma piel blanca, los mismos ojos pero un poco mas rasgados y acentuados, labios delgados y rosados,  un momento  ¿desde cuándo los tenia rosados?, toque mis  mejillas y eran suaves y tersas ... mi rostro lucia exactamente igual a las foto de mi madre cuando cursaba la secundaria , en pocas palabras era una calca de ella,  ¡ pero lo más intrigante y maquiavélico era:  ¿dónde  quedaron las rastas?!  Mis hermosas rastas de expresión juvenil  habían sido remplazándolas con un simple corte asia atrás con dos pequeños mechones de cabello hacia el frente, no era tan malo  pero mire a mi madre en silencio reprochándole y culpándola.

 

-          Tenias un caso de amnesia – 3 horas después me encontraba en el hospital al otro lado de la ciudad de Konoha, al parecer ahí atendieron  mi caso pues según mi madre ahí me llevaron cuando me encontraron, ¿aun así… qué demonios significa esto? – en el momento en que recuperaste la memoria perdiste los recuerdos de estos dos años, probablemente no me recuerdes soy Tsunade  tu doctora, ¿o sí?

 

-          … no, lo siento – la doctora una mujer ya madura de unos cuarenta y tantos me miraba desde su asiento mientras jugaba con su bolígrafo y le explicaba su situación, es mi imaginación  pero en  cada pregunta le manda ciertas miraditas  cómplices  a mi madre y ella le respondia de la misma manera.

 

-          Tal vez escribiste cosas en tu diario de estos dos últimos años para cuando tu memoria regresara, ¿tienes uno? – dijo  Tsunade mientras se acomodaba mejor sobre su silla giratoria.

 

-          Hmm… No lo sé – jamás he escrito alguno en toda mi vida como quiere que sepa si en estos dos años lo hice.

 

-          Bueno de todas maneras búscalo, si tienes uno tal vez te diga que paso o a quien conociste en estos dos años –  dijo Tsunade, no muy convencido acepte – será difícil llenar el vacío de estos dos años pero… buena suerte y… cuídate

 

Oye no me  digas solo “cuidate” como si fuera algo temporal, aun no puedo creer que esto me este sucediendo a mí, soy un chico normal y al parecer creo que si perdí la memoria, en silencio y al lado de mi madre salimos, el pasillo estaba milagrosamente vacio y solo el rechinido de mis tenis  se escuchaba.

 

-          Tu en esos dos años fuiste un niño algo rebelde  – digo mi madre para romper el silencio entre los dos –  ¡oh no! Tengo que ir a mi trabajo, regresa a casa por ti mismo de acuerdo – miro el reloj de su muñeca exclamando en voz alta para después irse corriendo dejándome ahí sin consideración alguna.

 

Pero qué madre  deja a su hijo el que acaba de recobrar la memoria, suspire si esa sería mi propia madre me quede mirando incrédulo como desaparecía por la calle, estaba intranquilo según mi madre había cambiado mis hábitos, me comportaba diferente, según ella he hecho muchos amigos, soy más sociable que nunca nada que ver como era antes, maldición quien quisiera ser así, pero  yo sé quién soy, hace dos años estaba en tercero de secundaria tenía 14 años y media 1:67 cm, y ahora supuestamente estoy en la preparatoria, cuarto semestre, tengo 16 años y mido 172 cm, claro es obvio que este mas alto ¡¡¡ pero cómo piensan que  voy a llenar el vacío de todo  este tiempo!!!!, aunque he ido a la escuela, ha habido un montón de personas que no conocía y ahora mismo estoy en las mismas por qué no los conozco.

El sonido brusco que hizo el metro ni siquiera interrumpió mis pensamientos, creo que durante todo este tiempo he sido un marginado, poco tiempo después las puertas se abrieron, con un suspiro me baje, metí  las manos en mi bolsillos mientras tomaba el camino directo a mi propia casa, ah ¿habría sido mejor si hubiera cometido un crimen?, un crimen pero en que estoy pensando me enoje conmigo mismo que comencé a caminar más rápido. Tal vez, ¿y si un alienígena  uso mi cuerpo para algo raro?… nah mejor buscare ese diario y después me hare mis queridas rastas de nuevo.

