CAPITULO II
LA VENGANZA UZUMAKI.
El pasado es el forjado de odio y rencores.
Los años pasan uno a uno dejando huellas que nos marcan en el futuro, un futuro que se ve forjado según las decisiones de aquellos que nos rodeas, protegen y aman.
En una ciudad mucho más avanzada, en aquellos barrios donde solo las personas con grandes imperios financieros tenían derecho de vivir, se observa en la habitación de una humilde “mansión” a un joven pelinegro de 15 años, envuelto entre las sábanas blancas similares al color de su piel, el sol empezaba a colar entre su ventana iluminando su angelical rostro que poco a poco dejaba visibles aquellos zafiros negros al abrir sus ojos.
─ Ohh. –Un bostezo salió de su boca- ¡Que pereza! –Se volvió a colar debajo de las colchas-
Aquel hermoso joven perezoso era Sasuke Uchiha heredero de la gran fortuna Namizake y Uchiha, por su propia seguridad y bienestar portaba el apellido de su papi dejando a las sombras su origen Namizake, actualmente convivía junto a sus abuelos mientras su familia viajaba por negocios, un viaje muy largo para el gusto del moreno.
─ ¡Sasu-chan! –Mikoto como todas las mañana entraba a la despertar a su pequeño hijo como ella le llamaba-
─ Cinco minutos más. –Se escuchaba una voz perezosa bajo las colchas-
─ ¡No! Si no sales ahora llegaras tarde. –Se acerca jalando las colchas dejando visible a un acurrucado moreno-
─ Oka-san. –Abre un ojo para observarla- Me duele la barriga.
─ ¿Barriga? Ya te doy un remedio.
─ Tengo fiebre. –Como todos los días amanecía con todos los males sobre él- Me duele la cabeza.
─ Sasuke por favor compórtate como el joven que eres. –Lo mira seriamente- Te espero en quince minutos en el comedor.
─ Hai, Hai. –Observa como su abuela abandona la habitación- Creo que he perdido mis encantos.
Tomando en cuenta la gran característica de los Uchiha en ser fríos y serios, el joven Uchiha era una combinación entre el chico serio para el mundo y el mimado divertido para su familia.
Bañado y vestido con el uniforme de la escuela Sasuke bajaba aun con la clara señal que moría de sueño.
─ Buenos días joven Sasuke. –La servidumbre lo saludaba cortésmente-
─ Buenos días, ¿Mis abuelos? –Pregunta a la joven sirvienta-
─ Le están esperando en el comedor.
─ Entiendo, gracias. –Se encamina por los pasillos hasta llegar al comedor donde los líderes del Clan Uchiha lo esperaban- Buenos días, Oto-san. –Inclina su cabeza-
─ Buenos días hijo, ven toma asiento.
─ Hai.
Una mirada tranquila se posaba sobre sus padres aunque Sasuke vivía feliz con ellos, no podía negar que extrañaba a sus padres biológicos, habían transcurrido tres años desde que empezó a vivir en la mansión.
─ Disculpe Uchiha-sama. –Entra una de las sirvientas-
─ ¿Qué ocurre Manade? –La observa seriamente ya que odiaba ser interrumpido mientras comía-
─ La limosina esta lista para llevar al joven Sasuke, si no sale ahora puede llagar tarde.
─ ¿Tarde? –Observa la hora- ¡Las 6:45! ¡Diablos! ¡Tengo quince minutos! –Se levanta apresurado- Nos vemos Oto-san, Oka-san. –Les da sus respectivos besos y sale corriendo-
Los tres adultos quedaron viéndolo con una gota resbalando sobre su cabeza.
─ Que chicos. –Comenta Fugaku- Es idéntico a su padre de perezoso. –Le da un sorbo al café- Heredo lo peor de Minato.
─ Jiji tienes razón Itachi no era así. –Sonríe al recordar a su hijo- ¿Dónde estarán ahora?
─ Según me dijo estarían en Berlín.
─ Fuera bueno que regresen, Sasuke los extraña mucho. –Observa con melancolía aquella puerta donde salió corriendo-
─ Lo sé, pero por la seguridad de Sasuke no pueden estar cerca.
─ Tienes razón querido.
Ambos Uchiha anhelaba el día que su familia se vuelva a reunir pero temían que con aquella reunión peligre la vida del menor tal como lo había pasado hace unos años atrás.
No muy lejos de ahí en el gran Instituto “Konoha Gold” una institución con la misión de preparar a los futuros empresarios de las grandes empresas de Japón y el mundo, en las puertas de la institución se observaba como una limosina con el claro emblema del clan Uchiha traía consigo al chico más popular de dicha institución.
Nada más y nada menos que el más poderoso económicamente Sasuke Uchiha, también conocido como el Príncipe Uchiha.
─ Hoy nadie lo espera joven. –Comentá su chofer al abrir la puerta-
─ Que bueno, no quería que nadie me moleste. –Sonríe aliviado- Gracias nos vemos en la tarde Tanaka.
