Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Rapsodia" por Yae

[Reviews - 273]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Enjoy!

 

 

 

 

 

 

15.-  “The Chance”

 

 

 

 

Era consciente de lo peligroso que hablar por celular mientras conducía resultaba, pero la curiosidad había logrado más, primero llamo a su esposa, pero no contestaba así que decidió llamar a Umino Iruka para averiguar lo que sucedía. Hablo largo y tendido, hasta tuvo que detener el automóvil por unos minutos.

 

“Han publicado en todo el colegio unas fotografías donde Naruto se está besando con otro muchacho, creo que es el hermano de Sasuke”

 

La noticia le cayó peor que un patada en el hígado, se había hecho a la idea de que su hijo gustaba de Sasuke, pero jamás se imaginó haberse equivocado de Uchiha… era Itachi la persona de afecto de Naruto.

 

“El director está muy enfadado con el espectáculo, no me escucho y suspendió a Naruto dos semanas, quisiera que usted y la señora Kushina vinieran el día de mañana para hablar y lograr que le quiten la suspensión.”

 

El resto del trayecto acelero demasiado a riesgo de recibir una infracción, curiosamente se sentía algo mareado, se reprochaba el haberse equivocado, pero era difícil sospechar que Naruto e Itachi estuviesen juntos, lo que debió haberlo alertado fue el interés de su unigénito en el hermano mayor de Sasuke últimamente. Era consciente de que su hijo si estaba enamorado… pero Itachi.

Él era otra historia.

 

 

— ¿Sabes lo que pasaría si tu pobre madre se enterara de todo esto? – La veía muy molesta, demasiado. – y más ahora que está en el hospital.

— Le pido que no se lo diga – de inmediato su cuerpo se tensó, si su madre se enteraba de seguro empeoraría su estado de salud.

— Yo la quiero mucho pero esto no lo voy a aceptar. Como te dije Naruto es menor de edad – se acercó peligrosamente – puedo denunciarte por estupro si insistes en esto.

Se veía muy segura una media sonrisa se curvo en los labios de la madre de Naruto, Itachi se mordió los suyos meditando, sentía mucho frio y no sabía porque, si fueran nervios debería estar sudando.

— Si eso es lo que quiere hacer, está bien. De todos modos es exactamente como ha dicho.

Fue consciente de que su respuesta fue interpretada de modo ofensivo por ella, vio sus ojos teñirse de furia como pocas veces había visto gesto parecido en Naruto.

— Mi hijo no va a protegerte. – aseguro.

— No espero que lo haga – Itachi no pretendía de ningún modo sonar soberbio y tan exasperante, era algo natural en su familia por eso siempre eran tachados de orgullosos para resumir, las respuestas confiadas y petulantes brotaban de modo innato.

— ¡No me tomes por tonta! – Levanto de nuevo la voz – No puedo creer que haya tenido tan buen concepto de ti y tu familia.

— Siento haberla decepcionado.

Tal vez la razón para que el enfado de Kushina incrementase era el tono que Itachi usaba, demasiado calmado para que fuera sincero, pero antes de que pudiese dejarse llevar por la rabia oyeron claramente como Minato entraba en la casa.

 

— ¡Papá! – la voz de Naruto en la sala los alerto.

 

Kushina salió sin decir ni una palabra más y cuando salió de su rango de visión Itachi se dejó caer a peso muerto en la silla más cercana, debía hallar una solución a todo este embrollo de una vez, de todos modos…  ya había decidido irse junto a Sasuke y a su madre a América.

 

 

0o00o0o00o0o00o0

 

Llegaron al departamento donde Itachi vivía por el momento, su compañero de piso no se hallaba por lo que ingresaron a la silenciosa sala.

— ¿Tienes hambre?

Le pregunto pero Sasuke negó, parecía algo ansioso.

— Bien… - el mayor dio un leve suspiro para sentarse frente a el – por donde quieres que empecemos.

— Desde el principio, con tío Obito y con Shisui.

— De acuerdo. – volvió a suspirar, era mejor aclararle como estaban las cosas a Sasuke de todos modos terminaría por enterarse – Sabes que Jiraiya nos odia, ¿verdad?

— Lo sé – asintió apoyándose en el respaldo del sofá – no es ninguna novedad, el anciano cree que un Uchiha mato a Tsunade, como si fuéramos a ser tan obvios de hacer algo así.

— Jiraiya sabe que lo de la marca Uchiha donde hallaron el cuerpo de Tsunade fue una trampa, él sabe que nosotros no la matamos.