 

-          ¡¡ Espera!! –  estaba por abrir el portillo de mi casa cuando alguien me sujeto de un hombro, me hizo  girar a la fuerza y  me encontré con un chico más alto que yo, vestía el uniforme de la preparatoria, de ojos azules y piel bronceada con unas extrañas marcas en las mejillas, él  me miraba molesto y la verdad me dio miedo .

 

-           ¿Por qué faltaste al colegio hoy? – me quede como tonto mirándolo fijamente, por cómo me miraba supuse que era una persona de cuidado – me prometiste ir a mi casa después de clases  ¿recuerdas?

 

-          Pensé que estabas enfermo, pero verte caminar así  tan energético – vamos a ver… agarre mi barbilla pensando, de acuerdo a él… al parecer el me conoce… palabras y acciones… como no lo conozco supongo que le seguiré la corriente – ¿qué estás haciendo? ¿Juagando a los detectives?

 

-          Mmm… ¿somos compañeros o algo así? – lo sé, no se mentir pero como este tipo en verdad me intimido y la forma como me miro después de mi pregunta,  lo mejor es ser honesto – lo siento, la verdad es que no recuerdo nada de los últimos dos años

 

-          ¿Bromeas? – lo sabía, no me la  iba a creer por qué ni yo me trago ese cuento – no puedes invertirte algo mejor

 

-          No… no es una broma, de verdad mi memoria antes del accidente ha regresado y mi memoria  después del accidente se ha ido…  – oh dios espero y me crea – … lo siento no te conozco a ti ni a nadie mas

 

-          Que…  – el silencio mortal y la cara de este muchacho me sorprendió  –  ¿tú no…  me conoces?

 

-          Ahh jajaja bueno … me voy a casa a buscar un diario o algo así –  realmente me confundió la reacción de este muchacho y los gestos que hizo así que lo único que puedo y quiero  hacer es  escaparme de él

 

-          No lo creo… ¡¡ espera!! – algo cabizbajo por lo que acaba de decir me gire ignorándolo cuando sentí como me agarro del brazo, me hizo girar a la fuerza para  quedar nuevamente frete a él– ¡¿me estás diciendo que te has olvidado de mi, tu ayer con esa misma voz, con esa boca dijiste mi nombre¡¡ recuérdalo,  ayer tu me estabas mirando, ayer dijiste que me amabas.

  

-          ¿Que…? Eh… ¿amor? – todo fue tan rápido, sus palabras me asustaron aunque mas fue la expresión que tomo por un momento creí ver como sus ojos adquirían con color rojizo y después sin más me abrazo con tal posesividad, eso lo puedo tolerar pero lo siguiente que escuche me saco el alma del cuerpo, con calma lo aparte de mi – espera un minuto, ¿yo dije… te amo… a ti? – el tan calmado movió su  cabeza positivamente a mi pregunta como si de un cachorro se tratara –… entonces… eso quiere decir que tu y yo somos…

 

-          ¡¡Amantes!! – exclamo fuerte no, no, no digas eso, no quiero saberlo, no me digan que estoy saliendo con un chico, malditos alienígenas del demonio ¿cómo pueden hacerme esto a mi? Después de eso grite como un poseso mientras instintivamente  me separe de él como a un metro de distancia.