─ Hasta la tarde joven Sasuke.
Tranquilo y sin ningún tipo de apuro se acercaba Sasuke a las puertas de la escuela, donde una joven peliceleste lo esperaba mostrando sus dientes.
─ Siegetsu. –Susurro al ver a su mejor amigo-
─ Otra vez tarde.
─ No exageres, lo que pasa es que todos entran antes que mí. –Sonrío con arrogancia-
─ Muy gracioso, vamos al aula.
─ Hai. –Se encamina a la puerta- ¿Eh? –Voltea observando a la calle-
─ ¿Qué te pasa? –Lo mira preocupado-
─ Otra vez esa sensación. –Contesta algo preocupado-
─ ¿Otra vez? Ya le contaste a tu papá sobre eso. –Lo mira serio ya que no era la primera vez-
─ No, no quiero que se preocupe, es solo que no me gusta sentirme observado. –Aun mirando hacia la puerta de la escuela-
─ Tranquilo. –Golpea su hombro- Aquí dentro nadie te puede hacer daño.
─ Es verdad. –Sonríe algo aliviado- Vamos a clases antes que todos lloren por mi ausencia.
─ Jajaja, todos mueren ante la ausencia del Príncipe Uchiha. –Se burlaba al recordar a sus compañeros-
Con una sonrisa en sus labios Sasuke y Siegetsu se encaminaron a su aula, pero antes de entrar completamente dio una última mirada a la puerta con la preocupación de sentir que alguien lo estaba observando desde afuera de la institución.
A las afuera del colegio un par de ojos azules miraban fijamente como el moreno ingresaba, una sonrisa se formó en sus labios al observar la preocupación del chico.
─ Sabes que estoy aquí aunque no me ves. –El ojiazul comentó divertido mientras espiaba al chico-
─ Aun no comprendo, ¿Qué interés tienes por ese chico Naruto? –Preguntó su amigo que lo acompañaba en esos momentos-
─ Gaara amigo mío. –Sonríe de una forma que estremeció al pelirrojo-
─ ¿Naruto? –Susurra algo asustado- ¿Qué planeas?
─ Mi venganza.
─ ¿Venganza?
─ Así es. –Lo mira directamente- Ese chico se llama Sasuke Uchiha, es… –Frunce el ceño fastidiado- …mi medio hermano. –Lo recuerda con mucho odio-
─ ¡¿Medio hermano?! –Se asombra al escuchar tal noticia-
─ En la casa te cuento todo.
─ Hai.
Dando una última mirada a la escuela se aleja con sus pensamientos de venganza, una venganza que había planeado desde hace muchos años pero solo esperaba el momento adecuado para actuar.
En completo silencio ambos chicos dentro de un auto perteneciente al pelirrojo llegaron al departamento del rubio, un departamento pequeño con pocas cosas, pero lo más importante para él era el cuadro que adornaba su sala, un cuadro que reflejaba la belleza de su madre.
─ Hola mamá. –Sonrío tiernamente mientras acariciaba el rostro de la misma-
─ Naruto. –Su amigo lo observaba con una sonrisa, pero a la vez asombrado como alguien como él que hace un momento su sonrisa lo asustó ahora lo llenaba de ternura-
─ Te contare mi historia. –Se acercó a la sala- ¿Una cerveza? –Le ofreció una lata-
─ Sabes bien que no tomo. –Frunció el ceño-
─ Como quieras. –Dio un sorbo- Aburrido.
─ ¿Qué pensaría tu madre si te viera?
Por un momento dejo la cerveza a un lado, y sonrío, ¿Su madre? Ella fue lo más importante en su vida, ahora con 20 años sobre sus hombros y con una vida completamente independiente del mundo, Naruto Uzumaki no tenía nada que lo ate a una vida feliz, solo se basaba en el pasado que lo atormentaba cada día de su vida.
─ ¿Naruto? ¿En qué piensas? –Lo mira preocupado-
─ Gaara escúchame muy bien lo que te voy a contar, tú me conoces desde que éramos muy jóvenes, incluso tuviste la dicha de conocer a mi madre.
─ Kushima-san fue una gran mujer, ella era como la madre que nunca tuve. –Sonríe al recordarla-
─ No todo fue felicidad en nuestra vida. –Se pone serio- Yo soy hijo del hombre más miserable de este mundo, Minato Namikaze.
─ ¡¿Namikaze?! ¡El dueño de las empresas Namikaze! –Grita asombrado ante la nueva información-
─ Si, ellos vivieron cuatro años juntos, una vida llena de lujos y felicidad para nosotros pero luego de ese tiempo él nos abandonó. –Baja la mirada enojado solo al recordar- Mi madre sufrió mucho con su abandono, nos dejó completamente en la calle, nunca se preocupó por mí.
