Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuevo día por YasuAmaya

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

One shot de An Cafe, inspirado en la canción "Nuevo día" de Diego Torres.

Con esto cambio mi manera de escribir, dejando de lado un español más o menos neutro para escribir en español rioplatense (el típico de Argentina y Uruguay), por eso algunas conjugaciones de verbos puedan parecer raras. Evité usar muchos modismos típicos de esta región, los pocos que hay no dificultan la lectura.

Lean y dejen reviews, onegai m(_ _)m

Notas del capitulo:

Yasu Amaya desu! Yorishuku ne!

M: ya se cree japonesa otra vez XD

T: dejala, está feliz porque escribió un one shot -w-

Yui: -juega con un globo-

Y: Sean todos bienvenidos a mi tercer one shot!!! >w< Si hay alguien nuevo leyendo, me llamo Yasu (aunque ya lo dije XD). Ellos son Miku-conciencia, Takuya-sentimientos y su hijita Yui, mi lado maternal XD

M: what's up, people?

T: -w-U

Y: eh... Como dije en las aclaraciones, este one shot es distitno al resto de mis fics!

M: los personajes hablan como Yasu

T: mejor que Yasu XD

Yui: chi!

Y: sí, bueh... Yo sé que no hablo bien, pero cuando escribo me transformo XDD Decidí por primera vez usar el español que hablo, o sea el rioplatense... o español argentino como le dicen XDDDD Fue raro al principio, pero me acostumbré -w-

M: a tus fieles lectoras les parecerá lo mismo?

Y: no sé... Pero yo les hablo/escribo así XDDD Como sea... Desde hace un tiempo que vengo escuchando la canción de Diego Torres: Nuevo día... Y siempre me da ganas de escribir XD Así que me decidí a hacer algo con ella, pero no me daba para escribir un fic entero XD Por eso intenté con un one shot, cosa que siempre me cuesta mucho escribir XDDD Amo la voz de Diego Torres *----*

M: más que la de Miku?

Y: ...

T: ahí tenés tu respuesta, Miku

M: -w-"

Y: en fin! Espero que les guste tanto como me gustó a mí escribirlo!

T: sepan disculpar si hay errores

M: A leer!!! "Nuevo día"!!!

 

El día en que nos fuimos a vivir juntos fue uno de los mejores de toda mi vida. Creí que no iba a volver a sentirme solo nunca más, puesto que estaría con la persona que más amaba: mi novio.

 

Despertar cada mañana viendo su cara, con esa expresión que me llenaba de paz, como sólo él sabía hacer. Desayunar juntos, limpiar nuestro hogar, salir a pasear, vivir el día a día a con él; no pedía nada más que eso. Poder estar siempre a su lado, sin importar nada, compartiendo los buenos, malos y peores momentos. Reír, llorar y pelear con él. Discutir, perdonarnos y amarnos. Su sola presencia me hacía bien.

 

-Gracias por aguantarme otro día más, Takuya.- le dije, mientras entrelazábamos nuestros dedos, acostados en la cama, a punto de dormir.

-¿Qué decís?- me preguntó con una risita- Dame un premio, al menos.

-¡Qué poco romántico que sos!

-Ja, ja, ja… Vos sos el romántico acá.- acarició mis labios con las yemas de sus dedos- Me encanta tu forma de ser.

-¿En serio?

-Sí… Es por eso que te aguanto. ¿Qué te pensabas?

-Ja, ja, ja, ja… Tu sarcasmo es muy romántico.- le di un beso en la mejilla.

-Y vos sos un dulce.

-Oh… ¡Abrazame!

-Tenía ganas de hacerlo de todas formas.- me rodeó con sus brazos.

-Te amo, Takuya.

-Y yo te amo a vos, Miku.

 

Pero no todo era amor. Muchas veces llegué a sentirme en lo más profundo de un abismo, sin esperanza y con temor. En esos días, me hacía mucha falta la presencia de mi persona especial.

