Creer, eso es lo que quisiera no tener que hacer todo el tiempo, las personas a mi alrededor solo pretenden ser algo de mi por conveniencia. Es muy fácil reconocer a quienes son sinceros. Aquellos que solo aparecen a tu lado por momentos en los cuales brillas, son la pura definición de ‘extraños’ o como todos deben de conocer como ‘falsos amigos’. Estoy cansado de soportar esto, el hecho de que esté bajo la lupa de los demás por ser parte de algo importante saca lo peor de mí.
Varias veces he querido renunciar a mi vida, he querido desaparecer, pero no parcialmente, sino, para siempre. Saber que lo que quiero hacer va en contra de los principios que me fueron impuestos desde un comienzo hace que mi resentimiento contra aquellos que los implementaron en mi vida, sea cada día mayor.
¿Se imaginan tener que ser el centro de atención en tus clases más importantes?, ¿tener que sacar buenas calificaciones aun con una agenda repleta de citas, programas y aun peor que eso, entrevistas o reuniones de familia?. Los aniversarios de la empresa de mi familia son lo peor. Encontrarme con todos los empleados a los cuales, supuestamente deberé de dirigir en un futuro, a aquellos inocentes y trabajadores que me dirán que deje sin trabajo. Yo no quiero ser un joven de apenas si 22 años que tiene que lidiar con el peso de los hombres de traje y corbata que parecen no disfrutar de sus pocos días de vida. No quiero desperdiciar mi vida en organizar una pila de papeles que engañen a las personas para que la suma de dinero de mi salario crezca.
Yo, no soy, mi padre.
Agosto 13. 9 a.m. – Residencia Oh –
"Mamá ya me marcho a mis clases."
Mi madre ni siquiera me recibe en las mañanas, esta sentada en su oficina, escribiendo algún que otro acuerdo que mi padre le ha pedido. No me quejo tampoco, nunca fuimos muy cercanos, es mi madrastra después de todo.
Extraño demasiado a mi madre, ella supo cuidar de mi, y me protegía ante los deseos de mi padre para dirigir su empresa cuando terminara mis estudios en la universidad. Si solo pudiera estar aquí, si tan solo pudiera darme un beso en la mejilla tal y como era de niño.
Mamá te extraño.
9:30 a.m. - Universidad ‘Prestigious Seul’-
Y heme aquí, ya en mi cárcel, en una de las salas llena de pláticas sin sentido, de admiración por alguien que ni siquiera esta interesado en saber sobre su vida y sobre la falsedad que recubren sus palabras. Aquí estoy una vez, soportando el peso de mi familia y de todo lo que la incluye. Quisiera que todo termine de una vez para graduarme y no tener que sufrir más el acoso de los extraños. Pero al mismo tiempo no quiero ocupar el lugar de mi padre, en un lugar que detesto.
Simplemente quiero huir y disfrutar del aire libre, del que muy pocas veces puedo sentir chocar con mi piel. Quiero saber que se siente ser libre y ser mas que nada, uno mismo. Ojala algún día mi sueño se cumpla. Por ahora solo puedo soñar.
"Préstenme atención alumnos hoy recibiremos a un nuevo joven en nuestra clase. Por favor sean amables con el ya que es de intercambio." exclamo el Profesor Gwon Min.
Un nuevo estudiante. De intercambio. Espero que no sepa nada de mí. Odiaría tener que dudar de alguien mas y sobre todo tener que pasar por alto sus comentarios.
"Denle la bienvenida… Vamos preséntate."
Hizo una reverencia, al menos es educado, o por lo menos lo aparenta muy bien.
"Hola a todos, mi nombre es Luhan y vengo de China, espero que sepan cuidar de mí."
‘Luhan’. ‘China’. Un buen comienzo.
"Toma asiento donde desees Luhan, la clase ya esta por comenzar."
Que chico más raro. Nunca había visto a nadie que fuera mayor con un rostro como el suyo. Aparenta mucho menos, y aun más raro, su rostro, sonrisa y ojos, hacen que crea que todavía es un estudiante de secundaria. ‘Raro’.