— Explícate – su hermano menor arquó una ceja algo confundido – si sabe que no fuimos nosotros porque esta tan obsesionado.

— No estoy muy seguro, Shisui desapareció  medio año antes de que Obito muriera o eso es lo que sabemos, pero el cuerpo según oí decir a nuestro padre no era el de Obito.

— Habla claro Itachi, déjate de rodeos que no tengo tiempo para tus hipótesis.

— Ya te lo dije, no estoy seguro, antes de que padre y Minato se asociaran Madara tenía tratos con Jiraiya en sus negocios.

— ¿Y que con eso?

— Cuando Tsunade murió Jiraiya dejo a Madara casi en quiebra, recuerdo que antes de que eso pasara Shisui me comento más de una vez que Obito se llevaba muy bien con Tsunade – permaneció de pie apoyado en uno de los muebles  de la sala, hace años había formulado más de una teoría para hallarle un porque al odio irracional de Jiraiya pero al final solo una lo convenció ligeramente.

— No me digas que… - Sasuke empezó a reír al imaginarse la idea de Itachi – creo que no eres tan brillante como todos piensan. No puedo creer que en verdad estés suponiendo que Tsunade y Obito… - volvió a reír con elegancia única en él.

— No creo que haya sido Obito, pero creo que Tsunade engañaba a Jiraiya… con un Uchiha. – Itachi lo había meditado más de una vez, la única razón viable para que el padrino de Naruto odiase tanto a su familia tenía que ser el hecho de estar perdiendo a la mujer que amaba por un Uchiha.

— Eso suena más convincente – su hermano se acomodó mejor para prestarle más atención, se veía algo más relajado  eso alivió al mayor, no quería seguir distanciándose de Sasuke. – si no fue Obito, ¿entonces quién?

— No lo sé, supongo que el día que mataron a Tsunade tuvo que haber pasado algo con su amante.

— Tal vez Jiraiya se enteró y la mando a matar y quiso inculpar a alguien del clan por eso.

— No estoy muy seguro, no creo que se hubiese atrevido a matar a la mujer que amaba – también algo más relajado se sentó al lado de su hermanito – pero ese no es el problema realmente, tío Madara está en prisión.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Lo están inculpando por esos asesinatos que  sucedieron hace meses, creo que Jiraiya también tiene mucho que ver.

— Maldito anciano – chasqueo la lengua enfadado – ¿y padre?

Movió la cabeza negando, nadie tenía que asegurarle que Fugaku ya estaba muerto y también era culpa de Jiraiya, Itachi había confirmado de primera mano de lo que era capaz ese hombre – Madara dijo que nos fuésemos a América, tiene un departamento allá y nos daría el dinero necesario para el viaje.

Sorprendentemente para Itachi su hermano menor no se negó a esa posibilidad, parecía estar meditándolo como si la idea no le resultase tan descabellada – Podríamos hacerlo, pero… ¿dejarías a Naruto?

Sasuke le clavo su oscura mirada teñida de reproche, el mayor tragó pesado sin estar seguro de a que se refería con esa pregunta… retrocedió un poco en el sofá tratando por primera vez fingir demencia.

— Hubiera… querido enterarme por ti, que… estaban saliendo…

Su opaca visión amenazó con  dejarlo en penumbras. ¿Estaba temblando?  No, debía ser el frio pero si hace nada encendió la calefacción. – Lo siento – apenas atino a disculparse sin estar seguro del porque – no es que lo haya planeado.

— Supongo – podía ver a Sasuke casi encogido en hombros ahora sin querer mirarle y esa imagen lo hizo sentir culpable – ese usuratonkachi es todo un acosador – una diminuta risa forzada emergió de sus labios.

Ese pesado sentimiento de culpa parecía dispuesto a acorralarlo, como si le hubiese quitado algo muy importante a su pequeño hermano…

— Si tú y madre quieren ir a América, yo los acompañare, no voy a dejarlos Sasuke.

— Siempre martirizándote por los demás – su hermano volvió a reír claramente sin deseos de hacerlo – por mi está bien, vámonos a América Itachi – por fin se dignó a mirarle.

Y entonces lo comprendió.

 

0o00o0o00o0o00o0

 

Se mordió los labios con fuerza logrando abrir la herida del golpe que Kushina le había dado, siempre se había dicho que cuidaría a Sasuke ante todo, que haría todo lo posible para verle feliz, que le ayudaría a superarse a superarlo, que aunque no lo supiese siempre lo protegería de todo lo que quisiera dañarlo.