 

-“Perdoná que no te llamara antes. No tenía el celular conmigo cuando me llamaste. ¿Estás bien? ¿Compusiste algo? ¿Fuiste a entrenar o a practicar con la banda?”- era lo que me decía en un mensaje de voz.

-“¡Takuya, apurate o te dejamos!”- se le escuchó decir a Piko, el cantante para el cual Takuya hacía de guitarrista soporte.

-“Ah… Ya voy. Esperen”.

-“¿Hablando con tu mami?”

-“No estoy hablando con mi mamá”.- suspiró- “Te voy a volver a llamar después, Miku. Ahora me tengo que ir para la sala de conciertos de hoy a ensayar… Nos vemos”.

 

No negaré que, al principio, estuve celoso de Piko y eso casi me cuesta mi noviazgo con Takuya. Pero es que yo no quería que mi novio fuera guitarrista de otro cantante que no fuese yo.

 

-¡Vos tenés dos guitarristas en tu banducha! ¡Yo puedo ser guitarrista soporte si quiero!

 

Eso fue lo que me dijo en una de nuestras tantas discusiones… Sí, tenía razón. Pero él no entendía lo que yo sentía. Y tal vez no se lo hacía saber. Me era difícil decirle ciertas cosas…

 

-Si me explicás bien, lo voy a entender.     

 

Era una de las tantas frases que habitualmente escapaban por sus labios.

 

-Perdoname… Es que… hay cosas que me cuestan… Y no me gustaría que creyeras… que no te quiero.- me regaló una tierna sonrisa.

-Estás perdonado.- y eso me llenó de alegría.

 

Mi peor miedo era perderlo, que dejara de amarme. Yo quería estar siempre con él… Sólo con él. No necesitaba nada  más.

 

 

[Vientos de temores,

lluvias de deseos

que se juegan sobre mí…]

 

 

Hubo veces, también, en que simplemente me alejaba de él sin motivo aparente. Cuando yo estaba así, Takuya tampoco hacía nada para acercarse a mí. “¿Por qué no hacés nada?” quería preguntarle. “Aunque la culpa es mía” solía pensar. Eran momentos que odiaba.

 

No me bastaba con llorar, ni componer canciones para desahogarme. La horrible sensación de soledad, estar solo estando con él tan cerca y, a la vez, tan lejos, me volvían loco.

 


[Mar del desconcierto,

llévame a algún puerto

donde pueda ser feliz…]

 

 

-Ya me voy.- le dije, pronto para irme a ensayar con mi banda.

-¿No te olvidás nada?- me preguntó.

-Creo que no.

-Bueno… Cuidate.

-Vos también.

-Nos vemos más tarde.

-Sí.

 

Me di vuelta, para ir a abrir la puerta. No llegué a dar ni un paso al frente, ya que él me detuvo, rodeándome con sus brazos por la espalda, con bastante fuerza.

 

-Perdoname.- me susurró al oído. No entendí la razón, pero me invadieron las ganas de llorar.

-¿Por qué pedís perdón?

-Porque te sentís mal y no hago nada para ayudarte.

 

Como un reflejo, me zafé de su agarre, y me apresuré a apoderarme de sus labios con un beso lleno de pasión, al cual él correspondió instantáneamente.

 


[Quiero vivir por ti

y llegar a ver

que es posible, lo sé…]

 

 

Los días junto a Takuya eran fantásticos. Con altibajos, como cualquier pareja, pero éramos capaces de superar todo… O casi todo.

 

-¡Callate!- le ordené.

-¡Sos un histérico! ¡Te molestás por cualquier cosa!

-¡Si no hicieras cosas que me molestaran, no me pondría así!

-¡No te puedo decir nada porque te alterás!

 

Discutíamos por estupideces y armábamos un gran escándalo por todo. Éramos bastante tercos en algunos sentidos.

 

-¡Andate! ¡Dejame solo!

-¡No voy a volver hasta que se te haya pasado el mal humor! ¡Ovárico!

-¡Que te vayas!

 

Las discusiones podían tornarse muy feas.

 

-No te vuelvas a ir.

-No me voy a ir.- me dio un beso en los labios- Pero vos también tenés que poner un poco de tu parte para que eso no pase.

