Capítulo 5.
-lo sigo diciendo estas confundido, mis padres murieron cuando mi hermano y yo éramos unos niños, deambule con mi hermano por todas partes, hasta que un orfanato nos encontró, para luego ser adoptado por Mitsumasa Kido, soy Ikki Kido, Caballero de bronce del Fénix de la diosa Atena, no soy su hijo…-termino de decir el joven
-desconozco como fuiste a caer en manos de esos mortales, eso se lo tendremos que preguntar a Atena, pues ella dijo que nunca te entregaría a nadie, ni siquiera mí que soy tu padre…-dijo el dios…-pero de algo puedes estar seguro, eres mi hijo, el ser que más amo en todo este basto universo…-continuo Hades acercándose al joven que no se movía y le acaricio el rostro de forma muy cariñosa, como lo haría un padre a un hijo
Ikki se quedó quieto y sin mover un musculo por la caricia, incluso serró los ojos para disfrutar mejor la caricia. Para luego el dios atrapara al joven en un abrazo muy cálido y fuerte, para que segundos después el joven le devolviera el abrazo de una manera tímida
En eso momento la puerta es abierta dando un portazo entrando por esta los Aiacos, Rhadamanthys y Minos los tres jueces del inframundo, junto con Pandora y segundos más tarde Hypnos dios del sueño y Thanatos dios de la muerte.
La escena que se encontraron para cuatros personas algo bizarra y para dos era una escena que no veían hace muchos años de los cuales Hades se la pasaba deprimido por no tener a su hijo a su lado.
Hades se separo un poco de Ikki y le puso la mano en la frente, para luego activar su cosmos. Tal acción duro unos segundos, para luego soltarlo del abrazo. Cuando el joven se vio libre del abrazo de su padre, este encendió su cosmos. Ikki de fénix es conocido como unos de los caballeros más poderosos a pesar de ser todavía un santo de bronce capaz de pelear contra los santos de plata y oro, y de incluso dioses sin amedrentarse ni un poco.
Pero el cosmos que sentían era totalmente distinto al que conocían los tres jueces del averno y Pandora, era muchísimo más poderoso, el cual los hacia sentirse intimidados, pues ese poder estaba fuera de este mundo, ese cosmos era el un dios.
Mientras algunos de los presentes en la sala se amedrentaban por el poderoso cosmos, unas llamas empezaron a rodear a Ikki, las grandes llamas tomaron forma de una gran ave de fuego la cual se elevó varios metros del suelo, dejándolo suspendido en el aire, mientras las llamas se hacían más poderosas y cubrían al joven.
Luego de unos segundos más, las llamas fueron disminuyendo poco a poco, para dejar ver a una persona en llamas las cuales no parecían afectarle en lo más mínimo, para desaparecer. Rápidamente la figura fue bajando lentamente al suelo.
Cuando estuvo el suelo los tres jueces y Pandora estaban con la boca abierta, el ser frente a ellos era hermoso, cuerpo esculpido por los dioses, (Algo que ya es Ikki, un Dios griego), por cabello lo tenía largo pero en llamas, ojos grandes con orbes naranja encendido, como el fuego pero que mostraban amabilidad y tenia una ligera sonrisa en sus pequeños labios pero carnosos, que tentaban a probarlos.
El joven empezó a caminar hacia el dios del inframundo, el cual tenía una ligera sonrisa, pero cuando lo hacía en el piso quedaron las marcas de los pies del joven pues el piso se quemaba. Cuando el joven llego hacia el Dios lo abrazo nuevamente
-Suzaku, mí amado hijo…-dijo el dios el inframundo feliz de tener a su hijo en sus brazos
-padre, he vuelto a casa…-dijo el príncipe del inframundo correspondiendo el abrazo de su padre
-sí, estás en casa…-respondió Hades sonriéndole, para luego separarse de hijo…-hijo mío, ven quiero que veas a algunas personas…-dijo el dios, mientras su hijo asentía, el dios tomo la mano de su hijo y lo guio hacia donde se encontraban los gemelos Hypnos y Thanatos, los jueces Minos, Rhadamanthys y ,Aiacos y Pandora.
-Príncipe Suzaku sama es un gusto tenerlo entre nosotros…-dijo Thanatos dios de la muerte haciendo una reverencia
-Príncipe Suzaku sama que alegría verlo nuevamente…-dijo también Hypnos dios del sueño haciendo una reverencia como su hermano….-.