 

-          Es platónico ¿verdad? Eso de ser amantes – roge internamente por que fuera una mentira y el solo lo dijera  porque es un pobre infeliz confundido

 

-          Si lo comparas con ABC*  hemos hecho todo el paquete – al escuchar eso sentí que el mundo se me vino encima, todo esto es peor que un crimen… no me digan que me volví en un  gay en estos dos años,  después de eso grite como psicópata el final de mi vida – ¿Qué? Como que el final? Si te callaras y me dejaras explicarte. Sasuke tu dijiste “ No importa el sexo, yo te amo por quien eres, por el ser humano que eres”

 

-          ¡¡Nooo!!  me suenan  las palabras de un gay – me niego, absolutamente me niego a creer que me he convertido en un gay mas del montón, grite, lo negué  tan alto que el tuvo que sostenerme y tratar de controlarme, después de eso y que lo pensé mejor  – bueno lo pasado, pasado y quiero que lo sepas de una vez por todas: ahora mismo no estoy interesado en salir con chicos voy a olvidarlo, tu también deberías hacerlo lo mismo ¿de acuerdo? ¿Puedes hacerlo?

 

-          ¡¡Te amo!!  ¡¡En verdad te amo!! ¿Cómo puedes pedirme que haga eso?, no hay manera que yo pueda olvidarte, mientras tu estés así frente a mi –  como me tenia agarrado de las manos puede notar el calor corporal de su cuerpo, mis manos  siempre estaban frías y las de él en cambio eran grandes, sus dedos largos y estéticos  estaban calientes  – ¡¡ TE AMOOO!!

 

-          ¡¡Idi.. idiota!! Detente, deja de gritar como si esto fuera una pelea de amantes.

 

-          Es que esto es una pelea de amantes, no me detendré hasta que me recuerdes – digo decidido para después gritar como loco, la gente se empezó a amontonar murmurando y nos miraban – Sasukeee  te quiero a tiiiiii

 

-          Cállate idiota que la gente está escuchando y pueden hacerse ideas equivocadas, ven vamos adentro de mi casa y ahí escuchare tu historia – rápidamente le tape la boca para que dejara de decir y hacer idioteces, lo arrastre como si fuera un costal viejo hasta la reja e inmediatamente desaparecimos  por la puerta.

 

Cuando por fin estuvimos a solas le ordene sentarse,  el me obedeció por que se sentó  en el sillón más grande de la sala, aunque en silencio observaba todos mis movimientos, pero antes que nada voy a buscar el diario del alíen… iba directo a la cocina cuando recordé  el propósito por el cual regrese a casa, subí  hasta mi habitación  sin recordar el invitado que deje abajo, escaneé toda alrededor de mi habitación y todo estaba cambiado a como yo lo recordaba, por donde empiezo… suspire para encaminarme a la mesa donde supongo la utilizo para estudiar.

 

Lentamente abrí los cajones encontrando lapiceros, colores  y demás cosas cuando de pronto  el sonido de la puerta cerrándose con un fuerte golpe me hizo girar y encontrar a aquel chico rubio atracando con su propio cuerpo la puerta y mirándome con unos ojos rojizos y fieros. Ah… él acaba de encerrarnos… 

 

-          Aun cuando te repitiera miles de  veces la verdad no vas a escucharme  – instintivamente retrocedí al verlo acercarse de una manera peligrosa que hizo que todas mis defensas se activaran.

 

-          ¡¡Ey!! ¡¡cálmate¡¡ ¡¡Espera!! – trate de hacerlo entrar en razón cuando me sujeto fuertemente  de los hombros – ¡¡si pudiéramos hablar entendería!! 

 

-          Cállate, ya hablamos y no entendiste – sentí pánico cuando me jalo con mucha fuerza, casi sentí como me eleve del suelo, cerré los ojos con temor por la forma tan ruda de expresarse y actuar  para después abrirlos al sentir como aterrice  en mi propia cama y el se posicionó encima de mi inmovilizándome – pero sé cómo puedo demostrarte que digo la verdad, aunque tu mente no me recuerde tu cuerpo si lo hará.