-Takuya…- lo abracé- Perdoname.- y me respondió el abrazo.

-Te perdono.

 

Las reconciliaciones eran lo mejor.

 

-¿Me querés?

-Mucho… ¿Y vos me querés a mí?

-Mucho más de lo que vos me querés a mí.

-Lo dudo.

-¿Por qué?- y su típica sonrisa.

-Porque te amo.

 

Los días con Takuya estaban llenos de dolor, peleas, soledad, lágrimas, risas, dulzura y amor… ¡Y música! ¡¿Cómo olvidar la música?!

 

-¡Sos un genio, Takunyan! ¡Tocás la guitarra como los dioses!   

-Ja, ja, ja… ¿Y vos sabés cómo tocan la guitarra los dioses?

-Es un decir, bobo.- reí- Pero me gusta creer que envidian tu forma de tocar.

-Ay, Miku… Sos un exagerado.

-No lo soy.

-Sí.

-No.

-Sí.

-No.

-No.

-Sí.

-¿Ves?

-¡Ah! ¡Qué tramposo!- me levanté de mi asiento y me acerqué a él- Me debés un beso.

-Bueno.- me besó con mucha ternura- ¿Qué tengo que hacer para deberte una noche llena de besos?

-Te la ganaste con eso.

 

No sé cómo lo hacía. Cuando quería, podía ser muy romántico y planificar las mejores sorpresas para mí.

 

-Takuya… Es muy lindo.- me regaló un collar con una piedra de ónix.

-¿Te gusta?

-¡Me encanta! ¿Me ayudás a ponérmelo?

-Sé. Dame… A ver… Te queda re bien.

-Me gusta mucho.

-A penas lo vi, me acordé de vos. Ónix es una de las piedras de capricornio.

-Oh, es verdad.- le di un beso- Muchas gracias.

 

Sin embargo, él también tenía días en que se alejaba de mí. Esos eran peores, porque me hacían sentir como si fuera un estorbo para él.

 

-Acá… te dejo un té, Takuya.- apoyé la taza sobre el escritorio.

-Gracias.- él no se había molestado en mirarme una vez siquiera. Ese día se lo pasó componiendo sin descanso.

-¿Necesitás ayuda?

-No.- su respuesta fue clara y concisa.  

-Bueno…

 

Incluso las noches calurosas de verano me parecían frías cuando Takuya se distanciaba de mí.

 

-Te extraño, Takuya.- le dije. Por suerte estábamos acostados dándonos la espalda, no quería que me viera tan débil.

-Perdoname.

-Sabés que siempre te voy a perdonar… Pero no me gusta que te pongas así.

-Sí… Bueno… A mí tampoco me gusta mi forma de ser.

-Pero si no fueras así, entonces no me habría enamorado de vos.- le dije algo que salió desde el fondo de mi corazón…

-¿Podemos dejar esto? Estoy cansado.- y a él no pareció importarle.

 


[Dime si el amor es igual para los dos

Y dime si soñás con lo que creo yo

Y dime si el dolor nos enseñó a ver lo peor…

Me sentiría mejor…]

 

 

-Quiero hablar de eso… Quiero… sentir que te importo.

 

 

[Me sentiría mejor…]

 

 

Nos sentíamos solos estando juntos. Mi corazón dolía y él no me ayudaba. Pensar en ello me hacía creer que lo nuestro no tendría mucho futuro.

 

-Son las seis de la mañana. ¿Te parece hora de llegar?

-No me hagas preguntas como si fueras mi mamá.- cerró la puerta de entrada.

-Respondeme, Takuya.

-¡Qué pesado que sos a veces, che!

-¡Me preocupé por vos!

-Te preocupás demasiado.

-¡Soy tu novio! ¡Obvio que me preocupo!

-No grites.- hizo una mueca de dolor y se refregó las sienes- Me duele la cabeza.

-¿Dónde anduviste?

-En un bar.

-¿Con quién?

-Con mi amante.

 

Si me estaba tomando el pelo o me decía la verdad, poco me importó.