-a mí también me gusto verlos…-dijo el príncipe del inframundo con una pequeña sonrisa en los labios…-pero ya dejen de reverenciarme, siempre lo deteste…-dijo Suzaku con un puchero a los dos dioses gemelos, los cuales se levantaron, y el joven príncipe se arrojó a los brazos de los gemelos…-
El joven dios después soltó a los gemelos, miró fijamente a los tres jueces y a Pandora, los cuales se arrodillaron e hicieron una reverencia.
-me da mucho verlos Minos, Rhadamanthys, Aiacos y Pandora…-dijo con una sonrisa el dios del sur…
-disculpe Suzaku sama, nuestra falta de respeto hacia usted…-hablo de única mujer presente
-no tienen por qué arrodillarse, párense…-dijo Suzaku
Los tres jueces y Pandora dudaron en seguir el pedio del príncipe del inframundo pero se levantaron, quedando al frente del joven príncipe.
-como les dije no tienen que arrodillarse, nunca me ha gustado eso…-
-pero usted es Suzaku Sama, el príncipe del inframundo el hijo de Hades Sama, debemos demostrarle respeto…-dijo Pandora
-mi hijo es Suzaku es el Dios de la luz y el sol y el príncipe del inframundo…-dijo Hades interrumpiendo lo que diría su hijo…-pero una de sus virtudes es la humildad, la cual siempre lo caracterizado…-termino de decir el dios de alto rango
-entonces como debemos dirigimos hacia usted…-dijo Rhadamanthys
-pueden llamarse Suzaku o Ikki como quieran…-
-entonces Suzaku sama no está apoderándose del cuerpo del caballero Ikki de Fénix…-
-no, no lo hago…-dijo Ikki…-soy Suzaku al igual que soy Ikki…-continuo el joven…-
-pero lo mejor es ponernos al día de los que sucede en la tierra…-dijo Hypnos mientras los demás asintieron
-vamos a mi despacho privado hay podremos estar más cómodos…-dijo Hades
Todos siguieron al dios del inframundo duraron unos minutos para llegar y todos tomaron asiento
-Suzaku como el amo Hades te dijo anteriormente unos de nuestro espectros escaparon a la tierra y están causando estragos…-dijo Hypnos y el joven asintió…-
-padre no puede ir a buscarlos pues el con su cosmos detiene el desequilibrio que hay en el mundo en este momento…-
-así es Suzaku…-
-mi padre es el único con el poder de devolverlos al inframundo, pero como él no puede en estos momentos, fui despertado…-todos asintieron por lo dicho por el joven príncipe…-ok lo traeré de vuelta al inframundo, pero no será en este momento tengo que practicar con mis poderes pues no lo utilizo hace bastante tiempo y tengo que recordar cómo utilizarlos…-dijo el joven
-hijo mío, cuando lograste tu controlar tus poderes que yo no me entere…-pregunto el dios del inframundo con una sonrisa burlona el cual hizo un lindo puchero, mientras el dios sonreía feliz que su hijo estuviera con él, al igual de los presentes en el despacho con una ligera sonrisa
-bueno tal vez no podía controlar todos mis poderes anteriormente, pero ahora puedo lograrlo…-dijo seguro el joven…-como Ikki de fénix aprendí muchas cosas y estoy seguro que esos conocimientos me ayudaran a controlarlos…-
-entonces cuanto tiempo necesitaras…-pregunto Hades
-como una semana me bastara…-
-está bien la semana empieza desde mañana a primera hora…-dijo Hades sorprendiendo a todos pues el joven necesitaba aprender a controlar sus poderes rápido
-disculpe Hades sama, peor no sería mejor que Suzaku sama empezara ahora mismo con su entrenamiento…-dijo Aiacos
-si eso sería lo más recomendable…-dijo el dios…-pero no podre ver a mi hijo en una semana para que luego salga a buscar a los traidores, no lo veré en quien sabe cuánto tiempo, por lo menos lo que queda de este día es mío para consentir a mi bebe…-
-no soy un bebe…-
-para mí no importa la edad que tengas siempre serás mi bebe…-
Lo que quedo del día en el inframundo estuvo de fiesta pues su príncipe había vuelto, todo fue felicidad para el dios por tener a su hijo después de tanto tiempo, aunque no lo vería en un tiempo sabía que su hijo volvería a visitarlo seguido.
A la mañana siguiente a primera hora el joven príncipe se levantó temprano y empezó a entrenar. Y en un abrir y cerrar de ojos la semana paso volando y el joven dios podía controlar sus poderes mejor de lo que lo hacía en el pasado. Así que partió para la tierra.