Había fallado.

Lo había lastimado.

Como no pudo darse cuenta, tan brillante e inteligente que algo tan obvio escapo a su percepción, tal vez Sasuke no le había dado nombre a lo que Naruto significaba para él, pero Itachi estaba seguro que la respuesta seria desastrosa para ambos… porque era un sentimiento demasiado importante… el lazo más importante de su pequeño hermano, de ser amor le habría arrebatado lo que más le importaba… Naruto.

No estaba del todo seguro, aunque Sasuke nunca hubiese salido con alguna chica no significaba que estuviese enamorado de Naruto su único amigo…

Tal vez la respuesta era tan obvia que la paso por alto, sea o no cierto, lo que si era verdad fue el hecho de que lastimo a Sasuke al enredarse con Naruto y no decírselo. Ya era demasiado tarde para evitar que la relación profundizara.

Se sentía culpable con su hermano, con Naruto, se reprochaba por haberse dejado llevar y permitir que su corazón le dijese que hacer, nuevamente se sintió patetico… hace menos de media hora pisoteando su orgullo dócilmente se ofreció para el ojiazul tratando de compensarlo…

Lo había pensado desde que hablo con Sasuke, pero tal vez quiso ignorar lo evidente, lo siguió pensando después de que esas chiquillas le mostraron la fotografía que Ceres había hecho circular, o quizá deseo mantenerse en la feliz ignorancia pero eso no era una opción.

Ahora debía destrozar cualquier sentimiento que Naruto albergase hacia él, que miserable se sentía al no querer dejar a la persona que amaba… pero debía hacerlo.

Definitivamente.

 

 

— ¡Hablen por turnos! – exasperado Minato levanto la voz obligando a su esposa y a su hijo a detener sus discursos.

— Esta en el despacho, tienes que hablar con el – Kushina lucia muy nerviosa.

— Papá déjame hablar contigo antes, ¡tengo derecho dattebayo!

Veía a su hijo desesperado pero lo mejor ahora era atacar el problema por separado y primero con Itachi.

— ¡No!, tu padre hablara con ese chico y tu hablaras conmigo.

— ¡No me traten como a un niño!

A diferencia de su esposa Minato poseía mucha más paciencia, incluso más que cualquier persona normal, era consciente de que los gritos no solucionaban nada. – Tu madre tiene razón Naruto, ve con ella yo hablare con Itachi y luego contigo.

— ¡No lo voy a hacer ya espere demasiado, yo estoy enamorado´ttebayo! ¿Tan difícil es de entender? – Naruto no parecía dispuesto a ceder.

— ¡Naruto no haga esto más difícil!

— Naruto – le  llamo en tono neutral esperando que su atolondrado hijo entendiese un poco de cómo se sentían — por favor quédate aquí con tu madre – coloco sus manos sobre los hombros de Naruto esbozando una pequeña sonrisa.

Y mordiéndose el labio inferior su hijo asintió.

Dio un hondo suspiro casi a bocanadas para entrar al despacho encontrándose con Itachi de pie como si lo esperase.

— Acabemos con esto rápido.

— ¿Qué te sucedió? – con curiosidad se acercó notando la pequeña herida en el labio del menor.

— No es nada – se cubrió el golpe – ya se lo que vas a decirme no prolonguemos esto Minato.

— Me sorprendes, entonces lo sabes. Naruto me comento algo hace tiempo pero creí… que se trataba de Sasuke – se acercó un poco más para no perder detalle del rostro ajeno.

Itachi cerró los ojos varios segundos como lamentándose algo.

— Pero me equivoque, eras tú de quien mi hijo decía estar enamorado, no voy a hostigarte con cosas que ya sabes, con parámetros morales que tú debes conocer muy bien — arrugo el entrecejo midiendo el tono de su voz — me inquieta saber si tú estás enamorado de él ¿correspondes a sus sentimientos?

— A estas alturas mi respuesta ya no importa.

Lo sujeto de los brazos para que lo mirara a los ojos, debía aclarar aquella duda. — Para mí si es importante.

El muchacho no parecía amedrentado ante esa acción solamente se zafo con algo de fuerza para retroceder un par de pasos, como si su cercanía fuese a quemarlo.

— Itachi.

— … no hagas esto más complicado de lo que es Minato — se abstuvo de responder.

— De acuerdo supongamos que me conformo con tu silencio, ¿sabes que sucederá después? ¿que pueden ofrecerse el uno al otro? ¿has tomado en cuenta el hecho de que no podrán casarse ni tener hijo si permanecen juntos? — algo de beber se le antojaba demasiado, sentía la garganta muy seca.