 

-¡¿Qué te pasa?!- se llevó la mano a la mejilla izquierda- ¡¿Por qué me pegaste?!

-¡¡Sos un estúpido!!

-¡Te estaba cargando!

-¡Me preocupé por vos toda la noche! ¡Encima fui a buscarte a la salida del estudio!

-¿Qué?

-Pero como te vi con tus amigos, no quise molestarte… Volví y esperé a que llegaras… Pensé que me ibas a mandar un mensaje… avisándome que llegabas tarde… No pegué ni un ojo en toda la noche… mientras esperaba.- él bajó la mirada.

-¿No confiás en mí?

-¡No mezcles las cosas!

-Respondeme.

-¡No te estoy hablando de eso!

-¡¡Respondeme!!

 

Contadas veces me había gritado de esa manera. Él siempre era muy tranquilo, pero cuando se enojaba no era mi dulce y tierno gatito del cual me había enamorado.

 

-Siento… que ya no te importo… Por eso… que me hayas dicho… que tenés un amante…

-Era una broma.

-No me gustó esa broma.

-¿Por qué no me mandaste vos un mensaje?

-Porque… me quedé sin batería y no encontré el cargador.- le mentí. La verdad es que quería que él me mandara un mensaje.

-Entonces no me culpes por todo a mí.

 

Pasó a un lado mío, para ir al dormitorio. Yo me quedé donde estaba, con bronca.

 

-No se acordó.- mascullé entre dientes- ¿Por qué nos está pasando esto?

 


[Nubes de mentiras,

Sol de un nuevo día

Cuando yo te veo venir…]

 

 

Después de esa discusión, me quedé en la cocina, tomando un té y pensando. A lo lejos se escuchaba el agua de la ducha caer. Cuando terminé mi infusión, lavé la taza. Al darme vuelta para salir de la cocina, lo vi parado bajo el marco de la puerta. Había salido de ducharse. Aún tenía gotas que mojaban su cuerpo, y una toalla lo cubría.

 

-Perdoname.- me dijo de la nada.

-¿Eh?

-Ayer fue veintitrés de julio.

 

Mi mente quedó en blanco. De un momento a otro ya me encontraba entre sus brazos.

 


[Y cuando me abrazas

vuelve la esperanza

y mi corazón a latir…]

 

 

-Feliz aniversario.- era eso lo que tanto deseaba escucharlo decir.

-Takuya…- y no reprimí más las lágrimas.

-Perdoname por haberlo olvidado.- sin dudarlo más, lo abracé fuertemente.

-Te perdono todo.

-Te amo, Miku.

-Y yo te amo a vos, Takuya.

 

 

[Quiero vivir por ti

y llegar a ver

que es posible, lo sé…]

 

 

Las reconciliaciones eran de lo más apasionadas y placenteras, llenas de amor y suspiros. Nuestro lazo se hacía más fuerte. Y aunque a veces él pudiera ser frío y decirme cosas que lastimaran, cuando me decía que me amaba lo sentía de verdad.

 

-Te amo.

 

Esa simple frase llevaba consigo un montón de significado sólo si salía de la boca de Takuya.

 

-Quiero estar con vos por siempre.

 

Ese sueño, anhelo y deseo que ambos compartíamos era lo que nos mantenía juntos.

 

-Necesito estar solo por un tiempo.

 

Respetaría sus decisiones por más que me dolieran. No quería tenerlo siempre atado a mí. No ere necesario que estuviésemos juntos todo el tiempo.

 


[Dime si el amor es igual para los dos

Y dime si soñás con lo que creo yo

Y dime si el dolor nos enseñó a ver lo peor…]

 

 

Los días sin Takuya fueron tranquilos y relajantes, como si me hubiera sacado un enorme peso de encima. Podía ir y venir sin ningún problema, hacer lo que yo quisiera. Volví a ser libre.

 

-Parecés muy feliz, Miku. ¿Te pasó algo bueno?- le dio un sorbo a su cerveza.

-Ah, no.

