Hace una semana atrás me llamaron para que realizara un “trabajo”, por supuesto acepte ya que solo era uno más pero algo se me salió de las manos…
Una semana atrás…
– ¿Hola?
– ¿Georg Listing?
Desperté con un terrible dolor de cabeza en una habitación que no era la mía, sospechaba que era la de un hotel: muchas veces despertaba en hoteles con chicas que apenas conocía o simplemente gogos de algún club al que había ido, ni móvil comenzó a sonar pero no contesté ya que nunca contestaba al primer llamado siempre esperaba y como pensé volvió a sonar.
– Depende. ¿Quién lo busca?
– Jejeje… por lo que veo eres como me lo dijeron, soy Tom Kaulitz y necesito de tus servicios. Tengo una propuesta que hacerte y estoy seguir que no podrás rechazar es un trabajo muy fácil
– Y… ¿de qué se trata?
– Entonces estoy hablando con él…
– Si, de que se trata el trabajo
– Es muy simple, quiero que sigas a mi hermano, sospecho que está saliendo con alguien y que ese alguien es un … hombre
– Espera. ¿Quieres que siga a tu hermano para saber si es marica?
– Eso no te importa el punto es que quiero que lo sigas
– Ok, ok pero necesito que me mandes toda la información de tu hermano, lugares que frecuenta y esas cosas, ¿entiendes?
– Claro Georg, te las enviaré
– Creo que te informaron demasiado bien de mi, tanto que sabes mi numero y mi dirección
– Jejeje… nos veremos pronto Georg, muy pronto…
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Como describir los lugares que frecuentaba Bill, liberales si así era la forma más decente de llamarlos, lo venía siguiendo ya 4 días y no había lugar en el que no me sintiera incomodo. Ahora mismo, llevaba 30 minutos sentado en la barra y un total de 10 personas ya se me habían acercado y la mitad de esas personas habían sido ¡Hombres!
No era homofóbico pero era muy incomodo que chicos menores que yo se me estuvieran insinuando, ¡Hasta me habían dado el numero de sus móviles! No me quedo remedio que aceptarlos.
Quería irme de ese lugar cuando vi que Bill entro por la puerta mirando a todo como si estuviera buscando a alguien, pero parecía que no lo encontró así que fue directamente hacia un mesa, Bill era un chico extremadamente guapo no podía creer que fuera marica sería un gran desperdicio para las chicas. Debieron pasar unos 15 minutos cuando gire hacia la puerta del pub y vi entrar a alguien que me dejo estático, era un chico, rubio, de ojos más o menos claros, no sabía que había en él pero me atrajo rápidamente, era extraño yo nunca me fijaba en chicos.
Al entrar busco entre la gente a alguien y al parecer lo encontró, en su rostro se dibujo una enorme sonrisa, empezó a caminar hacia… Bill, y para mi sorpresa lo saludo con un…beso.
¡Bingo¡ lo encontré por fin tenia lo que quería, Tom tenía razón Bill es marica y lo único que necesito para probarlo es una foto, me prepare para sacar mi cámara pero en el preciso momento en que iba a sacar la foto Bill se acerco al oído del rubio, vaya yo a saber que le dijo pero el rubio puso una cara que… uff
Seguí con la vista como Bill se dirigía al baño, en el momento en el que entro al baño dirigí mi mirada a la mesa en la que estaba Bill con el rubio y me encontré con una penetrante mirada.
El “novio” de Bill me estaba mirando de una manera poco sana, era muy penetrante pero al mismo tiempo, seductora
Lo mire también, pero de distinta manera, estaba completamente perdido en si mirada era muy extraño, nunca había sentido esta atracción por nadie y menos por un hombre. Le dio un sorbo largo a su bebida y salió caminando hacia los baños, eso no me pareció para nada extraño, pero si empezó a parecerme raro que después de 30 minutos Bill y el rubio no salieran, así que decidí ir a investigar.
Con lo único que me encontré, al entrar a los baños, fue con un silencio sepulcral. Al pasar por los espejos me di cuenta que tenía el pelo un poco revuelto así que me detuve para arreglarlo
– Ah… ah…
En tanto silencio se noto claramente que esos sonidos eran gemidos y claramente venían de algún cubículo ¿Pero qué rayos estaba pasando ahí dentro?
– Ah… ah… Kiro… mas fuerte… mas fuerte…
Eso ya no eran simples gemidos. Así que seguido por mi curiosidad pegue la oreja a la puerta del cubículo del cual venían eso extraños sonidos
– Ah… ah… ¡Ah!...¡Ahhhh!... ¡Kiro!...¡Kiro, mas fuerte!