— Claro que sí.

Las respuestas de Itachi se oían tan falsas pero el rubio mayor era consciente de que muchas de ellas eran por completo honestas.

— Naruto es un niño, se olvidara de mí. — retrocedió más acercándose a la puerta.

— No estoy en tu contra, no soy tu enemigo. Solo quiero que entiendas que este no es un momento indicado para que ustedes…

— ¡¿Crees que no lo sé?! — entonces sucedió, vio por vez primera a Itachi Uchiha tan desesperado y alterado que parecía que en cualquier momento iba a hiperventilar. — ¡Nunca será un buen momento, porque nunca debió pasar, eso ya lo sé!... — retrocedió mas chocando contra la puerta.

— Itachi tranquilízate — de inmediato se acercó para tratar de calmarlo.

— Sabes… ya estoy harto de todo esto… harto, tienen razón no voy a insistir así que no tienes que preocuparte — se cubrió el rostro con una mano como si quisiese sollozar.

“Por vez primera” veía a ese muchacho tan brillante y estoico al borde de las lágrimas, pero las contuvo con todo éxito.

— Déjame ayudarte.

— No quiero tu ayuda, no te esfuerces Minato, los Uchiha no somos tu responsabilidad. — lo miro con enojo y frustración, se hizo a un lado para poder abrir la puerta y salir.

Era verdad, solo una vez Madara estando en prisión le pidió cuidarlos, tal vez se estaba tomando todo el asunto de modo muy personal, Minato exhalo e inhalo con cuidado para calmarse y decidir qué hacer.

 

 

— Mama por favor ya no soy un niño y se lo que siento.

Se sentía inútil al no poder lograr que sus padres tomaran en cuenta sus sentimientos  y entendiesen que el asunto de Itachi lo involucraba directamente.

— Naruto, solo estas confundido, en unas semanas te olvidaras de todo esto y podrás salir con alguna de tus compañeras. — por todos los medios su madre trataba de convencerlo.

— Eso no va a pasar nunca — la miro furioso, siempre creyó que su madre lo apoyaría en esto. Ante su sorpresa vio salir a Itachi del despacho de su padre para dirigirse sin mirarlo hacia la puerta principal. — ¡Itachi espera!

Aunque su madre le grito y quiso detenerlo la ignoro para ir tras el pelinegro, salió de la casa tratando de alcanzarlo.

La pelirroja quiso seguirlo también pero Minato la detuvo.

— Deja que hablen es necesario, no podemos detener a Naruto todo el tiempo, terminara odiándonos.

— Pero Minato… — él la abrazo con suavidad por la espalda silenciándola tan solo con esa acción calmando el enfado de la pelirroja.

— ¿Lo sabes verdad?

Aunque dudo al principio Kushina suspiró — Ante todo es nuestro hijo.

 

 

— ¡Espera un poco! — a trompicones lo alcanzo para sujetarlo de un brazo en medio de una vereda — ¿Qué te dijo mi papá? —preocupado  busco que Itachi le mirase pero eso no sucedió.

— Nada, ya sabíamos que esto iba a pasar, dejemos las cosas hasta aquí — volvió a soltarse para alejarse nuevo.

— No, no, no.

Más nervioso volvió a seguirlo para darle alcance otra vez poniéndose delante impidiéndole el paso.

— Naruto dejemos las cosas así — parecía suplicarle que lo dejase ir, pero Naruto no estaba dispuesto a hacerlo.

— Deja de tratarme como a un niño que no entiende nada, ya me canse de que primero me digas que sí y luego me digas que no — jamás fue muy paciente y la actitud de Itachi solo lograba estresarlo ¿acaso no había dicho que estaba bien estar juntos? ¿acaso no lo había aceptado?

Evidentemente no.

— Naruto… — lo miro con esos profundos ojos negros, tan brillantes como si fuesen a quebrarse en cualquier momento — no me obligues a esto.

— Yo te amo.

Las pocas personas que circulaban cerca y alcanzaron a oírlo reaccionaron algo alarmadas.

— Lo siento Naruto.

No lo entendió bien, le pareció una disculpa común y sin fondo oculto, largos y agónicos segundos pasaron antes de que Itachi le dedicase una pequeña y triste sonrisa. Tan hermoso regalo solo duro eso… segundos, poco a poco esa sonrisa se curvo más a una de completa burla y frialdad.