-Dale, decime. No te creo que tengas esa sonrisota  en tu cara sólo porque estás feliz de que ya falte tan poco para el Summer Dive.

-Bueno, eso es en gran parte la razón por la que esté tan feliz, Teruki.

-¿Y el resto?

-¡La libertad!

-¿Libertad?

-Sí. Me siento libre, capaz de hacer cualquier cosa.

-Ya entiendo… Ahora que estás soltero otra vez, podés volver a vivir la vida loca, ¿no?

-Ay, Teruki, nah que ver.

-Ja, ja, ja… Sonó a eso.

-No… Además, veo a Takuya bastante seguido.

-Pero ya no viven juntos. Seguro que lo re extrañás.

-Hum… Algo… Ahora no peleamos.

-Porque ni siquiera se hablan… Tienen que solucionar eso.

-Tranqui. No pasa nada.

-Eso espero.

 

Las noches sin dormir estando con Takuya eran especiales, con un encanto único, divertidas, románticas y llenas de paz. Estando entre sus brazos me sentía realmente feliz.

 

Las noches sin dormir sin Takuya eran dolorosas, solitarias, desesperantes y llenas de temores. Un espacio vacío en la cama que no lograba llenar con una almohada, peluches ni mi mascota. El espacio que sólo mi amado podía ocupar.

 

-“Hola”.

-Hola…- lo había llamado, necesitaba escuchar su voz- ¿Cómo estás?

-“Bien… ¿Y vos?”.

-Bien, acá…- era muy incómodo. Las palabras no me salían.

-“¿Qué hacías?”.

-Jugaba un poco con Nyappy… ¿Y vos?

-“Leía un libro”.

-Oh… ¿Está bueno?

-“Sí. Ayuda a pasar el rato”.

-Qué bien.

-“Ajá”.

-Y… ¿Cómo te ves para el Summer Dive?

-“Hum… Por ahora estoy tranquilo.

-Ah, ya…

 

El Summer Dive 2012, el tan ansiado regreso de An Cafe. Si no hubiera sido por mí, no habríamos tomado la decisión de volver a los escenarios después de dos años. Yo había dado el primer paso para volver a juntarnos. También debía dar el primer paso para solucionar las cosas con Takuya.

 

-Che.

-“¿Qué?”

-¿Estás muy ocupado?

-“No… ¿Por?”.

-Eh… No sé… Por ahí podríamos vernos o algo.

-“¿Justo ahora?”.

-Si vos querés… No tengo nada que hacer.

-“Eh… No sé… Ahora me estaba acordando que tenía algo importante que hacer”.

-Ah… Bueno… No importa. Si ya tenías algo, andá tranquilo.  

-“Está bien… Ah… ¿Vas a salir a algún lado o algo?”.

-No creo… ¿Por qué preguntás?  

-“Por ahí, no sé… Si tengo algo de tiempo, me doy una vuelta. Pero no te aseguro nada”.

-Como quieras… Si querés, lo dejamos para otro día.

-“Veo si puedo ir”.

-Takuya…

-“Si no salgo ahora, no voy a poder hacer nada… Mejor voy saliendo”.

-Ah, sí… Perdoná por retenerte.

-“No importa… Bueno… Nos vemos”.

-Sí… Nos vemos.- no quería cortar…

-“Chau”.

-Chau.- pero tuve que hacerlo- Al menos lo intenté.

 

Nuestras charlas eran un tanto frías, se sentía un poco de tensión en el ambiente, como si ambos tuviéramos miedo de decir cualquier cosa que desencadenara una nueva discusión y pelea.

 

Todavía amaba a Takuya, nunca dejé de hacerlo. “¿Y él me seguirá amando?”. Quería preguntarle y decirle muchas cosas. “¿Me querés? ¿De qué manera me querés? ¿Me perdonás todas las cosas que hice mal? ¿Puedo quedarme a tu lado para siempre? ¿Te gustaría estar conmigo para siempre? Takuya, te necesito, ¿y vos a mí?”.