Y casi catapultado por algo salí corriendo del baño, pero que rayos…
Bill y, por lo que había escuchado, Kiro estaban follando como conejos en el baño de in pub, wow eso era muy fuerte… y traumático para mi, después le sacaría una foto a los dos ahora debía salir de ahí o quedaría perturbado para siempre.
Pague la cuenta lo más rápido que pude, y me dispuse a salir de ahí pero pare en seco al ver que Bill y Kiro salían del baño arreglándose el pelo como podían, Bill miro al rubio dedicándole una sonrisa y se fue y yo tuve que salir detrás de él aunque sabía que tenía pareja, debía seguir detrás de él por si acaso tiene otro noviecillo
– ¡Hey ¡
Ya había casi salido del pub cuando escuche ese extraño llamado.
Gire casi por instinto y me encontré con una melena rubia, la cual acababa de reconocer al instante.
– ¿Qué?
– ¿Por qué estas siguiendo a Bill?
– ¿Perdón?
– Hace unas noches atrás te he visto en los mismos lugares que nosotros, al principio pensé que solo era coincidencia pero ahora ya no
– Y… ¿Qué te hace pensar que lo estoy siguiendo?
– Porque apenas salió tu saliste tras él
– Eso no tiene nada que ver con él, salí porque quise y además no tengo porque dar explicaciones a alguien que no conozco
Me dispuse a seguir caminando cuando…
– Kiro, me llamo Kiro, ahora ya sabes mi nombre, ¿Puedo saber el tuyo?
No necesitaba saber su nombre, ya lo había escuchado y ahora ¿Qué? ¿Debía decirle mi nombre?
– Georg…
– Mmm… Georg … lindo nombre
– Situ lo crees ahora ya déjame en paz
– Mmm… creo que no jejeje
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– ¿Vives por aquí?
– Si
Sin darme cuanta habíamos empezado a caminar hacia mi casa, era muy extraño no me sentía nada incomodo con él, además ya que estaba en este plan de acompañarme podía aprovechar para sacarle unas fotos las necesitaba para mi informe, el problema radicaba en que no sabía que decirle para que se dejara sacar las fotos
– ¿Kiro?
– ¿Sí?
– Podrías… dejar que te saque algunas fotos…
– ¡Claro!
Vaya fue muy fácil, más de lo que pensaba…
En poco tiempo llegamos a mi casa, él parecía hasta emocionado con la idea de que yo le saque algunas fotos, pobre era muy ingenuo…
– Espérate aquí, ¿Ok?
– Ok
Entre rápidamente a mi casa y tome la cámara, por suerte estaba cargada sino tendría problemas con Kiro
– Y… ¿Cómo me pongo?
– Como quieras de igual
– Hem… ¡ok!
Empezó a posar de maneras muy diferentes, algunas me resultaban hasta graciosas, en pocos minutos ya tenía un total de 25 fotos, era más que suficiente pero se me ocurrió algo mas…
– Kiro ponte de frente
– Ok...
Hiso lo que le dije, miro hacia la cámara con una mueca seductora pero al mismo tiempo, divertida provocándome una sonrisa estúpida que reprimí al instante
– ¡Listo!
– Wow estuvo cool Georg , ¿Eres fotógrafo?
– Hem... algo asi
Saco un pelito de su bolsillo y me miro como si estuviera pesando si dármelo o no
– Toma...
– ¿Qué es?
– Mi numero y mi dirección
– Y, ¿Yo para que quiero tu número y tu dirección?
– Pues no sé, tu veras...
– No voy a llamarte Kiro
– Lo haras
– Y... ¿Eso como lo sabes?
– No lo sé, pero... lo harás, bueno creo que ya me voy ¡Nos vemos luego Georg!
Y se fue corriendo, dejándome con esta rara sensación...
Entre a casa lo más rápido que pude y empecé a escribir el informe, debía entregarlo hoy mismo, no me llevaría más de una hora el terminarlo y las fotos solo debía imprimirlas y listo, me olvidaría por completo de Kiro aunque estaba llegando a creer que eso sería un poco difícil.
Ya eran casi las 7 de la noche y no había terminado el informe, me había quedado como tarado mirando la última foto de Kiro, pero ¿Que tenía este rubio para ponerme así? No lo sabía y tampoco lo quería saber.