— Parece que si no te lo explico nunca vas a darte cuenta — sintió pánico al ver su expresión, una que nunca antes vio — Naruto, tu no me interesas, nunca me has interesado.

— ¿Qué? — tontamente fue lo único que se le ocurrió preguntar.

— Como oíste, siempre te lo dije… eres un niño, un niño muy estúpido a mi parecer, si quieres puedes odiarme porque yo no voy a sentir ni siquiera eso por ti.

Todo el entorno pareció enmudecer de repente, no oía nada salvo lo que Itachi le decía y lo que oía no le estaba gustando en lo absoluto, debía ser una broma otra broma pesada. — No… no vas a alejarme diciendo tantas tonterías… da-dattebayo…

Casi no podía hablar, sentía ahogarse y lo haría si es que el pelinegro no se retractaba pronto.

— Es la verdad, ya que tú te mostraste tan interesado en mi… — inspiro hondo antes de proseguir — ¿Por qué no iba a aprovechar una oportunidad tan buena? — esa odiosa sonrisa que Naruto no quería ver no desaparecía en tanto los segundos avanzaban — mi familia necesitaba dinero y bien tu podrías dármelo, pero creo que me equivoque tal vez debí involucrarme con Minato.

Era mentira.

 

0o00o0o00o0

Itachi parpadeo un par de veces sin convencerse del todo, cuando se acercó a la mesa del rubio este desvió la mirada recogiendo la botella y los trozos del vaso que quedó destrozado en el piso.

— Ah… ha sido mi culpa dattebayo, lo pagare no te preocupes – se forzó a reír un poco sin mirar al pelinegro.

— Naruto – le llamo sin obtener respuesta, la actitud del rubio lo confundió bastante – ya casi termina mi turno – resoplo para recoger los trozos de vidrio junto al ojiazul.

Volteo para verle a los ojos, a esa profunda mirada oscura que a veces parecía invitarlo a perderse en un abismo sin retorno y que gustoso aceptaría arrojarse a él.

— Itachi… — volvió a llamarlo más cerca logrando por fin la atención del pelinegro – yo… — musito sin perder detalle de la mirada ajena se acercó más, debía disculparse, por un descuido suyo se pusieron en aprietos, pero la atenta mirada de Itachi que no sabía cómo descifrar hicieron que olvidara todo lo demás, se inclinó besando esos labios como hacía tiempo había deseado hacerlo y su corazón dio un vuelco de alegría al ser correspondido del mismo modo, con ansiedad y deseo  compartido.

...

— No me dejaste envolverlo – Naruto hizo un ligero puchero acercándose.

— ¿Y para qué es esto? – pregunto en tono neutral.

— ¿Cómo que para qué?, es obvio que es para ti dattebayo.

Enarcó una ceja algo contrariado.

— No sabía que regalarte y pensé que eso sería bueno, como te gustan esos pajarracos dattebayo – el rubio dio un suspiro fingido – bueno también pensé en rosas y corazones de chocolate pero no creo que te hubieran gustado – rio algo nervioso temiendo la reacción del mayor.

— Que aunque yo te quiera tanto es cansado sentir que tú actúas como si me estuvieras ocultando algo… y algo muy importante – resaltó con aire casual.

— Naruto… — evadió la mirada contraria casi en un acto reflejo

 

0o00o0o00o0

 

Se negaba a creer que lo vivido junto a Itachi fuese una mentira, pero una nimia parte en su interior siempre albergó esa duda, duda alimentada por los extraños rechazos de su amado y sus nulas palabras cuando le decía que lo amaba, Naruto jamás oyó una respuesta a esas palabras que con tanta esperanza le dedicaba a su pelinegro… lo peor de todo el asunto era que al parecer su madre tenía razón.

— Mi… mi papá — rio quedito y algo asustado negándose a creer lo que le decían. — entonces…  Ero-sennin y tu…

— ¿No es obvio? Él tiene mucho más dinero que ustedes…

La frustración y el dolor lo llenaron de ira, no quería sentirse usado y sentía cada vez más lejos esa esperanza de saber su amor correspondido, lo golpeo con el puño cerrado con tanta fuerza que lo hizo tambalear y lo tumbo al piso cuando se fue sobre el sujetándolo del cuello de su ropa.

— ¡Mientes, estas mintiendo! ¡Solo buscas la manera de alejarme de ti! — no le importó que las personas se detuvieran a contemplar el patético número que estaba montando, ya nada le importaba.

