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Cuenta regresiva. por Angel_Chan

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Notas del fanfic:

Serie: Saint Seiya.

Pareja: Shun-Seiya.

Clasificación: Romance.

Advertencia: Lemon.

Notas: ¡Por fin! La continuación de ‘Desencadenante’… hace años que estoy tratando de terminarla, ya era hora de que lo hiciera. Sé que había dicho que se llamaría ‘Broche’, pero mi Beta me dijo ‘De ninguna manera’. Así que se llamó ‘Cuenta regresiva’, y así me gusta más.

Fecha: 18/12/2008-14/07/2012.

Beta Reader: Pleasy Stay.

Disclaimer: Todo lo referente a Saint Seiya pertenece a Masami Kurumada y a la Toei.

 

   

Cuenta regresiva.

 

Prologo.

 

Las sabanas clamaban por algo de paz, algo de cordura o sanidad... por algo de tranquilidad, ¡Por Zeus!

Llevaban más de cinco horas jugando, y retozando sobre ellas, y no parecía haber ganas de abandonar el juego, por el momento. Era algo nuevo lo que estaba viviendo y no se preocupaba por nada de lo que pudiera ocurrir, se sentía libre de una marca que casi le había hecho perder toda su confianza en sí misma. Ahora si podía volver a ser ella misma.

Encendió la luz a pesar de que su compañero se negó a que lo haga, y apenas mal cubierta por la sabana salió con dirección hacia el baño. Se horrorizo al darse cuenta de que su cabello era una maraña muy difícil de describir, y sintió ganas de reírse de su imagen… abrió las llaves de la ducha, prepararía la tina para relajarse un poco antes de volver a la cama, quizás y ahora si pudieran dormir.

Un poco de sales, y esencia de lavanda, eso la haría conciliar el sueño, luego de una relajante hora en la tina.

Hace mucho que había dejado de pensar en Seiya, a pesar del amor que le había tenido, pero ya no le dolía tanto como en ese momento… ahora, tan solo, sentía lastima por él.

Había sabido ver en sus ojos, el temor y el arrepentimiento, más allá de que de sus labios salieran muchas escusas. Las cuales no hacían más que recordarle, que sus Santos podían ser muy poderosos, pero que habían vivido muy poco aun…

Incluso ella misma, no había vivido nada. Podía ser la reencarnación de una diosa griega, pero esta solo tomaba su cuerpo cuando lo necesitaba, después, solo era Sahori Kido. Y como ella se había empezado a comportar, después de aquello. Como la joven mujer que era, libre de sentir y amar lo que quisiera.

—Sahori, ¿vas a estar mucho tiempo más en el baño?

—¿Necesitas entrar?

—No, pero tampoco necesitas tú estar tanto tiempo allí dentro.

Las manos morenas y fuertes masajearon su espalda, mientras con cuidado se iba metiendo junto a ella en la bañera. Exhaló un hondo suspiro cuando sus musculas se vieran rodeados del agua cálida, relajándolo por completo. Pero lo que más le gustaba era sentir la cabeza de Sahori sobre su pecho.

Le gustaba acariciar el cabello lacio, más cuando este estaba mojado, las pocas veces que la había tomado por sorpresa compartiendo el mismo baño juntos.

Pero Sahori no podía relajarse del todo, hacía semanas, desde que Ikki había vuelto a Japón, tenía en mente una sola cosa. O más bien, en una sola persona.

—¿Ikki, tú sabes algo de tu hermano?

Le daba vergüenza preguntar, y hasta sentía un insistente aguijoneo de culpabilidad. Pero él era el único que le podía decir algo acerca de su Santo de bronce.

Ikki solo se mantuvo en silencio, pensando en que contestarle, se había mantenido al margen de esa situación; ya había muchos en medio, como que para colmo él también participara en esa especie de telenovela barata. Además, Shun podía cuidarse perfectamente bien.

—Lo he visto, si eso es a lo que te refieres… jamás dejé de hacerlo. Que él no viva aquí no significa que no pueda encontrarlo.

—Sí, lo sé… es que. —Sahori se giró entra la espuma y las piernas de Ikki, enfrentando los ojos del que ahora era su novio. —¡Quisiera disculparme con él!

—Eso yo no puedo arreglarlo, Sahori. Si en verdad quieres hacer eso, tendrás que enfrentarlo tú misma. —Como respuesta a una decisiva afirmación, Ikki beso sus labios, una y otra vez, con delicadeza y pasión, antes de que todo toque se volviera lascivo.

Los gemidos y jadeos pronto llenaron el baño. Los quejidos y exclamaciones llegaron hasta su recamara, pero no había porque tomar recaudo alguno, estaban solos… y si así no lo estuvieran, daba lo mismo. ¿Quién les prohibiría amarse?

Sahori salió del baño, casi escapando de Ikki, y de su juego dañino de querer marcar su cuello de forma evidente.

—¡Basta, Ikki no es gracioso! —Pero al mismo tiempo que lo decía no podía evitar romper en risas.

—No pretendo que lo sea, créeme. ¡Soy lo más parecido a una fiera salvaje al asecho en este momento!

Si, totalmente… un animal salvaje, hambriento y posesivo, alguien que debe marcar a su hembra para que los demás machos la sepan suya. Que nadie más que él vuelva a tocarla, vuelva a lastimarla, como ya había pasado.

Besó una vez más su cuello, hasta llegar hasta su clavícula, de allí recorrió la suave piel que lo conduciría a su hombro; donde dejó la impronta de sus incisivos. El quejido salió ahogado, mientras la lengua recorría una y otra vez la herida. Ikki besó hasta cansarse la totalidad del pecho agitado, sin dejar señal alguna de sangre en la piel.

Se afirmó a su cintura, listo ya a dejarse llevar por el sueño.

Antes de desearle buenas noches, buscó una vez más su cansado rostro.

—Sahori, lo único que puedo hacer por ti, si quieres… es acompañarte, estar presente. —Los ojos celestes de la mujer que ahora era su amante lo llenaron de emoción. —Pero no te diré donde buscar, encontrarlo será tu asunto… luego, iré contigo si me necesitas.

Sahori asintió, a cada una de sus palabras, le parecía bien, y además no podía abusar de su condición ahora que era la novia de Ikki, todavía no sabía cómo Shun se iba a tomar esa noticia.

Beso de manera suave los labios de Ikki, antes de darle las gracias por todo lo que había hecho por ella, y desearle las buenas noches.

Al poco tiempo ambos habían conciliado el sueño de manera pesada. Cansados de amarse durante horas y de recorrer la casa de un lado al otro.

 

Continuará.

Notas finales:

Notas Finales: Sé que se estarán preguntando: ¿Qué tienen que ver Sahori e Ikki con la pareja Shun y Seiya?, o… ¿Qué hacen esos dos juntos y teniendo sexo para colmo de males? ¿Se acaba el mundo, viene la tercera guerra mundial?...

No, pero bueno... necesitaba un prólogo para por lo menos empezar a encaminar el fic, y lo que tenía estaba muy bueno para desecharlo así de fácil, por lo que el resultado fue este. No sé si está bien, o está mal… si les gustara o no.

Así que díganme lo que piensan.


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