─ ¿Por qué se separaron? –Preguntó algo inseguro-
─ ¿Por qué? –Presiona los dientes de la ira- El muy miserable se llevó a la cama al hijo de su mejor amigo, él heredero del Clan Uchiha.
─….. –Simplemente prefirió callar ante el asombro-
─ Ese tipo resulto ser un asqueroso doncel y como resultado de esa noche nace Sasuke, al enterarse del embarazo ese maldito prefirió dejarnos a un lado con tal de no manchar la reputación de la familia de su amigo.
─ No puedo creerlo. –Susurro al fin Gaara-
─ Por años viví en carne propia las consecuencias de las malas acciones de ese hombre y el dolor que tuvo que pasar mi madre. –Cerro su puño muy enojado- Mi madre no hubiera muerto si él hubiera estado a nuestro lado, sino la hubiera abandonado cobardemente, por eso yo Naruto Uzumaki jure frente a la tumba de mi madre que me vengaría de Minato Namikaze por todo el dolor que nos hizo pasar, lo pagaría con lo que más ama en este mundo. –Sonrío sádicamente- Su hijo.
El silencio invadió la habitación el pelirrojo aun no lograba asimilar lo que había escuchado de boca de su mejor amigo, tantos años conociéndolo y nunca espero que en su corazón existiera tanto odio hacia su propio progenitor.
─ ¿Qué planeas hacer exactamente? -Preguntó después de un largo rato-
─ Mi plan tiene algunos pasos que fueron diseñados perfectamente, como vez el primero que hice fue dar con él, luego de buscarlo por más de tres años al fin encontré a mi “hermanito” –Habla con son de burla- Lo que no me esperaba es que no llevara el apellido Namikaze.
─ ¿Estás seguro que es él?
─ Si, investigue la rama familiar de los Uchiha y resulta que él es su nieto no su hijo, luego de encontrarlo decidí seguirlo en todo momento para saber que realiza durante el día, resulta que es un chico muy aburrido pasa todo el día en su casa solo sale para ir a estudiar.
─ ¿Ahora qué vas hacer? –Algo curioso por el plan-
─ Me encargare que me conozca repentinamente, pero nuestro encuentro debe ser algo improvisto a la vez muy bien planeado.
─ ¿Luego?
─ Me convertiré en su amigo para ganarme su confianza que lleguemos a ser muy unido, para de ese modo enamorarlo poco a poco al punto que cada vez que me vea se sienta nervioso con mi sola presencia, cuando el niño este completamente enamorado lo convertiré en mi novio, seré el novio perfecto para él no tendré errores, haré que me ame con todas sus fuerzas que ni siquiera su familia pueda separos. –Sus ojos brillaban de emoción el solo recordar su plan-
─ ¿Para qué enamorarlo?
─ ¿Por qué? ¿Quieres saberlo? –Se burla de la curiosidad de Gaara-
─ ¡Por supuesto que sí!
─ Jaja está bien te lo diré, eres muy curioso Gaara-chan.
─ Baka. –Susurra-
─ Por último lo haré mío, lo llevare a mi cama robándome su virginidad luego de llenarlo de placer, me desharé de él del mismo modo que su padre lo hizo con mi madre.
─ ¿Naruto? –Lo mira completamente asombrado-
─ Con un hijo en su vientre. –Sonríe lleno de maldad-
─ ¿Hijo?
─ Si, ese es otro secreto del Clan Uchiha, Sasuke Uchiha es un doncel.
Palabras llena de odio y rencor salían de la boca del rubio, el plan estaba creado con cada paso que avance acabaría con el Uchiha lentamente para cuando termine su venganza sería consumada.
Pero el errar es de humano y hasta el plan mejor creado siempre trae consigo algún error sin importar el más pequeño que sea, Naruto estaba completamente confiado con su plan a prueba de errores, pero nada es erróneo hasta el momento que se lo ejecute, procese, finalice y vea los resultado del mismo, un resultado que posiblemente no siempre llega ser el esperado.
─ Muy pronto todo iniciara. –Naruto miraba por la ventana- Prepárate Sasuke-chan, porque pronto sabrás quien es Naruto Uzumaki jajajaja. –Una risa llena de odio y maldad salió de la boca del rubio-
Muy lejos de ahí el joven azabache se encontraba en el balcón de su habitación leyendo tranquilamente un libro cuando de repente un viento frío lo envolvió poniéndolo nervioso, dejando a un lado su libro se levantando mirando fijamente hacia el horizonte.
─ Que extraña sensación. –Llevo su mano hacia su pecho- Tengo un mal presentimiento, siento que algo malo va pasar.
Con la sensación de miedo y preocupación invadiendo su corazón el joven azabache no podía hacer más que mirar hacia el ocaso, en donde el azul y el negro miraban al mismo tiempo sin imaginar que sus caminos muy pronto se unirían gracias a los planes del primero.
Un corazón que ignorar el amor es capaz de herir con una frialdad inigualable.