— Bienvenido al mundo real Naruto —para su sorpresa la molesta sonrisa de Itachi aún no desaparecía pese a que su labio estuviese sangrando — no tienes nada que me interese ¿Por qué debería seguir contigo?, lo último que paso tómalo como una compensación. Ambos perdimos el tiempo.

— ¡No es verdad, no es verdad! ¡No puedes hacerme esto, no es justo! — grito adolorido casi al borde de la histeria y las lágrimas ¿Cómo podía ser Itachi tan buen actor?

No lo era… al menos así lo creía.

— La vida no es justa ya deberías saberlo — de un empujón Itachi lo alejo para ponerse de pie.

En tanto Naruto seguía en el piso de rodillas sin querer mirarlo, sin fuerzas para levantarse, un hoyo parecía estar tragándose su destrozado corazón. — No es verdad — farfullo quedito para sí.

— Espero no tener que repetirlo — de pie con el labio sangrando y el cabello suelto balanceándose con el viento pareció no sentir ningún tipo de culpa — nunca voy a verte como algo más que un niño.

Entonces lo dejo caer, Itachi dejó caer al piso la pequeña figurilla que Naruto con tanto amor le había regalado. Aterrizo a los pies del rubio quien miro ese pequeño objeto como si fuese su propio corazón…

Y lo destrozo…  le dio un pisotón frente a sus zarcos ojos rompiendo la diminuta ave de cristal en pedazos.

Lo había roto.

Pese a su dolor, a su rabia, las lágrimas cayeron raudas llenándolo de impotencia.

— Entonces vete, ¡no quiero volver a saber de ti! ¡vete o voy a molerte a golpes! — grito herido en el alma mirándolo lleno de rencor — ¡vete!

Los ahora inexpresivos ojos de Itachi lo contemplaron un par de segundos antes de alejarse como se lo había exigido. Naruto se quedó allí en el piso y el tiempo pareció avanzar de nuevo, oyó los murmullos de las personas que se detuvieron a presenciar la escena pero no le importó, se quedó así varios minutos hasta que reunió el valor necesario para sujetar los trozos de la figurilla y guardarlos.

A paso lento empezó a caminar sin detenerse y sin mirar atrás.

Se había terminado ya nadie podría arreglarlo.

 

 

--------------

 

 

— Estos edificios se concluirán en un año, como están investigando a Jiraiya-sama la construcción tuvo que detenerse — Santiago le explicaba en tanto ambos caminaban por aquellos enormes edificios en construcción, la mayoría de ellos solo tenían la esquelética estructura armada.

— ¿Por qué me buscaste? —Sasuke caminaba a su lado, aburrido y algo extrañado aun al haberse encontrado a ese hombre en la salida del hospital esperándolo.

— Quería disculparme y darle las gracias.

Curvo una de sus cejas sin entender bien, bufo cansado sin dejar de caminar, hasta que su madre saliera del hospital debía hallar un lugar donde quedarse, no podía seguir en casa de Naruto y tampoco le apetecía estar con su hermano, con el espectáculo que se mandaron en la mañana en el instituto con eso de la foto ya todos sabían de esa relación.

Cuando el mayor se detuvo también lo hizo. Itachi le confeso que sí tenía una especie de noviazgo con Naruto y al enterarse de eso por boca de su propio hermano sin querer se llenó de celos. Por eso acepto irse a América, así ya no vería a Naruto… e Itachi tampoco.

Que infantil y egoísta había sido.

Pero… aplaudirles a ambos y festejar el amor que se profesaban no estaba dentro de sus posibilidades. Sintió celos de Naruto…

Sintió celos de Itachi…

Quiso odiarlos y no pudo. ¿Por qué debía ser él el que quedara fuera?

— Me ordenaron entregarle esto.

Al oírlo espabilo viendo como Santiago le ofrecía un sobre blanco. — ¿Quién lo envió? — desconfiado no se atrevió a recibirlo.

— Eso no puedo decirlo — sonrió abriendo el sobre dejando a relucir dinero.

— No lo necesito.

— Esta bien, cuando lo necesite búsqueme, yo se lo entregare.

Dejando de lado sus penas amorosas Sasuke estaba seguro de que ese hombre no era de fiar y no se traía nada bueno entre manos, pero tal vez podría ayudarlo a destruir a Jiraiya.

— Sasuke-san ya debo retirarme, si necesita algo solo llámeme, olvidemos el incidente del secuestro yo solo acataba órdenes. — la sonrisa que esbozo no le inspiro confianza, se alejó caminando dejando a Sasuke solo en aquella solitaria y por ahora abandonada construcción.