"Perdona, ¿esta ocupado este asiento?."
"No, la chica se ha cambiado de clases, ocúpalo si quieres."
"Muchas gracias."
"No es nada."
Su sonrisa. Es extraña pero de cierto modo parece sincera. Quisiera conocerlo, saber si su persona lo es. Necesito saber que si va a ser mi amigo, al menos, no sea falso ante mí.
Y así transcurrieron las 2 horas de nuestra clase de economía. Por un tiempo no pude quitar mis ojos del nuevo estudiante de intercambio. Luhan. De repente me intriga saber como es. Deseo más que nada conocerlo.
Nuestro día marcho muy lento, pero al final de nuestra última clase de Matemáticas II tuve una oportunidad de dirigirme hacia él.
"Oh lo siento, no fue mi intención, soy muy torpe…"
"No es nada, descuida ya te acostumbraras a llevar todo el peso de las clases."
"Gracias nuevamente."
"No me agradezcas. Por cierto, ya que seremos compañeros por el resto del año, quiero presentarme. Mi nombre es Sehun, de la familia Oh. Mucho gusto en conocerte."
Había extendido mi mano, y este estaba sorprendido ante tal acción, lentamente pudo tomar la mía y reemplazar el lazo que las unía con un saludo de bienvenida.
"Mi nombre es Luhan…"
"Ya se tu nombre, no te preocupes, no soy como los demás…"
"Ohh… gracias…"
"Deja de agradecerme… oye ya que eres nuevo aquí, ¿Te han dado un recorrido por la universidad?."
"En realidad no, en la administración no tenían a nadie, y hasta ahora nadie ha sido amable conmigo como para saber sobre la universidad."
"Entonces ven, aún debo esperar a que me recojan, yo te puedo guiar. ¿Qué piensas? ¿Tienes tiempo?."
"Ehh.. claro… y gracias…"
"De algún modo debes de dejar de agradecer tanto…"
"Lo..lo sien…-"
"Ya trabajaremos en eso… basta de disculpas y agradecimientos que no son necesitados. Ven, te mostraré el edificio."
Cada vez que terminan mis clases, tengo que esperar 1 hora hasta que el coche que me lleve a mi hogar llegue a la Universidad. Tiempo suficiente para mostrarle al nuevo chico las instalaciones de la misma. Hace tiempo que no me sentía cómodo con alguien. Es un buen comienzo.
"Y esos son todos los lugares que tienes que tener en cuenta y que te servirán en un futuro para tus estudios." Exclame cuando habíamos terminado el tour por el edificio de la universidad.
"Gracias… eres de gran ayuda, y muy amable por tomarte un tiempo para guiarme en mi primer día."
"No es nada. Nuevamente, bienvenido, y un consejo… No creas lo que los demás estudiantes dicen. En esta universidad, nadie es sincero."
"Y ¿tu lo eres?.."
Definitivamente si.
"¿crees que le daría mi tiempo a alguien más que una persona especial como tu?."
"¿Especial?¿Yo?"
"Especial. Diferente a los demás. Persona que se destaca sobre el resto. Un ser humano. No un robot."
"¿a que te refieres?"
"Lo único bueno de ti en estos momentos es que no sabes nada sobre mí. Eso te hace único aquí. Créeme. Quisiera que siempre seas así. Debo irme, nos vemos en la próxima clase… No olvides los apuntes que debes sacar en la biblioteca. Adiós Luhan."
Un saludo en la distancia. Una mano que se mece como las olas, mostrando la importancia que tenía el tener su atención por un momento. Ese momento en el que todo lo malo de tu vida desaparece, aunque sea momentáneamente. Una milésima de segundos que puede cambiarlo todo.
Adiós Sehun.
Las palabras más simples para alguien emocionado, para alguien que esta claramente acostumbrado a tener compañía. Para alguien al que todo le marcha bien en la vida. Dos simples palabras, que no he podido expresar, y que de cierto modo quisiera gritárselas a la primera persona que ha sido amable conmigo desde hace mucho tiempo.
Gracias por tu amabilidad, Oh Sehun.