 

Maldición… con todas las fuerzas de mi flacucho cuerpo trate de quitármelo de encima pero  él es demasiado fuerte, lo sé muy bien,  el me supera en altura y fuerza, pronto cedí a su fuerza y a su peso,  me recostó  completamente sobre  mi cama, estaba totalmente en desventaja ante él y sé que lo aprovecho por que pronto lo tenía recostado sobre mi… déjame ir… le grite cuando todavía intentaba quitármelo, ¡¡recuérdame!! Por favor…  recuérdame…  de pronto me congele cuando sentí su respiración sobre mi oído y aquellas palabras  hicieron un eco dentro de mi mente y me bloquee,  también fui consciente como sin que yo se lo ordenara mi cuerpo fue cediendo

 

-          ¡¡De… detente!!  espera…

 

-          ¡¡No lo hare!! –  digo firme y seguro de sí mismo, de pronto sentí como mi camisa era levantada y una mano se colaba de bajo de mi ropa, el contacto de su piel con la mía desencadeno unas extrañas sensaciones que recorrieron desde arriba hacia abajo por  todo mi cuerpo.

 

-          Déjame ir… ¡ah!  –  un pequeño gemido salió de mi boca, rápidamente la tape  por aquella extraña  reacción de mi mismo, por qué dije “ah”?  y más por alguien como él, esta voz, entonces  toda esa historia era verdad él conoce realmente mi cuerpo —que me dejes maldición.

 

 No se dé donde saque fuerzas pero logre empujarlo  y aproveche para apartarlo de mi pero el aparte de superarme en fuerza era también mas rápido, iba a pasarme al otro lado de la cama para tenerla como mediador cuando él nuevamente me atrapo abrazándome  por detrás impidiendo mi huida ¿Qué debo hacer?, no soy rival para el… es como si yo…, esto es realmente patético, soy patético pero no se qué mas hacer.

 

-          Para hacerte llorar así, ¿te es tan repulsivo? ¿acaso tú me odias?   – si, la única  salida que encontré fue llorar y al parecer dio resultado porque él se detuvo al instante, su mirada dolida y penetrante me hizo sentir tan chiquito, su pregunta me descoloco tanto  y después vi como una lagrima seguidas de varias rodaron por sus mejillas.  – Tú no eres el…  tú no eres el Sasuke que yo conozco  –  camino para atrás lentamente incorporándose en toda su altura sin dejarme de mirar con esos ojos acusadores y tristes, salió lentamente de mi habitación dejándome confuso y con un gran dolor en mi pecho.

 

En la entrada de la casa Itachi se despedía de su amigo a fuerzas, Deidara un rubio de coleta se había ofrecido a acompañarlo en el camino de regreso a su casa, Itachi estaba en la mitad de la carrera, el primer año de la universidad  no había visto a ese chico de grandes ojos azules pero al siguiente año fue trasladado a su clase  y desde ese momento se le pego como sanguijuela a todas partes donde iba, Deidara era raro por naturaleza pero con el actuaba mucho mas, había días en que en verdad no lo entendía pero no por eso dejaba de hablarle. Estaba tratando de entender el doble sentido a  las últimas las palabras de Deidara cuando un gran portazo  hizo brincar  a Itachi para después  ver salir corriendo como un rayo amarillo  a un chico rubio mientras murmuraba algo, Itachi le llamo por su nombre pero él ni siquiera le hizo caso hasta perderse por la otra calle.

 

-          Sasuke, acabo de ver a Naruto irse muy mal, ¿Qué le hiciste? – Itachi al no obtener respuestas de Naruto entro a su casa preocupado,  subió rápidamente a la habitación de su hermano menor y sin siquiera tomarse las molestias de llamar entro cuestionando al dueño – ¿… que paso? ¿acaso  pelearon? – pero al verlo todo pensativo dudo en seguirlo cuestionando. Sasuke tan solo giro su rostro agarro su dragón gigante  de peluche y lo abrazo mientras escondía su rostro en el.

 

¿Por qué me siento así? ¿Por qué me siento tan terriblemente mal? Él es quien debería estar mal no yo, entonces ¿por qué? ¿Porque me miraba así?, como si fuera un animal abandonado, su cara, la expresión de  sus ojos azules tan profundos y tristes me hicieronn sentir mal, apreté con mas fuerzas al peluche mientras agarraba mi pecho, mi corazón duele.