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Acababa de dejar en el correo el informe para Tom y de regreso a casa solo tenía a alguien en la cabeza, Kiro y no me lo había podido quitar ni siquiera con una buena sesión de sexo con una rubia que encontré por ahí, el colmo de todo había sido que mientras lo hacía con ella solo pensaba en Kiro, eso no podía ser normal.
Entre a casa lentamente y seca de la puerta encontré un paquete lo tome y cerré la puerta, estaba seguro que el paquete contenía mi paga por el trabajo que acababa de terminar y si tenía razón lo abrí y saque dos fajos de billetes, los puse sobre el televisor y me dirigí hacia la cocina pero antes de entrar me fije, que sobre el escritorio estaba la foto de Kiro, sin pensarlo la tome y me quede otra ves como tarado mirándolo ¡Pero qué rayos tenia Kiro!
¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnngggggggggggg!
– ¿Hola?
– Georg ¿Cómo estás?
– ¿Quién habla?
– Tom por supuesto, ¿Ya recibiste tu paga?
– Si, ¿Por qué la pregunta?
– No por nada, pero tengo un trabajo más para ti
– ¿De qué se trata?
– Quiero que mates a Kiro
– ¿Qué?
– Lo que escuchaste, quiero que lo mates, quiero que mates a ese marica que pervirtió a mi hermano
– No piedo hacer eso
– Claro que puedes por lo que me han dicho tú haces todo por dinero
– Ese no es el problema
– Entonces... ¿Lo haras?
– ... si...
– Entonces no hay problema llámame cuando lo hayas hecho, ¿ok?
– O-ok...
– Hasta pronto Georg
Me quede totalmente shockeado, acaba de aceptar matar a Kiro y no estaba seguro de hacerlo.
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– Hola Georg, ya estoy aquí…
– Kiro, pasa
Lo que había hecho era digo de un manipulador total.
Busque el papelito que me había dado Kiro con su número de móvil y sin titubear lo llame para que venga a mi casa, él ni siquiera me pregunto para que, acepto a enseguida y colgó.
Al entrar tenia una sonrisa tan resplandeciente como la primera que vi cuando lo conocí en verdad era adorable…
– ¿Quieres tomar algo?
– Hem… un poco de agua esta bien
– Ok
Fui hacia la cocina y tome un vaso para llenarlo con agua, las manos me temblaban peor ¿Por qué? A mí nunca me pasaba eso, ya que no era la primera vez que… mataba a alguien y tampoco seria la última, pero el problema no radicaba ahí sino en que no quería matar a Kiro.
– Aquí esta…
– Gracias y… ahora si me dirás ¿porqué me pediste que viniera?
– Aaa bueno es que yo…
– Yo se porque me pediste que viniera…
– ¿A si?
– Si…
Y sin decir una palabras más se levanto del sofá y se acerco a mí y me planto un beso en la boca dejando me totalmente de piedra.
Sentir esos labios tan suaves e nublo la mente y ni siquiera pude corresponder porque se aparto de mi.
– Lo sabia
– ¿Qué sabias?
– Que yo te gusto
– Me gu…
Y no me dejo terminar porque me volvió a besar y esta ves yo le correspondí, no sabia muy bien porque le correspondía pero lo hacia y me encantaba.
Cada segundo que pasaba el beso se volvía mas apasionado y húmedo, nadie en la vida me había besado así menos un hombre, era la primera ves que besaba aun hombre después de todo, Kiro se separo de mi haciendo un sonido húmedo con los labios, fue muy exitante.
– Lo sabia te gusto, Georg…
– Mmm…
– Desde que te vi en aquel pub sabia que nos volveríamos ver pero de distinta manera, yo nunca me equivoco con eso, tu me gustas mucho Georg, muchísimo y se que yo también a ti, por eso correspondiste a mi beso…
– Ya no hables Kiro
Y lo bese, sus labios era como un droga para mi. Todo él era una droga para mi, lo tome por la cintura y el me rodeo el cuello con los brazos. Di unos pasos hacia atrás y caímos sobre el sofá sin dejarnos de comer la boca, pero no sabia como tocarlo, como ya lo dije era la primera vez que estaba así con un hombre y Kiro lo noto cuando se separo de mi.
– Nunca has estado con ningún hombre, ¿verdad?