 

Estando recostado en la cama, recordaba los bellos momentos que pasamos juntos. Sólo llevábamos dos años de novios y, aún así, pudimos hacer muchas cosas. “Todavía quiero compartir el resto de mi vida con vos”. Dicen que un tropezón no es caída, quizás habíamos tropezado como pareja y sólo teníamos que seguir adelante para superarlo.

 

Quería creer que volvería a pasar mis días con Takuya. “Nuevo día… Un nuevo día junto a la persona que más amo”.

 


[Dime si el amor es igual para los dos

Y dime si soñás con lo que creo yo

Y dime si el dolor nos enseñó a ver lo peor…]

 

-Quiero escucharte decirlo otra vez.

 

 

[Me sentiría mejor…]


-Te amo, Miku.

 

Me sobresalté, el corazón casi se me sale. No me esperaba para nada escuchar su voz junto a mi oído, tan cerca.

 

-Takuya… ¿Qué hacés acá?

-Te dije que iba a intentar darme una vuelta.- respondió con su típica y encantadora sonrisa, mientras se sentaba en la cama.

-¿Y cómo entraste?

-Con mi llave. ¿Te acordás  que me llevé una?

-Ah… Cierto.

 

Lo tenía otra vez ahí, estaba conmigo, pero no me animaba a decirle nada. “No debería ser tan orgulloso ahora”.

 

-Te amo.- me dijo. Mi corazón saltó de alegría.

-No digas cosas… que puedan comprometerte.

-¿Ya no te puedo decir lo que siento?

-Es que… vos y yo…

-Nosotros… ¿Qué?

-Todo lo que pasó…

-Ya pasó.

-Pero…

-Quedó todo en el pasado. Ahora tenemos que mirar para adelante.

-¿Y si… volvemos a pelear?

-Seguramente lo vamos a hacer, no somos perfectos… Pero ya no voy a volver a dejarte.

-A veces, tomarse un tiempo hace bien.

-Es verdad.- bajó la mirada, con una expresión muy dulce.

-Estos días me di cuenta… de lo mucho que te necesito, Takuya.

-Miku…- no iba a arruinarlo.

-Te amo. Y sueño con poder pasar el resto de mi vida con vos. No quiero a nadie más.

-Yo también quiero lo mismo.- se puso de pie y sacó algo de su bolsillo- Por eso te traje esto.- era una cajita, la cual abrió.

-Takuya…- las lágrimas se escaparon de mis ojos sin control alguno.

-Te amo… Sé que no nos podemos casar, pero no creo que eso nos impida estar juntos y amarnos. Compartir el sentimiento de querer vivir juntos por el resto de nuestros días, sin importar qué pase, es igual a casarse, ¿no te parece?- me secó las lágrimas.

-Si es con vos, yo me caso.

-Pero la ley no nos lo permite.

-¡A la mierda la ley! ¡Yo te amo!

-Ja, ja, ja… Entonces estamos casados.- me agarró de la mano izquierda y me puso la alianza en el dedo anular- Quería comprar dos, pero tenía miedo que me rechazaras y eso.- dijo con un puchero.

-Ja, ja, ja, ja… No importa. Ya vamos a comprar otro.- lo abracé- Y les vamos a grabar nuestros nombres con la fecha de nuestro aniversario.

-Veintitrés de julio… Ese fue un buen día.

-Mañana es un nuevo día.

 

Y así comenzamos a vivir cada día, el uno por el otro.

Notas finales:

M: awww...- abraza a su marido- Sabías que te amo, Taku?

Y: sí, ya lo sabía -seco-

M: y por qué me lo decís así? -______-U

T: no sé -w-

Yui: -duerme su siesta-

Y: eh... Bien, qué les pareció? Está lindo? Feo? Me merezco review? XDD Les costó leerlo? Intenté no usar modismos y esas cosas para que fuera entendible... Necesito saber qué onda!! XDDD

M: o sino va a tener que borrar una carpeta importante

Y: no andés spoileando mis fics!! o(Ò_Ó)9 Como sea... Gracias por leer ^^ Si dejan review, no me molesto XDDD Vamos, chicos!

M: nos leeremos

T: cuídense

Y: bye bye!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).