Dio un profundo suspiro y empezó a caminar, con las manos dentro de los bolsillos y con un pronto ocaso se dirigió al departamento donde Itachi se estaba quedando.

Tal vez aun tenía una oportunidad, no se sentía enojado, la ira que experimento al enterarse de Naruto y su hermano se había transformado en decepción y angustiosa tristeza.

¿Qué le diría a su madre?

¿Qué le hubiese dicho a su padre?

La carga se había aligerado al no ser el quien tuviese que enfrentarlos y decirles que estaba enamorado de Naruto…

Nadie salvo el propio Sasuke podía entender su sentir, a medida que se acercaba al edificio la noche se hizo presente y deteniéndose unos instantes levanto la mirada al cielo…

Le pareció tentador desaparecer en la estratosfera.

Cuando retomo su camino casi llegando volvió a detenerse a unos pasos de su hermano, quien se hallaba sentado en el piso como un vagabundo apoyado contra una pared y encogido entre sus rodillas.

— ¿Nii-san? — preocupado se acercó inclinándose para ver si no estaba herido — ¿estás bien? ¿Qué paso? — con cuidado quiso apartar el cabello de su hermano que cubría su rostro pero no se lo permitió.

— ¿Qué haces aquí… Sasuke?

Oyó la voz de su hermano mayor casi quebrada como si hubiese o estuviese llorando, se mordió el labio inferior más preocupado. — Vine a buscarte, hoy no viniste al hospital para ver a madre.

— Discúlpame… Sasuke— Itachi no parecía querer moverse de aquel lugar ni de aquella posición.

— Hace frio, vamos dentro — le ofreció su ayuda para levantarse asegurándose de no mirarle el rostro, su hermano no quería que lo viese así, de eso ya se había dado cuenta. Entraron al departamento notando de inmediato que Deidara no se encontraba allí, lo ayudo a llegar al sofá donde Itachi se recostó dándole la espalda.

Sasuke se paseó por la pequeña sala encontrando una nota sobre la mesa.

— Es una nota de Deidara — hablo fuerte para que su hermano lo escuchara — dice que van a reunirse en Akatsuki y que dejes de perder tus celulares —sonrió un poco para sí mismo notando que Itachi ni atención le prestaba.

— Puedes dormir en mi habitación.

— Itachi…

— Mañana hablaré con madre y le diré que los tres nos iremos a América en cuanto se recupere.

— ¿Es por Naruto? — pregunto rápido antes de ser interrumpido, al oírlo su hermano mayor se incorporó sentándose como debía, su cabello estaba algo enmarañado y suelto, se veía cansado tal vez demasiado.

— Las cosas van a mejorar Sasuke, te lo prometo.

— Aunque no te hayas dado cuenta, ya crecí. — se acercó en nueva cuenta inclinándose para quedar a la altura de su hermano que aún estaba sentado  — No necesito que me trates como a un niño y… Naruto no es el centro del universo. —con cuidado rozo la mejilla de Itachi con la punta de sus dedos, quiso consolar por una vez a su hermano mayor. Con éxito se había tragado sus lágrimas por Naruto hace tiempo y no quería que Itachi hiciese lo mismo, ya muchas veces desde niños su hermano se guardó su dolor para confortarlo, por una vez Sasuke quería ser el protector y no solo alguien frio e indiferente al sentir de los demás.

— Ya sé que creciste, todos los días me doy cuenta de eso. — Itachi apenas le sonrió sin poder ocultar las ligeras bolsas en sus ojos que delataban las lágrimas que los habían surcado antes.

Y Sasuke se dio cuenta de ello nuevamente, toda su vida solo había contado con su hermano, por primera vez la palabra familia le pesaba como una agónica condena, podía acusar a Naruto de haberle fallado de haberlo dejado de lado, pero a Itachi no podría reclamarle algo así porque aunque quisiera negarlo él no le había fallado. Como si contemplase algún diseño de hipnosis lo abrazo con cautela sintiendo el frio cuerpo de su hermano mayor quien le correspondió.

Los recuerdos de su infancia juntos se hicieron presentes, las salidas, los juegos, todo el escaso tiempo que podían compartir…

Era solo por hoy…

Por desgracia para Sasuke no existían las segundas oportunidades.

 

Ya daban al menos las ocho de la noche e Itachi se había quedado dormido en el sofá, lo cubrió con una manta para protegerlo del frio, sintiéndose bien por hacer eso por su hermano aunque sea una vez ya que siempre fue al revés.

