FORGIVEME
La culpa le carcomía, quería pedir perdón pero ¿Cómo hacerlo? No se atrevía, no sabia como, además estaba su orgullo, maldito orgullo, gran muralla de contención, escudo y espada de su solitaria vida.
No se arrastraría, no se humillaría, él jamás, nunca bajaría la cabeza, ni siquiera sabiendo que eso era lo correcto, lo debido, aguantaría, claro que lo haría.
Porque todo mundo sabe que los hombres no lloran y menos los mas fuertes y él Hibari Kyouya es un hombre y es fuerte así que no llora.
No lo hace sin importar cuanto lo extrañe, cuanto le duela haberle traicionado y herido, sin importar cuanto…pero él lo hizo por una buena causa lo hizo porque lo amaba, lo hizo porque deseaba que fuera libre y no se arrepiente, entonces… ¿Cómo le puedes pedir perdón a alguien por algo de lo que no estas arrepentido?
El Haneuma quería su libertad y él se la había regalado, aun así todo conllevaba un precio y…ambos lo habían pagado, ¿Cómo? Pues con la ausencia del ser querido, con la añoranza, con la ruptura de su relación.
Dino siempre anteponía a la familia, vivía para ellos,…pero si ellos no existieran…
Si los Cavallone no le ataran, si su puesto de decimo no fuera una cadena, si los Vongola no fueran grilletes entonces….
Dino seria libre y seria suyo, y si fuera libre y suyo entonces dejaría de ser un tonto herbívoro y se mostraría como el carnívoro que era por dentro y fue así como tomo su decisión , no había de otra, eliminaría a las familias eliminaría ala mafia, matarlos a todos , debía hacerse.
Toco el timbre y espero a que le abrieran, al hacerlo Dino lo miro casi sin ver.
-Pe…per…
Tartamudeo un poco.
-Esta bien, puedes pasar.
Kyouya entro al pequeño departamento, era muy simple, casi espartano, no la clase de lugar que debiera habitar el rubio.
-Este sitio se ve muy vacío.
-Esta vacío como yo.
-¿Sigues molesto conmigo?
Dino no contesto.
-No me arrepiento de lo que hice.
La mirada fría de Dino lo hería pero aun así…
-Hice lo que tenia que hacer.
-Fue un acto egoísta.
-Ya lo sé…per…pero.
-¿Pero?
-Per…per…pero tenia que hacerse, tu necesitabas tu libertad.
-No me siento libre, si no perdido, atrapado e irresponsable.
-Ya se te pasara.
-Ay Kyouya…
-Dino per…per…perdóname, perdóname por favor
-¡Eh!
Entonces Dino se quedo mirándole como si le hubiera salido un tercer ojo o se hubiese puesto azul.
-¿Qué dijiste?
-Porque no solo me dices si, y me ahorras la humillación.
Grito el jovencito, pero agachando la cabeza cosa que se dijo que no haría susurro.
-Perdóname por favor…yo solo quería que fueras libre.
-No Kyouya…
Lagrimas salieron de los ojos del jovencito al oír eso.
Dino se acercó a él y levanto su rostro impulsando su barbilla, se quedo mirando esos arrogantes ojos ahora llorosos.
-Tu no querías que yo fuera libre, querías ser mi único dueño, mi única responsabilidad mi universo entero, pero ya lo eras, ya eras mi mundo, mi vida , todo sin embargo como jefe de familia me debía ellos …deben estar tan perdidos sin mi, eres un crio egoísta.
-Ya lo sé,…pero no volverás con ellos y…
Se secaba las lágrimas pero nuevas surgían.
-Yo…yo…si no quieres perdonarme no lo hagas me largo.
Intento salir pero Dino lo sujeto del brazo.
-No te vayas, no te he dicho que no te perdone.
-Pero…dijiste no.
-No, yo dije, no Kyouya tu no querías que yo fuera libre tu querías…
-Ser tu único dueño si es lo que quiero, ser tu todo.
-Lo eres…
-Tu familia…
-Mi gente, mis amigos, mi familia, si Kyouya los quería, pero siempre has sido tu lo mas amado.
-Perdón…Dino lo siento.
-Pides perdón pero no te arrepientes
-Irónico ¿no?
-Paradójico si, pero así es
-Ti amo Kyouya.
-Dino perdón.
-Te perdono.