– No…
– Entonces… por esta vez yo voy arriba
Una sonrisa picara se dibujo en su rostro y en menos de 2 segundos ya estaba enzima de mi, mirándome como nadie antes me había mirado ni siquiera una mujer
Coló sus manos debajo deme camiseta empezando a acariciar mi abdomen, sus manos eran muy suaves y me hicieron sentir temblores muy placenteros
– Mmm…
– Vas mucho al gimnasio por lo que veo
– Un poco…
– Eso es fantástico
Y sin preámbulos me saco la camiseta y también se saco la suya tumbándose por completo sobre mí, su piel era muy suave demasiado para un hombre pero no me molesto al contrario me excitó. Sus labios se pegaron a mi cuello, besándolo bajando lentamente hasta uno de mis pectorales donde tomo con sus labios unos de mis pezones y lo empezó a besar y lamer, dejando un rastro de saliva en el, yo me desasía en gemidos, en mi vida había gemido tanto como ahora
– Eso estuvo bien…
– Jejeje… pues todavía no he terminado, Georg...
Entonces tomo mi cinturón y lo desabrocho junto a mi bragueta, eso sime puso demasiado nervioso para que negarlo.
– ¿Qué haces?
– Ya veras, tu calladito…
– Pero…
– Shhhh…
Bajo su vita hasta mi entrepierna y vio que estaba muy abultada, y no era para menos después de lo que había hecho se me había levantado como por arte de magia
– Wow… Georg… tan pronto… y ya estas como quería…
– Hem…
– Shhh… no hables mejor calladito
Empezó a abajar mis pantalones y me bóxer negro que ocultaba mi repentina erección, los dejo mas debajo de mis muslos, sus ojos casi se le salían era algo un poco gracioso
– Ki… hum…
– Shhh…
En un movimiento rápido tomo mi miembro y empezó a volverlo de arriba abajo, me estaba masturbando era más que claro
– Ah… Ki…Kiro… ya…
– ¿Qué?...
– Ya… para…
– Hem… ¿Por qué?
– Ya… ha…
No soportaría mas en poco llegaría al orgasmo y no quería, así no
– Kiro…
– ¿Qué?
– Serás mío… ahora…
Le di un empujo y cayó de espaldas sobre el sofá y me puse sobre él, le quiete a regaña dientes sus pantalones y sus bóxers y yo me termine por sacar todo quedando los dos desnudos, sin pensarlo más volví a comerle la boca con mas ansias que antes, mis manos viajaron por todo su cuerpo y las suyas también, llevado por el deseo mordí sin piedad su cuello
– Ah… Georg…
– Date la vuelta ahora Kiro…
No tardo más de 5 segundos para que él me diera la espalda, lo tome por la cintura de rodillas, mi pene rosaba sus nalgas queriendo entrar de una maldita ves.
– Georg… hazlo… hazlo… ha… ¡Uaaaaaaaa!...¡ Geoooooooorg!
Y sin decir más penetre en él con una estocada profunda, wow era increíble se sentía increíble, toda la longitud de mi miembro era masajeado suavemente por la estrecha cavidad de Kiro
– Ah… ah… Georg muévete hazlo ¡ya!
– Ok…
Empecé a moverme lentamente y acabe totalmente sobre él, mejor dicho sobre su espalda
– Goerg mas rápido, más rápido
Así lo hice, acelere lomas que pude, mientras Kiro gemía como nunca y yo no me quedaba atrás. ¡Era el mejor sexo de mi vida!
Instintivamente tome el pene de Kiro y empecé a acariciarlo como él había hecho conmigo era hora de devolverle el favor ¿no?, las embestidas seguían al ritmo de mi mano
– ¡Ah!... Georg… ¡Me corro!
– ¡Aaaaah!... ¡jodeeeeeeeeeeer!
Y me corrí junto a Kiro, lo supe porque sentí que la mano con la que sujetaba su pene quedo totalmente bañada en… semen
Caí flácido sobre su cuerpo y sentí que el suyo también estaba así, pensé que se había quedado dormido, pero me aparte un poco de él y aparte su pelo rubio y vi que estaba con los ojos encerrados con una pequeña sonrisa en los labios
– Kiro…
– Georg… te quiero…
– ¿Qué?
– Georg… yo nunca me había sentido así, nunca, por nadie ni siquiera por Bill pero… tu eres perfecto al principio solo me gustabas pero después de esto me soy cuenta que te quiero desde que te vi y…
– Cállate
– Pero…
Me levante rápidamente y busque mi ropa que estaba esparcida por el suelo, me puse mis bóxer y camine para tomar mis pantalones, Kiro también se levanto, pero se quedo sentado en el sofá mirándome, sorprendido
– Georg… ¿Por qué me dices eso?