En completo silencio se dirigió a la cocina para preparar algo de comer, reviso el refrigerador buscando algo útil y sobre este alcanzo a ver algunos papeles que se precipitaron al piso por la mala forma en que había sido colocados, los levanto para echarles una ojeada, parecían exámenes médicos y entonces noto el pequeño estuche que también reposaba sobre el frigorífico.

— Itachi no es desordenado — bufo cogiendo el estuche para abrirlo encontrándose con un par de anteojos y una pequeña nota.

“Trata de usarlos todo el tiempo Itachi-san, tienes consulta en dos semanas” venia escrito  en el trozo de papel y Sasuke volvió a revisar las demás hojas algo intrigado, su hermano no podía estar enfermo, leyó y releyó tratando de entender los términos médicos, al parecer Itachi quedaría ciego en poco tiempo…

Estrujo las hojas de papel, estaba molesto con su hermano por seguir ocultándole cosas importantes, irritado prefirió salir unos momentos del departamento para no despertarlo y gritarle pero nada más al abrir la puerta se topó con la gran sonrisa de Ceres como si hubiese tocado el timbre.

— ¿Puedo ver a Itachi?

Sasuke volteo ligeramente comprobando que el nombrado seguía durmiendo — No — salió cerrando la puerta tras de sí.

— Vamos Sasuke, no seas tan celoso — amplio más su sonrisa acercando su rostro al de él.

— Que quieres — la fulmino con la mirada — habla de una vez y lárgate.

— Ya lo dije, quiero ver a Itachi.

— No será hoy así que lárgate.

La ligera carcajada que ella emitió lo alerto, no quería que su hermano despertara. La sujeto del brazo con fuerza alejándola para casi estamparla contra la pared.

— Lárgate.

— Suéltame — se quejó con una mueca de dolor — lo estás cuidando demasiado ¿está enfermo? — se mofaba pese a que la presión en su brazo se intensificaba — de seguro es por Naruto, han de estar revolcándose todo el tiempo y eso lo tiene agotado — volvió a sonreír.

— Mejor vete antes de que me olvide que eres una mujer — cada vez más molesto volvió a jalarla para guiarla hacia las escaleras y casi aventarla a ellas.

La chica volvió a reír pese a casi caer y bajar rodando hasta la planta baja. — ¿Qué ocurre acaso no me soportas?

— No confío en ti así que vete, ya me engañaste una vez porque ese cuento de que estas preocupada por tu hermano ni tú te lo crees.

— Es verdad, mi hermano no me interesa no le voy al incesto a diferencia tuya — se burló notando el enfado aumentar en el pelinegro — pero él y yo podemos ayudar a Itachi por si les interesa.

Antes de perder la paciencia Sasuke decidió ignorarla y regresar dentro del departamento.

— Tu, tu madre y Naruto acaparan mucho de la atención de mi Itachi — hablo logrando que el chico le prestara atención de nuevo — si ustedes no estuvieran…

No iba soportar ni una sola amenaza de esa mujer, volvió a sujetarla de un brazo para susurrarle al oído — Ni lo pienses — la empujo de nuevo obligándola a bajar por las escaleras a trompicones — un manicomio sería un buen lugar para ti.

— ¿Itachi no te conto como murieron mis padres? — pregunto sin mirarle  y al recibir solo silencio empezó a bajar alejándose — eso creí.

Sasuke se quedó observando hasta que los pasos de la chica se alejaron lo suficiente en la oscuridad de aquellos escalones nulamente iluminados. Suspiro cubriéndose los ojos con una mano preguntándose como su hermano fue a enredarse con una mujer tan trastornada. Regreso al departamento inspirando hondo antes de entrar.

— ¿Sasuke? — al oír la puerta su hermano despertó incorporándose un poco.

— Deberías dormir un poco más Itachi — fue lo único que dijo regresando a la cocina.

 

 

 

No quiero escucharte más

Odiosa conciencia déjame en paz

Puedo olvidarle y cambiarle

Tan rápido como el me abandonó.

 

 

 

 

Notas finales:

 

Este capítulo me costó mucho terminar supongo que se habrán dado cuenta porque. Ya estamos entrando al desenlace y bueno toca agitar algunas jaulas (:D). Espero no haber demorado mucho (un mes más o menos) no sé qué más decir espero les haya gustado, insinuaciones de otras parejas son solo eso, dudas y quejas son recibidas. Tratare de actualizar pronto, nos estamos leyendo cuídense y gracias por tomarse su tiempo para leer.

Yae


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).