Dino abrazo y beso al jovencito que sollozo en sus brazos, Kyouya podía ser muy terco, fuerte y rebelde pero seguía siendo muy infantil, después de todo era joven. Apenas tenia 17 años, él le llevaba seis pero eso no era problema para ellos, se amaban y se volvieron amantes un año antes pero de pronto Kyouya empezó a exigirle cada vez más a monopolizar su tiempo y odiaba sus compromisos y responsabilidades, sus viajes a Italia, por eso desesperado actuó absurdamente, se robo un prototipo de verde y lo uso en ambos, el invento era nuevo y estaba incompleto y era un aparato crono tópico el cual abrió una brecha en el tiempo y los traslado 50 años en el pasado, una época en la que ninguno había nacido, un lugar donde Dino seria solo suyo, no mas mafia a la que responder, que si bien existían los Vongola y los Cavallone no podían ir con ellos y decir que eran viajeros del tiempo así como así, seria cuestión de localizarles y acceder a ellos y no seria cosa fácil, eso de ser viajeros del tiempo es cosa complicada uno nunca sabe que estragos puede hacer en la historia así sea el viaje de 10, 100 o 1000 años de diferencia, .
Dino estaba furioso porque su familia había quedado abandonada a su suerte y el hecho de que ellos no supieran de su paradero era alarmante, pensarían que se fugo con Kyouya y mando todo a la mierda.
-El plan original era matarlos a todos.
Comento Kyouya.
-Bromeas ¿cierto?
-No.
La seriedad en el jovencito le hizo creerle.
-¡Estas enfermo!, ¿tan egoísta, celoso y posesivo eres que…?
-Si.
-Eres un psicópata.
-Lo sé.
-Ah Kyouya… ¿Qué voy a hacer contigo?
-Ámame.
-Ya te amo.
-¿Si los hubiera matado…?
-Aun te amaría, pero lo sabes ¿no? Aun a pesar de todo te amaría pero eso si no te lo hubiera perdonado nunca y hubiese tomado mi venganza.
-¿Me matarías?
-Probablemente.
-Y después te suicidarías.
Dino no contesto.
-Lo harías porque habrías perdido todo cuanto amas, y tu razón de vivir, es por eso que no lo hice , no me importaba mucho que me mataras, pero hacer que tu murieras ..no podía ser, por eso le robe la maquina a verde , no sabia a que época nos traería ni a que lugar solo sabia que no volveríamos jamás, la maquina no estaba terminada , te amo Dino, solo quería tu libertad en la prisión que es mi cuerpo.
-Ya me tenías en esa prisión.
-Perdóname
-te perdono, te amo
-abrázame, hazme tuyo
-Kyouya
-penétrame, húndete en mi con fuerza, cabálgame con rudeza, castígame por mi crimen
-Kyouya…
El moreno se desnudo arrancándose la ropa con prisa.
-tómame, castígame.
-no soy un sádico amor.
-ya lo sé, pero…
Dino cedió a la provocación y arremetió contra Hibari besándole y acariciándole con rudeza, a los pocos segundos ya estaba profundamente en el interior del chico bombeando con fuerza, dándole embestidas salvajes, apretaba con fuerza su pene estrujándolo y dirigía al cuello mordiéndolo hasta dejar amoratadas huellas.
Hibari estaba enloquecido por el placentero castigo que se prolongo la noche entera.
-ti amo
-¿aunque sea un psicópata?
-aun así
-mmm nyaaa….
Como un gatito Hibari ronroneo y se acurruco feliz en el pecho del potro, cerró los ojos y sonrió.
-no te duermas, aun no termina tu castigo.
.es casi ya el amanecer.
-¿y eso que?
-dino modifico la posición del chico abriendo sus piernas y tragándose su miembro completo.
-hum…
Sintió como los dedos entraron en su interior y le preparaban de pronto grito al sentir la mordida en la punta de su miembro , pero lejos de sentir dolor eso lo éxito mas y dejo salir su orgasmo.
-ahhh Dino…
El potros saboreo aquel néctar antes de sacar los dedos y volver a hundirse dentro del chico esta vez con un ritmos acompasado y suave, él no era un sádico y no le gustaba lastimar a Kyouya pero si el quería si podía ser rudo y salvaje , no era lo mismo que ser cruel y sabia que Kyouya necesitaba aquella dura follada que le quebrantara el orgullo y le dejase sometido , necesitaba de esa sumisión solo por esa vez , necesitaba el castigo para sentirse realmente perdonado , por que aunque lo que hizo lo hizo por amor sabia que lo lastimo ya hora ambos estaban varados 50 años atrás de su época en un país desconocido pero al menso estaban juntos y se amaban.