– Porque es estúpido
– ¿Qué es estúpido? ¿Qué te diga que te quiero? Para mí no lo es, te quiero Georg
– ¡Ya cállate!
– ¡¿Por qué?! ¿Tú no me quieres?
– Claro que no
– Entonces ¿Por qué…?
– Solo fue sexo Kiro anda más, ¿lo entiendes?
– No… no… ¡No lo entiendo! Yo te quie…
– ¡Ya deja de decir eso! Sabes porque hice esto… porque… ¡me ordenaron que te mate!
– ¿Qué?...
– Así como lo oyes tengo que matarte pero no quiero hacerlo así que es mejor que te vayas y desaparezcas ahora, me entendiste ¡Ahora!
– Pero… ¿Por qué?
– El hermano de Bill quiere que te mate por estar con él
– P-p-pero… yo…
– Vete Kiro, no quiero hacerlo, ¿me entiendes? Vete, vete, vete…
– Si no me matas ¿Que pasara contigo?
– Yo no importo, ahora vete
– No, no me iré no te voy a dejar
– Ya vete Kiro ¿no lo ves acaso? Podría tomar mi pistola y darte 3 disparos en la cabeza y matarte pero no lo quiero hacer así que ya vete
– Pero…
– Vete Kiro, vete ahora
Kiro termino de vestirse y se fue, era mejor así no lo volveré a ver y listo, camine hacia mi cuarto y aliste todas mis cosas para irme, debía desaparecer nadie podía volver a saber de mi, tome mi maleta y abri la puerta cuando…
– Hola Georg
Un tipo de trenzas entro a mi casa sin pedir permiso
– Perdón... ¿Quién te ha dicho qué puedes entrar a mi casa?
– Goerg por favor nos conocemos
– Yo no te conozco
– ¡Soy Tom!
Oh… no…
– ¿Tom?
– Si y bien a ver como cumples tu trabajo
– ¿Mi trabajo?
– Sí, quiero ver como matas a ese maldito marica
– Pero…
– Ah y no te molestes en ir a buscarlo, ¡Fred! ¡Traelo!
– ¿Traer? ¿A quién?
– A… Kiro, me lo encontré de camino a aquí
– Pero…
– Era extraño parecía venir de aquí, de tu casa
– Aquí esta nuestra rubia… jejeje
Oh no, tenía a Kiro pero como. No le dije que se fuera, maldita sea y ahora que hago
– Muy bien Georg, matalo
– Pero…
– ¡Hazlo!
Fui hasta mi escritorio y saque mi pistola, siempre la llevaba cargada por si algo pasaba, la tome y camine hacia el centro del salón
– No… Georg , no lo hagas por favor…
– ¿Cómo que Georg?
– No sé como sabe mi nombre
– Claro… ahora eso no importa, solo mátalo
Apunte hacia Kiro, él me miraba rogándome que no lo hiciera y no lo hice
– No…
– ¿Qué? Georg hazlo mátalo, ¡para eso te pague!
– No lo voy a hacer me entiendes ¡No lo hare!
– No me digas… no me digas que te gusta este marica, no, no, no, no, neme digas que… ¡también eres marica!
– Ya ¡Cállate!
– Ningún marica me dice que hacer y bueno como tú no lo matas… lo hare yo
Y saco una pistola casi igual a la mía, entonces yo me le adelante y le dispare
– ¡Kiro agáchate!
Si lo hiso y en un fracción de segundo dispare dos veces al tal Fred que tenia sujeto a Kiro, él cayó al piso, espero muero, Kiro lo miro horrorizado y corrió hasta mi
– G-G-Georg… los mataste…
– Si, ahora vámonos
– Pero…
– Toma ese paquete de enzima del televisor y vámonos
Kiro no se movía
– ¡Vámonos, Kiro!
– Ok, ok
Salimos de la casa dejando los cuerpos inertes de Tom y Fred
– ¿A dónde iremos?
– Lejos Kiro, muy lejos
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El autobús estaba a oscuras, todos dormían menos nosotros, me quede mirando por la ventana la perpetua oscuridad mientras un cabecita rubia se posaba en mi hombre con delicadeza
– Georg…
– ¿Qué?
– Te quiero…
– Con eso no conseguirás que yo diga lo mismo Kiro
– Lo sé…
– Lo que siento por ti es solo atracción…
– Bueno… algo es algo, ¿no?
FIN