 

-          ¿Por qué yo? ¡¡Maldición me hace parecer como el malo de la historia!! – hasta ahora deje que la tristeza fluyera de mis ojos, Itachi solo en silencio me miraba – dime ¿Por qué? Por que debería sentir dolor por un tipo que ni siquiera conozco… ¿Por qué?

 

-          Ah, es verdad, espera hermanito – Itachi al parecer recordó algo, salió apresurado a buscar algo,  después de varios minutos regreso, se paro delante de mí y me entrogo una sobre blanco – toma

 

-          ¿Una carta…? ¿de quién...? –  me limpie la cara con la manga de mi camisa y  recibí tratando de ver el remitente

 

-          De tu antiguo yo, lo siento pero me pediste que te la entregara solo si tu memoria regresaba –  la abrí inmediatamente no prestándole atención a la disculpas de mi hermano mayor – es cierto como tu diario está escondido me tome la libertad de buscarlo

 

 Ni siquiera le preste atención a las libertades que Itachi se tomaba conmigo, después de eso se quedo milagrosamente callado. Esta  es… una carta del alienígena que ocupo mi cuerpo durante estos dos años, cuenta lo que ocurrió y que yo no sé.  Desdoble el papel sobre mis manos, con el corazón latiéndome fuertemente  y comencé a leerla:

 

Querido yo:

 

Finalmente hay alguien a quien amo, cuando no esté más aquí, solo  me preocupa esa persona. Esa persona es Naruto Uzumaki. El es un muchacho, me pregunto que harías su supieras que salgo con un chico, ¿lo rechazarías? Porque esperó que no lo dejes estar solo…  aunque se mira fuerte y valiente, a él no le gusta estar solo. Cuando veo la tristeza reflejada  en sus ojos el  corazón me duele.

 

Amo su brillante sonrisa, es tan cálida y segura,  por eso, quiero hacerle sonreír por siempre. ¿Me pregunto si tú algún día  pensaras igual? Seguramente pensaras lo mismo porque… tú eres yo…

 

-          ¡¡No!!  ¡¡tú no eres yo…!! – arrugue la hoja enojado – por qué no conozco tales sentimientos. No sé nada sobre él, no recuerdo nada de él – negué con la cabeza, cerré los ojos negando mi realidad y la imagen de ese chico regreso a mi cabeza—  lo que dice esta carta yo no lo escribí, yo no viví eso, y no tengo tales sentimientos porque ese no era yo, pero… ¿porque me duele el corazón?.

 

-          Oye Sasu – finalmente Itachi hablo mientras me miraba serio – tu siempre decías “No voy a dejarlo solo, por que el no puede estar  solo” – aquellas pablaras me sorprendieron, yo había dicho algo como eso – porque tú y Naruto eran… amigos muy… cercanos… por no decir “Amigos con derecho” – la ultima oración Itachi la dijo en un susurro.

 

-          Ahora que lo sabes, ¿vas abandonarlo?, ¿está bien hacer  eso? – aquella  pregunta hecha por Itachi calaron en lo más profundo de mi ser.

 

Quiero hacerlo pero el dolor en mi corazón, es un dolor que viene de mí, tal vez él alienígena lo estaba recordando. Tal vez mi propio cuerpo lo estaba… aceptando… o acaso  nunca hubo ningún alienígena dentro de mi… solo era yo… tu eres yo… esa frase nuevamente retumbo en mi cabeza.

 

-           Itachi… ¿tú sabes…  cómo localizarlo…? –  después de un largo silencio mire a mi hermano, el me sonrió como cuando era pequeño después de eso salió de la habitación.

 

Supongo que no tengo otra opción, aunque no tengo la menor intención de convertirme en un gay, mi corazón aun así me duele, supongo que  comenzare a tratarlo. Por ahora creo que empezare a mirar su sonrisa… ¿te parece bien? Yo.

 

*A= Salir, Tomarse de las manos.

   B= Besos y Abrazos.

   C= Sexo

 

Notas finales:

Beuno eso es todo, ya estoy con la continuacion, la subire pronto mujauajau, comenten por favor bye bye.


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